miércoles, 8 de abril de 2015

Romeo y Julieta

elmundo.es (blogosaurio)

Recreación de los dinosaurios 'Romeo y Julieta'. University of Alberta


















Una romántica pareja de ovirraptorosaurios fue sorprendida hace unos 72 millones de años por el colapso catastrófico de una duna que se desmoronó durante unas fuertes lluvias en lo que actualmente es el desierto de Gobi en Mongolia. Atrapados por la avalancha de arena, estos dos pequeños dinosaurios murieron juntos y desde su hallazgo se les conoce como Romeo y Julieta.

Para poder averiguar si tal relato se aproxima más a la realidad que a la fantasía se han estudiado con mucho detalle los dos esqueletos, que fosilizaron muy próximos, ya que apenas estaban separados unos 20 cm entre sí en la misma capa. En su momento ya se comprobó que se trataba de un nuevo tipo de dinosaurio y se le dio el nombre de Khaan, que significa "señor" en mongol; la denominación del género resultó poco generosa hacia quienes no son del mismo género.

Uno de los esqueletos está completo y el otro casi lo está también, los dos individuos alcanzaron la madurez antes de morir (como lo indica la fusión de los arcos neurales con sus correspondientes centros vertebrales) y ambos tienen un tamaño y unas proporciones prácticamente iguales (por lo que su edad pudo ser semejante). Así que todos los huesos muestran unas mismas características. ¿Todos? Investigadores norteamericanos (canadienses, sobre todo) han detectado pequeñas diferencias entre los dos ejemplares, pero solo en la cola. En realidad, las buscaron especialmente allí, para contrastar la hipótesis de que los ovirraptorosaurios utilizarían las plumas de la cola durante el cortejo a sus potenciales parejas.


Las partes anteriores de la cola de cada uno de los dos ejemplares de Khaan (arriba: MPC-D 100/1127; abajo: MPC-D 100/1002). / Scott Persons IV y coautores-Scientific Reports.

Vistos con detalle, los chevrones de los dos ejemplares no son exactamente iguales. Los chevrones son huesos situados en la parte inferior de la cola, bajo los centros vertebrales, y que normalmente tienen forma de uve. Se ha descartado que las diferencias que muestran pudieran deberse a alguna patología, pues ninguno muestra rugosidades o asimetrías. Por otra parte, parece que las diferencias de tamaño de los chevrones anteriores de las colas de los dinosaurios terópodos no avianos (como es el caso de los ovirraptorosaurios) estarían relacionadas con su sexo. La explicación es que las hembras tendrían los chevrones más cortos para dejar un espacio mayor para el recorrido de los huevos por el oviducto (y se sabe que los ovirraptorosaurios ponían huevos grandes en relación a su tamaño). Además, la parte más baja del primer chevrón de la cola podría servir para la inserción de músculos del pene en los machos, por lo que sería mayor.

En el caso de Romeo y Julieta, los investigadores plantean la posibilidad de que las diferentes formas de los chevrones se deban a la pertenencia a dos sexos distintos. En ese caso, los más cortos del ejemplar MPC-D 100/1127 representarían las características de la hembra y los más largos de MPC-D 100/1002 corresponderían al macho.

Las cinco primeras vértebras caudales y los cuatro primeros chevrones de la cola de  MPC-D 100/1127 (arriba, con sus chevrones más cortos) y de MPC-D 100/1002 (abajo). / Scott Persons IV y coautores-Scientific Reports.

Anteriormente se había propuesto que los ovirraptorosaurios machos utilizarían su cola de un modo dinámico para llamar la atención durante el cortejo a las hembras (tal y como sucede en muchas aves actuales). Los chevrones con una gran superficie serían más apropiados para la inserción de músculos que facilitaran tales movimientos, lo que apuntaría de nuevo a la identificación de MPC-D 100/1002 como macho. Consecuentemente, el apelativo de Romeo y Julieta que se otorgó en un primer momento a esta pareja podría estar próximo a la realidad.

Referencia: W. Scott Persons IV, Gregory F. Funston, Philip J. Currie, Mark A. Norell  (2015). A possible instance of sexual dimorphism in the tails of two oviraptorosaur dinosaurs. Scientific Reports, 5, 9472, doi:10.1038/srep09472


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