viernes, 30 de septiembre de 2022

Así se defendían los dinosaurios de gigantes carnívoros como el T. Rex

Ser herbívoro no es sinónimo de debilidad. Esta frase se eleva a su máxima expresión en el caso de los dinosaurios, algunos de los cuales desarrollaron estructuras y estrategias ante las cuales sus depredadores hubieron de pensárselo dos veces.

Un grupo de triceratops ahuyenta a un Tyrannosaurus rex. Foto: iStock
Ríos de tinta han fluido sobre algunos de los dinosaurios más temibles que hayan poblado la Tierra y sus estrategias de caza. Por ejemplo, se cree que algunos pequeños depredadores como Deinonychus antirrhopus, cuyo nombre significa "garra terrible con contrapeso", aprovecharon su velocidad y agilidad para abatir grandes presas gracias al trabajo en grupo; según parecen indicar los restos fósiles, cazaban en manadas.

También es posible que los llamados herrerasaurios, uno de los dinosaurios más primitivos conocidos hasta la fecha, fueran algunos de los primeros animales en la Tierra especializados en la persecución, y desarrollaran una estrategia parecida a la que los licaones emplean en la actualidad, en la que desgastaban a sus presas en una persecución implacable ante las que estas sucumbían exhaustas. Por su parte, otras especies más poderosas, como el Tyranosaurus rex o el Spinosaurus, se valían de su fuerza bruta para abatir a sus presas, a veces incluso, al igual que podemos observar hoy entre los leones, para intimidar a otros depredadores más pequeños una vez estos habían realizado el trabajo sucio y arrebatarle a sus piezas de caza.

Así, las estrategias desarrolladas por estos animales fueron tan fascinantes como variadas. Sin embargo, en ocasiones se nos suele olvidar que la supervivencia de las especies conlleva intrínsecamente una carrera armamentística; esa premisa implícita aplicable a tantas facetas de la vida que es "adaptarse o morir", y en este sentido, los dinosaurios que ocupaban el lugar de presas, muchos de ellos herbívoros, no se quedaron atrás, y desarrollaron estructuras y estrategias defensivas que muy probablemente hicieron de hasta los depredadores más temibles del Cretácico y el Jurásico, se lo hubieran de pensar más de una vez a la hora de lanzar sus ataques. 

Astas y cuernos

Por ejemplo, una de las defensas más obvias son las astas que lucían los ceratópsidos, una familia que incluye a todos los dinosaurios con cuernos: su miembro más famoso es el Triceratops. Sus características comunes eran los cuernos -de distinto tamaño y número- sobre la nariz y los ojos, así como un collar óseo que protegía el cuello y que a veces también estaba rematado con protuberancias o cuernos, como el temible Styracosaurus. A pesar de esta formidable defensa, muchos de los huesos encontrados de esta especie de ceratópsidos presentan marcas que demuestran que eran cazados por grandes carnívoros como los tiranosaurios, pero sin duda vendían cara su piel.

Tamaños descomunales

Varias especies de braquiosaurios en la naturaleza. Foto: iStock
Algunos de los dinosaurios más pacíficos que existieron fueron herbívoros. También fueron algunos de los más grandes, y precisamente, al igual que sucede hoy en día con los elefantes o las ballenas, algunos de los animales más grandes de la actualidad, la pax de dinosaurios como el Patagotitan mayorum, el Supersaurus vivianae y otros diplodócidos, estaba garantizada por su descomunal tamaño. Simplemente eran tan ostentosamente grandes que resultaba imposible cazarlos.

Cabezas duras

Ser un cabeza dura a veces tiene sus ventajas. Los paquicefalosaurios fueron un infraorden de dinosaurios caracterizado por un hueso craneal de varios centímetros de grosor, a veces rematado con protuberancias. Aunque los estudios concluyen que los usaban en combates contra los de su misma especie para establecer jerarquías y derechos de apareamiento, tal como hacen animales actuales como los carneros, en caso de necesidad podían volverse un arma disuasoria contra depredadores. Difícilmente podrían haber procurado heridas graves, pero el probable comportamiento de rebaño de estos dinosaurios supondría, para sus depredadores, enfrentarse a un muro de escudos craneales.

Una piel curtida

Un ejemplo actual de esta eficaz estrategia de defensa podemos observarla en animales como los armadillos. Al igual que estos, algunos dinosaurios poseía estructuras óseas que recubrían su cuerpo y les blindaban ante las fauces y garras de algunos de los depredadores más temibles. Así dinosaurios como los anquilosaurios estaban cubiertos por impenetrables placas óseas, a veces, incluso hasta los propios párpados y al igual que los citados armadillos, al ser atacados exponían su caparazón. ¡Imagina un armadillo de dos toneladas! Probablemente, el depredador que se aventurara a cazar a uno de estos dinosaurios, ese día se quedaría con hambre.

Colas de martillo y de pinchos

Una pareja de anquilosáurios en un humedal. Foto: iStock
Muchas especies de dinosaurios tenían la cola rematada por pinchos o huesos gruesos que podían funcionar como un martillo de guerra. Entre los de cola de martillo tenemos a los anquilosaurios, que eran auténticos tanques vivientes gracias a su espalda con protuberancias óseas, y a los estegosáuridos, que con sus placas dorsales y sus colas con pinchos tenían también una formidable armadura. Su potencial letal no residía en las colas en sí mismas, sino en el impulso que les daban al balancearlas: el golpe podía atravesar la piel y fracturar los huesos de sus atacantes e, incluso sin ser letal, lesionarlos gravemente. Un depredador cojo tenía los días contados, así que lanzarse a por tales presas era una decisión arriesgada.

Los látigos más poderosos jamás vistos

Pero llegados a un cierto tamaño, incluso una cola sin pinchos ni huesos podía ser un arma formidable. Los saurópodos, conocidos popularmente como “cuellolargos”, poseían algunas de las colas más potentes que jamás ha tenido cualquier animal. Estas funcionaban como un látigo que podían lanzar contra sus atacantes a una velocidad endiablada, fracturándoles los huesos con consecuencias fatales, o provocando sonidos para intimidarlos.

Collares de pinchos

Por si la cola no era suficiente, algunos dinosaurios de cuello largo tenían también espinas sobresaliendo de las vértebras cervicales. Se trata de los dicreosáuridos, una familia de saurópodos cuyas especies eran de tamaño relativamente pequeño, similar al de un elefante africano o un poco mayor. Para compensar su “debilidad” respecto a sus mastodónticos parientes, podían blandir su cuello como arma de forma similar a la cola de los dinosaurios acorazados. Sin embargo, resultaba más peligroso al estar sus espinas conectadas a las vértebras cervicales, por lo que probablemente fuera un arma más disuasoria que efectiva.

