martes, 29 de junio de 2021

Una 'guardería' de fósiles ilustra la vida hace 518 millones de años

Toda la vida de la Tierra hace 500 millones de años vivía en los océanos, pero los científicos saben poco sobre cómo se desarrollaron estos animales y algas.   

Chuandianella ovata, un crustáceo extinto parecido al camarón.
- XIANFENG YANG, YUNNAN KEY LABORATORY FOR PALAEOBIO
 
Un yacimiento de fósiles recién descubierto cerca de Kunming (China) podría tener las claves para entender cómo estos organismos sentaron las bases de la vida en la tierra y en el mar en la actualidad, según un equipo internacional de investigadores.

El yacimiento fósil, llamado Haiyan Lagerstätte, contiene un tesoro excepcionalmente conservado de vertebrados primitivos y otros organismos raros de cuerpo blando, más del 50% de los cuales se encuentran en las etapas larvarias y juveniles de desarrollo. El yacimiento, que data del período geológico Cámbrico, hace aproximadamente 518 millones de años, y que ha proporcionado a los investigadores 2.846 especímenes hasta la fecha, es el más antiguo y diverso encontrado hasta ahora.

"Es simplemente sorprendente ver todos estos juveniles en el registro fósil --reconoce Julien Kimmig, responsable de las colecciones del Museo y Galería de Arte de Ciencias de la Tierra y Minerales de Penn State--. Los fósiles juveniles son algo que apenas vemos, especialmente de invertebrados de cuerpo blando".

Xianfeng Yang, paleobiólogo de la Universidad de Yunnan (China), dirigió un equipo de investigadores chinos que recogió los fósiles en el lugar de la investigación. Midió y fotografió los especímenes y los analizó con Kimmig, y sus resultados se publican ahora en la revista 'Nature Ecology and Evolution'.

Los investigadores identificaron 118 especies, incluidas 17 nuevas, en el Lagerstätte, un depósito sedimentario de fósiles extraordinarios con una conservación excepcional que a veces incluye tejidos blandos preservados.

Las especies incluyen los ancestros de los insectos y crustáceos actuales, gusanos, trilobites, algas, esponjas y vertebrados primitivos relacionados con peces sin mandíbula. Los investigadores también encontraron huevos y una gran cantidad de fósiles juveniles poco comunes con apéndices todavía intactos y sus tejidos blandos internos visibles.

Los especímenes están tan bien conservados que están revelando partes del cuerpo nunca antes vistas, destaca Sara Kimmig, profesora asistente de investigación en el Instituto de Sistemas Terrestres y Ambientales y directora de las instalaciones del Laboratorio de Isótopos y Metales en el Medio Ambiente de Penn State. "El yacimiento conservó detalles como ojos en 3D, rasgos que nunca se habían visto antes, especialmente en depósitos tan tempranos", asegura.

Según los investigadores, los científicos pueden utilizar la tomografía computarizada en estos rasgos 3D para reconstruir los animales y extraer aún más información de los fósiles.

El Lagerstätte contiene varios lechos de eventos, o capas en el sedimento donde se encuentran los fósiles. Cada capa representa un único evento de enterramiento. Todas las especies identificadas en el estudio están presentes en la capa más baja, y las siguientes contienen diversas especies, pero no en la medida de la más baja.

Los investigadores creen que estos intervalos podrían representar periodos de auge y decadencia de la comunidad marina. Muchas especies podrían haber llegado a la zona -en aquel momento situada en aguas más profundas hacia el centro del Golfo de Kunming- buscando protección frente a las fuertes corrientes marinas. Sin embargo, un cambio en los niveles de oxígeno o unas tormentas que provocaron que los sedimentos fluyeran por una ladera y enterraran todo lo que encontraban a su paso podrían haber provocado extinciones.

La abundancia de fósiles juveniles, por otra parte, sugiere que el Haiyan Lagerstätte podría haber sido una paleonursa. Las especies encontradas en el Lagerstätte podrían haber elegido reproducirse allí debido a la protección que les proporcionaba de los depredadores.

