*Jorge Antonio González fue el ganador del VI Concurso Internacional de Ilustraciones Científicas de Dinosaurios 2014 que organizan la Fundación para el Estudio de los Dinosaurios en Castilla y León y el Museo de Dinosaurios de Salas de los Infantes con su bella ilustración titulada "Eclosión de Titanosaurio (Titanosauriformes indet.) de Sierra de la Demanda,
Burgos" (ver ilustración).
Jorge González dibuja y esculpe réplicas de dinosaurios. Es uno de los
paleoartistas más importantes del país y sus trabajos se exhiben
en varios países (@paleoart_by_jorge_gonzalez)
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Esta vez le pidieron un dinosaurio herbívoro de la familia
de los hadrosaurios. Un Secernosaurus, específicamente. Jorge González es
paleoartista: su trabajo consiste en hacer dibujos y esculpir réplicas de
animales prehistóricos. Es uno de los más reconocidos del país en su especialidad
–sus obras recorren el mundo y ha participado con sus dibujos en numerosos
libros y publicaciones de prestigio– y vive en San Salvador de Jujuy.
Cuando le propusieron instalarse por tres semanas en
Ingeniero Jacobacci, una pequeña localidad de Río Negro, para realizar una
escultura gigante de uno de los dinosaurios característicos de la zona no lo
dudó: apasionado de su tarea, le gustaba la idea de quedarse unos días en la
Patagonia, ese territorio que tanto había estudiado para desarrollar su arte.
Nunca se imaginó que iba a quedar varado, en plena cuarentena, a más de 2500
kilómetros de su casa.
González vive actualmente en San Salvador de Jujuy y por la
cuarentena quedó
varado en Ingeniero Jacobacci, Río Negro
(@paleoart_by_jorge_gonzalez)
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“Hace más de dos años se presentó un proyecto con la gente
de la Secretaría de Turismo de la provincia de Río Negro enfocado a mejorar el
turismo en Ingeniero Jacobacci. Este proyecto tenía la idea de hacer réplicas
de dinosaurios que se encontraron acá en la zona, a tamaño natural. ¿Por qué
dinosaurios? Porque acá están los yacimientos paleontológicos de la última
época de los dinosaurios, es decir, del período Cretácico superior. Son restos
que tienen más de 70 millones de años. Estos dinosaurios son muy importantes y
muy representativos de este lugar y muestran cómo eran antes de la extinción
masiva”, señala apasionado González, en diálogo con Infobae desde el pueblo
patagónico donde se encuentra varado.
“Se pusieron en contacto conmigo, porque sabían que yo realizaba
esculturas a tamaño natural de animales prehistóricos, entre otras cosas. A
fines del año pasado se aprobó el proyecto. La idea era viajar para hacerlos en
el lugar. Yo vivo en San Salvador de Jujuy y era una gran complicación hacerlos
allá y trasladarlos: iba a resultar muy caro. Ellos me decían que acá tenían
las instalaciones como para afrontar este trabajo. Entonces formé un equipo
para poder hacerlo en Ingeniero Jacobacci y me terminaron acompañando dos
paleoartistas más, que son Diego Barletta y Andrés Rojas”, agrega.
En esta oportunidad, le pidieron una réplica de un
dinosaurio característico
de la zona (@paleoart_by_jorge_gonzalez)
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El trío de artistas llegó a comienzos de marzo para ponerse
manos a la obra. El propio González, que lleva más de 25 años en esta tarea,
recorrió más de 2500 kilómetros para llegar: “Vinimos el 2 de marzo. Teníamos
pautado quedarnos tres semanas. La idea era realizar una escultura de 6 metros
de largo. Es importante esto porque generalmente una escultura de este tamaño
lleva más tiempo, pero logramos una técnica que nos permitía poder hacerlo más
rápido y con muy buen resultado. Hasta que se empieza a hablar de la cuarentena
en la segunda semana de trabajo, con el trabajo a medias”.
–¿Y entonces ya no podían volver a sus casas?
