viernes, 30 de agosto de 2024

Testigos de la catástrofe: descubren que la extinción de los dinosaurios está escrita en el genoma de las aves

Un estudio pionero identifica, por primera vez, los dramáticos cambios genéticos impulsados por la extinción masiva de hace 65 millones de años y que permitieron la enorme diversificación de las aves actuales

El meteorito que mató a los dinosaurios era un raro asteroide que llegó de más allá de Júpiter

Evolución de los dinosaurios terrestres a las aves./ Archivo.
Hace 65 millones de años, un asteroide de 10 kilómetros de diámetro chocó contra nuestro mundo y cambió para siempre el curso de la vida en la Tierra. La roca espacial puso en marcha una dramática reacción en cadena de cambios que puso punto y final al largo reinado de los dinosaurios, pero abrió al mismo tiempo el camino para la llegada de otras formas de vida.

Poco después del impacto, en efecto, surgieron los primeros ancestros de las aves actuales. Y ahora, un estudio de la Universidad de Michigan ha conseguido identificar, por primera vez, los rastros de aquella catástrofe en los genomas de las aves: cambios dramáticos provocados por la extinción masiva y que permitieron a las aves diversificarse y convertirse en los animales tremendamente exitosos y variados que son hoy. El trabajo se acaba de publicar en 'Science Advances'.

«Al estudiar el ADN de las aves vivas -explica Jake Berv, autor principal del artículo-, podemos intentar detectar patrones de secuencias genéticas que cambiaron justo después de uno de los eventos más importantes en la historia de la Tierra. La firma de esos acontecimientos parece haber quedado impresa en los genomas de los supervivientes de una manera que podemos detectar incluso decenas de millones de años después».

Los componentes fundamentales del ADN (los nucleótidos) se componen de cuatro bases diferentes, denominadas A, C, G y T (adenina, citosina, guanina y timina). Las proporciones de estos cuatro 'ingredientes' dentro del genoma pueden cambiar, lo que resulta en cambios en el desarrollo de las criaturas.

Y eso es precisamente lo que Berv y su equipo descubrieron en su análisis: el evento de extinción masiva provocó cambios en la composición de los nucleótidos de los pocos dinosaurios 'aviares' que sobrevivieron a la extinción. Y también descubrieron que estos cambios parecen estar relacionados con la forma en que las aves se desarrollan cuando son bebés, su tamaño adulto y su metabolismo.

Por ejemplo, aproximadamente entre 3 y 5 millones de años después de la extinción masiva, los linajes de aves supervivientes tendieron a desarrollar tamaños corporales más pequeños. También cambiaron la forma en que se desarrollaron como crías, y más especies se volvieron 'altriciales'. Es decir, que aún están 'incompletos' cuando nacen y necesitan que sus padres los alimenten y cuiden durante muchas semanas, incluso meses. Las aves que nacen listas para valerse por sí mismas, como las gallinas y los pavos, se denominan 'precociales'.

Estudios anteriores sobre la evolución de las aves habían supuesto una composición fija del ADN que no podía cambiar. Pero los nuevos métodos utilizados por los investigadores en su estudio dejaron claro que no es así.

abc.es

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