miércoles, 31 de mayo de 2017

Identifican herencia genómica en aves que data de los dinosaurios

Investigadores han comparado los genomas de 48 especies aviares con otros vertebrados para identificar secuencias genéticas específicas de aves, y vincularla como herencia de los dinosaurios.

Muchos de estos componentes genéticos altamente conservados parecen ayudar a controlar rasgos como elementos cis-reguladores (CREs). Los CRE son regiones del ADN genómico que no codifican proteínas y controlan la morfología y otros rasgos regulando genes.

Debido a que son comunes a todas las especies de aves, uno de ellas, por lo menos, probablemente data de los dinosaurios, lo que podría significar que los dinosaurios adquirieron estas secuencias antes y durante su transición a las aves.

Los estudios de fósiles de dinosaurios que muestran rasgos parecidos a los de un pájaro, como plumas, huesos ligeros, sacos aéreos y exremidades anterioresde tres dedos han aclarado el parentesco evolutivo de aves y dinosaurios. Sin embargo, la identificación de los cambios del ADN genómico durante esta transición evolutiva ha seguido siendo un desafío. 

Los biólogos evolutivos han sospechado que las diferencias anatómicas dentro y entre las especies son causadas por elementos cis-reguladores (CREs).  

El grupo internacional de investigadores, liderado por la Universidad de Tohoku, analizó los genomas de 48 especies aviares que representan la historia evolutiva de las aves modernas y las comparó con muchos otros vertebrados para encontrar secuencias de ADN específicas para las aves.

Identificaron millones de regiones genómicas denominadas "elementos altamente conservados específicos de aves" (ASHCE) que parecían funcionar como CRE. Encontraron ciertas modificaciones en las histonas asociadas con las ASHCE; Se sabe que las modificaciones de histonas indican estados activos y reprimidos de las regiones de ADN correspondientes.

También analizaron las secuencias ASHCE y encontraron que son muy similares. Esto significa que la aparición de ASHCEs posiblemente se remonta hasta la época de los dinosaurios.

ASHCEs también parecen estar relacionados con la evolución y el desarrollo de características específicas de aves. Por ejemplo, los investigadores mostraron que un gen conocido como Sim1, que contiene un ASHCE, puede estar asociado con la evolución de las plumas de vuelo. El ASHCE funciona como un potenciador que regula la expresión génica Sim1 de una manera específica de aviar.

Debido a que las ASHCE en genes como Sim1 fueron altamente conservadas y por lo tanto en gran parte sin cambios por la evolución desde la era de los dinosaurios, esto sugiere que tanto CREs como ASHCEs fueron vitales en el desarrollo de características específicas de aves y puede haber impulsado la transición de los dinosaurios a las aves.

martes, 30 de mayo de 2017

CONVOCATORIA DE EXCAVACIONES PALEONTOLÓGICAS DE DINOSAURIOS

SALAS DE LOS INFANTES. XIV CAMPAÑA. JULIO DE 2017. C.A.S.

El plazo de preinscripción para las excavaciones paleontológicas de la Sierra de la Demanda se amplía hasta el miércoles 7 de junio. Aún tenéis opciones de participar en esta actividad de investigación paleontológica.



















El Colectivo Arqueológico-Paleontológico de Salas de los Infantes (Burgos), convoca la XIV Campaña de Excavaciones Paleontológicas en la Sierra de la Demanda.

Se realizarán las siguientes actividades:

- Excavación del yacimiento de Valdepalazuelos-Tenada del Carrascal (Torrelara, Burgos).
- Además del trabajo de campo se tiene previsto llevar a cabo actividades complementarias: conferencias formativas, visita al Museo de Salas, etc.

Las plazas disponibles son 14, con preferencia para estudiantes universitarios de Geología y Biología o titulados con experiencia previa en excavaciones paleontológicas.

- Se reservan hasta 5 plazas para interesados de la comarca.

- Las fechas en las que se desarrollará serán entre el 7 y el 23 de julio de 2017.

- El precio fijado para los asistentes es de 50 €.

- La participación en la excavación incluye alojamiento, manutención, seguro y diploma acreditativo.

La preinscripción se realizará enviando la ficha-modelo a la siguiente dirección:
- Por correo: Colectivo Arqueológico-Paleontológico de Salas. Plaza Jesús Aparicio, 9. Salas de los Infantes, 09600 Burgos
- Por correo electrónico: caspaleontologia@gmail.com Asunto: excavaciones 2017.

Los seleccionados recibirán la notificación de aceptación durante los días siguientes de cerrarse el plazo de preinscripción.

Para más información:
Tel.: 947.397.001 (Museo de Dinosaurios)

Ficha de preinscripción (descárgatela aquí).

El CENIEH desarrolla un método de reconstrucción dental aplicable a los fósiles

  • El equipo de Antropología Dental ha desarrollado una nueva metodología para reconstruir dientes desgastados
  • Se puede aplicar a poblaciones humanas modernas y a registros fósiles y ciencias forenses 

Mario Modesto-Mata lidera la investigación. BC
El equipo de Antropología Dental del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH) acaba de publicar en larevista American Journal of Physical Anthropology un artículo que propone una nueva metodología para reconstruir dientes desgastados, que se puede aplicar tanto a poblaciones humanas modernas como al registro fósil y las ciencias forenses, y mejora la precisión de las medidas respecto metodologías anteriores.