–Teníamos la posibilidad de volver y dejarlo incompleto,
pero sentíamos que debíamos terminarlo: era un gran esfuerzo de parte de la
municipalidad que auspicia esto y de la Secretaría de Turismo de Río Negro. Si
nos íbamos sin terminar no lo iban a poder hacer porque no hay muchos
especialistas en este rubro. Entonces decidimos quedarnos y hacer lo que nos
gusta, aunque eso implica que no supiéramos bien cuándo íbamos a poder volver a
nuestra casa.
–¿Cómo es la obra que les encargaron?
–Es un dinosaurio herbívoro de la familia de los
hadrosaurios que se llama Secernosaurus. Son dinosaurios herbívoros de pico de
pato, así se los conoce vulgarmente. Me pidieron este porque acá se encontró
esa especie, característica de este lugar. Hay muy pocos lugares en la
Argentina y Sudamérica donde se encuentran este tipo de dinosaurios. La idea es
instalarlo en un lugar que se llama La Ruca, un paseo que usa la gente durante
los fines de semana o en época de vacaciones.
–¿En qué etapa están de la escultura?
–En realidad el trabajo está listo hace dos semanas.
–¿Tienen la posibilidad de hacer otros dinosaurios mientras
tanto?
Así fue el armado del hadrosaurio que instalarán en
Ingeniero Jacobacci
(@paleoart_by_jorge_gonzalez)
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UNA VIDA DEDICADA A LOS DINOSAURIOS
De pequeño a Jorge González le gustaba dibujar dinosaurios.
“Me gustaba verlos en las películas que había en aquella época, estamos
hablando de antes de Parque Jurásico (se refiere a la película de Steven
Spielberg de 1993). Creo que todo cambió mucho a partir de esa fecha porque la
película tuvo una gran repercusión. Pero antes de eso, lo que a mí me motivó
eran algunos dibujos animados, muchos documentales. Había algunas series
también y muy pocos libros. Había varias cosas que eran un poco infantiles y,
en algunos casos, científicamente incorrectas”.
El artista comenzó a dibujar a los 3 años. A los 17 llevó
sus dibujos a un museo
para que lo vieran los paleontólogos que trabajaban en
el lugar
(@paleoart_by_jorge_gonzalez)
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Cuando estaba terminando la secundaria, en La Plata, se
acercó un día al área de paleontología de un museo con sus ilustraciones. Al
poco tiempo empezó a conocer en detalle el trabajo de los paleontólogos y
encontró en aquello una verdadera pasión, que ya lleva 25 años.
–¿Qué es un paleoartista?
Los paleoartistas somos artistas dedicados a reconstruir
cómo eran los paisajes y las formas de vida del pasado. Están casi dentro de
los ilustradores científicos, pero tienen mayor libertad artística. Pero claro,
hasta ahí nomás, porque tienen que saber mucho de paleontología, mucho de
animales y plantas actuales, de geología. También tienen que poder reconstruir
cómo eran estos animales a partir de ver los huesos.
–¿Tienen una formación especial?
No, mayormente la formación es autodidacta. No existe en la
Argentina la carrera. Somos muy pocos: los tres que estamos acá creo que
representaríamos el 25 por ciento de todo el país.
–¿Cómo es el vínculo con los paleontólogos? Porque imagino
que vos desde lo artístico querrás ser creativo y del otro lado deben pretender
ajustarse a lo científico.
González ilustró, entre otros, el libro "Dinosaurios
del fin del mundo"
escrito por el periodista científico Federico Kukso
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–A mí me encanta la dinámica de trabajo con ellos porque
aprendo mucho. Es muy loco que a veces el paleontólogo vuela más que el
dibujante (risas). Porque fantasean a veces mucho más. Hay dos tipos: los que
fantasean mucho y los que son sumamente estrictos con lo que se encontró, lo
que te limita a la hora de representar al dinosaurio o al animal prehistórico
de determinada manera. Por ejemplo, si ves ilustraciones de mamíferos
prehistóricos, generalmente los hacen con la boca abierta. Y esto se debe a que
los investigadores conocen muy bien los dientes. El tema es que el animal, en
la vida cotidiana, cuando bosteza o cuando va a comer tiene la boca abierta.