"¿Podrían estos gusanos, medusas y bichos haber desarrollado algo tan sofisticado como una paleoguardería para criar a sus crías? Sea cual sea el caso, es fascinante poder establecer un paralelismo entre este comportamiento y el de los animales modernos", afirma Sara Kimmig.   

Los científicos podrán utilizar esta colección para estudiar cómo se desarrollaron estos antiguos animales desde la fase larvaria hasta la adulta.

"Veremos cómo crecieron las diferentes partes del cuerpo a lo largo del tiempo, algo que actualmente desconocemos para la mayoría de estos grupos --destaca Julien Kimmig--. Y estos fósiles nos darán más información sobre sus relaciones con los animales modernos. Veremos si el desarrollo actual de estos animales es similar al de hace 500 millones de años, o si algo ha cambiado a lo largo del tiempo".

La información sobre el desarrollo también proporcionará información sobre las relaciones entre grupos de animales, ya que patrones de desarrollo similares pueden indicar un vínculo entre especies, añade.

"El Lagerstätte de Haiyan supondrá una gran riqueza de conocimientos para muchos investigadores, no sólo en lo que respecta a la paleontología, sino también a las reconstrucciones paleoambientales", subraya Sara Kimmig. Ella y sus colegas quieren realizar análisis geoquímicos de los especímenes y los sedimentos. Estos análisis podrían ayudarles a recrear el entorno y el clima de la época en que se depositó este Lagerstätte.

Los fósiles también permitirán a los investigadores estudiar cómo se comportaban los animales hace 500 millones de años, cuando el mundo era un poco más cálido que en la actualidad, y utilizarlo como indicador de hacia dónde se dirige el mundo en términos de comportamiento animal en un entorno más cálido.

"En este yacimiento, encontramos los antepasados de la mayoría de los animales modernos, tanto marinos como terrestres --señala Julien Kimmig--. Si el Haiyan Lagerstätte es en realidad una paleonutrición, significa que este tipo de comportamiento animal no ha cambiado mucho en 518 millones de años".

europapress.es

domingo, 27 de junio de 2021

El impacto del fin de los dinosaurios influye aún en la vida del cráter

El antiguo cráter de impacto submarino del asteroide que acabó con los dinosaurios continúa influyendo en el tipo de vida microbiana que se encuentra allí hoy.

Ubicación del sitio de perforación M0077 en el cráter de Chicxulub, península
  de Yucatán, México como se ve usando datos de gravedad.
- GULICK ET AL. (2008).
  
Los investigadores de la Universidad de Curtin utilizaron secuenciación de genes, recuentos de células y experimentos de incubación para estudiar las comunidades de microorganismos y encontraron que la deformación geológica causada por el impacto de hace 66 millones de años todavía está dando forma a la vida debajo del sitio en Chicxulub, México. Los resultados se publican en Frontiers in Microbiology.

El autor australiano principal conjunto Curtin Ph.D. La estudiante Bettina Schaefer, del WA-Organic and Isotope Geochemistry Center (WA-OIGC) en la Escuela de Ciencias Planetarias y Terrestres de Curtin, dijo que si bien los impactos de asteroides causaron graves alteraciones en los organismos y ecosistemas que habitan en la superficie, el cráter resultante podría ser una nutrición perfecta lugar para una nueva vida.

"El calor y la presión del impacto crearon un área esterilizada que provocó una extinción localizada de los microbios residentes", dijo Schaefer.

"Sin embargo, aproximadamente un millón de años después del impacto, el cráter se había enfriado a temperaturas lo suficientemente bajas como para que la vida microbiana regresara y evolucionara aisladamente de la vida en la superficie de la Tierra durante los últimos 65 millones de años".   

El profesor asociado geomicrobiólogo Marco Coolen, también de WA-OIGC y que desempeñó un papel principal en el proyecto, dijo que el estudio encontró las bacterias presentes en las rocas graníticas fracturadas por impacto, pobres en nutrientes y aún relativamente calientes (alrededor de 70 ° C) en la parte inferior. Partes del cráter diferían significativamente de las bacterias en la capa de escombros que llenaron el cráter inmediatamente después del impacto y nuevamente de los microbios presentes en los sedimentos marinos depositados en el cráter millones de años después.