En este artículo, liderado por Mario Modesto-Mata, se propone un nuevo procedimiento basado en ecuaciones de regresión polinomial para reconstruir el esmalte desgastado de los molares inferiores, a partir de planos obtenidos empleando la técnica de microtomografía computarizada ubicada en el CENIEH. Además, se explica en detalle el protocolo de reconstrucción, permitiendo exportarlo a otros dientes o elementos anatómicos.

Esta metodología se ha validado a partir de dos variables dentales diferentes, fundamentales en la determinación del tiempo de formación del esmalte y de sus tasas de extensión: el grosor del esmalte de una cúspide específica de los molares inferiores (conocida como protocónido) y la altura de la corona de esta misma cúspide, o esmalte cuspal. Para realizar el proceso de validación se han usado simulaciones de dientes desgastados.

La reconstrucción de estas variables también se ha realizado siguiendo metodologías descritas previamente en la literatura científica, que no fueron sometidas a un proceso de validación,  con el fin de comparar los resultados entre todos los métodos disponibles.

Mayor precisión

Los resultados más destacables indican que el porcentaje medio de error de nuestra metodología es de un menos 2,17 por ciento para el grosor del esmalte cuspal y de un menos 3,18 por ciento para la altura de la corona, valores que mejoran significativamente los resultados de los demás procedimientos.

“Por lo tanto, esta metodología no solo debe aplicarse a la reconstrucción del esmalte cuspal de los molares inferiores, ya que mejora la precisión de las medidas respecto al resto de metodologías, es fácilmente exportable a otros dientes y lo que es más importante, permite conocer los errores e intervalos estadísticos asociados”, ha afirmado Mario Modesto-Mata en nota de prensa remitida por el CENIEH.

sábado, 27 de mayo de 2017

Nuevo árbol evolutivo de los antepasados de toda la vida compleja

Científicos liderados por la Universidad de Bristol han ampliado conocimientos sobre los orígenes de las arqueas, organismos celulares simples antepasados de toda la vida compleja.

TIM BERTELINK
Las arqueas son uno de los grupos de microorganismos más genética y ecológicamente diversos de la Tierra. Prosperan en una desconcertante variedad de hábitats, desde los familiares --suelos y océanos-- hasta los inhóspitos y extraños, como las lagunas ácidas hirvientes del Parque de Yellowstone.

La investigación proporciona un nuevo árbol evolutivo para las arqueas que ayudará a dar sentido a su biodiversidad, y proporciona una nueva ventana a la historia temprana de la vida en la Tierra que no se conserva en el registro fósil. El trabajo se publica en PNAS.

Con el desarrollo de nuevas tecnologías para la secuenciación de los genomas directamente desde el medio ambiente, muchos nuevos grupos de arqueas han sido descubiertos.

Tom Williams de la Escuela de Ciencias de la Tierra en Bristol, dijo en un comunicado: "Aunque estos genomas han mejorado mucho nuestra comprensión de la diversidad de las arqueas, hasta ahora no han brindado claridad a la historia evolutiva del grupo".

"Esto se debe a que, al igual que otros microorganismos, las arqueas frecuentemente obtienen ADN de organismos distantes relacionados mediante transferencia lateral de genes, lo que puede complicar enormemente la reconstrucción de la historia evolutiva".

Sin embargo, en su nuevo trabajo, Williams y sus colegas usan un nuevo enfoque estadístico que combina la información de miles de genes encontrados en muchos genomas arcaicos diferentes para mostrar que los eventos de transferencia lateral de genes pueden ser utilizados para orientar el árbol en el tiempo, esclareciendo relaciones más profundas en el árbol evolutivo.

Al determinar qué genes aparecieron primero durante la evolución de las arqueas, el nuevo árbol hace predicciones claras sobre la bioquímica básica de las primeras arqueas, células que pudieron haber vivido hace más de 3.500 millones de años: estas células probablemente produjeron energía usando la vía Wood-Ljungdahl, una vía bioquímica que hoy se encuentra no sólo en las arqueas sino también en las bacterias, otro grupo importante de microorganismos.

viernes, 26 de mayo de 2017

Nueva especie fósil de reptil marino del tamaño de un autobús

Una nueva especie de pliosaurio fósil (un gran reptil marino depredador de la era de los dinosaurios) ha sido hallado en Rusia, lo que cambia el modo en que se entiende la evolución del grupo.

Reconstrucción de Luskhan itilensis.
Según un nuevo estudio que se publica en la revista 'Current Biology', se trata de un pliosaurio excepcionalmente bien conservado y muy inusual desde el Cretácico de Rusia (hace unos 130 millones de años) del tamaño de un autobús.

Abarcando más de 135 millones de años durante la 'era de los Dinosaurios', los reptiles marinos plesiosaurios representan una de las irradiaciones más largas de tetrápodos acuáticos y ciertamente la más diversa. Los plesiosaurios poseen una forma corporal inusual que no se ve en otros vertebrados marinos con cuatro aletas grandes, un tronco rígido y una longitud de cuello muy variable.

Concretamente, los pliosaurios son un tipo especial de plesiosaurio que se caracterizan por un gran cráneo de dos metros de largo, dientes enormes y mandíbulas extremadamente potentes, convirtiéndolos en los depredadores superiores de los océanos durante la 'era de los dinosaurios'.

El espécimen fue encontrado en otoño de 2002 en la orilla derecha del río Volga, cerca de la ciudad de Ulyanovsk, por Gleb N. Uspensky, de la 'Ulyanovsk State University', en Rusia, uno de los coautores del documento. El cráneo de la nueva especie, llamado 'Luskhan itilensis', que significa 'Espíritu Maestro del río Volga', tiene 1,5 metros de largo, lo que indica que es un animal grande.