Siempre queda la huida

Un hypsilophodon escapando de un allosaurus. Foto: iStock
No todo son armas, y a veces, la única opción es correr. Así, la única estrategia con la que podían contar algunos dinosaurios herbívoros era el siempre recurrente "salir por patas". No obstante, si existieron dinosaurios depredadores veloces como los llamados velocirraptores, algunos herbívoros como el Hypsilophodon y otros miembros de su familia, la de los hipsilofodóntidos, decidieron no ponérselo nada fácil. Así, se cree que en este tipo de relación depredador-presa, la evolución actuó del modo en que podemos observar hoy entre los guepardos y las gacelas, produciéndose, en sentido figurado y literal, una carrera por la supervivencia que los convirtió en algunos de los animales más rápidos que hayan poblado el planeta.

Garras

Aunque asociemos las garras a los dinosaurios carnívoros, unos pocos herbívoros también las tenían: eran los tericinosáuridos, literalmente “lagartos guadaña”, que recibieron este nombre debido a las largas garras que lucían en sus patas delanteras. En la especie que da nombre a esta familia, el Therizinosaurus, estos apéndices podían llegar a medir medio metro, el récord en cualquier dinosaurio jamás encontrado. Aunque los científicos concluyen que eran demasiado frágiles para ser usadas de forma efectiva como arma, habrían tenido un efecto disuasorio notable en cualquier cazador de tamaño similar.

Una estrategia inteligente

El gran estratega Sun Tzu dijo que “someter al enemigo sin luchar es la suprema excelencia”. Aunque los dinosaurios han sido presentados históricamente como criaturas poco inteligentes, los estudios recientes apuntan a que eran capaces de elaborar estrategias complejas de caza y fuga. Una de las más habituales entre los herbívoros parece haber sido la de atraer a sus depredadores hacia el agua o zonas fangosas y tal vez hacerles perder el equilibrio: los grandes depredadores solían ser bípedos y a menudo con unos brazos raquíticos en comparación a su peso, por lo que hundirse en el agua o en el fango era una muerte segura. Las múltiples ocasiones en que sus fósiles son extraídos de depósitos sedimentarios, indicando que murieron sepultados, podrían ser una confirmación de esta estrategia.

nationalgeographic.com.es

Peces fósiles ilustran el origen evolutivo de aletas y extremidades

Reconstrucciones de vida del fósil Tujiaaspis vividus. - QIUYANG ZHENG
Fósiles en rocas de China, datados hace 436 millones de años, han revelado por primera vez que los misteriosos galeáspidos, miembros de un clado extinto de peces sin mandíbula, poseían aletas pareadas.

El descubrimiento, publicado en la revista 'Nature', muestra el estado primitivo de las aletas pareadas antes de que se separaran en aletas pectorales y pélvicas, precursoras de los brazos y las piernas.

Hasta ahora, los únicos fósiles de galeaspios que se conservaban eran cabezas, pero estos nuevos fósiles comprenden cuerpos enteros, según el estudio, realizado por un equipo internacional dirigido por el profesor ZHU Min, del Instituto de Paleontología de Vertebrados y Paleoantropología (IVPP) de la Academia China de Ciencias, y el profesor Philip Donoghue, de la Universidad de Bristol (Reino Unido). Se han encontrado en rocas de la provincia de Hunan y Chongqing y se han bautizado con el nombre de Tujiaaspis en honor al pueblo indígena Tujia que vive en la región.   

Abundan las teorías sobre los inicios evolutivos de las aletas y las extremidades de los vertebrados -los precursores evolutivos de los brazos y las piernas- y se basan sobre todo en la embriología comparada. Existe un rico registro fósil de los primeros vertebrados, pero o bien tenían aletas pareadas separadas o no las tenían. Hay pocas pruebas de la evolución gradual de las aletas.

Según el primer autor, GAI Zhikun, profesor del IVPP, "la anatomía de los galeáspidos ha sido un misterio desde que se descubrieron hace más de medio siglo. Se conocen decenas de miles de fósiles de China y Vietnam, pero casi todos son sólo cabezas (no se sabía nada del resto del cuerpo) hasta ahora".

Los nuevos fósiles son espectaculares, ya que conservan por primera vez el cuerpo completo y revelan que estos animales poseían aletas pareadas que se extendían desde la parte posterior de la cabeza hasta la punta de la cola. Se trata de una gran sorpresa, ya que los científicos pensaban que los galeáspidos carecían por completo de aletas emparejadas.

"El Tujiaaspis da nueva vida a una hipótesis centenaria sobre la evolución de las aletas emparejadas, a través de la diferenciación de las aletas pectorales (brazos) y pélvicas (piernas) a lo largo de la evolución a partir de un precursor de aleta continua desde la cabeza hasta la cola", subraya el autor correspondiente, el profesor Donoghue.

Esta hipótesis del "pliegue de las aletas" ha sido muy popular, pero hasta ahora carecía de pruebas que la respaldaran. El descubrimiento de Tujiaaspis resucita la hipótesis del pliegue de la aleta y la reconcilia con los datos actuales sobre el control genético del desarrollo embrionario de las aletas en los vertebrados vivos.

El Tujiaaspis muestra la "condición primitiva" de la evolución de las aletas pareadas, según el profesor ZHU, quien dijo que peces posteriores sin mandíbula mostraron la primera evidencia de la separación de este pliegue de aletas en aletas pectorales y pélvicas. El profesor ZHU también señaló que los vestigios de los pliegues alargados de las aletas podían verse en los embriones de peces vivos con mandíbula, que podían ser manipulados para producirlos.

El doctor Humberto Ferrón, de Bristol y coautor del estudio, utilizó métodos de ingeniería computacional para simular el comportamiento de modelos de Tujiaaspis con y sin las aletas emparejadas. Las aletas pareadas del Tujiaaspis actúan como hidroplanos, generando pasivamente la sustentación del pez sin que las propias aletas le aporten nada. Los pliegues laterales de las aletas de Tujiaaspis le permitían nadar con mayor eficacia".

"Nuestros nuevos análisis sugieren que el ancestro de los vertebrados con mandíbula probablemente poseía pliegues de aletas emparejados, que se separaron en regiones pectorales y pélvicas", añade el coautor, doctor Joseph Keating, de la Universidad de Bristol, que apunta que las aletas primitivas desarrollaron una musculatura y un soporte esquelético que permitió a nuestro ancestro de los peces dirigir mejor su natación y añadir propulsión.

