La Habana, (PL) Las tortugas marinas son uno de los animales
con más longevidad sobre la Tierra, sin embargo las acciones del hombre han
reducido drásticamente su existencia y ahora una enfermedad empeora la
situación.
Esos animales llevan en el planeta más de 65 millones de
años, siendo sobrevivientes de la extinción masiva que arrasó con los
dinosaurios y en general con la mitad de la vida animal y vegetal.
Se cree que los primeros quelonios aparecieron durante el
período Jurásico y superaron los periodos extremos debido a su amplia gama de
técnicas de supervivencia adaptativa.
Con este historial, es irónico que el hombre con la caza
indiscriminada y la contaminación, esté llevando a las tortugas marinas (al
igual que a otros cientos de especies) a su desaparición.
De las siete variedades de quelonios en el planeta, seis
habitan las aguas de América Latina y el Caribe: tortuga verde (Chelonia
mydas), carey (Eretmochelys imbricata), caguama (Caretta caretta), lora (Lepidochelys
olivacea), tortuga de kemp (Lepidochelys kempii) y baula (Dermochelys
coriacea).
Un reporte del Fondo Global para la Naturaleza (WWF)
denunció que en la actualidad están amenazadas por la pesca incidental, la
destrucción de playas para anidar y sitios de alimentación en el mar, así como
la sobreexplotación de sus huevos, carne y caparazones.
Además, todas enfrentan el drástico impacto causado por
efectos del cambio climático tanto en la tierra como en los océanos, subrayó la
publicación.
Para empeorar la situación en las aguas del Caribe y la
Florida se están reportando cada vez más casos de fibropapilomatosis, una
enfermedad causada por un virus del herpes que conduce a la formación de
tumores en los ojos, aletas y órganos internos.
Ese problema, según especialistas de la Universidad de la
Florida en Estados Unidos, podría tener que ver con la contaminación del agua y
el calentamiento global, pero las causas específicas de su contagio entre un
animal y otro no se han logrado determinar todavía.
El virus se manifiesta en forma de 'tumores similares a la
coliflor' en las partes vitales de las tortugas, explicaron los autores del
reporte.
Para los especialistas, estos fibropapilomas, pueden llegar
a crecer en gran dimensión en periodos comprendidos entre un par de meses hasta
varios años.
El herpes puede ser encontrado en diversos órganos como
pulmones, hígado, riñón y tracto gastrointestinal, lo cual esto provoca
obstrucción, falla renal, incapacidad para alimentarse y necrosis por la
presión de los tejidos afectados, detalló dicha fuente.
En Curazao este año se registraron brotes del herpes, el
cual puede diezmar la población de esos animales en la isla antillana.
En las aguas que bañan la isla caribeña se pueden encontrar
cinco de las siete especies de quelonios que viven en los océanos de todo el
mundo.
Por tal motivo, la Fundación por la Conservación de la
Tortuga Marina en Curazao (STCC según sus siglas en inglés) inició en mayo una
campaña para reunir fondos e investigar el problema.
La entidad aspira recaudar unos 50 mil dólares, los cuales
se destinarán a la compra de materiales para el estudio y la exploración de las
nueve locaciones donde se registró la enfermedad.
Previamente, STCC examinó cinco ubicaciones con carácter
anual, sin embargo, los expertos señalaron que es recomendable hacerlo cada
trimestre para tener la situación controlada.
La última investigación, realizada en enero pasado, encontró
que más de la mitad de las tortugas marinas en Wacawa, en la costa norte de la
isla, están infectadas con fibropapilomatosis.
Al comenzar los estudios científicos sobre esta enfermedad
en las tortugas marinas, se identificó como especie afectada en primer
instancia a individuos de tortuga verde (Chelonia mydas), pero, en la
actualidad se tiene registros para la misma enfermedad en otras especies de
tortugas marinas tales como: Golfina (Lepidochelys olivacea), Caguama (Caretta
caretta), entre otras.
'La repentina aparición de este mal genera preocupaciones y,
por lo tanto, debe investigarse rápidamente', instó la directora de STCC,
Sabine Berendse.
Tengamos en cuenta, además que se trata de especies en
peligro de extinción, por tanto, cualquier problema en su salud es una seria
amenaza a su continuidad en el planeta.
Por otra parte, en México, investigadores de la Universidad
Autónoma de Baja California Sur alertaron que históricamente la
fibropapilomatosis estaba presente en alrededor de uno por ciento de la
población de tortugas en costas del país; sin embargo, la tendencia ha ido en
aumento en los años recientes.
En su estudio, los expertos también encontraron parásitos,
virus y bacterias que afectan a los ejemplares en zonas de anidación, lo cual
ha generado malformaciones en las crías y problemáticas con el consumo de
huevos de tortugas en las comunidades costeras.
Otra investigación centrada en los Cayos de la Florida
develó que en esa zona más del 50 por ciento de la población de tortugas
marinas verdes está infectada. 'En 2012 era raro tener un ejemplar que llegara
con tumores en ambos ojos. En el otoño de 2013 casi todos los quelonios que
entraron con este virus tenían los dos ojos cubiertos de tumores', afirmó un
informe del Hospital de tortugas en Marathon, Florida.
De acuerdo con la Comisión de Conservación de Pesca y Vida Silvestre
de Florida, la tasa de supervivencia de las tortugas verdes después de la
cirugía es más del 90 por ciento.
Sin embargo, no es exactamente un trabajo simple, pues
eliminar todos los tumores de un animal puede llevar cerca de ocho cirugías y
seis meses de procesos y recuperación, precisó ficha fuente.
Con tasas de infección cada vez más concentradas en el
Caribe y la Florida, es evidente que la fibropapilomatosis es un problema
urgente y creciente en las Américas.
Pero, más allá de eso, es un problema de la humanidad y la
prueba de que conductas dañinas medioambientalmente como la contaminación y la
pesca indiscriminada ya están teniendo sus consecuencias más radicales.
alb/bhq
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