"Los hallazgos dieron una idea de la vida microbiana en ambientes extremos y cómo la vida se recupera de eventos extremos como los impactos de asteroides", dijo el profesor asociado Coolen.   

"Dado que la biosfera microbiana profunda juega un papel importante en el ciclo global del carbono, es interesante investigar cómo las comunidades microbianas pudieron recuperarse de este catastrófico evento geológico.

"Con la creciente preocupación por un posible desastre ecológico generado por el hombre o el impacto de un asteroide, la investigación sobre cómo la vida en la Tierra ha respondido a importantes cambios ambientales, ecológicos y evolutivos, como las extinciones masivas del pasado geológico, es crucial para una mejor comprensión de la resiliencia de la vida en la Tierra, que es una dirección de investigación más amplia dirigida por el coautor John Curtin, el profesor distinguido Kliti Grice y director fundador de WA-OIGC ".

europapress.es

Un cráneo de T.Rex en el cuerpo fósil de un pájaro diminuto

Restos fósiles descubiertos en China de un diminuto pájaro que vivió hace 120 millones incluyen un cráneo único con una mezcla de características de dinosaurios y aves.

Reconstrucción digital del nuevo esqueleto fósil de pájaro mesozoico
 - WANG MIN 
 
El cráneo de dos centímetros de largo del fósil comparte muchas características estructurales y funcionales con el gigantesco Tyrannosaurus rex, lo que indica que los primeros pájaros conservaban muchas características de sus ancestros dinosaurios y sus cráneos funcionaban de manera muy similar a los de los dinosaurios en lugar de los pájaros de hoy en día.

Sus hallazgos fueron publicados en Nature Communications el 23 de junio.   

El ave fue depositada hace 120 millones de años en un lago poco profundo en lo que hoy es la provincia de Liaoning, en el noreste de China.

A través de la reconstrucción detallada del árbol genealógico de las aves, los investigadores del Instituto de Paleontología y Paleoantropología de Vertebrados (IVPP) de la Academia de Ciencias de China demostraron que la nueva especie de ave fósil pertenece a un grupo extinto de aves llamadas enantiornitinas o "aves opuestas". Son el grupo de aves más diverso de la época de los dinosaurios en el Cretácico y se han encontrado en todo el mundo.

En las aves vivas, el cuadrado es uno de los huesos más móviles del cráneo y permite la característica única de las aves vivas conocida como 'cráneo cinético', que permite que la mandíbula superior se mueva independientemente del cerebro y la mandíbula inferior.

Sin embargo, a diferencia de las aves vivas, el cráneo de este nuevo 'pájaro opuesto', así como el de dinosaurios como el Tyrannosaurus rex y los parientes dinosaurios cercanos de las aves (por ejemplo, troodóntidos y dromeosaurios), no es cinético. En cambio, sus huesos están "bloqueados" y no pueden moverse.

Las regiones temporales (lados) del cráneo de este fósil de ave son muy diferentes a las de las aves vivas. Esta nueva especie tiene dos arcos óseos para la unión de los músculos de la mandíbula, como los que se encuentran en reptiles como lagartos, caimanes y dinosaurios, lo que hace que la parte posterior del cráneo sea rígida y resistente al movimiento entre los huesos.

"Al reconstruir todas las partes del cráneo en tres dimensiones a partir de las tomografías computarizadas de alta resolución del fósil, tuve un problema para descubrir un hueso en particular", dijo en un comunicado el doctor Wang Min, autor principal y correspondiente del estudio. Dijo que su colega, el doctor Thomas Stidham, propuso que el hueso era el pterigoideo y se veía "exactamente como el del dromaeosaurio Linheraptor". El fósil tiene el primer hueso pterigoideo bien conservado encontrado en un pájaro temprano.

