viernes, 2 de abril de 2021

Diez escapadas con niños de fin de semana en Castilla y León

Lugares idílicos y propuestas únicas para conocer y disfrutar del patrimonio paisajístico y cultural de la Comunidad

Cascadas de Orbaneja del Castillo, en la provincia de Burgos. 
Eduardo Margareto / ICAL
La llegada del buen tiempo, y más en estos tiempos de covid, nos invita a salir al exterior, a estar en plena naturaleza y disfrutar, en familia (de momento) de lugares idílicos y a veces desconocidos para el gran público. Desde aquí les invitamos a hacer escapadas de un día para deleitarse con auténticos tesoros que encierra Castilla y León, muchos de ellos ignotos para miles de castellanos y leoneses.

1. Orbaneja del Castillo (Burgos)

Estamos sin duda, ante uno de los pueblos con más encanto de España. Un pequeño pueblo, situado a 65 kilómetros de Burgos. Agua, cuevas, pozas, casitas de cuento y una buena gastronomía.

Para abrir boca, la imagen más espectacular. Nada más aparcar el coche se encuentra ante nuestros ojos una cascada especial, muy caprichosa, de más de 25 metros de altura, que si baja cargada de agua, uno es esquivo a dejar de admirar tan bello espectáculo. Parece como si las casitas de arriba regaran al pueblo.

Pero es que callejear por las casas medievales, de este pueblo encajonado entre las pareces del cañón del río Ebro, depara cuantiosas sorpresas. Y más, si vamos con niños, que quedarán asombrados también por la Cueva del Agua. Y andando un poquito más llegamos hasta unas pozas de un color azul turquesa que nos invita a sumergirnos en ellas, aunque en la actualidad, está prohibido el baño.

Y sin aún nos quedan fuerzas, tres rutas para los andarines; El Camino Natural del Ebro; la Senda de los Chozos y el Castillo de Orbaneja. Todo en sí, merece la pena.

2- Cueva de Valporquero (León)

Éste es uno de los grandes atractivos del norte de la provincia leonesa, junto a otro lugar de gran belleza, las Hoces de Vegacervera. Estamos ante la cueva más joven de Castilla y León, con sólo un millón de años, la de Valporquero.


En su interior podemos contemplar coladas, columnas, estalactitas y estalagmitas, mostrándose en las siete salas en las que se organiza, ante el visitante. Algunas de sus maravillas gozan ya de nombre propio en su interior: Gran Rotada, Hadas, Gran Vía, Cementerio Estalactítico y Columna Solitaria, nombres inspirados en la imaginación de quien las contempla, formaciones caprichosas como El fantasma, La Virgen con el Niño, Las Gemelas o la Torre de Pisa.

Eso sí, hay que ir abrigado, ya que la temperatura en su interior es de unos siete grados. Hay tres modalidades de visita, la normal (60 minutos); larga (100 minutos) y Valporquero Insólito que incluye la galería de acceso al Curso de las Aguas, realizándose buena parte de la visita a oscuras. Toda una experiencia. Eso sí, esta última modalidad para mayores de 12 años.

3- Astronomía en San Pedro Cultural (Palencia)

A escasos 15 minutos de la capital palentina, concretamente en la localidad de Becerril de Campos nos topamos con este monumento estelar, construido a raíz de las ruinas de la Iglesia de San Pedro.

Un atractivo para los amantes de las astronomía, al contar con un péndulo de Foucault en constante movimiento, varios relojes solares, puntos de luz para demostrar el movimiento de rotación de la Tierra, o una recreación del firmamento realizada en la bóveda. Cuenta además con una pieza del LISA Pathfinder, donada por la Agencia Espacial Europea.

Un recinto, espectacular por la noche al iluminarse, y que sirve también para múltiples eventos culturales de la localidad

4- Zoo “Las Eras de las Aves” (Fresno el Viejo, Valladolid)

«Las Eras de las Aves», en la localidad vallisoletana de Fresno El Viejo, da cobijo a más de un centenar de especies diferentes y desarrolla distintas actividades educativas y de patrocinio durante el año.

Cotorras, guacamayos, lechuzas, iguanas, zorros, canguros, burros... Así hasta más 400 animales, se pueden contemplar en «Las Eras de las Aves», un pequeño zoológico, ubicado en la localidad vallisoletana de Fresno El Viejo, y que sirve también para recuperar a animales silvestres que han sufrido algún tipo de daño.

Una iniciativa que surgió en el año 2013, gracias a Enrique Marcos, que a lo largo de toda su vida ha ido adquiriendo animales, sobre todo aves, de diferentes especies, hasta que el volumen fue tan grande, que tuvo que acondicionar un recinto más idóneo para ello.

Por las actuales restricciones sólo se permite un aforo de 200 personas, siendo obligatorio reservar por whatsapp al 610624692 enviando el día de la reserva más el número de niños y de adultos.

5- El Chorro de Navafría (Segovia)

Merece la pena una excursión a este lugar paradisiaco en la Sierra de Guadarrama segoviana. Nos adentraremos en uno de los bosques con mayores extensiones de pino silvestre de Europa. Un lugar para relajarse al son del agua y para hacer una pequeña excursioncilla en busca de El Chorro.