"Es sorprendente pensar que las innovaciones evolutivas observadas en el Tujiaaspis sustentan la locomoción en animales tan diversos como las aves, las ballenas, los murciélagos y los seres humanos", concluye.

europapress.es

Hallan en China los dientes fósiles más antiguos

Esta ilustración provista por Heming Zhang en setiembre de 2022 muestra
algunos de los peces fósiles, de hace más de 400 millones de años, hallados en
el sur de China y anunciados en estudios publicados en la revista Nature
el miércoles 28 de setiembre de 2022. (Heming Zhang vía AP)
Un importante hallazgo de peces fósiles en el sur de China incluye los dientes más antiguos jamás hallados, que podrían ayudar a los científicos a determinar cómo nuestros antepasados marinos aprendieron a morder.

El hallazgo contiene nuevas pistas sobre un período clave de la evolución del cual se habían encontrado pocos ejemplares hasta ahora. En cuatro estudios publicados el miércoles en la revista Nature, los investigadores detallan algunos hallazgos, desde dientes antiguos hasta especies nunca vistas.

Los fósiles se remontan al silúrico, un período importante de la vida en la Tierra, de hace 443 a 419 millones de años. Los científicos creen que nuestros antepasados vertebrados, que aún se encontraban nadando en un planeta acuoso, empezaron a adquirir mandíbulas y dientes en esa época.

Esto les permitía cazar presas en lugar de remover el fondo y filtrar los alimentos en el barro. También provocó otros cambios en la anatomía, como distintas clases de aletas, explicó Philip Donoghue, paleontólogo de la Universidad de Bristol y autor de uno de los estudios.

Hasta ahora los científicos no han encontrado muchos fósiles que muestren este cambio, dijo el paleontólogo Matt Friedman, de la Universidad de Michigan, que no tuvo participación en estas investigaciones. Solo tenían fragmentos de esa época: un pedazo de columna vertebral aquí, un trozo de escama allá.

Se espera que los fósiles chinos llenen algunas de esas brechas a medida que investigadores de todo el mundo los examinan.

Un equipo de campo descubrió los fósiles en 2019, dijo el paleontólogo Min Zhu, de la Academia de Ciencias china, en un correo electrónico. Un día lluvioso, después de un viaje desalentador en el que no habían hallado fósiles, los investigadores exploraron un cúmulo de rocas en un acantilado junto al camino. Al partir una roca, se encontraron con las cabezas de unos peces que parecían mirarlos.

En las rocas que llevaron al laboratorio, los investigadores se encontraron con una amplia gama de fósiles que estaban en excelente estado por ser tan antiguos.

La especie más común es un pececillo con forma de boomerang que probablemente usaba sus mandíbulas para recoger gusanos, afirmó Per Erik Ahlberg, de la Universidad de Uppsala, autor de uno de los estudios.

Otro fósil es de una criatura similar a un tiburón, pero con una armadura ósea en la frente, una combinación inusual. Un pez sin mandíbulas bien conservado ofrece pistas acerca de la evolución de las aletas hasta convertirse en brazos y piernas. Las cabezas de estos fósiles son abundantes, pero en este caso apareció el cuerpo entero.

Y además aparecieron dientes. Los investigadores hallaron huesos llamados espirales de dientes con numerosas piezas implantadas en ellos. Son 14 millones de años más antiguos que otros dientes hallados de cualquier otra especie y la prueba concreta más antigua de mandíbulas hasta la fecha, afirmó Zhu.

Alice Clement, bióloga de la Universidad Flinders de Australia y quien no participó de esta investigación, opinó que el hallazgo es “notable” y que podría modificar totalmente lo que se sabe sobre el período.

La amplia gama de fósiles indica que había abundantes criaturas dentadas en las aguas de la época, escribió Clement en un correo electrónico, aunque la “edad de los peces” corresponde a la era siguiente de la evolución.

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El Departamento de Salud y Ciencias de The Associated Press recibe apoyo del Departamento de Educación Científica el Instituto Médico Howard Hughes. La AP es la única responsable de todo el contenido.

lanacion.com.ar

Un gusano acorazado revela los ancestros de tres grupos de animales

Una Reconstrucción De Cómo Habría Sido Wufengella En Vida -
ROBERTS NICHOLLS, PALEOCREATIONS.COM
Un gusano fósil bien conservado que data de hace 518 millones de años se parece al ancestro de tres grandes grupos de animales vivos, según un estudio publicado en la revista 'Current Biology'.   

El gusano fósil, llamado Wufengella y desenterrado en China por científicos de las universidades de Bristol y Oxford, y del Museo de Historia Natural, en Reino Unido, medía media pulgada de largo y era una criatura rechoncha cubierta por un denso conjunto de placas que se superponían regularmente en su espalda, y que pertenecía a un grupo extinto de organismos gelatinosos llamados tommotios.

Alrededor de la armadura asimétrica había un cuerpo carnoso con una serie de lóbulos aplanados que sobresalían de los lados. Entre los lóbulos y la coraza salían del cuerpo haces de cerdas. Los numerosos lóbulos, los haces de cerdas y el conjunto de conchas en el dorso son pruebas de que el gusano estaba originalmente seriado o segmentado, como una lombriz de tierra.

El coautor del estudio, el doctor Jakob Vinther, de la Facultad de Ciencias de la Tierra de la Universidad de Bristol, comenta en un comunicado que "parece la improbable descendencia entre un gusano de cerdas y un molusco chitón. Curiosamente, no pertenece a ninguno de esos grupos".

El fósil de Wufengella y un dibujo que describe los principales componentes
del organismo. Créditos: Jakob Vinther y Luke Parry.

El reino animal consta de más de 30 grandes planes corporales clasificados como filos. Cada filo alberga un conjunto de características que los diferencian unos de otros. Sólo unos pocos rasgos son compartidos por más de un grupo, lo que demuestra el rápido ritmo de evolución en el que se originaron estos grandes grupos de animales, la llamada Explosión Cámbrica, hace unos 550 millones de años.

Los braquiópodos son un filo que se asemeja superficialmente a los bivalvos (como las almejas) por tener un par de conchas y vivir adheridos al fondo marino, a las rocas o a los arrecifes. Sin embargo, al observar su interior, los braquiópodos se revelan muy diferentes en muchos aspectos. De hecho, los braquiópodos filtran el agua mediante un par de tentáculos plegados en un órgano con forma de herradura.

Este órgano se llama lofóforo y los braquiópodos comparten el lofóforo con otros dos grandes grupos llamados forónidos ("gusanos de herradura") y briozoos ("animales de musgo"). Los estudios moleculares -que reconstruyen los árboles evolutivos a partir de las secuencias de aminoácidos- coinciden con las pruebas anatómicas de que los braquiópodos, los briozoos y los forónidos son los parientes vivos más cercanos entre sí, un grupo llamado Lophophorata por su órgano filtrador.