Entonces, por mostrar los dientes, a veces se hacen cosas que son muy poco
naturales en la escena, o cuando se dibuja algún animal prehistórico. Con los
dinosaurios carnívoros pasa lo mismo: nunca los hacen durmiendo la siesta
(risas). Siempre están corriendo y con la boca abierta, súper activos. ¡Y el
animal corría cuando lo necesitaba, no es que andaba por la vida corriendo! Yo
soy muy conservador con los colores y el criterio artístico para hacer cosas
como estas porque creo que es más acertado y me estoy acercando más a la
realidad si lo encaro de un modo más serio.
–Pero a la vez no deja de ser una representación de lo que
te describen quienes estudiaron los restos, ¿no?
–Claro, siempre estoy sujeto a la evidencia del momento.
Cuando la evidencia cambia, la interpretación cambia. Y eso es súper dinámico.
–¿Cómo pasaste del dibujo a la escultura?
Otra de las obras de González, que exhibe en el exterior y
es convocado por
su gran conocimiento en el tema en todo el país
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-Mayormente el que dibuja no esculpe y el que esculpe no
dibuja. Yo hago las dos cosas. En mi caso se dio casi en simultáneo. Pasa que,
cuando recién empecé, no tenía muchos conocimientos de escultura. Pero cuando
terminé la secundaria me anoté en la escuela de bellas artes y fui aprendiendo.
Ahí me di cuenta de que había muchas técnicas muy útiles para poder hacer este
tipo de trabajo. Entonces evolucionó casi en paralelo. Pero siempre me resultó
más fácil dibujar que hacer esculturas, de hecho es más rápido el resultado. Yo
diría que son dos cosas que se complementan muy bien. Siempre hago un dibujo
antes de hacer la escultura, no arranco improvisadamente, planifico mucho.
Antes de empezar hago planos, escalas, varias vistas de lo que quiero esculpir
para evitar errores.
–¿Qué materiales usás para tus esculturas?
–Telgopor y resina acrílica. Cuando son piezas más chicas,
masilla epoxi.
–¿Quiénes te convocan? ¿Quiénes te piden dinosaurios?
En la Argentina hay pocas personas dedicadas al paleoarte y
todos ellos
son autodidactas (@paleoart_by_jorge_gonzalez)
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–Por lo general van a parques temáticos o exhibiciones en el
exterior. Desgraciadamente no son frecuentemente contratados paleoartistas
profesionales en instituciones oficiales porque se llama a alguien pensando en
que sale barato o se trabaja con lo que un paleontólogo dirige, si es posible.
A veces se compran cosas ya hechas que no son muy precisas en cuanto al rigor
científico. Ese es un problema, muchas veces, vinculado con el desconocimiento,
porque no saben que existe gente que se dedica a eso. O, por un problema de
recursos. Es gracioso porque no llegan a hacernos la pregunta de si somos caros
o no (risas).
FUTURO INCIERTO
Pese a las nuevas disposiciones, como todavía no hay
transporte de larga distancia habilitado, ni aviones, Jorge y sus compañeros
todavía se encuentran en un limbo. Agradecen la hospitalidad de quienes los
recibieron y todavía no tienen claro cómo será el regreso a casa.
–¿Dónde viven hoy?
González junto a sus colegas varados en Río Negro
(@paleoart_by_jorge_gonzalez)
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–Estamos en una residencia de alumnos terciarios que nos
facilitó la municipalidad de Jacobacci, algo que estuvo planeado desde que
empezamos el trabajo.
–¿Qué hacen mientras tanto? ¿Cómo pasan sus días?
–Como soy dibujante y Diego Barletta también, estamos
adelantando proyectos personales y pedidos que nos han hecho via internet. Pero
no es lo común. Como somos monotributistas, estamos en ese problema que tienen
los que no pueden ir a los lugares de trabajo. La mitad de las veces puedo
resolver algunas cuestiones por internet, pero la otra mitad no, ese es el
problema. Hay trabajos que es imposible: si me piden una escultura no la puedo
enviar.
Que maravilla de trabajo el que hace le quedaron muy bonitos los dinos, lastima que esta lejos de su familia, ojala se cuide esto ya pasara
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