jueves, 10 de febrero de 2022

Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia: Verónica Díez, Ariana Paulina-Carabajal y Elena Cuesta

Os dejamos algunos comentarios que nos han enviado nuestras colegas por el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia que se celebra mañana 11 de febrero


Verónica Díez Díaz

Verónica Díez con Lohuecotitan. / 
Foto: Verónica Díez
Siempre que me preguntan si me interesa colaborar en una charla o con un texto sobre las mujeres en STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas por sus siglas en inglés) vuelvo a mi infancia y juventud, buscando referentes femeninos en mis años de colegio. Y tristemente me sobran los dedos de una sola mano. No es sólo que mis profesores pasasen por encima la labor de Marie Curie, más que conocida, los nombres de científicas y artistas femeninas brillaban por su ausencia en el temario.

Pero como niña cuya mente se está formando y conociendo el mundo, ¿cómo iba yo a saber que existían todas esas mujeres que habían ayudado tantísimo a cambiar el mundo si mis profesores y los libros no me hablaban de ellas?

Por suerte esta situación cambió durante mis años universitarios (no fue un cambio impresionante, pero de casi cero a algo se convirtió en algo llamativo en mi vida). Ya la simple mención de un par de nombres me ayudó a buscar más información sobre estas “mujeres invisibles” y qué habían aportado a la Ciencia, aparte de ayudarme a ampliar la lista. Y ésta es extraordinaria. Decidí estar en esa lista también, y decidí asimismo ser un altavoz de todas las paleontólogas y sus proyectos (en el caso de mi campo de investigación).

No os voy a engañar: no es fácil. Pero es muy gratificante. Cada vez más mujeres comparten de manera pública sus trabajos y son conocidas a nivel mundial. Y no es que haya más científicas que hace 50 años, pero al fin se nos está permitiendo dar más pasos adelante.

Un pequeño-gran consejo si queréis dedicaros a la carrera investigadora: más de una vez os va a venir a visitar el “síndrome del impostor”, cuando ocurra recordad que habéis llegado donde estáis gracias a vuestro esfuerzo y logros, y que estos no son comparables con los de los demás. Sois unas de las mayores expertas en un tema, reconocidas a nivel mundial. Y si en algún momento necesitáis un altavoz, siempre tendréis al lado a cientos de mujeres y hombres que trabajan en STEM que estarán encantados de ayudaros. 

Dra. Verónica Díez Díaz

Humboldt-Universität zu Berlin (Alemania).


Ariana Paulina-Carabajal

Ariana Paulina en el campo. / Foto: Ariana Paulina-Carabajal.
Mi nombre es Ariana, soy paleontóloga e investigadora del CONICET en el Instituto de Investigaciones en Biodiversidad y Medioambiente, en la ciudad de Bariloche, Argentina. Me doctoré en la Facultad de Ciencias Naturales y Museo de La Plata en 2009 con el estudio del neurocráneo de dinosaurios carnívoros de Argentina, e inicié mi carrera trabajando en el Museo Carmen Funes, en la ciudad de Plaza Huincul, bajo la supervisión de los paleontólogos Rodolfo Coria, Zulma Gasparini y Phil Currie. Mi trabajo me abrió las puertas al mundo, y hoy puedo decir que tuve la suerte de cazar dinosaurios en los lugares más icónicos como la Patagonia, Norte América, el Desierto de Gobi en Mongolia y la Antártida, todas ellas experiencias únicas y enriquecedoras. Tengo un trabajo de esos que no se sienten trabajo, para nada rutinarios y que aún me hace sentir un asombro de niña. Hay algo que me pasa cuando estoy excavando un fósil y es que “se me desdibuja el mundo” -parafraseando a Mafalda, el entrañable personaje de Quino-, cuando comía un helado. En esos momentos, ¡el frío, calor o cansancio pasan a un segundo plano!

Si bien me esforcé muchísimo para trabajar y estudiar al mismo tiempo, muchas personas y factores hicieron posible que sea hoy quien soy y que pueda hacer lo hago: el apoyo incondicional de una familia (en el seno de la cual me hicieron creer durante mi infancia que podía ser cualquier cosa que quisiera ser, permitiéndome cavar pozos en el jardín para buscar dinosaurios y enseñándome a amar la naturaleza); las políticas de estado de mi país, que permitieron que una persona de una familia humilde como yo pudiera acceder a la educación universitaria en forma gratuita; y hoy por hoy, que he formado una familia, gracias a mi compañero Ari, que hace posible que pueda ser exploradora y mamá al mismo tiempo. Muchas manos me fueron brindadas durante el camino académico (no me alcanzaría esta hoja para nombrar todos esos gestos solidarios y amigos que guardo en mi corazón), como también muchos palos me fueron puestos en la rueda, tristemente la mayoría de las veces por colegas masculinos en el ámbito (a veces con más intención que otras, o simplemente asumiendo mi rendimiento por ser mujer o madre). Mi mensaje para las niñas de hoy es que en el mundo académico no siempre es todo de color de rosa, la vida simplemente es así.  Que sepan que cuando se cierra una puerta se abren otras, que no bajen nunca los brazos antes de intentar, que busquen siempre ser felices y que se permitan soñar. 

Dra. Ariana Paulina-Carabajal

CONICET-Universidad Nacional del Comahue (Argentina).


Elena Cuesta Fidalgo

Elena Cuesta trabajando en un yacimiento de Patagonia. /
Foto: Elena Cuesta. 
¿Sabías que en el Sistema Español de Ciencia un 40% de los puestos son ocupados por mujeres según datos recogidos en los últimos informes? Esto nos haría pensar que la balanza está bastante equilibrada y que, por tanto, un día como el 11 de febrero, no es importante. Sin embargo, los datos siempre hay que mirarlos con lupa y analizarlos en todas sus variables. ¿Sabías que aunque en las carreras científicas, como Geología y Biología, el alumnado que se identifica con el género femenino ocupa aproximadamente el 50% pero que los puestos de cátedra son cubiertos en menos de un 20% por mujeres? Es lo que se conoce como el “efecto tijera”, que marca un punto en la carrera científica donde la equidad de género pasa a ser una catástrofe de desigualdad. Y lo más tenebroso de todo, es que este punto de inflexión cada vez retrocede más en los peldaños de esta escalera, mostrando que, en los últimos años, las mujeres abandonan la carrera científica, incluso, antes de terminar (o empezar) el doctorado. Y esto, no hace más que retroalimentarse con el resto de problemáticas y sesgos a los que nos enfrentamos en la carrera científica: baja representación de nuestros trabajos en congresos o medios de comunicación, baja presencia de mujeres en puestos de evaluación y en liderazgo de proyectos, evaluaciones desiguales, poca visibilidad de referentes femeninos o mentoras para las futuras generaciones y falta de espacios seguros y códigos de conducta en las instituciones. Es por ello, que acciones como el 11-F o la función de muchas asociaciones, como “Mujeres con los pies en la Tierra”, de la que tengo el placer de formar parte, o “Madres por la diversidad” o “Prisma” entre otras, son necesarias para poner en la lupa estas problemáticas y mostrar que la ciencia solo puede avanzar si es llevada a cabo bajo una perspectiva de género y de forma inclusiva, ofreciendo estabilidad y seguridad en la carrera científica para todas las personas que formamos parte de este sistema. 

Dra. Elena Cuesta Fidalgo

Bayerische Staatssammlung für Paläontologie und Geologie (Munich, Alemania).


¡Muchas gracias a las tres!

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