El coautor, el doctor Luke Parry, de la Universidad de Oxford, añade que "el Wufengella pertenece a un grupo de fósiles del Cámbrico que es crucial para entender cómo evolucionaron los lofóforos. Se llaman tommótidos, y gracias a estos fósiles hemos podido entender cómo los braquiópodos evolucionaron hasta tener dos conchas a partir de ancestros con muchas placas similares a las de las conchas dispuestas en un cono o tubo".

"Conocemos desde hace mucho tiempo este grupo de tommotios llamado camenellanos --prosigue--. Los paleontólogos han pensado que esas conchas estaban unidas a un organismo ágil -que se arrastraba- en lugar de estar fijas en un lugar y alimentarse con un lofóforo".

El equipo, formado por paleontólogos de la Universidad de Bristol, la Universidad de Yunnan, el Museo de Historia Natural de Chengjiang, la Universidad de Oxford, el Museo de Historia Natural de Londres y el Muséum national d'Histoire Naturelle de París (Francia), demuestra que Wufengella es un tommótido camenélico completo, lo que significa que revela cómo era el tan buscado ancestro gusano de los loforados.

Aunque el fósil cumple la predicción paleontológica de que el linaje ancestral de los loforados era un gusano ágil y acorazado, la aparición de su anatomía blanda pone de manifiesto algunas hipótesis sobre el parentesco de los loforados con los gusanos segmentados.

El doctor Vinther explica que "los biólogos habían observado durante mucho tiempo cómo los braquiópodos tienen múltiples cavidades corporales emparejadas, estructuras renales únicas y haces de cerdas en su espalda cuando son larvas. Estas similitudes les llevaron a observar lo mucho que se parecen los braquiópodos a los gusanos anélidos".

"Ahora podemos ver que esas similitudes son el reflejo de una ascendencia compartida. El ancestro común de los lofóforos y los anélidos tenía una anatomía muy parecida a la de los anélidos --continúa--. En algún momento, el ancestro tommotideo de los lofóforos se volvió sésil y evolucionó hacia la alimentación en suspensión (captura de partículas suspendidas en el agua). Entonces, un cuerpo largo y agusanado con numerosas unidades corporales repetidas se volvió menos útil y se redujo".

El coautor Greg Edgecombe, del Museo de Historia Natural, resalta que "este descubrimiento pone de manifiesto lo importantes que pueden ser los fósiles para reconstruir la evolución. Obtenemos una imagen incompleta si sólo miramos a los animales vivos, con los relativamente pocos caracteres anatómicos que se comparten entre los diferentes filos. Con fósiles como el de Wufengella, podemos rastrear cada linaje hasta sus raíces, dándonos cuenta de cómo una vez tuvieron un aspecto totalmente diferente y modos de vida muy distintos, a veces únicos y otras veces compartidos con parientes más lejanos", destaca.

europapress.es

El fruto de un trabajo colectivo

Artículo de opinión en El Correo de Burgos del director del Museo de Dinosaurios, Fidel Torcida, sobre los 250.000 visitantes del Museo de Dinosaurios de Salas de los Infantes (Burgos, Castilla y León, España).









Seguimos erre que erre... No cejaremos en el empeño.

¡Gracias a todos/as por apoyarnos todos estos años!

elcorreodeburgos.elmundo.es

martes, 27 de septiembre de 2022

Libro de resúmenes de las IX Jornadas Internacionales sobre Paleontología de Dinosaurios y su Entorno

Después de la celebración de las IX Jornadas Internacionales sobre Paleontología de Dinosaurios y su Entorno tenemos el placer de presentaros el libro completo de los resúmenes en formato pdf.

Podéis previsualizarlo y descargarlo en el siguiente enlace: hacer clic aquí o en la imagen.

La organización.







dinosaurioscyl.blogspot.com

sábado, 24 de septiembre de 2022

Más de dos décadas con la divulgación de dinosaurios

En el Museo esperan que las obras de ampliación puedan estar terminadas antes de concluir 2022






















El enorme patrimonio que custodia el Museo concita en su entorno el único Congreso sobre dinosaurios que se celebra en España y que ha tenido lugar en septiembre























tuvozenpinares.com (nº 80 en pdf para leer toda la información -páginas 32 y 33-)

viernes, 23 de septiembre de 2022

Un fósil 3D de 541 millones de años toca el origen del reino vegetal

Morfoanatomía general de Protocodium sinense de la Formación Dengying
 del sur de China. - CHAI ET AL./BMC BIOLOGY 
Paleontólogos han identificado un nuevo género y especie de alga llamada Protocodium sinense que es anterior al origen de las plantas terrestres y los animales modernos.  

Descubierto en un yacimiento en China, este fósil de 541 millones de años es el primer y más antiguo alga verde de esta era que se conserva en tres dimensiones, lo que permite a los investigadores investigar su estructura interna e identificar el nuevo espécimen con una precisión sin precedentes.   

El estudio se publica en BMC Biology y proporciona una nueva perspectiva sobre la diversificación temprana del reino vegetal.   

"Protocodium pertenece a un linaje conocido de algas verdes y tiene una arquitectura sorprendentemente moderna, lo que demuestra que estas algas ya estaban bien diversificadas antes del final del período de Ediacara", dice el coautor Cédric Aria, becario postdoctoral en el Departamento de Ecología y Biología Evolutiva de la Universidad de Toronto y con sede en el Museo Real de Ontario (ROM). "Su descubrimiento toca el origen de todo el reino vegetal y pone un nombre familiar a los organismos que precedieron a la explosión del Cámbrico hace más de quinientos millones de años, cuando surgieron los primeros ecosistemas modernos del mundo".

Los fósiles de Protocodium recién descubiertos fueron encontrados por un equipo dirigido por Hong Hua, profesor de geología, y que incluye a Shu Chai, investigador postdoctoral, ambos de la Universidad del Noroeste, Xi'an, China. Es parte de la biota Gaojiashan, el nombre dado a un grupo importante de fósiles excepcionalmente bien conservados, en la Formación Dengying en la provincia sureña de Shaanxi. En los últimos 20 años, esta formación geológica ha producido importantes especies fósiles que documentan el final del Período Ediacárico hace 541 millones de años.   