Sin embargo, su rostro es extremadamente delgado, parecido al de los animales acuáticos que comen peces, como los gaviales o algunas especies de delfines de río. "Ésta es la característica más llamativa, ya que sugiere que los pliosaurios colonizaron una gama mucho más amplia de nichos ecológicos de lo que se suponía", afirma el autor principal del trabajo, Valentin Fischer, profesor de la Universidad de Lieja, en Bélgica.

Al analizar dos conjuntos de datos nuevos e integrales que describen la anatomía y la ecomorfología de los plesiosaurios con técnicas de vanguardia, el equipo reveló que varias convergencias evolutivas (un fenómeno biológico donde las especies distantes evolucionan y se asemejan porque ocupan roles similares, estrategias y tipos de presas en un ecosistema) tuvo lugar durante la evolución de los plesiosaurios, especialmente después de un importante evento de extinción al final del Jurásico (hace 145 millones de años).

Los nuevos hallazgos también tienen ramificaciones en la extinción final de los pliosaurios, que tuvo lugar varias decenas de millones de años antes de la de todos los dinosaurios (excepto algunos linajes de aves). De hecho, los nuevos resultados sugieren que los pliosaurios pudieron recuperarse después de la última extinción jurásica, pero luego se enfrentaron a otra extinción que, esta vez, los eliminaría de las profundidades de los antiguos océanos para siempre.

jueves, 25 de mayo de 2017

RECORDATORIO: II CONCURSO DE FOTOGRAFÍA “TIERRA DE DINOSAURIOS”, 2017

Queda poco más de un mes para que finalice el plazo para que enviéis vuestras instantáneas. ¡Poned a punto vuestras cámaras y a disparar!

La Fundación para el Estudio de los Dinosaurios en Castilla y Léon convoca el segundo concurso de fotografía “Tierra de Dinosaurios” con el fin de promover un mayor conocimiento social del valioso patrimonio geológico y paleontológico de la Sierra de la Demanda burgalesa.

















PARTICIPANTES:

Podrán participar todas las personas españolas o de cualquier nacionalidad sin límite de edad. Cada autor podrá presentar un máximo de cinco fotografías.

TEMA:

El tema al que se dedica esta segunda edición, como también en la primera, es el paisaje geológico del macizo de Cameros/Demanda burgalés. Las imágenes deben ser tomadas en el entorno natural del territorio indicado que se delimita en la imagen que se adjunta en archivo jpg.

A modo de ejemplos, se señala a continuación algunos lugares geológicos de relevancia en el territorio donde se desarrolla este concurso: pliegues sinclinales de Peña Carazo y Peña Gayubar, desfiladeros de Yecla, río Pedroso y río Mataviejas, valle del Arlanza, circos glaciares de Mencilla y Neila, paso de Las Calderas, el Castillejo o las cuevas kársticas de Arlanza.

Bases: descárgatelas aquí.

Territorio indicado: Mapa (pinche aquí).

El plazo de envío será desde el 1 de marzo hasta el 30 de junio de 2017.

Huellas leonesas con 300 millones de años

No existe otra pieza de características similares en el mundo

Huellas leonesas con 300 millones de años.
Hace más de 300 millones de años, una serie de criaturas anfibias de cuatro patas y larga cola, del tamaño aproximado de un gato doméstico, se pasearon por el borde de una antigua laguna, dejando impresos en el barro fresco los contornos de sus dedos. Las había grandes, adultas, y otras pequeñas, más jóvenes, todas dedicadas a corretear por aquella orilla en varias direcciones. A pesar de sus avances en material cerebral, sin duda que aquellos seres —antecesores comunes a reptiles y mamíferos— jamás llegaron a pensar que, un día lejano, varios bípedos asombrados se afanaran tanto por extraer, recuperar y estudiar aquellas huellas fosilizadas.

«Es el hallazgo de mi vida. Y el mejor descubrimiento paleontológico efectuado nunca en León». Quien lo dice sabe de lo que habla. Es José Vicente Casado, leonés conocido mundialmente no sólo por surtir a museos de uno y otro lado del Atlántico de réplicas de dinosaurios —algunos gigantescos—, sino por ser un experto recuperador, restaurador y divulgador de fósiles y meteoritos. Casado explica que esta gran placa con unas 80 pisadas de aquellos animales —temnospóndilos se llaman— en realidad la descubrió José Luis Fuertes en la escombrera de una mina ubicada entre Babia y Laciana, y qué él la recuperó y restauró con destino a la Fundación Cultura Minera de la que participan instituciones como la Diputación y la Universidad de León.

Con los ojos brillantes por la pasión y la vehemencia que caracteriza a este infatigable combatiente del patrimonio paleontológico y estelar, José Vicente Casado comenta que los densos bosques que rodeaban la laguna por donde caminaron los temnospóndilos acabaron por formar las capas de carbón características de las cuencas leonesas. «Aquí tenemos los animales que empezaron a colonizar la tierra y a respirar aire, los primeros tetrápodos que caminaron sobre cuatro extremidades, estos también son nuestros ancestros», incidió al hablar de unas criaturas pequeñas en cuanto tamaño pero de una importancia vital —a tenor de todo lo que vino después— por cuanto ‘consiguieron’. «Unas huellas pueden informarnos de muchas cosas, y en algunos casos incluso son más elocuentes que los huesos», dijo Casado, y mencionó detalles como el peso, la locomoción e incluso la temperatura corporal, que pueden ser conocidos gracias al análisis de la forma, disposición y profundidad de las pisadas.