Los investigadores compararon las tomografías computarizadas del cráneo de un ave con las del cráneo del conocido dromaeosaurio Linheraptor de Mongolia Interior, China. Los resultados mostraron que muchas otras características de la parte posterior del cráneo, incluida la forma del hueso fenoides base y sus conexiones con otros huesos del cráneo, también se parecen a los dromeosaurios en lugar de a las aves vivas.

"El pájaro fósil y los dinosaurios también carecen del contacto discreto entre el pterigoideo y el cuadrado cerca del paladar que se utiliza en la cinesis del cráneo en las aves vivas. En combinación con los huesos temporales 'bloqueados', la diferencia en la estructura del paladar también apunta a la ausencia de kinesis entre los madrugadores ", dijo Stidham.

Además, el descubrimiento del equipo y la meticulosa investigación anatómica ayudan a reforzar el argumento ya bien respaldado, basado en muchas líneas diferentes de evidencia, de que las aves no solo son dinosaurios vivos, sino que evolucionaron a partir de la rama de los dinosaurios que incluye troodóntidos y dromeosaurios como los Microrraptor de cuatro alas y el veloz Velocirraptor.

"Tener un cráneo de 'dinosaurio' en el cuerpo de un pájaro ciertamente no impidió que las enantiornitinas, u otras aves tempranas, tuvieran un gran éxito en lugares de todo el mundo durante decenas de millones de años durante el Cretácico", dijo Wang.

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Los dinosaurios también anidaron en el Ártico

Casi todos los dinosaurios del Ártico, desde los pequeños animales parecidos a las aves hasta los tiranosaurios gigantes, se reproducían en la región y probablemente permanecían allí todo el año.   

Representación artística del tiranosaurio Nanuqsaurus con sus crías.
- JAMES HAVENS
Es la conclusión que científicos de la Universidad de Alaska Fairbanks y de la Universidad Estatal de Florida publican en un nuevo artículo en la revista 'Current Biology'.

"No hace mucho que la gente se sorprendió al descubrir que los dinosaurios vivían en el Ártico hace 70 millones de años --recuerda en un comunicado Pat Druckenmiller, autor principal del artículo y director del Museo del Norte de la Universidad de Alaska--. Ahora tenemos pruebas inequívocas de que también anidaban allí. Es la primera vez que se demuestra que los dinosaurios podían reproducirse en estas altas latitudes".

Los hallazgos contradicen las hipótesis anteriores de que los animales emigraban a latitudes más bajas para pasar el invierno y ponían sus huevos en esas regiones más cálidas. También es una prueba convincente de que eran de sangre caliente.  


Durante más de una década, Druckenmiller y Gregory Erickson, profesor de ciencias biológicas de la Universidad Estatal de Florida, han realizado trabajos de campo en la Formación Prince Creek, en el norte de Alaska. Han desenterrado muchas especies de dinosaurios, la mayoría de ellas nuevas para la ciencia, en los acantilados sobre el río Colville.

Sus últimos descubrimientos son pequeños dientes y huesos de siete especies de dinosaurios perinatales, un término que describe a las crías de dinosaurios que están a punto de nacer o acaban de hacerlo.

"Uno de los mayores misterios sobre los dinosaurios del Ártico era si migraban estacionalmente hacia el Norte o eran habitantes de todo el año --destaca Erickson, coautor del artículo--. Encontramos inesperadamente restos de perinatos que representaban casi todos los tipos de dinosaurios de la formación. Era como una maternidad prehistórica".

La recuperación de los huesos y dientes, algunos de ellos no más grandes que la cabeza de un alfiler, requiere perseverancia y un buen ojo. Sobre el terreno, los científicos arrastraron cubos de sedimentos desde la cara de los acantilados hasta la orilla del río, donde lavaron el material a través de cribas cada vez más pequeñas para eliminar las rocas grandes y la tierra.