Se trata de una espectacular cascada de alrededor de 20 metros de altura. Se puede acceder hasta la parte alta de la cascada a través de una escalera lateral, y bajo ella una pequeña poza donde las aguas descansan, antes de seguir su periplo, ya más descansadamente hasta el río Cega.

Un área que cuenta además con charcas y piscinas artificiales -aunque habrá que esperar hasta verano-, merenderos y actividades para niños, con un laberinto que hará sus delicias. Un entorno y una visita que bien vale la pena para un día de fin de semana.

6- Parque acrobático de Vinuesa (Soria)

Se trata de un parque acrobático que sin duda, hará las delicias de los más pequeños, y por qué no de los no tan pequeños. Enclavado en tierra de pinares a menos de media hora de Soria se halla este pequeño parque de atracciones al aire libre.

Tirolinas, lianas, redes y puentes y un sinfín de circuitos para completar, tanto para los principiantes como para los más avanzados. Se puede ir de lunes a sábado y el precio va desde los 11 euros hasta los 25, dependiendo de la tarifa que uno escoja.

Eso sí, conviene hacer reserva con antelación, debido al aforo limitado. Más información en el enlace www.vinuesaaventura.com.

7- En busca de los dinosaurios en Salas de los Infantes (Burgos)

La comarca de Salas de los Infantes siempre ha sido considerada históricamente zona de dinosaurios por la gran cantidad de fósiles encontrados en la zona. Muchos han sido los hallazgos realizados en los últimos años y de esta manera en el 2001 abría al público el Museo de Dinosaurios.

Ejemplar de dinosaurio en el Museo ubicado en Salas de los Infantes / LA RAZÓN
Desde esa fecha, el contenido del museo de ha ido enriqueciendo con réplicas de esqueletos y estatuas de dinosaurios, además de organizar interesantes eventos científicos y congresos. Un Museo para disfrutar, pero también para aprender. Un museo que se encuentra ubicado en la Plaza Mayor de Salas de los Infantes, y con unas entradas a un precio módico de 2,50 euros (1,50 € reducida y gratuita).

Y si uno tiene ganas de más, se puede adentrar en la ruta “Tierra de Dinosaurios”, que comienza en Mambrillas de Lara (yacimiento La Pedraja), continúa por Salas de los Infantes (yacimiento Costalomo y Museo de Dinosaurios) y llega hasta Regumiel de la Sierra (yacimiento El Frontal).

8- Pozo de los Humos (Salamanca)

Y vamos por la tercera cascada del artículo. Se trata del Pozo de los Humos, un sorprendente enclave del Parque Natural de los Arribes del Duero. Situada en el curso del río Uces, a su paso por los términos municipales de Masueco en su margen izquierda y de Pereña de la Ribera en su margen derecha, al noroeste de la provincia de Salamanca.

Las aguas del Río Uces, en su descenso hacia el río Duero dan vida a una espectacular cascada de 50 metros de altura. Hasta Miguel de Unamuno quedó maravillado al contemplar semejante espectáculo.

La excursión hasta la cascada es cómoda, al principio en coche y el último tramo a pie. Y al encontrarse dentro del parque natural de Arribes del Duero, el viajero estará acompañado por el aleteo de aves rapaces.

9- Castillo de Puebla de Sanabria (Zamora)

Merece y mucho la pena, recorrer el suelo empedrado de esta villa sanabresa, que nos lleva, sin duda, a rememorar el Medievo. Unos edificios de piedra rocosa, jalonados por amplias balconadas inundadas de flores con una vistas panorámicas que nos invitan a recorrer distintos parajes que nos esperan con los brazos abiertos.

Y en lo más alto, un castillo de obligada visita, en perfecto estado y que hará las delicias de los más pequeños. Construido a mediados del siglo XV por los Condes de Benavente, ofrece una posición privilegiada. Un castillo fortaleza con torre central y Torre del Homenaje y con diferentes salas expositivas para conocer la rica historia patrimonial, faunística y etnográfica de estos parajes sanabreses.

Y todo ello con instructivos paneles, audiovisuales y juegos interactivos, sin olvidarnos tampoco de unas vistas extraordinarias. Y si todo ello se riega con unos buenos alubiones o carne de la tierra. Día más que completo. Muy recomendable su mercado medieval, allá por el 15 de agosto, si la pandemia lo permite este año.

10- Garganta de Valdeascas (Ávila)

Y para acabar la complicación de escapadas nos adentramos en la provincia de Ávila en la que constituye una de las rutas más emblemáticas en Navarredonda. Estamos hablando de una excursión a la Garganta de Valdeascas. Una ruta circular, de alrededor de diez kilómetros, con unas bellas vistas y el agua como protagonista.

La garganta de Valdeascas toma su caudal de la fuente del Charco y de los torrentes de los Horcos. A lo largo del camino, uno no puede dejar de disfrutar de los preciosos canchales, donde discurre el agua, limpia y cristalina, y más ahora en época de deshielo. Unos bocatas y al monte.

larazon.es

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