Los organismos y sus partes que originalmente no absorben minerales, a diferencia de las conchas o los huesos, requieren condiciones excepcionales para su conservación. En este caso, los fósiles completos y sus finos detalles celulares se conservaron en tres dimensiones debido a la sustitución de la materia orgánica original por fosfato. Este modo de preservación permitió a los investigadores utilizar varias técnicas de microscopía electrónica y de rayos X para cortar virtualmente el fósil, revelar su estructura interna con precisión y finalmente identificarlo como un pariente cercano del alga Codium moderna, un tipo de alga marina.   

Los fósiles de protocodios son pequeñas esferas de medio milímetro de ancho, como grandes granos de polen, recubiertas por multitud de cúpulas más pequeñas. Gracias al examen en 3D, los investigadores determinaron que la superficie abovedada formaba formaba parte de una sola célula compleja que contiene hilos delgados llamados sifones. Esta morfología es típica de ciertas algas unicelulares modernas que contienen muchos núcleos.    

"Es muy revelador que tal organismo haya permanecido prácticamente sin cambios durante al menos 540 millones de años", dice Aria. "Para el Ediacárico, la evolución lo había llevado hacia una zona de adaptación estable; se ha sentido cómodo allí desde entonces, y más que eso, bastante exitoso. Tanto es así, de hecho, que hoy en día Codium aprovecha el comercio mundial para superar fácilmente a otras especies de algas".

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Explicación al origen de los dinosaurios con cadera de pájaro

Dinosaurios ornistiquios - UNIVERSIDAD DE CAMBRIDGE
Los dinosaurios con 'cadera de pájaro', entre los que se cuenta el Triceratops, probablemente evolucionaron de un grupo conocidos como silesaurios, identificados por primera vez hace dos décadas.   

Investigadores de la Universidad de Cambridge y la Universidade Federal de Santa Maria en Brasil han llegado a esta conclusión al intentar zanjar el viejo debate sobre el origen de los dinosaurios ornistiquios.   

Actualmente, hay una brecha de más de 25 millones de años en el registro fósil, lo que dificulta encontrar la rama del árbol genealógico de los dinosaurios a la que pertenecen los ornitisquios, también conocido como los dinosaurios con 'cadera de pájaro'.

Los investigadores realizaron un análisis extenso de los primeros dinosaurios, así como de los silesaurios, un grupo que lleva el nombre de Silesaurus, descrito por primera vez en 2003. Los investigadores sugieren que los silesaurios modificaron progresivamente su anatomía durante el Período Triásico Tardío, de modo que llegaron a parecerse a los ornitisquios en el Periodo Jurasico Temprano.

Sin embargo, estos ancestros ornitisquios tienen la estructura de la cadera de los dinosaurios con "cadera de lagarto", o saurisquios, lo que sugiere que los primeros dinosaurios con cadera de ave tenían, de hecho, cadera de lagarto. Los resultados se informan en el Zoological Journal of the Linnean Society.

"Desde una perspectiva taxonómica, clasificar a los silesaurios como ornitisquios primitivos parece contradictorio. Pero, desde una perspectiva darwiniana, las características anatómicas únicas de los ornitisquios tuvieron que evolucionar desde algún lugar, y cuál mejor que desde sus parientes más cercanos, los saurisquios", explicó en un comunicado el autor de la investigación David Norman, profesor en el Departamento de Ciencias de la Tierra en Cambridge.

europapress.es

martes, 20 de septiembre de 2022

El Museo de Dinosaurios de Salas de los Infantes alcanza el cuarto de millón de visitantes desde su apertura

El número redondo se lo llevó un visitante madrileño que recibió un diploma que certifica ese hecho, así como varios productos de merchandising del Museo y de la Fundación Dinosaurios CyL

Rubén Risco Fidalgo, de Madrid, visitante 250.000 del Museo de Dinosaurios de
Salas de los Infantes. / Museo de Dinosaurios de Salas de los Infantes.
El Museo de Dinosaurios de Salas de los Infantes ha alcazado las 250.000 visitas desde su apertura el 21 de septiembre del año 2001. Una cifra significativa al tratarse de un museo asentado en el mundo rural. Si la población de Salas de los Infantes está en torno a 2.000 habitantes, el número de visitantes que ha recibido el Museo desde su apertura supone multiplicar por 125 su población. Hay que añadir que a esas cifras se añadirían los miles de visitantes anuales a los yacimientos de icnitas de dinosaurios comprendidos en la ruta patrimonial Tierra de Dinosaurios, que se extiende desde Quintanilla de las Viñas (con yacimientos que conservan las huellas únicas de tipo Iniestapodus burgensis), pasando por Salas de los Infantes y llegando hasta Regumiel de la Sierra, vertebrando así una amplia comarca.

Los 250.000 visitantes se estima que habrán generado un impacto económico en Salas y su comarca superior a 13.750.000 euros. Además, el Museo funciona como un atractivo turístico que anima la llegada de visitantes a lo largo de todo el año, y no de manera puntual, generando riqueza en su entorno, produciendo Ciencia, ofreciendo recursos didácticos y desarrollando actos culturales abiertos a la sociedad.

Uno de los puntos fuertes es la exposición de fósiles auténticos (hay muy pocas réplicas), algunos de los cuales puede tocar el visitante; otro es el que varios de esos fósiles son únicos en el mundo, como los del dinosaurio Demandasaurus darwini, la tortuga Larachelus o el lagarto Arcanosaurus. De este modo, la colección paleontológica del museo sálense goza de una relevancia internacional notable, como manifiestan reiteradamente los expertos nacionales e internacionales que conocen sus fondos patrimoniales.

A lo largo de su existencia, el Museo ha sufrido las consecuencias de la crisis económica de 2008 y de la reciente e inacabada pandemia de coronavirus. La primera de ellas tuvo un impacto menor que en otros centros museísticos del país, disminuyendo solo en torno a un 10% sobre la media de visitantes anuales. Con la crisis del coronavirus, el confinamiento supuso un descenso notorio en las visitas en 2020, pero a continuación se produjo una recuperación exprés que provocó un aumento del 90% en 2021. De hecho, en estos últimos años se mantiene una tendencia al aumento de visitas anuales: 2019 fue el año de más visitas de toda la serie: 14750.

cadenaser.com

Participación del GBE en las IX Jornadas de Salas de los Infantes

Siguiendo la tradición trianual, este mes de septiembre, entre los días 8 y 10, han tenido lugar las IX Jornadas Internacionales sobre Paleontología de Dinosaurios y su Entorno. Este congreso se ha celebrado en Salas de los Infantes (Burgos). Tal como se indicaba en las circulares del evento, el principal objetivo de las Jornadas es la presentación y discusión de los avances más recientes sobre paleontología de dinosaurios, nuevas tecnologías de investigación y todo lo relacionado con el conocimiento sobre los ecosistemas mesozoicos en los que habitaron. Se han impartido 7 conferencias plenarias por especialistas nacionales e internacionales de trayectoria destacada, intercalados con las sesiones de comunicaciones orales y pósteres. Asimismo, se ha desarrollado un programa de actividades culturales paralelas a las Jornadas, y como una salida de campo de interés paleontológico y geológico por el entorno de Salas de los Infantes.

