jueves, 21 de agosto de 2014

La paleobotánica arroja luz sobre los ecosistemas de los dinosaurios de Galve (Teruel)

La paleobotánica (área de la paleontología que estudia los fósiles de plantas) está arrojando información de gran relevancia sobre los ecosistemas en los que vivieron los dinosaurios que poblaron la provincia de Teruel durante el Mesozoico. Un artículo científico que acaba de ser publicado en la revista internacional Historical Biology revela que los ambientes en los que vivieron estos grandes vertebrados en la subcuenca de Galve eran muy húmedos y se caracterizaban por la presencia de coníferas de gran tamaño.

La publicación de esta investigación ha sido posible gracias a las excavaciones que desarrolla la Fundación Conjunto Paleontológico de Teruel-Dinópolis en la mina de Galve, dentro de los trabajos de control paleontológico que desarrolla desde el año 2008 en colaboración con Sibelco-Hispania, responsable de la explotación minera.

En el artículo se estudian los restos fosilizados de polen y de la flora presente en el yacimiento, donde se han producido hallazgos también de fósiles de huesos de dinosaurios del Barremiense, periodo geológico del Cretácico Inferior comprendido entre 127 y 129 millones de años.

Rafael Royo Torres, paleontólogo de la Fundación Dinópolis y uno de los autores que firman el artículo, ha explicado que en el trabajo se describen los fragmentos de cutículas (capa de las hojas) y el polen de plantas procedentes de dos yacimientos ubicados dentro de la mina de Galve: Mina Galve-9 y San Cristóbal-4.

El científico explicó que este tipo de fósiles complementa la información que se obtiene a través de los huesos y de las icnitas, las pisadas dejadas por los dinosaurios. Su interés reside en que permite conocer el ambiente en el que vivieron estos animales.

Mientras que hasta ahora eran numerosos los artículos sobre fósiles de vertebrados hallados en Galve, prácticamente no se había estudiado el entorno vegetal en el que vivieron. Además, aporta información sobre la geología en la que aparecen estos restos fósiles, por lo que ha sido posible situar la edad de la Formación Camarillas como Barremiense inferior-medio.

"La flora es un elemento que habla claramente del ambiente, y nos dice que estamos en un ambiente muy húmedo, con mucha agua; un ambiente de agua dulce cerca de la costa, pero sin ser la costa", indica Royo para referirse a la Formación Camarillas de la subcuenca de Galve.

En este sentido, añade que se trata de "un ambiente fluvial que hace que haya mucha vegetación y sea exuberante". Eso queda registrado en el sedimento por la gran diversidad de polen fosilizado que se ha encontrado, con una gran variedad de especies, entre una veintena, que pone de manifiesto la diversidad de la vegetación del entorno en el que vivieron los dinosaurios.

Las muestras que se tomaron en su día dentro de la Mina de Galve han arrojado la presencia de grandes coníferas como Pseudofrenolopsis, así como helechos. De estos últimos se han encontrado numerosas esporas de los géneros Cicatricosisporites y Plicatella.

También se han encontrado, aunque en menor medida, restos de angiospermas, es decir, plantas con flores. Su registro fósil está documentado a través de granos de polen de los géneros Crassipollis y Retimonocolpites.

Muestras muy pequeñas

"Son muestras muy pequeñas que recuperamos junto con los huesos, y es importante porque con eso tenemos la representación de los fósiles que aparecen dentro de esa formación", afirma el científico en referencia a la Formación Camarillas.

El trabajo ha sido fruto de varios equipos de investigación tanto de España como extranjeros, y refuerza la colaboraciones que la Fundación Dinópolis lleva a cabo con científicos especializados en diferentes áreas de la paleontología.

En este trabajo, además de Rafael Royo Torres, Francisco Javier Verdú y Luis Alcalá, de la Fundación Dinópolis, han participado investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en concreto Uxue Villanueva-Amadoz, que es la primera firmante del artículo.

También ha participado Luis Miguel Sender, del Área de Paleontología del Departamento de Ciencias de la Tierra de la Universidad de Zaragoza; Denise Pons, del Museo Nacional de Historia Natural de París; y José B. Diez, del Departamento de Geociencias Marinas y Ordenación del Territorio de la Facultad de Ciencias del Mar de la Universidad de Vigo.

El artículo, aparecido en la revista Historical Biology: An International Journal of Paleobiology se titula Palaeobotanical remains associated with dinosaur fossils from the Camarillas Formation (Barreamian) of Galve (Teruel, Spain).

Rafael Royo señaló que se trata de una revista de referencia y que la toma de muestras, la investigación y publicación ha sido muy rápida. "Creo que las muestras se tomaron a finales de 2012, en 2013 se hizo el congreso de paleobotánica en Teruel, y ahora se han publicado los resultados", recordó.

El científico de la Fundación Dinópolis comentó que en el yacimiento de San Cristóbal 4, dentro de la mina de Galve, donde se han hallado los restos de polen, esporas y cutículas de hojas, se han encontrado también huesos.

Congresos

Estos hallazgos han sido presentados parcialmente en algunos congresos, mientras que actualmente el paleontólogo Javier Verdú está realizando dentro de la Fundación Dinópolis una tesis doctoral sobre el Barremiense en la subcuenca de Galve que permitirá conocer en detalle la fauna y flora de este periodo geológico.

El paleontólogo añadió que el yacimiento donde han aparecido los fósiles de plantas está muy próximo a otros con restos directos (huesos) e indirectos (huellas). "Esto nos va a permitir reconstruir el ecosistema de entonces con una gran precisión", apuntó.

Los dinosaurios característicos que aparecen en estos afloramientos son ornitópodos, grandes vertebrados fitófagos (comedores de plantas) que convivirían con Dellaparentia, un iguanodóntido descrito por primera vez en Galve.

Ahora los científicos de la Fundación Dinópolis están estudiando si los huesos que aparecen en la mina de Galve pertenecen a ese mismo género o se trata de otro tipo de ornitópodos.


Royo manifiesta que los hallazgos que están apareciendo son muy interesantes, como la zona de cría que están estudiando. Valoró igualmente el apoyo que les da la empresa Sibelco, que explota la mina de arcilla, para el estudio científico de estos yacimientos. "Nos permite de una forma muy cordial llevar el control paleontológico desde el año 2008 y trabajar de manera muy rigurosa en la mina", indicó el científico.

Fuente: Diario de Teruel

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