El investigador, artesano y divulgador, uno de los comisarios de la exposición Fósiles. El origen del carbón que puede verse en el Museo de la Minería de Sabero hasta finales de agosto, contextualizó la importancia del hallazgo al reseñar que los dinosaurios sobre los que gira, por ejemplo, el Museo del Jurásico de Asturias, «datan de hace unos 140 millones de años, mientras que estas huellas habrían sido impresas hace entre 300 y 340 millones de años». Habitual conferenciante y participante en numerosas actividades de difusión y educación, José Vicente Casado asegura que, hasta donde él sabe, no existe en ningún otro lugar o museo del mundo unos vestigios como éstos. «Se han encontrado huellas de temnospóndilos, claro, pero no tantas, juntas, de esta antigüedad». «Son, hoy por hoy, los leoneses más antiguos», aseguró el especialista.

Más de 9.000 fósiles y piezas arqueológicas ha incautado la PDI en los últimos cuatro años

Se trata de fósiles, restos históricos y arqueológicos extraídos por desconocimiento o negocio. Bahía Inglesa, en la Región de Atacama, es el sitio más afectado. Dientes de tiburón, lo más extraído.

Científicos trabajando en Cerro Ballena, parte de la formación Bahía Inglesa,
Tercera Región, donde más se roban fósiles.
La Formación Bahía Inglesa, en la Región de Atacama, tiene uno de los yacimientos paleontológicos más productivos del país. En la extensa zona se han descubierto fósiles completos de ballenas y otros mamíferos marinos y, aunque parte de ella está protegida, es un hotspot de robo de patrimonio, que convierte a la región en la que más incautaciones de material se han realizado en los últimos cuatro años.

De acuerdo a datos de la Brigada de Delitos Medio Ambientales y Contra el Patrimonio Cultural (Bidema) de la Policía de Investigaciones (PDI), entre 2013 y lo que va de 2017 se recuperaron 9.361 piezas patrimoniales, históricas, arqueológicas y paleontológicas en el país. Las mayores incautaciones fueron en 2015, en la Región de Atacama (5.200 piezas arqueológicas-paleontológicas) y en 2013, en Valparaíso (3.169 piezas históricas de la batalla de Placilla).

Son piezas que llegan al Consejo de Monumentos Nacionales (CMN) -junto a las que requisan en las aduanas-, donde permanecen en depósitos especiales para ser analizados y luego asignados a distintas instituciones especializadas, como museos, centros de investigación o docencia. “Algunas muestras sirven para exhibición, otras para capacitaciones o docencia en carreras afines (geología, biología, por ejemplo), mientras que otras son de gran interés científico”, dice Ana Paz Cárdenas, secretaria técnica del CMN.

En el depósito de paleontología del CMN hay más de 9.000 fósiles en custodia, entre restos de vertebrados marinos y terrestres, invertebrados marinos y plantas. “Los tamaños varían desde pequeños bivalvos y dientes de tiburón de un centímetro o menos, hasta troncos y ammonites de más de 70 centímetros”, señala Cárdenas.

Pérdida de información

Varios son los problemas asociados a la extracción de piezas, especialmente fósiles. El más importante es que al ser sacados de su lugar original, es difícil estudiarlos, pues el contexto en el que estaban es fundamental.

David Rubilar, jefe del departamento de Paleontología del Museo Nacional de Historia Natural (MNHN) -que recibe algunas de las piezas incautadas-, explica que en la mayoría de los casos no sirven. “Aunque haya de por medio un acto de buena fe, al sacar la pieza del contexto estratigráfico, de la roca, pierden información acerca de la edad, datos taxonómicos, entre otros”, indica.

Según Rubilar, la recomendación, en caso de encontrar un fósil, es no moverlo, sino sacarle una foto en el lugar, y guardar sus coordenadas, para avisar al Consejo de Monumentos Nacionales. “Cuando una persona que no conoce la metodología de excavación paleontológica y recoge o excava fósiles, puede dañar el material que extrae y el material aledaño, especímenes más pequeños y estéticamente poco atractivos, pero de gran valor científico”, señala Cárdenas.

Bahía Inglesa es desde donde, históricamente, más material se extrae. Se trata de dientes de distintas especies de tiburón, entre ellos, los de Carcharocles megalodon, el más cotizado, un gigante de más de 12 metros. Otros fósiles populares en el comercio ilegal son los gasterópodos marinos (caracoles) de la zona central (comuna de Navidad) y ammonites de Coyhaique y Lo Valdés, en la Región Metropolitana, indican en el CMN.

“Bahía Inglesa sigue siendo el talón de Aquiles, hay mucha gente que vive del tráfico de fósiles, ellos siguen los afloramientos rocosos y dan con otro yacimiento paleontológico”, explica Rubilar.

El subcomisario Edgardo Rodríguez, de la Bidema Metropolitana, explica que las incautaciones se logran siguiendo desde denuncias al monitoreo de redes sociales, además de sitios recurrentes como lugares de hallazgo, donde se ubica a las personas extrayendo in situ o comercializando.

“El material fósil, por su composición, tiene un interés intrínseco, porque son bonitos o muy antiguos. Existe interés en los turistas, se las apropian por desconocimiento o con la idea de que son bonitas, pero nadie puede tenerlas sin autorización del Consejo”, señala.