Una vez en sus laboratorios, Druckenmiller, Erickson y la coautora Jaelyn Eberle, de la Universidad de Colorado en Boulder, volvieron a cribar el material. Luego, cucharadita a cucharadita, el equipo, que incluía estudiantes de grado y de posgrado, examinó las partículas arenosas restantes bajo microscopios para encontrar los huesos y los dientes.

"Recuperar estos pequeños fósiles es como buscar oro --explica Druckenmiller--. Requiere una gran cantidad de tiempo y esfuerzo clasificar toneladas de sedimento grano a grano bajo el microscopio. Los fósiles que encontramos son raros, pero son científicamente ricos en información".

A continuación, los científicos trabajaron con Caleb Brown y Don Brinkman, del Museo Real Tyrrell de Paleontología de Alberta (Canadá), para comparar los fósiles con los de otros yacimientos situados en latitudes más bajas. Esas comparaciones les ayudaron a concluir que los huesos y dientes eran de dinosaurios perinatales.

Una vez que supieron que los dinosaurios anidaban en el Ártico, se dieron cuenta de que los animales vivían toda su vida en la región.   

Las investigaciones anteriores de Erickson revelaron que el periodo de incubación de este tipo de dinosaurios oscila entre tres y seis meses. Como los veranos en el Ártico son cortos, aunque los dinosaurios pusieran sus huevos en primavera, sus crías serían demasiado jóvenes para emigrar en otoño.

Las temperaturas globales eran mucho más cálidas durante el Cretácico, pero los inviernos en el Ártico aún habrían incluido cuatro meses de oscuridad, temperaturas gélidas, nieve y poca vegetación fresca para alimentarse.

"Por muy oscuros y sombríos que fueran los inviernos, los veranos habrían tenido 24 horas de luz solar, condiciones ideales para un dinosaurio en crecimiento si podía crecer lo suficientemente rápido antes de que llegara el invierno", señala Brown, paleontólogo del Royal Tyrrell Museum.   

La residencia en el Ártico durante todo el año proporciona una prueba natural de la fisiología de los animales, añadió Erickson.

"Hemos resuelto varios misterios de larga data sobre el reinado de los dinosaurios, pero hemos abierto una nueva lata de gusanos, pero cómo sobrevivían a los inviernos árticos", se pregunta. "Tal vez los más pequeños hibernaron durante el invierno --responde Druckenmiller--. Quizás otros vivían de un forraje de baja calidad, muy parecido al de los alces actuales, hasta la primavera".

Los científicos han encontrado fósiles de animales de sangre caliente en la región, pero no serpientes, ranas o tortugas, que eran comunes en latitudes más bajas. Eso sugiere que los animales de sangre fría no estaban preparados para sobrevivir en las frías temperaturas de la región.

europapress.es

jueves, 24 de junio de 2021

Siguiendo las huellas de los dinosaurios en Burgos

Rutas por Burgos

Entre Quintanilla de las Viñas y Regumiel de la Sierra se alzan varios de los yacimientos de fósiles e icnitas más importantes de la Península Ibérica


El Museo de Dinosaruios de Salas de los Infantes es parada obligada de la ruta de los dinosaurios en Burgos. / Aythami Pérez

La Pedraja. Mambrillas de Lara. / BC
¿Alguna vez soñaste con caminar entre dinosaurios? Seguro que sí. Esos seres que dominaron la Tierra durante millones de años han despertado siempre nuestra curiosidad, y aunque las aventuras de Parque Jurásico están lejos de ser una realidad, lo cierto es que hoy puedes hacer una ruta siguiendo sus huellas. Y sin salir de Burgos, por cierto.

Y es que, millones de años antes de que nuestros antepasados se irguieran y dejaran constancia de su paso por Atapuerca, lo que hoy es la provincia de Burgos fue tierra de dinosaurios. El ecosistema y el territorio eran muy diferentes a los que vemos hoy, sin duda, pero muchos de los rastros de aquellas enormes criaturas siguen siendo visibles en zonas como la sierra de La Demanda, donde se erigen varios de los yacimientos de fósiles e icnitas más interesantes de la Península Ibérica, tal y como confirman quienes llevan años estudiándolos.

