sábado, 6 de diciembre de 2014

Descubiertos en Utah (EE.UU) dos nuevos dinosaurios cornúpetas

Dos nuevas especies de dinosaurios cornudos recientemente halladas en un arcaico «continente perdido» son algunos de los más sorprendentes y adornados animales encontrados a la fecha, dicen los paleontólogos.

Los nuevos dinosaurios son miembros de los cerátopos, la familia que incluye a los Triceratopos. Estos animales eran generalmente cuadrúpedos herbívoros con cuernos y protuberancias óseas en la parte posterior de sus cabezas.

El mayor de los dos dinosaurios, el Utahceratops gettyi, poseía un cráneo de 2,3 metros, lo que indujo al coautor del estudio, Mark Loewen de la Universidad de Utah, a comparar al animal con un «rinoceronte gigante» pero con una cabeza ridículamente sobredimensionada.

El otro dinosaurio recién descubierto, el Kosmoceratops richardsoni, es «uno de los animales más sorprendentes que se hayan conocido jamás, con un inmenso cráneo decorado por una extensa variedad de campanas y pitones óseos», comenta el responsable del estudio Scott Sampson, también de la Universidad de Utah.

La cabeza del Kosmoceratops está cubierta de cuernos: uno en el hocico, otros dos sobre los ojos, uno en la punta de cada pómulo y varios cuernos en la aleta de la cabeza del animal.

«La mayor parte de estas estrafalarias características serían armas poco efectivas para defenderse de los depredadores» añade Sampson. En  su lugar, estos adminículos serían tan solo una artimaña sexual para atraer parejas o intimidar a rivales.

Los nuevos dinosaurios de Utah son tan sólo la punta del iceberg

Se han desenterrado varios fósiles parciales de Utahceratops y Kosmoceratops en el Monumento Nacional Grand Staircase-Escalantede Utah, hogar de lo que una vez fue el «continente perdido» de Laramidia.

Durante el periodo cretáceo, la región central de Norteamérica estaba inundada por lo que las porciones oriental y occidental del continente estuvieron separadas durante 30 millones de años. De hecho, el lado occidental era una masa de tierra aislada.

«Si fueses un viajero del tiempo y regresaras a las postrimerías del Cretácico, podrías navegar en una lancha desde el Golfo de México al Océano Ártico sin ver tierra firme», declaró Thomas Holtz, un paleontólogo de vertebrados de la Universidad de Maryland, a National Geographic News.

La región antes conocida como Laramidia es, hoy en día, un punto neurálgico de hallazgos fósiles, en parte debido a la gran actividad geológica acaecida en esa era, según Holtz, que no está vinculado con el estudio en cuestión.

«Las montañas rocosas estaban en pleno proceso de formación. Había montañas abriéndose camino y otras desmoronándose por la fuerza tectónica... Los sedimentos se desprendían laderas abajo proporcionando lo que con el tiempo se convertiría en la roca sedimentaria que sepultó a todos estos fósiles».

En general, los Utahceratopos y Kosmoceratopos son sólo dos de los descubrimientos más recientes de una serie de hallazgos de dinosaurios cornúpetas en todo el mundo y los autores del estudio están convencidos de que se desenterrarán nuevos fósiles de este tipo muy pronto.

«Los nuevos especimenes de Utah», añade el coautor del estudio, Andrew Farke, del museo de paleontología Raymond M. Alf, «son tan sólo la punta del iceberg».


Este artículo sobre los nuevos dinosaurios se publicó esta semana en PLoS One.

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