Su extracción es tanto con fines particulares, de colección o ligado a la orfebrería, pero lo nuevo son agrupaciones especializadas en buscar fósiles, que ofrecen sus servicios a turistas, dice el subcomisario. “Lo que hemos estado analizando son agrupaciones aficionadas al estudio de fósiles, que hacen excursiones y van a yacimientos, enseñan técnicas para obtener un fósil, a sabiendas del daño que pueden generar. Más allá de que se apropian de la pieza en sí, existe gran pérdida por ser sacadas de contexto. También lo hacen con turistas extranjeros, como atractivo”, sostiene.

jueves, 18 de mayo de 2017

Científicos definen cómo fueron últimas 24 horas de los dinosaurios

Según la ciencia, el impacto de un asterioide con la Tierra hace 66 millones de años, provocó la desaparición de los dinosaurios y toda forma de vida existente en una tercera parte del planeta.

El cráter dejado por el impacto, se encuentra en la Península de Yucatán, México. 
(Foto: Girabsas)
Para corroborar lo anterior, un grupo de científicos se adentró en las profundidades del Golfo de México, en el cráter de Chicxulub donde impactó el asteriode, para conseguir evidencia que determinará si este fue el responsable de la extinción de los dinosaurios y cómo fueron las horas posteriores a esa catástrofe.

El impacto del asteoide de unos 14 kilómetros de diámetro, provocó un cráter  de 180 kilómetros cuadrados y 32 kilómetros de profundidad cerca de la Península de Yucatán, hasta donde el equipo logró llegar para conseguir pruebas que corroborarán las hipótesis nunca comprobadas por la ciencia.

Según la investigación, la explosión bloqueó los rayos del Sol, causando un descenso de la temperatura que duraría una década, lo que habría terminado con la mayoría de la vida que se conocía hasta entonces y que los dinosaurios que no murieron por los tsunamis, la lluvia de rocas o intoxicados, lo hicieron por la falta de alimento.



Liderados por el biólogo evolutivo Ben Garrod y por la paleontóloga Alice Roberts, el grupo de científicos considera que si el asteroide hubiera chocado contra la Tierra segundos antes o después, quizá la historia hubiera sido otra, ya que consideran que de caer en el océano Pacífico o Atlántico, lo hubiera hecho en aguas más profundas, causando un escenario diferente, aunque nadie podría explicar nunca si hubieran sobrevivido.

Joanna Morgan, de la Universidad de Texas, explicó que los 100 mil millones de toneladas de sulfato lanzados a la atmósfera por el impacto, causaron que el planeta se enfriara durante diez años y que de haber ocurrido en un océano, esto se hubiera reducido significativamente. 
“El asteroide impactó la Tierra en un lugar muy desafortunado”Joanna Morgan, investigadora de la Universidad de Texas.
Lo que sí creen los participantes de la expedición y el estudio es que de no haber desaparecido los dinosaurios, quizá el hombre nunca hubiera podido controlar la Tierra, al considerar que una tercera parte de la vida en el planeta desapareció con el impacto, entre ellos, la mayoría de los dinosaurios lo que permitió que los pequeños animales pudieran sobrevivir.

*Con información de Infobae

El Tiranosaurio rex hacía puré a sus víctimas: su mordisco, como ser aplastado por tres coches

La dentellada de esta bestia del Cretácico era la más poderosa de todos los animales vivientes o extintos sobre la Tierra

FSU
¿Quién no teme al Tiranosaurio rex? Esta bestia era un auténtico depredador, del que se dice poseía el mordisco más poderoso de todos los animales vivientes o extintos sobre la Tierra. Tanto es así que investigadores de las universidades estadounidenses de Florida y Oklahoma aseguran que el monstruo del Cretácico era capaz de hacer puré los huesos de sus víctimas con una dentellada cuya presión equivalía al peso de tres coches pequeños al mismo tiempo.

Pulverizar los huesos a mordiscos es una capacidad que normalmente se ve en los mamíferos carnívoros vivos como los lobos y las hienas, pero no en reptiles cuyos dientes no permiten masticar los huesos.

Sin embargo, los investigadores encontraron que este reptil prehistórico podía morder con cerca de 3.600 kilos de fuerza, que es más de dos veces la fuerza de mordida de los mayores cocodrilos vivos, campeones modernos en esta especialidad. Al mismo tiempo, sus largos y cónicos dientes generaban una asombrosa presión de 195.500 kilos por 6,5 cm cuadrados.

Esto permitía al feroz tiranosaurio romper el hueso durante la mordida repetitiva similar a la de un mamífero. De esa forma, «podía consumir completamente los cadáveres de dinosaurios de grandes cuernos y hadrosáuridos pico de pato cuyos huesos, ricos en sales minerales, no estaban disponibles para los dinosaurios carnívoros más pequeños y menos equipados», dice Paul Gignac, profesor de anatomía y paleontología de vertebrados en Oklahoma.

Para generar el modelo del T. rex, los investigadores se fijaron en los cocodrilos, que son parientes cercanos de los dinosaurios, y compararon los resultados con los pájaros, que son los dinosaurios de hoy en día.

A partir de su trabajo en los cocodrilos, se dieron cuenta de que las altas fuerzas de mordida eran sólo una parte de la historia. Para entender cómo el dinosaurio gigante consumía el hueso, los investigadores también necesitaban entender cómo esas fuerzas se transmitían a través de los dientes, una medida que ellos llaman presión dental.

«Que tenga una mordida muy fuerte no significa necesariamente que un animal pueda perforar el cuero o pulverizar un hueso, la presión de los dientes es el parámetro biomecánicamente más relevante», dice Erickson. «Es como asumir que un motor de 600 caballos de fuerza garantiza la velocidad. En un Ferrari, seguro, pero no para un camión de basura».