El Grupo de Biología Evolutiva de la UNED ha participado activamente en estas Jornadas, presentando los resultados de varias líneas de investigación, tanto como comunicaciones orales como en formato de pósteres. Los trabajos presentados han sido los siguientes, cuyos resúmenes se han publicado en el Libro de Resúmenes de las IX Jornadas Internacionales sobre Paleontología de Dinosaurios y su Entorno:

Cabezuelo Hernández, A.; Pérez-García, A. First record of a probable squamate reptile from the Cenomanian of Algora (Guadalajara, Central Spain).

Cabezuelo Hernández, A.; de Miguel Chaves, C.; Ortega, F.;Pérez-García, A. New data on the appendicular skeleton of the simosaurid Paludidraco multidentatus holotype (Eosauropterygia), from the Upper Triassic of El Atance (Guadalajara, Spain).

Guerrero, A.; Pérez-García, A. Shell anomalies of the Spanish Cenomanian bothremydid turtle Algorachelus peregrina.

Martín-Jiménez, M.; Pérez-García, A. Neuroanatomy of the bothremydid turtle Zolhafah bella (Pleurodira) from the Maastrichtian of Egypt.

Páramo, A.; Mocho, P.; Vidal, D.; Marcos-Fernández, F.; Ortega, F. A sampling method to study the Titanosaurian pelvis with 3D Geometric Morphometrics.

Pérez-García, A. New information provided by the recent finds of helochelydrid turtle remains in the Spanish Cenomanian site of Algora.

Pérez-García, A.; Camilo, B.; Ortega, F. New shell information for the oldest European pleurosternid turtle: the Portuguese Kimmeridgian Selenemys lusitanica.

Pérez-García, A.; Espílez, E.; Mampel, L. Was Aragochersis the only helochelydrid turtle that lived in the Spanish Albian area of Ariño?

Salas Herrera, J.; Escaso, F., Gasulla, J.M.; Ortega, F. A tibia of Iguanodon bernissartensis with patological morphology from the Lower Cretaceous of Arcillas de Morella Formation (Castellón, Spain)

Sanguino, F.; de Celis, A.; Gascó-Lluna, F.; Pérez-García, A.; Ortega, F. Ecological constraints of the titanosaur nesting areas from the Upper Cretaceous of the Villalba de la Sierra Fm (Cuenca and Guadalajara, Central Spain).

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Más información:

Imágenes: Participantes en las IX Jornadas Internacionales sobre la Paleontología de Dinosaurios y su entorno, celebrado en Salas de Los Infantes (Burgos, España), junto a la sede del evento (arriba) y durante la salida de campo (abajo). Fuente: @FDinosaurios.

godzillin.blogspot.com

Huevos de dinosaurio prueban que hubo declive antes de la extinción

Nueva evidencia fósil respalda la hipótesis de que los dinosaurios no eran muy diversos antes de su extinción y habían disminuido en general durante la última parte del Cretácico.   

Representación artística de oviraptorosaurios, hadrosaurios y tiranosaurios del
Cretácico superior que vivían en el centro - IVPP
Hace casi 66 millones de años, un gran asteroide golpeó la Tierra y contribuyó a la extinción global de los dinosaurios, dejando a las aves como su único descendiente vivo.   

La mayoría de los datos científicos sobre los últimos días de los dinosaurios provienen de América del Norte. Aunque algunos estudios publicados sugieren que las poblaciones de dinosaurios prosperaban bastante antes de la extinción, otra investigación más detallada ha sugerido que los dinosaurios estaban en declive, lo que preparó el escenario para su eventual extinción masiva.

Al examinar el registro de dinosaurios en China, los investigadores del Instituto de Paleontología y Paleoantropología de Vertebrados (IVPP) esperaban determinar si esta tendencia a la baja también se extendía a Asia. Estudiaron más de 1.000 huevos y cáscaras de huevo de dinosaurio fosilizados de la cuenca de Shanyang en el centro de China. Estos fósiles provinieron de secuencias de rocas con un espesor total de unos 150 metros. Publican resultados en Proceedings of the National Academy of Sciences.

Los investigadores obtuvieron estimaciones detalladas de la edad de las capas de roca mediante el análisis y la aplicación de modelos informáticos a más de 5.500 muestras geológicas. Esto permitió a los científicos crear una línea de tiempo de casi 2 millones de años al final del Cretácico, con una resolución de 100.000 años, que representa el período justo antes de la extinción. Esta línea de tiempo permite comparaciones directas con datos de todo el mundo.

Los científicos identificaron una disminución en la diversidad de dinosaurios según los datos de la cuenca de Shanyang. Por ejemplo, los 1.000 fósiles de huevos de dinosaurio recolectados en la cuenca representan solo tres especies diferentes: Macroolithus yaotunensis, Elongatoolithus elongatus y Stromatoolithus pinglingensis. Además, dos de las tres ooespecies de huevos de dinosaurio pertenecen a un grupo de dinosaurios desdentados conocidos como ovirraptores, mientras que la otra pertenece al grupo de los hadrosáuridos herbívoros (también conocidos como dinosaurios con pico de pato).  

Algunos huesos de dinosaurios adicionales de la región muestran que el tiranosaurio y el saurópodo también vivieron en el área hace entre 66,4 y 68,2 millones de años. Esta baja diversidad de especies de dinosaurios se mantuvo en el centro de China durante los últimos 2 millones de años antes de la extinción masiva. La pequeña cantidad de dinosaurios en la cuenca de Shanyang y el centro de China está lejos del mundo representado en Jurassic Park.    Estos resultados, junto con los datos de América del Norte, sugieren que los dinosaurios probablemente estaban disminuyendo a nivel mundial antes de su extinción.

Esta disminución a largo plazo en todo el mundo de la diversidad de dinosaurios hasta el final del Período Cretácico y el bajo número sostenido de linajes de dinosaurios durante los últimos millones de años puede haber sido el resultado de fluctuaciones climáticas globales conocidas y erupciones volcánicas masivas, es decir, de las Trampas de Deccan en India. Estos factores pueden haber llevado a la inestabilidad en todo el ecosistema, lo que hace que los dinosaurios que no son aves sean vulnerables a la extinción masiva coincidiendo con el impacto del asteroide.

europapress.es

sábado, 17 de septiembre de 2022

Un pez fósil de 380 millones de años preserva el corazón más antiguo

Un corazón de 380 millones de años, el más antiguo jamás encontrado, junto con un estómago, un intestino y un hígado fosilizados han sido encontrados en restos de un pez con mandíbulas.   

