sábado, 2 de octubre de 2010

¿Y si los Museos estuvieran equivocados?

Un grupo de científicos estadounidenses puede cambiar la forma en que miramos las reproducciones y los fósiles de dinosaurios en los museos.
Aseguran que estos animales eran en realidad sensiblemente más altos de lo que creíamos hasta ahora, ya que, al contrario de lo que les sucede a los mamíferos, tenían gruesas capas de cartílagos en sus articulaciones que no han sido tenidas en cuenta, ya que estos tejidos son frágiles y desaparecen con el paso del tiempo. Esto significa que la altura real de un dinosaurio era alrededor de un 10% superior a la estimada. Estos «tacones» varían según el animal. El Brachiosaurus, por ejemplo, podía añadir 30 centímetros a su altura de 13 metros.



Holliday ha explicado que los finales de muchos huesos largos de dinosaurio, que incluyen los huesos de las patas como el fémur o la tibia, son redondeados y fuertes y carecen de las principales estructuras de articulación como los cóndilos, que son proyecciones óseas. Esto indica que estas estructuras estaban formadas por cartílagos muy gruesos.
Los huesos de los dinosaurios son diferentes a los de los mamíferos, incluyendo a los humanos. Los mamíferos tienen pequeñas protrusiones al final de cada hueso que le ayudan a conectarse con otro hueso en una articulación, como dos piezas de un rompecabezas. Los huesos están vinculados por una capa muy fina de cartílago, que les proporciona amortiguación en la articulación. El cartílago a menudo se desgasta y conduce a trastornos dolorosos como la artritis.

Marcas en los huesos

En cambio, los huesos de los dinosaurios tienen terminaciones redondeadas, por lo que no existe una forma clara en que pueda conectarse un hueso con otro. Las estructuras de tejido liso como el cartílago y los músculos dejan marcas en los huesos, lo que permite a los paleontólogos averiguar los atributos físicos de los dinosaurios. Los lagartos tienen huesos redondeados lisos mientras que las avestruces jóvenes tienen superficies rugosas que marcan el lugar en el que los vasos sanguíneos alimentan las grandes estructuras cartilaginosas en las articulaciones. Ambas características son similares en los huesos de los dinosaurios.

Los investigadores estimaron cuánto podían «crecer» los dinosaurios con este factor corrector del cartílago. Muchos dinosaurios terópodos, como el Tyrannosaurus, eran más altos, pero sólo un poco. Sin embargo, los ornitisquios y los saurópodos, como el Triceratops y el Brachiosaurus, respectivamente, eran un 10% más altos o incluso más. El Brachiosurus, al que se tradicionalmente se le atribuye una altura de 13 metros, puede ganar 30 centímetros adicionales.
De ser así, el estudio demuestra que los huesos no siempre hablan por sí mismos, y que los montajes de fósiles de dinosaurios en los museos pueden estar equivocados y no reflejar fielmente la altura real de estas criaturas. El estudio aparece publicado en la revista PLoS ONE.


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