Actualmente, los desmenuzadores de hueso bien conocidos como hienas manchadas y lobos grises tienen dientes de oclusión que utilizan para fragmentar los huesos largos para acceder a la médula ósea en el interior. El Tiranosaurio rex parece ser el único entre los reptiles que logra esta capacidad similar a la de un mamífero, pero sin dentición especializada.

Según los autores, estas habilidades de alimentación sofisticadas, parecidas a las de los mamíferos modernos y sus antepasados inmediatos, en realidad aparecieron por primera vez en los reptiles durante la era de los dinosaurios.

martes, 16 de mayo de 2017

Museo de Dinosaurios: Día Internacional de los Museos 2017


La historia de los dinosaurios se reescribe

En 1888 se propuso dividir a estos desaparecidos animales en dos grupos: los que parten del ave y los del reptil

        CORTESÍA
        Los huesos fósiles de estos extintos animales fueron conocidos desde la antigüedad, 
        pero fue el paleontólogo inglés Richard Owen quien en 1842 los bautizó 
        como dinosaurios.
Entre los animales que han despertado mayor interés popular, hay un grupo que ya no existe, ni siquiera en los zoológicos: los dinosaurios. Estos siempre captaron nuestra imaginación. Los conocemos desde chicos gracias a libros, museos y películas. Recientemente han vuelto a cobrar vida gracias a los efectos especiales del cine. Fueron los animales terrestres más grandes que habitaron la Tierra; y había de todo tipo, desde pequeños y feroces bípedos, como el velocirraptor, hasta enormes herbívoros, como el brontosaurio.

Los huesos fósiles de estos extintos animales fueron conocidos desde la antigüedad, pero fue el paleontólogo inglés Richard Owen quien en 1842 los bautizó como dinosaurios. En griego, deinos es terrible o aterradoramente grande, y saurio es reptil. Terribles reptiles. Para entonces se habían encontrado suficientes huesos para reconstruir diversos ejemplares y clasificarlos por sus características estructurales. En 1879, Othniel Charles Marsh bautizó al brontosaurio (reptil trueno). Calculó que medía más de 22 metros y pesaba más de 15 toneladas.

En 1888 el paleontólogo inglés Harry Seeley sugirió dividir a estos animales en dos grandes grupos: los ornithischia (cadera de ave) y saurischia (cadera de reptil). A medida que se encontraron nuevas especies, se sugirieron otras divisiones, pero la clasificación de Seeley se mantuvo vigente. Mientras tanto, el progreso de los medios para fechar fósiles permitió establecer fechas.

Los dinosaurios aparecieron en el Triásico, hace 243 millones de años, prosperaron en el Jurásico (180-185 millones de años atrás) y se extinguieron al final del Cretáceo, (175-70 millones de años atrás), hace 66 millones de años cuando cayó el meteorito de Yucatán (México), lo que alteró drásticamente el clima y eliminó más de 75% de las especies que habitaban la tierra.

De los dinosaurios sobrevivió un solo clado (rama en el sistema de clasificación), que es el de las aves. Desde el picaflor de cinco centímetros hasta el avestruz de 2,75 metros, descienden de los terópodos (pies de fiera). Del ancestro de los dinosaurios, los asilisaurios, descienden las tortugas y los cocodrilos que viven hoy.

Plumas. Desde el descubrimiento de archeopteryx, que vivió en el Jurásico hace 150 millones de años, se sabe que las aves son descendientes de los dinosaurios. El archeopteryx, de 50 centímetros, encontrado en Alemania “que entonces era un archipiélago tropical” tenía plumas en sus anchas alas, con las que podía planear pero difícilmente volar.

Los paleontólogos dedujeron que ese era el inicio de la evolución de las plumas. Pero cuando los cambios políticos abrieron a China a la investigación científica, hubo grandes sorpresas. Se encontraron miles de fósiles, entre ellos decenas de nuevas especies de dinosaurios, algunos con más de 200 millones de años y con plumas. Los descubrimientos de China causaron una revolución en la paleontología, planteando nuevas teorías sobre el origen de los dinosaurios.

Como la evolución de las plumas comenzó 100 millones de años antes de la aparición de las primeras aves, resultó que su función era térmica, abrigar del frío. Al parecer tienen su origen en las escamas de los antiguos reptiles y recién tomaron la forma que permite el vuelo en los dinosaurios pequeños y medianos.

En la provincia Liaoning, en China, se encontró el fósil casi completo de un dinosaurio de 170 millones de años con plumas. Fue bautizado ?Anchiornis huxleyi?, en honor del paleontólogo Thomas Henry Huxley. Este ejemplar tenía cuatro patas largas y una larga cola, todas cubiertas de plumas, como parte de su cabeza con una cresta, cuello y torso.

Sin embargo, en diversas partes del cuerpo tenía aún escamas y no volaba ni planeaba. Era un animal pequeño de unos cuarenta centímetros y de una envergadura de 50 centímetros de sus patas delanteras extendidas como alas, que probablemente servían para dar largos saltos. Era un predador carnívoro.

El nuevo orden

Los descubrimientos de China obligaron a una revisión total de los conocimientos sobre dinosaurios. Así como se descubrió que las plumas se originaron de las escamas para abrigar a los dinosaurios ante los cambios climáticos, se tuvo que revisar toda la clasificación. Se sabía que hace 200 millones de años, en el Triásico, los primeros animales voladores fueron los pterosaurios, sin una pluma, que desaparecieron junto con los demás dinosaurios hace 66 millones de años.