El fósil del pez Gogo donde los investigadores descubrieron el corazón conservado
en 3D de 380 millones de años. - CURTIN UNIVERSITY
La nueva investigación, publicada en la revista 'Science', ha descubierto que la posición de los órganos en el cuerpo de los artrópodos, una clase extinta de peces con mandíbula que floreció durante el periodo Devónico, hace 419,2 millones de años y 358,9 millones de años, es similar a la anatomía de los tiburones modernos, lo que ofrece nuevas y vitales pistas evolutivas.

La investigadora principal, la catedrática Kate Trinajstic, de la Escuela de Ciencias Moleculares y de la Vida de la Universidad de Curtin y del Museo de Australia Occidental, destaca que el descubrimiento es notable, dado que los tejidos blandos de las especies antiguas rara vez se conservaban y que era aún más raro encontrar una conservación en 3D.

"Como paleontólogo que ha estudiado los fósiles durante más de 20 años, me sorprendió encontrar un corazón en 3D y bellamente conservado en un ancestro de 380 millones de años --señala en un comunicado Trinajstic--. A menudo se piensa en la evolución como una serie de pequeños pasos, pero estos antiguos fósiles sugieren que hubo un salto mayor entre los vertebrados sin mandíbula y los que sí la tienen. Estos peces tenían literalmente el corazón en los tiburones actuales”.

Esta investigación presenta, por primera vez, el modelo en 3D de un complejo corazón en forma de "S" en un artrópodo que está formado por dos cámaras con la más pequeña situada en la parte superior.   

La profesora Trinajstic apunta que estas características fueron avanzadas en vertebrados tan tempranos, ofreciendo una ventana única a cómo la región de la cabeza y el cuello comenzó a cambiar para acomodar las mandíbulas, una etapa crítica en la evolución de nuestros propios cuerpos.

"Por primera vez, podemos ver todos los órganos juntos en un pez con mandíbula primitiva, y nos sorprendió especialmente saber que no eran tan diferentes de nosotros", resalta Trinajstic.   

"Sin embargo, había una diferencia fundamental: el hígado era grande y permitía que el pez se mantuviera flotante, al igual que los tiburones actuales --prosigue--. Algunos de los peces óseos actuales, como los peces pulmonados y los abedules, tienen pulmones que evolucionaron a partir de las vejigas natatorias, pero fue significativo que no encontráramos pruebas de pulmones en ninguno de los peces acorazados extintos que examinamos, lo que sugiere que evolucionaron de forma independiente en los peces óseos en una fecha posterior".   

La Formación Gogo, en la región de Kimberley (Australia Occidental), donde se recogieron los fósiles, era originalmente un gran arrecife.

Con la ayuda de científicos de la Organización Australiana de Ciencia y Tecnología Nuclear, en Sidney, y de la Instalación Europea de Radiación Sincrotrón, en Francia, los investigadores utilizaron haces de neutrones y rayos X de sincrotrón para escanear los especímenes, todavía incrustados en las concreciones de piedra caliza, y construyeron imágenes tridimensionales de los tejidos blandos de su interior basándose en las diferentes densidades de los minerales depositados por las bacterias y la matriz rocosa circundante.   

Este nuevo descubrimiento de órganos mineralizados, que se suma a los hallazgos anteriores de músculos y embriones, convierte a los artrópodos de Gogo en los vertebrados con mandíbula más completos y aclara una transición evolutiva en la línea de los vertebrados con mandíbula vivos, que incluye a los mamíferos y a los humanos.

El coautor, el profesor John Long, de la Universidad de Flinders, apunta que "estos nuevos descubrimientos de órganos blandos en estos antiguos peces son realmente el material de los sueños de los paleontólogos, ya que sin duda estos fósiles son los mejor conservados del mundo para esta época".

"Demuestran el valor de los fósiles de Gogo para comprender los grandes pasos de nuestra lejana evolución --añade--. Gogo nos ha proporcionado primicias mundiales, desde los orígenes del sexo hasta el corazón vertebrado más antiguo, y es ahora uno de los yacimientos de fósiles más importantes del mundo. Ya es hora de que se considere seriamente la posibilidad de declarar este yacimiento patrimonio de la humanidad", subraya.

El coautor, el profesor Per Ahlberg, de la Universidad de Uppsala (Suecia), precisa que "lo realmente excepcional de los peces Gogo es que sus tejidos blandos se conservan en tres dimensiones. La mayoría de los casos de conservación de tejidos blandos se encuentran en fósiles aplanados, en los que la anatomía blanda es poco más que una mancha en la roca. También somos muy afortunados porque las modernas técnicas de escaneo nos permiten estudiar estos frágiles tejidos blandos sin destruirlos. Hace un par de décadas, el proyecto habría sido imposible", concluye.

europapress.es

viernes, 16 de septiembre de 2022

Hallan huevos de dinosaurio casi esféricos llenos de cristales

Una especie de dinosaurio desconocida hasta ahora en la China de finales del Cretácico puso huevos casi esféricos, del tamaño de un pomelo, que se han llenado de cristales en los millones de años transcurridos desde entonces.

Los dinosaurios que una vez habitaron nuestro planeta pusieron miles de millones de huevos, algunos de ellos jamás eclosionaron. Por ciertas características geológicas, en China se conservan más huevos que en otros lugares. La cuenca de Qianshan es, sin embargo, la excepción. Aunque en ella se ha encontrado gran cantidad de restos de mamíferos, reptiles y aves, no ha sucedido lo mismo con los huevos de dinosaurio. De hecho, recientemente se han localizado en la zona solo tres huevos, uno de los cuales se ha perdido misteriosamente. Los otros dos podrían ser indicadores de una especie desconocida hasta el momento.

Casi todo lo que sabemos sobre los dinosaurios es fruto del estudio de sus huesos y dientes. Sin embargo, en ocasiones, se descubren otros restos de su paso por la Tierra, como las huellas y los huevos. Los paleontólogos no siempre pueden relacionar estos restos “secundarios” con especies conocidas, pero, a efectos de investigación, los nombran y clasifican. Estos dinosaurios a los que solo se les conoce por sus huevos se denominan ooespecies, y tienen sus propias oofamilias.

Los huevos que han descrito los paleontólogos en su artículo en el Journal of Paleogeography tienen características que los sitúan en la oofamilia Stalicoolithidae, como las cáscaras secundarias de los huevos, que se diferencian de otros huevos de dinosaurio. Se desconoce el grado de parentesco que tendrían los miembros de esta oofamilia.

