Os transcribimos la crónica de la
charla del Dr. Burillo. Un proyecto que podría abrir alguna puerta al futuro
Museo de Dinosaurios salense y con propuestas muy interesantes para nuestra
comarca.
La Serranía Celtibérica es un
territorio que se extiende a lo largo del Sistema Ibérico. Ocupa partes
periféricas de las comunidades de Castilla y León, Aragón, Castilla La Mancha,
Comunidad Valencia y La Rioja, en total 65.825 km2 considerados ya, debido a su
baja población y al envejecimiento de la misma, como la Laponia del Sur. Su
extensión es el doble que Bélgica, pero sólo tiene censada una población de
487.417 habitantes y su densidad es de 7,72 hab/km2. Presenta el índice de
envejecimiento mayor de la UE y la tasa de natalidad más baja. Un desierto,
rodeado de 22 millones de personas, biológicamente muerto.
La parte sureste de la provincia
de Burgos forma parte de la Serranía Celtibérica y este escalofriante panorama
fue expuesto ayer en Salas de los Infantes por Francisco Burillo, catedrático
de Prehistoria en la Universidad de Zaragoza en el Campus de Teruel y el
promotor del proyecto Serranía Celtibérica, que tiene como principal objetivo
la regeneración de este territorio. El proyecto, que cuenta con el apoyo de la
UBU, la Diputación Provincial y al que se han sumado el Colectivo Arqueológico
y Paleontológico de Salas y la asociación ¡Qué la sierra baile!, fue presentado
por primera vez en un municipio burgalés ayer.
Mediante Serranía Celtibérica,
que nace de un proyecto universitario de transferencia de I+D+i desde el campo
de las Humanidades, financiado por el Ministerio de Economía y Competitividad y
fondos FEDER, y en el que han participado un equipo integrado por 30
investigadores, se solicita al Gobierno Español y a los Gobiernos Autónomos que
reconozcan la peculiar entidad de este territorio, que apliquen la
discriminación positiva y tomen medidas efectivas, no paliativas, en materia
económica, fiscal y de infraestructuras, y que anulen las fronteras educativas
y sanitarias. También que los fondos que destinan en materia de despoblación y
envejecimiento se inviertan de forma finalista en los territorios despoblados.
Se solicita a la UE que, como eurorregión poco poblada, tenga en cuenta su
condición periférica y fronteriza y aplique las medidas legisladas en materia
de montaña, ruralidad y despoblación; y que ubique en la Serranía Celtibérica
el Centro de la UE de Documentación e Investigación del Desarrollo Rural. Se
requiere de la Unesco que reconozca el patrimonio cultural de la Celtiberia
como Patrimonio de la Humanidad (estuvo en su lista indicativa desde 1998 al
2006). «Necesitamos medidas efectivas de repoblación, que supongan la
explotación sostenible de sus recursos, la promoción nacional e internacional
de la riqueza potencial de la Serranía Celtibérica, de su patrimonio natural y
cultural, de sus productos agroalimentarios, artesanales, gastronómicos y
turísticos. Y las necesitamos con extremada urgencia», expuso Burillo,
acompañado ayer por Pilar Burillo, responsable del estudio de la situación de
Serranía Celtibérica en el marco de la UE.
Durante la presentación del proyecto, Burillo mostró al público
asistente la evolución de la población durante las últimas sesenta décadas, y
como esta ha disminuido en este territorio hasta la mitad desde 1940 hasta la
actualidad, mientras España la ha duplicado. «El problema no es estructural,
porque más montañas hay en Suiza; ni de la climatología, porque más frío hace
en Nueva York o Moscú; y tampoco de inversiones, porque hay pueblos donde
apenas quedan vecinos y cuentan con frontones y piscinas. El problema es que no
ha habido un proyecto global de desarrollo», añadió.