La clasificación, de acuerdo con las características comunes, confirmó la división de Harry Seeley hace más de 100 años en ornithischia y saurischia. Ahora M. G. Baron, de la Universidad de Cambridge, ha comparado 457 características anatómicas de las más de 1.000 especies de dinosaurios identificadas y ha añadido una nueva rama: ornithoscelida (del griego ornito, que significa ave, y celida, que significa extremidad o costilla).

A medida que aparecen nuevos dinosaurios nos damos cuenta de su evolución. Hoy tenemos más de 10.000 especies de aves “que son dinosaurios” volando o corriendo por el mundo, son el grupo más numeroso de vertebrados después de los peces. Si tomamos en cuenta que los dinosaurios comenzaron a andar en dos pies y usar las manos hace más de 200 millones de años, cabe especular cómo evolucionarían en los siguientes 76 millones de años.

Los velocirraptores eran inteligentes y aparentemente cazadores eficientes, bípedos con manos como los humanos. Pero los dinosaurios se acabaron y solo quedan las aves. Curiosamente entre ellas, a pesar de tener un cerebro pequeño, tenemos cuervos sorprendentemente inteligentes. Entre tanto, los paleontólogos están revisando todo lo que saben sobre dinosaurios y dicen que lo que han descubierto y la clasificación que han construido “no quiere decir que es la correcta, pero es lo mejor que podemos hacer con los datos que tenemos hasta el momento”, y se seguirán encontrando fósiles que darán sorpresas.

sábado, 13 de mayo de 2017

GANADORES DEL XIV CONCURSO DE POSTALES DEL MUSEO DE DINOSAURIOS

  • Ya se conocen los ganadores del Concurso de Postales del Museo de Dinosaurios
  • Los premios se entregarán el próximo domingo 21 de mayo en el Museo de Dinosaurios de Salas de los Infantes
El jurado del XIV Concurso de Postales del Museo de Dinosaurios de Salas de los Infantes se ha reunido esta semana para examinar los trabajos presentados al certamen y decidir los vencedores y accésit de cada una de las tres categorías en las que se dividía el concurso. En total, se han presentado 296 postales.

Los trabajos presentados han llegado de todas partes de la geografía española. Una vez examinados aquellos que cumplían los requisitos y tras las oportunas deliberaciones, el jurado adjudicó los premios de cada una de las modalidades.

MODALIDAD A. En esta categoría participaban los menores de 15 años. El ganador ha sido Mauro Moraleda Palomo de Ávila con la postal que lleva el lema: "Carnívoros letales". El accésit de esta modalidad ha sido para Lucía Manso de Rioja de Vilviestre del Pinar (Burgos) con la postal a la que acompaña el lema: "Saliendo del huevo".




MODALIDAD B. En esta categoría participaban personas de 15 años en adelante. El primer premio lo ha obtenido María Belén Palomo Pombo de Ávila. Su trabajo se completaba con el lema: "Cada uno con su pez". Alba Fernández Marín, de Reus (Tarragona), se ha hecho con el accésit de esta modalidad. Su postal se explicaba con el enunciado: "Cada dinosaurio con su tema".









MODALIDAD C. Esta categoría se reservaba para las personas con discapacidad. El primer premio lo ha obtenido David García Requejo de Villalón de Campos (Valladolid). El lema de su postal era: "Phytosaur". Los accésits de esta modalidad han caído en el trabajo de Marcos Arranz de Valladolid con su postal "Stegosaurus, 3" y el trabajo de Rubén Anel Vázquez de Laguna de Duero (Valladolid) con su postal titulada "Útiles de caza: bifaz".

El jurado estuvo formado por: Diego Montero Huerta (Equipo Científico del Museo de Dinosaurios), María José Santamaría, encargada del Centro Ocupacional de Día de Aspanias en Salas de los Infantes, Rafael Fierro López (Director del Colegio P. Fernán González-Salas de los Infantes), Sergio Mínguez (Profesor de Plástica IES Alfoz de Lara-Salas de los Infantes) y Rubén González Arroyo (licenciado en Bellas Artes y profesor de la Escuela de Dibujo y Pintura del Ayuntamiento de Salas de los Infantes).

Obra premiadas (clique aquí).

Las superbacterias surgieron mucho antes que los dinosaurios

Las primeras superbacterias, conocidas como enterococos y que en la actualidad son resistentes a varios tipos de antibióticos, aparecieron en los intestinos de los primeros animales terrestres hace unos 450 millones de años, cuando los dinosaurios no habían surgido aún. Así lo recoge un estudio que arroja luz sobre la historia evolutiva de estos patógenos, que han desarrollado propiedades casi indestructibles al sobrevivir a extinciones masivas.

Un nuevo estudio demuestra que las superbacterias, resistentes a muchos tipos 
de antibióticos, surgieron con los primeros animales terrestres. / Mark Witton
Capitaneadas por bacterias muy resistentes, la mayoría de los antibióticos administrados a los pacientes en los hospitales para combatir muchas infecciones resultan ineficaces. Un estudio, publicado en la revista Cell, ha rastreado el origen de esta resistencia a la medicación para entender cómo han desarrollado estas propiedades indestructibles.

Aunque las bacterias surgieron hace casi 4.000 millones de años en la Tierra, no fue hasta la aparición de los primeros animales terrestres, hace unos 450 millones de años, que prosperaron sus potentes características. Así lo revela un equipo de científicos, liderado por el Massachusetts Eye and Ear, el Harvard-wide Program on Antibiotic Resistance y el Broad Institute of MIT y Harvard.

