sábado, 25 de julio de 2020

Descubierto en Libia el antepasado de los cocodrilos americanos

Técnicas de tomografía computarizada han identificado detalles que sitúan el único cráneo bien conservado de 'Crocodylus checchiai', en la base del árbol evolutivo de los cocodrilos americanos.

Recreación del aspecto en vida y el paleoambiente de 'C. Checchiai' - 
DAWID IURINO/UNIVERSIDAD DE ROMA LA SAPIENZA
El estudio, publicado en Scientific Reports, revela que el cráneo de este cocodrilo de 7 millones de años de antigüedad, excavado hace casi un siglo en el yacimiento de As Sahabi (Libia), comparte con las cuatro especies americanas actuales ('Crocodylus intermedius', 'C. moreleti', 'C. acutus' y 'C. rhombifer') numerosas peculiaridades anatómicas que lo colocan en la base del árbol evolutivo como un antepasado del género 'Crocodylus' en América.

Los fósiles más antiguos de este taxon en el Nuevo Mundo tienen unos 5 millones de años y los investigadores postulan que algunos especímenes de 'C. checchiai' (o una forma similar y aún desconocida) cruzaron el océano Atlántico desde África hasta América del Sur, donde se adaptaron y diversificaron.

"Puede parecer una gesta increíble para un cocodrilo, pero es posible", explica Massimo Delfino, investigador de la Universidad de Torino y del Institut Català de Paleontologia Miquel Crusafont, que ha liderado la investigación.

Entre los cocodrilos actuales hay especies capaces de tolerar la alta salinidad del agua del mar y realizar grandes desplazamientos en mar abierto aprovechando las corrientes superficiales. "Estudios realizados con seguimiento por satélite han demostrado que los cocodrilos australianos pueden recorrer distancias de más de 500 kilómetros por el mar en pocas semanas", explica el investigador.

Delfino, junto a otros investigadores italianos de la Universidad de Roma y de la Universidad de Florencia analizaron el fósil mediante métodos no invasivos en el Hospital MG Vannini (Roma). Gracias a un escáner de tomografía computarizada obtuvieron imágenes de gran resolución del exterior y el interior del cráneo. A partir de la información obtenida, concluyeron que se trataba de un ejemplar adulto y estimaron la longitud del cuerpo en más de 3 metros.

Los detalles anatómicos también permitieron llevar a cabo un análisis filogenético, es decir, reconstruir la historia evolutiva de este grupo comparando sus características anatómicas mediante un software específico.
El yacimiento de As Sahabi se encuentra a unos 130 kilómetros de la ciudad de Ajdabiya, en la parte libia del desierto del Sahara. Actualmente es una zona extremadamente árida, pero durante el Mioceno superior era un territorio surcado por ríos y cubierto de una extensa vegetación en el que habitaba una gran diversidad de fauna, incluyendo grandes mamíferos y reptiles.

Durante los años 30 del siglo pasado, algunos geólogos y paleontólogos italianos como Ardito Desio, Giuseppe Stefanini y Carlo Petrocchi protagonizaron varias expediciones científicas que sacaron a la luz una gran cantidad de fósiles de mamíferos, peces y reptiles, incluidos cinco cráneos de cocodrilo perfectamente conservados, entre ellos el objeto de esta investigación.

Lamentablemente, durante la II Guerra Mundial muchos de los fósiles alojados en el Museo de Historia Natural de Trípoli se destruyeron o se perdieron. El destino de algunos de los cráneos que fueron enviados a Nápoles no fue mejor; debido a los bombardeos y saqueos de mediados del siglo pasado se perdió su rastro y solo se conservaron dos de los cráneos depositados en Roma.

Casi un siglo después, los investigadores firmantes del estudio han podido estudiar el único (el otro se encuentra en paradero desconocido) cráneo "superviviente" de este periplo, que actualmente se conserva en el Museo Universitario de Ciencias de la Tierra (Universidad de Roma La Sapienza).


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