domingo, 11 de diciembre de 2016

Hallan evidencia fosilizada de un tumor en un precursor de mamíferos de 255 millones de años

Nobu Tamura
Cuando los paleontólogos de la Universidad de Washington (UW), en Estados Unidos, cortaron la mandíbula fosilizada de un pariente lejano de los mamíferos vieron evidencia de que la especie extinguida albergaba un tumor benigno compuesto de estructuras en forma de dientes en miniatura, según informan en un artículo que se publica este jueves en 'Journal of the American Medical Association Oncology'.

Conocido como odontoma compuesto, este tipo de tumor es común en los mamíferos hoy en día, pero este animal vivió hace 255 millones de años, incluso antes de que los mamíferos existieran. "Creemos que éste es por mucho el caso más antiguo conocido de un odontoma compuesto --afirma el miembro del equipo Christian Sidor, profesor de Biología en la UW y especialista en Paleontología de Vertebrados en el Museo de Burke de Historia Natural y Cultura--. Eso podría indicar que se trata de un tipo antiguo de tumor".

Antes de este descubrimiento, la evidencia más temprana conocida de odontomas procedía de fósiles de la Era de la Edad de Hielo. "Hasta ahora, la primera aparición conocida de este tumor fue hace aproximadamente un millón de años, en mamíferos fósiles --detalla Judy Skog, directora del programa en la División de Ciencias de la Tierra de la Fundación Nacional de Ciencias, que financió la investigación--. Estos investigadores han encontrado un ejemplo en los antepasados de mamíferos que vivieron hace 255 millones de años. El descubrimiento sugiere que la causa que se sospecha que produce un odontoma no está ligada únicamente a los rasgos de las especies modernas, como se había pensado".

En los seres humanos y otros mamíferos, un odontoma compuesto es una masa de pequeños "dientes" amalgamados junto con tejidos dentales, como la dentina y el esmalte, que crecen dentro de las encías u otros tejidos blandos de la mandíbula y pueden causar dolor e hinchazón, así como alterar la posición de los dientes y otros tejidos. Dado que los odontomas no provocan metástasis ni se propagan por todo el cuerpo, se consideran tumores benignos, pero por los trastornos que causan, los cirujanos suelen optar por eliminarlos.

La criatura descubierta con este tipo de tumor era un gorgonopsia, un pariente distante del mamífero y el mayor depredador durante su era pre-dinosaurio hace 255 millones de años. Los gorgonopsias son parte de un grupo más grande de animales llamados sinápsidos, que incluye mamíferos modernos como su único miembro vivo. Los sinápsidos a veces son llamados "reptiles mamíferos" porque los sinápsidos extintos poseen algunas, pero no todas, las características de los mamíferos. Los primeros mamíferos evolucionaron hace más de 100 millones de años.

"La mayoría de los sinápsidos están extinguidos y nosotros, es decir, los mamíferos, somos sus únicos descendientes vivos --explica Megan Whitney, autora principal y estudiante de posgrado en Biología de la UW--. Para entender cuándo y cómo evolucionaron nuestros rasgos de mamíferos, tenemos que estudiar fósiles de sinápsidos como los gorgonopsias". Los paleontólogos han categorizado muchos rasgos "parecidos a los mamíferos" de los gorgonopsias. Por ejemplo, como nosotros, tienen dientes diferenciados para propósitos especializados, pero Whitney comenzó a estudiar dientes gorgonopsianos para ver si tenían otra característica de los mamíferos.

"La mayoría de los reptiles vivos hoy en día fusionan sus dientes directamente con la mandíbula --señala Whitney--. Pero los mamíferos no lo hacen: utilizamos tejidos duros, pero flexibles, parecidos a cuerdas, para sostener los dientes en sus cuencas, y queríamos saber si ocurría igual en los gorgonopsianos". Para ello, Whitney cortó una mandíbula de gorgonopsia fosilizada y miró las secciones delgadas de la mandíbula y el diente bajo un microscopio para ver cómo estaba ubicado el diente dentro de su zócalo.

Puesto que esta técnica dañaría el fósil, Whitney y Larry Mose, estudiante de la UW que trabajó con ella, utilizaron una mandíbula inferior solitaria u "huérfana" que Sidor había recogido en Tanzania meridional. Mose preparó múltiples rebanadas delgadas de la mandíbula --cada una tan fina como una hoja de papel de cuaderno-- y las montó en diapositivas. Él y Whitney inmediatamente advirtieron algo inesperado dentro de la mandíbula: incrustados junto a la raíz del canino se encontraban grupos irregulares de hasta ocho diminutos objetos redondos.

Cuando los miró con mayor aumento bajo el microscopio, Whitney descubrió que los objetos dentro de cada grupo se parecían a dientes pequeños, mal diferenciados e, incluso, que los dientes albergaban distintas capas de dentina y esmalte. "Al principio no sabíamos qué hacer con ello --reconoció Whitney--. Pero después de alguna investigación nos dimos cuenta de que este gorgonopsia tenía lo que parece un odontoma compuesto de libro de texto".

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