En el estudio, los investigadores descubrieron que todas las especies de enterococos, incluidos los que nunca se han encontrado en hospitales, son de manera natural resistentes a la sequedad, el hambre, los desinfectantes y muchos antibióticos. Como estas superbacterias normalmente viven en los intestinos de todos los animales terrestres, los expertos supusieron que también estarían en el interior de los dinosaurios y de los primeros organismos que se movieron en tierra firme. 
Todas las especies de enterococos son de manera natural resistentes a la sequedad, el hambre, los desinfectantes y muchos antibióticos 
Para comprobarlo, el equipo comparó los genomas de estas bacterias. "Al analizar los genomas y los comportamientos de los enterococos actuales, hemos retrocedido hasta su existencia más temprana y visto cómo estos organismos acabaron siendo lo que son hoy”, explica Ashlee M. Earl, coautora del trabajo y líder del grupo de Genómica Bacteriana en el Broad Institute of MIT y Harvard, para quien el hallazgo permitirá predecir cómo los microbios se adaptarán al uso de antibióticos, jabones antimicrobianos y otros desinfectantes.

Ciclo de vida de las bacterias

Según el grupo de investigación, las nuevas especies de enterococos fueron surgiendo a medida que aparecían nuevos tipos de animales fuera del agua y tras las extinciones en masa. Sobre todo después de una de las mayores, que se produjo al final del periodo Pérmico, hace 251 millones de años.

En tierra, los microbios intestinales son excretados en forma de heces, donde se secan y, en la mayoría de los casos, mueren. Pero no sucede lo mismo con los enterococos. Estos microorganismos son inusualmente resistentes y pueden soportar la sequedad y el hambre tanto en tierra y como en hospitales.

“Ahora sabemos qué genes adquirieron los enterococos hace cientos de millones de años, cuando se volvieron resistentes a la desecación, los desinfectantes y los antibióticos que atacan sus paredes celulares”, recalca Michael S. Gilmore, autor principal del trabajo y director del Instituto de Enfermedades Infecciosas de Harvard.

El  próximo objetivo de la investigación será diseñar nuevos tipos de antibióticos y desinfectantes que eliminen de manera específica a los enterecocos, para que no vuelvan a ser una amenaza para los pacientes en los hospitales, donde cerca del 5% de las personas ingresadas adquiere una infección durante su estancia.

viernes, 12 de mayo de 2017

Dinosaurio de San Juan, único en Sudamérica

Paleontólogos presentarán la nueva especie hallada en Caucete. Es un primitivo antecesor de las aves actuales.

El dinosaurio en cuestión se observa a la izquierda, detrás del tronco. Gentileza
El Museo de Ciencias Naturales informó que descubrió en Caucete un nuevo dinosaurio carnívoro, considerado entre los más primitivos antecesores de las aves actuales.

El equipo de paleontología del Instituto y Museo de Ciencias Naturales (IMCN) de la UNSJ presentará hoy un nuevo dinosaurio perteneciente a una especie nunca antes encontrada en Sudamérica y que aporta nueva evidencia acerca del parentesco entre las aves actuales y los dinosaurios.

El nuevo dinosaurio, cuyo nombre se dará a conocer hoy al mediodía en un acto que tendrá lugar en la sede del museo, pertenece al grupo de los terópodos, el linaje que dio origen a las aves.

El animal vivió hace unos 205 millones de años en las cercanías de lo que hoy es la localidad Balde de Leyes y presenta características inusuales que muestran que los dinosaurios ya en ese entonces tenían sacos de aire al estilo de los que poseen las aves actuales y que hacen su sistema respiratorio mucho más eficiente que el de los mamíferos.

Los autores del trabajo científico son los investigadores del IMCN, los doctores Ricardo Martínez y Cecilia Apaldetti. La información sobre el nuevo dinosaurio fue publicada la semana pasada en versión pre-print por la revista científica Ameghiniana, como parte de un volumen especial dedicado a dinosaurios terópodos de Gondwana.

Si bien el nombre del nuevo dinosaurio recién se dará a conocer hoy, los investigadores adelantaron que el mismo se eligió para homenajear a dos hombres. Uno de ellos es don Luciano Leyes, un poblador de la zona donde se halló el animal y que fue quien alertó a los investigadores acerca del valor fosilífero de la localidad.

El otro es el ex rector de la UNSJ y actual secretario de Ciencia, Tecnología e Innovación de la provincia, ingeniero Tulio del Bono, quien posibilita la financiación de gran parte de la exploración paleontológica en San Juan.

Carnívoro ágil

El dinosaurio en cuestión se observa a la izquierda, detrás del tronco.| Gentileza
El nuevo animal era un dinosaurio bípedo y carnívoro, de unos 2.5 metros de largo y un peso aproximado de 40 kilogramos. Entre sus características más relevantes presenta un cuello muy largo y grácil, inusual en dinosaurios carnívoros que generalmente tienen cuello corto y robusto. Las vértebras del cuello tienen profundas cavidades llamadas pleurocelos.

Estos pleurocelos están relacionados a la presencia de sacos de aire, característicos de las aves actuales. Pertenecía a una familia de dinosaurios llamados Coelophysidos (forma hueca) considerados la primera radiación de dinosaurios neoterópodos. Hasta el momento los integrantes de esta familia no habían sido encontrados en Sudamérica.