Los huevos que se han encontrado en Qianshan son de mayor tamaño que otros de Stalicoolithidae, por lo que los investigadores apuntan a que podrían pertenecer a una nueva especie: Shixingoolithus qianshanensis.

En el estudio no se habla de cómo de los tres huevos encontrados, uno ha desaparecido. Los dos que se conservan, QS-01 y QS-02, miden 10,5 y 13,7 centímetros de largo respectivamente y 9,9 y 13,4 centímetros de ancho. El primer huevo está incompleto y lleno de cristales de calcita.

Los huevos de las aves que más vuelan suelen ser más puntiagudos. Sin embargo, incluso las aves que no voladoras han descubierto que es mejor poner huevos más largos que anchos, es decir, con bases más grandes. Se cree que esto es así para preservar el calor dentro de una nidada y reducir el riesgo de que lo huevos se salgan de los nidos. También para que sean más fáciles de poner. Aunque los huevos de dinosaurio suelen mostrar menos diferencia entre los extremos romos y puntiagudos que los de las aves modernas, también suelen ser más alargados, lo que hace que el de Shixingoolithus sea inusual. Las cáscaras de los huevos son más finas, sobre todo para el tamaño de los huevos, que las de sus homólogos más cercanos.

Estos son los primeros huevos que se ven en Quianshan, de hecho, constituyen la primera evidencia de la existencia de dinosaurios en la zona. Sin embargo, es probable que no sean los únicos que aparezcan ya que las condiciones que se dieron allí en el Cretácico y en el Paleógeno temprano hicieron que se depositaran cantidades inmensas de sedimentos. Si solo la formación del Cretácico superior alcanza 887 metros de espesor, debajo puede haber un auténtico tesoro. 

Referencia: Qing He, Zhong-Liang Chen, et. al. 2022. A new oospecies of Shixingoolithus (Shixingoolithus qianshanensis oosp. nov.) from the Qianshan Basin, Anhui Province, East China. Journal of Palaeogeography. DOI: https://doi.org/10.1016/j.jop.2022.08.001

muyinteresante.es

Los dinosaurios se 'mudan' para que un pueblo de Soria reabra su escuela tras 43 años cerrada

Villar del Río, de 150 habitantes, ha desplazado su aula paleontológica para que seis pequeños recuperen el colegio

La nueva escuela se ha situado donde estaba antes el aula paleontológica.
Ayuntamiento de Villar del Río (Soria)
Villar del Río está rodeada de icnitas —huellas fosilizadas— de dinosaurios. Paseando por el pueblo uno puede hasta toparse con una recreación de un Iguanodon. Pero si acudes al edificio que históricamente ha ocupado el aula paleontológica, quizá oigas un griterío infantil que no termine de encajar con los dinosaurios, que poblaban la zona hace 145 millones de años. Los dinosaurios se 'mudan' para que este pueblo de Soria reabra su escuela tras 43 años cerrada.

Este municipio de Soria no supera los doscientos habitantes, pero ha conseguido abrir una escuela de infantil que llevaba 43 años cerrada. El edificio se había transformado hace años en un centro de interpretación, que se ha trasladado a otro edificio con la oficina de turismo. Los paneles, las maquetas y las huellas reales que se conservaban simplemente se han movido de espacio para priorizar la educación y confort de los pequeños.

La inauguración de la escuela de Villar del Río, en la década de los años 40.
Ayuntamiento de Villar del Río (Soria)
El camino no ha sido sencillo, pero el edificio en el que hace 70 años se enseñaban fracciones y sintaxis tendrá de nuevo libros y mochilas. De momento serán de princesas y dinosaurios, aunque la idea es que la escuela crezca con los niños: en cursos y en tamaño, si es necesario.

El alcalde de Villar del Río, Miguel Ángel López, explica a este diario que el Consistorio está a la espera de que se construya el nuevo centro de las ignitas, lo que liberaría espacio para la escuela y permitiría construir un comedor o una segunda aula. El regidor destaca las buenas instalaciones que tiene la escuela, con un patio cerrado, y que permitiría ampliar el centro, si hubiera demanda.

A pesar de que el edificio había acogido a la histórica escuela del pueblo, han sido necesarias reformas para adaptar el espacio. El Ayuntamiento de Villar del Río ha invertido 40.000 euros en obras para que el edificio cumpliera con toda la normativa.

Los alumnos serán seis, aunque hay otros tres niños “en el banquillo”. “Hay otros dos niños que tienen un año y un año y pico, y una en camino, que nacerá en enero”, explica el regidor del municipio, que considera su caso una “utopía”. “Fácil tampoco ha sido... Este es un peldaño que cuando lo pisas por primera vez, parece una utopía. Ha merecido la pena”, valora López. Oír a los niños jugar, correr, echar carreras con las bicis... “eso nos carga las pilas”, agrega.

El aula de la escuela de Villar del Río. Ayuntamiento de Villar del Río (Soria)
La ventaja de ser tan pocos niños es que la atención es personalizada y los pequeños aprenden más que en una escuela de ciudad. “Empezaremos trabajando por rincones y luego veremos qué metodología les va mejor. Como son dos niños de 5 años y cuatro de 3 años, las programaciones serán paralelas porque hay dos tipos de objetivos y contenidos”, explica Vanessa de la Fuente, maestra de los pequeños.

Todas las mañanas hacen una asamblea dando los buenos días, diciendo qué días es, el mes, el año... repasando conceptos temporales y numéricos. Cuentan cómo se sienten, si han ido de excursión el fin de semana o buscan soluciones conjuntas ante un conflicto. “Es una dinámica que da mucho juego porque los niños de 3 años adquieren contenidos y actitudes que ni siquiera oirían en una escuela urbana. Y los de cinco años, como son los mayores, son responsables del cuidado de los pequeños. Todo esto es un punto a favor”, explica la profesora.

Los mayores antes iban a otra escuela a la que corresponde el Centro Rural Agrupado (CRA) de San Pedro Manrique. “Dos de los niños iban a la escuela de Yanguas y ahora podrán ir a la de su pueblo”, explica el director del CRA, Germán La Orden. El pueblo está en zona de alta montaña... en invierno hace mucho frío y nieva mucho. El autobús es seguro, pero ir a Yanguas ya obliga a los niños a meterse en carretera o a los padres a ir al otro pueblo para llevar a sus hijos. De esta forma, podrán ir andando o con las bicis dentro del pueblo. Bueno, o a lomos de un dinosaurio.

eldiario.es