Jornadas intensas de trabajo con Juje y Juan Canale en el
laboratorio del Museo Ernesto Bachmann. Objetivo: desarrollar los trabajos de
investigación sobre fósiles de dinosaurios rebaquisáuridos hallados cerca de
Villa el Chocón, emparentados con Demandasaurus
darwini del Museo de Salas de los Infantes. El primero de ellos se centra
en un esqueleto semicompleto que se recuperó hace varios años, y en cuya excavación
tuvimos oportunidad de participar en nuestra estancia de Navidad de 2010.
Se
conserva la mayor parte de las vértebras cervicales, un número alto de
vértebras dorsales, la escápula-coracoides izquierda, el húmero izquierdo, y
costillas cervicales y dorsales. Su preservación es muy buena.
Hay 3
publicaciones previas sobre este ejemplar: una primera en la que se cita su
hallazgo; la segunda en que se describe una curiosa articulación intervertebral
característica de éste y otros rebaquisáuridos; y la tercera con una
descripción sobre la homología de algunas láminas óseas típicas de las
vértebras de diplocodoideos.
Para la futura publicación, en la que
colaboraremos salenses y argentinos, la hipótesis de partida es que se trata de
una especie nueva, por lo que se desarrollará una descripción detallada de sus características anatómicas y un
análisis cladístico que permita establecer las relaciones filogenéticas entre
éste y otros dinosaurios saurópodos. Con Juje hemos analizado en profundidad
los caracteres anatómicos usados en las matrices de datos de los varios autores
que han planteado hipótesis filogenéticas sobre dinosaurios saurópodos.
El otro rebaquisáurido que estamos estudiando se compone de
restos muy fragmentarios, entre los que destacan un arco neural y un centro
vertebral. El arco neural conserva el hiposfeno, una estructura que aparece en
rebaquisáuridos basales (como Histriasaurus)
y en Nigersaurinos (Demandasaurus y Nigersaurus), mientras que en los
Limaysaurinos habría desaparecido (como Limaysaurus).
La existencia del hiposfeno promueve el desarrollo de hipótesis sobre la
evolución del complejo articular hiposfeno-hipantro en rebaquisáuridos, por lo
que estos fósiles de El Chocón pueden aportar datos interesantes al debate. El
arco neural había sido objeto de preparación parcial por parte de los técnicos
del Museo local, pero ha sido necesario el cuidadoso trabajo de nuestro
compañero Rubén Contreras para reconstruir el arco en su totalidad y así poder
estudiar todas sus características anatómicas.
En el laboratorio del Museo mirábamos asombrados a uno de
sus nuevos “ocupantes”: un gran Carcharodontosáurido que está estudiando Juan
Canale, y del que se ha recuperado elementos de distintos puntos de su
esqueleto, incluido un cráneo. El Chocón sigue siendo un paraíso para los
dinosauriólogos, y todo apunta a que en el futuro se producirán más descubrimientos
importantes.
Hemos tenido tiempo para visitar un yacimiento de icnitas de
dinosaurios situado a orillas del embalse, que conserva grandes huellas
terópodas. A pesar de no ser un yacimiento espectacular, ha sido objeto de una
intervención de protección y puesta en valor resaltables. Su gran problema es
que quedan sumergidas durante algunos meses al año con la crecida del embalse
tras el deshielo andino.
P.D.: Es de justicia citar las magníficas comidas y cenas
que nos prepara nuestro genial Alberto Bengoechea. Con cuatro ingredientes elabora
sustanciosos platos que nos mantienen lejos del frío invierno patagónico.
Fotos CAS
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