sábado, 8 de agosto de 2020

Torrelara, un yacimiento único para conocer el ecosistema de los dinosaurios

El equipo de excavación ha extraído este verano 191 registros fósiles, algunos muy completos, pero destacan hallazgos menos llamativos pero que ayudan a conocer el ecosistema como restos orgánicos carbonizados con restos de polen

El director de las excavaciones, Fidel Torcida (D), y el catedrático de Paleontología 
de la Universidad de Zaragoza, José Ignacio Canudo (I), muestran una de las piezas. 
/ RICARDO ORDÓÑEZ / ICAL
El yacimiento de Torrelara se ha confirmado en la campaña de excavaciones de este verano como un lugar único en el mundo para conocer el ecosistema de los dinosaurios en una época de la que hay muy pocos fósiles, situada hace unos 145 millones de años, en el paso del Jurásico al Cretácico.

En la presentación del balance de la campaña, el director del Colectivo Arqueológico y Paleontológico de Salas de los Infantes, Fidel Torcida, ha detallado que el equipo de excavación ha extraído este verano 191 registros fósiles, algunos muy completos, con lo que el total de registros encontrados en las cuatro campañas en este yacimiento es ya de 647.

Ha insistido en que, aunque se trata de un número de fósiles muy elevado, lo más importante es que se han identificado fósiles de varias especies de dinosaurios, entre los que destacan dos grandes saurópodos de los que se están sacando restos de casi todos los huesos del cuerpo, lo que será de especial relevancia para conocer mejor su anatomía.

En este sentido, el director del Museo de Ciencias Naturales de la Universidad de Zaragoza y paleontólogo Iñaki Canudo, que ha formado parte del equipo de investigación, ha afirmado que se trata de «un yacimiento único, tanto por ser de una época de la que hay menos restos, en el paso de los grandes dinosaurios del Jurásico al Cretácico como porque hay una gran abundancia de restos y se encuentran, en general, en buen estado de conservación».

Este yacimiento no ofrece restos de una sola especie de dinosaurio si no que es una muestra completa de un ecosistema. Torcida ha destacado también la importancia de hallazgos menos llamativos pero que ayudan a conocer mejor el ecosistema en el que vivieron los dinosaurios de esa época.

Ha precisado que los fósiles de vegetación, placas óseas de tortuga, dientes de cocodrilo, y moluscos bivalvos de agua dulce, del grupo de almejas y mejillones, ayudarán a conocer mejor un entorno que debió ser una llanura húmeda y con vegetación que se inundaba ocasionalmente y que se encontraba entre una cercana llanura de inundación de un río y, por otro lado, una zona semi pantanosa.

Sin embargo, los hallazgos más llamativos tienen que ver con varias especies de dinosaurio, «probablemente sean, al menos, siete u ocho, entre ellas uno volador, un pterosaurio», del que se han encontrado huesos del ala y algunos dientes.

También se han localizado y extraído en esta campaña restos de un dinosaurio carnívoro, aunque las estrellas, por el momento, parecen dos saurópodos, seguramente herbívoros.

De estos grandes dinosaurios se ha encontrado un húmero de 1,40 metros de longitud, varias vértebras dorsales y caudales, parte de una cadera y un fémur bastante completo y bien conservado que permite estimar la envergadura del animal.

Aunque la mayor parte de las piezas tardarán años en limpiarse y estudiarse con criterios científicos, las primeras apreciaciones de este fémur de metro y medio de longitud permiten aventurar que perteneció a un dinosaurio de 24 metros de largo y 30 toneladas de peso, «aproximadamente como cinco elefantes», ha explicado Torcida.

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