martes, 10 de enero de 2023

Polen fósil revela el papel de la radiación UV en la mayor extinción

Alisporites tenuicorpus el grano de polen utilizado en este trabajo.
- LIU FENG/NANJING INSTITUTE OF GEOLOGY AND PAL
Polen conservado en rocas de 250 millones de años contiene abundantes compuestos que funcionan como protector solar, producidos por las plantas para protegerse de la dañina radiación ultravioleta.

La presencia de estos compuestos sugiere que ese 'protector solar' desempeñó un papel esencial en el evento de extinción masiva del final del Pérmico, revela una nueva investigación publicada en la revista 'Science Advances'.

El evento de extinción masiva del final del Pérmico (hace 250 millones de años) es el más severo de los cinco grandes eventos de extinción masiva, con la pérdida de prácticamente 80% de las especies marinas y terrestres. Esta pérdida catastrófica de biodiversidad fue el resultado de una emergencia paleoclima provocada por un vulcanismo a escala continental que cubre gran parte de la Siberia actual.

La actividad volcánica provocó la liberación a la atmósfera de cantidades masivas de carbono que habían sido encerradas en el interior de la Tierra, generando así un calentamiento de efecto invernadero a gran escala.

Junto a este evento de calentamiento global hubo un colapso de la capa de ozono de la Tierra. El apoyo a esta teoría proviene de la abundante ocurrencia de esporas malformadas y granos de polen que atestiguan una afluencia de radiación ultravioleta mutagénica.

Las plantas necesitan luz solar para la fotosíntesis, pero necesitan protegerse y, en particular, su polen de los efectos nocivos de la radiación UV-B. "Para hacerlo, las plantas cargan las paredes exteriores de los granos de polen con compuestos que funcionan como protector solar para proteger las células vulnerables y garantizar una reproducción exitosa. Sin los compuestos de 'protector solar', los bosques podrían haberse esterilizado, lo que habría llevado al colapso del ecosistema terrestre", explica el profesor Barry Lomax de la Universidad de Nottingham (Reino Unido), en un comunicado.   

"Hemos desarrollado un método para detectar estos compuestos fenólicos en granos de polen fósil (tipo Alisporites) recuperados del sur del Tíbet y detectamos concentraciones mucho más altas en esos granos que se produjeron durante la extinción masiva del final del Pérmico y la fase pico de la actividad volcánica", relata el profesor LIU Feng del Instituto de Geología y Paleontología de Nanjing de la Academia de Ciencias de China (NIGPAS), que dirigió el equipo.   

Los investigadores encontraron un aumento en los compuestos absorbentes de UV-B (UAC) que coincidió con un aumento en la concentración de mercurio y una disminución en los isótopos de carbono en los últimos depósitos del Pérmico, lo que sugiere un estrecho vínculo temporal entre las erupciones volcánicas a gran escala, el carbono global y perturbaciones del ciclo del mercurio, y disrupción de la capa de ozono.

Los niveles elevados de UV-B ejercieron impactos duraderos y de largo alcance en todo el sistema terrestre. Estudios de modelado recientes han demostrado que el estrés UV-B elevado reduce la biomasa vegetal y el almacenamiento de carbono terrestre, lo que exacerba el calentamiento global.

Además, la mayor concentración de compuestos fenólicos también hace que el tejido vegetal sea menos fácil de digerir, lo que hace que un entorno hostil sea aún más desafiante para los herbívoros.

"El vulcanismo en una escala tan cataclísmica influye en todos los aspectos del sistema de la Tierra, desde cambios químicos directos en la atmósfera, pasando por cambios en las tasas de secuestro de carbono, hasta la reducción del volumen de fuentes de alimentos nutritivos disponibles para los animales", concluye el doctor Wes Fraser de la Oxford Brookes University, en Reino Unido.

europapress.es

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