sábado, 13 de junio de 2020

“Si la educación te parece cara, prueba con la ignorancia”

¡ME DEJAS DE PIEDRA!

Comunicación social de la ciencia en un yacimiento turolense con huellas 
de dinosaurios / Geolodía 14
De la mano de la Fundación Conjunto Paleontológico de Teruel-Dinópolis, estrenamos una sección que pretende que los dinosaurios, y otros tipos de fósiles, sirvan de vehículo para generar interés en cómo la ciencia descifra las claves de la historia de la vida que están encerradas en las rocas sobre las que desarrollamos toda nuestra actividad.

-¡A mí me habría parecido una piedra!

-Afortunadamente..., pues si cualquiera sin formación previa pudiera reconocer con facilidad huesos de dinosaurio, o cualquier otro fósil, la paleontología no constituiría una profesión que precisa de muchos años de constante estudio.

No obstante, es frecuente encontrar a quienes parecen conocerlo todo acerca de los fósiles, especialmente de los dinosaurios, y no tienen reparo en hacer alardes sin haberse documentado suficientemente. Y, a la par, es evidente el desconocimiento que todavía existe acerca de muchos dinosaurios, algo que a menudo sorprende a los no iniciados. Resulta paradójico que pueda considerarse trivial dedicar recursos a su investigación a la vez que se demanda un pleno conocimiento de todo aquello que, en un momento dado, despierta curiosidad (el tamaño, el color, el motivo por el que se encuentran aquí y no allá...).

Hoy, la inmediata accesibilidad a una formidable información convive con el poco interés que se pone en contrastarla y surgen voceros que, con un adecuado dominio de técnicas de comunicación o un especial gracejo para conectar con determinados públicos, reúnen más seguidores que muchas fuentes fiables. En una reciente reunión de la Asociación de Museos y Centros de Ciencia y Técnica de España, un participante lamentó lo que, en su opinión, suponía una pérdida de la influencia social de los museos; en la mía, lo que se ha producido es una relajación universal del espíritu crítico (y también autocrítico).

La ciencia no ha resultado ajena a la infección de informaciones sensacionalistas que conviven con las prudentes, en un escenario donde el receptor es mucho más permeable a las primeras –que suelen centrarse en lo que desea oír– que a la propia realidad. ¿Nos visitan de otros mundos? ¿Se curará una grave dolencia portando determinados minerales en el bolsillo? ¿Somos biológicamente superiores?... Contestaciones afirmativas, sin ninguna evidencia, a este tipo de preguntas encuentran a veces más fieles seguidores que en el caso de respuestas en sentido contrario, bien argumentadas con los datos disponibles. Porque el conocimiento se construye y se cuestiona, pues la ciencia no es en absoluto dogmática; y no progresa si no se considera esencial que cuente con los medios necesarios para conseguirlo. Ni lo hace al ritmo de nuestros deseos cuando surge un contratiempo. Como escribí no hace mucho, en el contexto de la investigación "tampoco se oculta que existen dudas sobre algunos temas, que algunos quieren tomar por debilidades del método científico, como si los investigadores hubieran nacido enseñados, como si al día siguiente de construirse el primer telescopio se hubiera exigido la cartografía detallada de la Vía Láctea".

Acercar la ciencia a la sociedad

Para enfocar adecuadamente la situación, muchos se han comprometido con iniciativas que acerquen la ciencia a la sociedad, individual o colectivamente. En Teruel, por ejemplo, se trabajó durante años en un proyecto de la UE (FP7) para su consideración como Ciudad de Cultura Científica Europea y, tras varios años de sequía, se pretende retomar ese concepto, ahora a nivel provincial, con la iniciativa TC3 (Teruel, Conocimiento y Cultura Científica). Además, tenemos la fortuna de recuperar a Tercer Milenio, un formidable altavoz para contribuir a una mayor educación científica. Esta nueva sección, ‘¡Me dejas de piedra!’, continúa la trayectoria de otras anteriores (‘Desde Dinópolis’ y ‘Una pieza-una historia’) para comentar la paleontología con dos objetivos: aprender a compartir, por parte del emisor, la relevancia del conocimiento en una sociedad moderna y estimular su disfrute por el receptor para, en su caso, tomar decisiones con mayor información.

Luis Alcalá Paleontólogo. Fundación Conjunto Paleontológico de Teruel-Dinópolis

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