El tamaño y el grosor de una cáscara permite tener una idea del tamaño del dinosaurio adulto que puso el huevo, mientras que la estructura interna nos puede explicar cómo fue su formación dentro del oviducto de la hembra, a qué tipo de dinosaurio pertenecía y en qué tipo de nido fue incubado. Además, la cantidad, integridad y distribución de los huevos en un yacimiento pueden ayudarnos a comprender si los dinosaurios que los depositaron solían juntarse a hacer sus nidos en un mismo lugar y al mismo tiempo", explica Capurro.
Diferencias entre huevos de distintos dinosaurios
Los huevos de los diversos tipos de dinosaurios se diferencian principalmente por su forma, ya sea alargada, esférica, entre otras, por los adornos que puedan tener sobre la superficie de la cáscara, como por ejemplo, pequeños domos o pozos, y por el modo en el que se organizan los cristales de calcita dentro de la cáscara. "Un caso representativo son los huevos de los saurópodos, los gigantes de cuello largo como el Argentinosaurus, son esféricos, tienen pequeños domos sobre la superficie, y sus cáscaras poseen una estructura interna relativamente simple. En cambio, los huevos de los terópodos, los carnívoros como el Giganotosaurus, son alargados, tienen crestas y domos sobre la superficie, y la estructura interna de sus cáscaras es más compleja", indica el paleontólogo.
Relación y diferencias entre los huevos de dinosaurios y los de animales ovíparos actuales
Los huevos de los dinosaurios se diferencian de los animales ovíparos actuales por la estructura interna de sus cáscaras. No obstante, los huevos de los dinosaurios se parecen más a los de las aves y los cocodrilos, principalmente porque las cáscaras de estos últimos también están hechas de calcita. En cambio, las cáscaras de los huevos de las tortugas son de cristales de otro mineral, llamado aragonita, mientras que la de los lagartos y serpientes son mayormente orgánicas.
Técnicas de investigación para el estudio de huevos fósiles
"Primero se observa el huevo a simple vista y con lupa para describir sus características generales. Luego se preparan muestras de la cáscara para su observación bajo distintos tipos de microscopios. En algunos casos también se utiliza un microtomógrafo para su análisis. Estos instrumentos no sólo permiten observar la cáscara en mayor detalle, sino que también se consigue ver cómo es su estructura interna. Otra herramienta que se utiliza para el estudio es la observación de muestras de cáscara con cátodoluminiscencia, la cual ayuda a distinguir qué partes sufrieron más cambios durante la fosilización", finaliza Capurro.
Por Nahuel Aldir – Área de Comunicación del Instituto de Investigación en Paleobiología y Geología (IIPG, CONICET-UNRN).
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