viernes, 16 de septiembre de 2022

Los dinosaurios se 'mudan' para que un pueblo de Soria reabra su escuela tras 43 años cerrada

Villar del Río, de 150 habitantes, ha desplazado su aula paleontológica para que seis pequeños recuperen el colegio

La nueva escuela se ha situado donde estaba antes el aula paleontológica.
Ayuntamiento de Villar del Río (Soria)
Villar del Río está rodeada de icnitas —huellas fosilizadas— de dinosaurios. Paseando por el pueblo uno puede hasta toparse con una recreación de un Iguanodon. Pero si acudes al edificio que históricamente ha ocupado el aula paleontológica, quizá oigas un griterío infantil que no termine de encajar con los dinosaurios, que poblaban la zona hace 145 millones de años. Los dinosaurios se 'mudan' para que este pueblo de Soria reabra su escuela tras 43 años cerrada.

Este municipio de Soria no supera los doscientos habitantes, pero ha conseguido abrir una escuela de infantil que llevaba 43 años cerrada. El edificio se había transformado hace años en un centro de interpretación, que se ha trasladado a otro edificio con la oficina de turismo. Los paneles, las maquetas y las huellas reales que se conservaban simplemente se han movido de espacio para priorizar la educación y confort de los pequeños.

La inauguración de la escuela de Villar del Río, en la década de los años 40.
Ayuntamiento de Villar del Río (Soria)
El camino no ha sido sencillo, pero el edificio en el que hace 70 años se enseñaban fracciones y sintaxis tendrá de nuevo libros y mochilas. De momento serán de princesas y dinosaurios, aunque la idea es que la escuela crezca con los niños: en cursos y en tamaño, si es necesario.

El alcalde de Villar del Río, Miguel Ángel López, explica a este diario que el Consistorio está a la espera de que se construya el nuevo centro de las ignitas, lo que liberaría espacio para la escuela y permitiría construir un comedor o una segunda aula. El regidor destaca las buenas instalaciones que tiene la escuela, con un patio cerrado, y que permitiría ampliar el centro, si hubiera demanda.

A pesar de que el edificio había acogido a la histórica escuela del pueblo, han sido necesarias reformas para adaptar el espacio. El Ayuntamiento de Villar del Río ha invertido 40.000 euros en obras para que el edificio cumpliera con toda la normativa.

Los alumnos serán seis, aunque hay otros tres niños “en el banquillo”. “Hay otros dos niños que tienen un año y un año y pico, y una en camino, que nacerá en enero”, explica el regidor del municipio, que considera su caso una “utopía”. “Fácil tampoco ha sido... Este es un peldaño que cuando lo pisas por primera vez, parece una utopía. Ha merecido la pena”, valora López. Oír a los niños jugar, correr, echar carreras con las bicis... “eso nos carga las pilas”, agrega.

El aula de la escuela de Villar del Río. Ayuntamiento de Villar del Río (Soria)
La ventaja de ser tan pocos niños es que la atención es personalizada y los pequeños aprenden más que en una escuela de ciudad. “Empezaremos trabajando por rincones y luego veremos qué metodología les va mejor. Como son dos niños de 5 años y cuatro de 3 años, las programaciones serán paralelas porque hay dos tipos de objetivos y contenidos”, explica Vanessa de la Fuente, maestra de los pequeños.

Todas las mañanas hacen una asamblea dando los buenos días, diciendo qué días es, el mes, el año... repasando conceptos temporales y numéricos. Cuentan cómo se sienten, si han ido de excursión el fin de semana o buscan soluciones conjuntas ante un conflicto. “Es una dinámica que da mucho juego porque los niños de 3 años adquieren contenidos y actitudes que ni siquiera oirían en una escuela urbana. Y los de cinco años, como son los mayores, son responsables del cuidado de los pequeños. Todo esto es un punto a favor”, explica la profesora.

Los mayores antes iban a otra escuela a la que corresponde el Centro Rural Agrupado (CRA) de San Pedro Manrique. “Dos de los niños iban a la escuela de Yanguas y ahora podrán ir a la de su pueblo”, explica el director del CRA, Germán La Orden. El pueblo está en zona de alta montaña... en invierno hace mucho frío y nieva mucho. El autobús es seguro, pero ir a Yanguas ya obliga a los niños a meterse en carretera o a los padres a ir al otro pueblo para llevar a sus hijos. De esta forma, podrán ir andando o con las bicis dentro del pueblo. Bueno, o a lomos de un dinosaurio.

eldiario.es

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