miércoles, 11 de febrero de 2015

Burgos, sus ocho secretos mejor guardados












Más allá de su Catedral y su deliciosa gastronomía, existe en Burgos un paraíso perfilado por bosques, montañas, ríos y lagunas. Un lugar para reencontrarse con la naturaleza, para realizar actividades al aire libre o para el descanso absoluto. Bienvenidos a la Sierra de Pinares.

ocholeguas.com

Enclavada al sureste de la provincia de Burgos, esta comarca presume de ser el bosque de pino más grande de toda Europa. Un total de 63 municipios repartidos entre Burgos y Soria que comparten un paisaje tan bello como singular, y donde el pino es el verdadero protagonista. Nada hace pensar a priori todo lo que este territorio guarda en su interior.

Un homenaje a la madera

El hogar de la madera.
Los espesos bosques de pino dejan paso a un espectacular territorio conocido como el Comunero de Revenga. Este espacio, que comparten las localidades de Quintanar, Canicosa y Regumiel de la Sierra, alberga una zona recreativa espectacular, con pinos de hasta 20 metros de altura flanqueando el claro y un edificio que bien merece una visita. Hablamos de la Casa de la Madera, una construcción perfectamente integrada en el entorno, que nace como homenaje a sus bosques y a la utilización que de ellos se hace. En su interior acoge una completa exposición para todas las edades. Aunque su encanto radica en su espectacular mirador, donde podrá deleitar la vista y sentirse inmerso en plena naturaleza.

Necrópolis altomedievales


Tumbas del siglo X.
A tan solo unos metros de la Casa de la Madera, un viaje en el tiempo nos acerca a la Necrópolis de Revenga. Más de 130 tumbas antropomórficas excavadas sobre grandes rocas de arenisca que datan del siglo X y que, sorprendentemente, aún se conservan en buen estado. Todas ellas se suceden en torno a una primitiva iglesia que presidía la zona, de la que únicamente se conserva una pila de embalsamiento. La entrada al conjunto es gratuita. Además la región ofrece otros yacimientos cobijados entre frondosos pinares como la necrópolis de Cuyacabras, en Quintanar de la Sierra, o la ciudad romana de Clunia, de principios de nuestra era.

De pino a pino

Desafíos para los más aventureros.
Desafíos para los más aventureros.
Sin salir del Comunero de Revenga, el parque de aventuras en los árboles más grande de España aparece en escena. Con más de 10 hectáreas de circuitos, De Pino a pino ofrece emociones fuertes y grandes dosis de adrenalina. Un total de cuatro desafíos que pondrán a prueba su habilidad y valentía a través de puentes, lianas, saltos al vacío o balancines volantes con juegos desde los tres hasta los 19 metros de altura. Todo para pasar de pino a pino. O volar por el bosque. Porque además incluye un circuito de nueve gigantescas tirolinas de más de 180 metros, y 14 de altura, de hasta una hora de duración. No apto para cobardes.

Lagunas glaciares

Áreas de recreo para pasar el día.
Ascendiendo por una carretera de mil curvas por la sierra de la Demanda nos topamos con un escenario natural sublime. Un paraíso para excursionistas y amantes de la montaña y, hasta hace poco, la pesca. Hablamos de las Lagunas de Neila, un conjunto de lagos formados por círculos glaciares y rodeados por dos cumbres que superan los 2.000 metros. Un auténtico espectáculo para los sentidos en cualquier época del año. En invierno podrá disfrutar de un precioso manto de nieve sobre las montañas y, en verano, de un paseo a través de pinares y lagos cristalinos. Antes de llegar puede aprovechar y hacer un alto en el camino, comiendo en una de sus barbacoas –permitida en cualquier época del año- o pasando la noche en uno de los refugios de la zona. Y sin coste alguno. Además, la localidad de Neila dispone de un Centro de Interpretación muy completo e integrado en una iglesia románica. Más que recomendable antes de comenzar la ruta.

Sus primeros habitantes

Recreación en Costalomo.
No es de extrañar que hace 130 millones de años vinieran a parar a esta tierra varias especies de dinosaurios. Hoy, la comarca presume de albergar restos óseos y huellas más que peculiares. El yacimiento de Costalomo aún conserva en perfecto estado ignitas que, en lugar de estar hundidas en la roca, sobresalen de la tierra reproduciendo con exactitud los dedos de los pies de los dinosaurios. No existe en el mundo nada parecido. Normal que en la localidad de Salas de Los Infantes fundaran en 2001 el Museode Dinosaurios, un salón que repasa la presencia humana en la zona, con piezas de todas las épocas, además de una amplia colección de huesos de dinosaurio. Vértebras, restos de sus enormes extremidades, dientes e, incluso, huevos fosilizados tienen cabida en este museo.

Árboles milenarios

Árbol fósil en Hacinas.
De la época de los dinosaurios son también los próximos protagonistas. Con más de 120 millones de años, los árboles fósiles de Hacinas se han convertido en testigos eternos del paso del tiempo. Un total de tres ejemplares que se hallaron en la localidad a mediados del siglo XX, así como otros que están en manos de particulares y que también pueden verse en diferentes partes del pueblo. Dispone además de un Centro de Interpretación de lo más didáctico para conocer de cerca la historia de los tatarabuelos de nuestra fauna. Pero el encanto de Hacinas no se queda ahí. Esta villa milenaria, de tan solo 200 habitantes, conserva una típica arquitectura popular custodiada por una iglesia barroca. Además, su situación privilegiada la convierte en un verdadero mirador a la Sierra y al Valle de Arlanza. Necesitará más de un día para conocerla en profundidad.

Pinos más que singulares

Pino-roble en Canicosa.
Pero si hay un árbol que llama la atención entre el extenso paraje boscoso de la zona es el curioso caso del pino-roble. Único en el mundo. Se trata de dos árboles en uno, un pino que ha crecido dentro de un roble y que se ha abierto camino hasta poder crecer. ¿La culpable? Se cree que fue una ardilla al dejar una semilla de pino en el tronco del roble, desarrollándose así hasta alcanzar los cuatro metros de altura. Sea como fuere, la estampa es insólita. Como también lo es el pino-roca, a escasos metros, otro ejemplo del inusial modelo de convivencia de nuestra fauna. Lamentablemente, un hongo amenaza la vida del pino-roble, por lo que si quiere disfrutar de la presencia en vivo de este capricho de la naturaleza, le aconsejamos visitarlo cuanto antes.

El paraíso de los coches antiguos

¿Miami? No, Burgos.
Otros conservados, aunque menos tiempo, son los clásicos que guarda José Vicente Díez. Hace 15 años, decidió dejar su puesto de trabajo en una multinacional para entregarse a su gran pasión: la restauración de coches antiguos. Hoy, su taller es el protagonista del programa House of Cars de Discovery Max, donde guarda más de 90 modelos de auténticos mitos del automóvil. José Vicente se encarga de comprarlos y repararlos, para posteriormente venderlos. Y así se ha convertido en un referente nacional. No es de extrañar que los vecinos de Quintanar están acostumbrados a verle al volante de auténticas reliquias como el Cadillac Eldorado del 54, el favorito de Elvis, el Lincoln Continental Cabriolet V12 del 47, como el que el presidente Eisenhower utilizaba en sus desfiles, y, sobre todo, conduciendo su preciado Buick del 72, una joya que, más que rodar, parece deslizarse sobre el asfalto.

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