Quizá, el más importante de todos esos yacimientos sea el de Las Sereas, situado a caballo entre Quintanilla de las Viñas y Mambrillas de Lara, una zona ocupada a finales del Jurásico e inicios del Cretácico por un gran lago de aguas poco profundas, un lugar ideal para el paso de saurópodos y otras especies. En toda esa zona se ha identificado un enorme yacimiento en el que se han documentado hasta la fecha cerca de un millar de icnitas, repartidas en 14 afloramientos rocosos a lo largo de cinco kilómetros. La envergadura del yacimiento ha obligado a dividirlo en partes, de las cuales, hasta ahora, apenas se han investigado en profundidad unas pocas.

No obstante, los resultados son espectaculares. Sólo en Las Sereas 7 se han localizado 60 huellas muy bien marcadas, fundamentalmente de saurópodos y terópodos, repartidas en varios rastros perfectamente identificables a simple vista.

A apenas un puñado de metros de Las Sereas 7, y casi como continuación, aparece el yacimiento de La Pedraja, al que se accede desde Mambrillas de Lara, a poco más de media hora en coche desde Burgos capital. Allí, igualmente visibles, afloran hasta 123 huellas de diferentes especies en un espacio muy reducido, flanqueado por la representación de un enorme saurópodo.

Cerca de Burgos

Un cómodo paseo permite al viajero hacer un viaje en el tiempo e imaginarse cómo serían aquellos seres antediluvianos. Pero para hacerse una idea más concreta de su morfología y forma de vida , nada mejor que coger el coche y conducir un puñado de kilómetros hasta Salas de los Infantes.

Allí aguardan dos hitos. El primero es el yacimiento de Costalomo, ubicado a las afueras de la localidad salense, donde han sido documentadas otras 239 huellas, datadas en 125 millones de años (Cretácico Inferior). Algunas de ellas, por cierto, de especial relevancia, como la correspondiente a 'Atila', un enorme carnívoro de unos 15 metros de longitud cuya huella alcanza los 75 centímetros.

Museo de Dinosaurios

Museo de Dinosaurios de Salas de los Infantes. / BC
El segundo hito de Salas de los Infantes es el Museo de Dinosaurios, la punta de lanza del proyecto de investigación y divulgación de las icnitas y fósiles encontrados en los diferentes yacimientos del entorno durante los últimos años. Y no son pocos. De hecho, la sobriedad y humildad de las instalaciones del propio museo chocan frontalmente con el contenido de la muestra, una de las más completas sobre la materia que se pueden visitar hoy en día.

De hecho, el Colectivo Arqueológico y Paleontológico de Salas (CAS), alma mater del proyecto de investigación de la comarca, se ha acostumbrado a sacar a la luz cada verano restos de una singular importancia en diferentes emplazamientos del entorno. Es más, ya han catalogado varias especies 'autóctonas'.

burgosconecta.es

martes, 22 de junio de 2021

8ª GALA ECOFRIKIS - PIEDRAS

La Fundación Oxígeno ha colgado la gala televisada de Ecofrikis-piedras que tuvo lugar el pasado viernes 18 de junio de 2020.

En "Flipando por las piedras", Fidel Torcida, director del Museo de Dinosaurios de Salas de los Infantes, habló de dinosaurios y otras piedras vivas (del 54:06 a 1:00:27).


¿EcoFrikis?

En nuestro país existen muchos valores ambientales que mueven a un gran número de personas.

Somos profesionales y aficionados a diferentes temas y disciplinas, a las que dedicamos largas horas de nuestro tiempo y esfuerzo. Bien a su estudio, investigación o desarrollo, bien a su contemplación y disfrute, bien a su defensa, contribuyendo así a la mejora del medio ambiente, de la sociedad y de la cultura.

Desde Fundación Oxígeno, Fundación Ibercaja y Fundación Cajacírculo consideramos de gran interés poner en contacto a todas estas personas enamoradas de “algo”, aficionadas y/o profesionales que de forma simpática denominamos 'ECOFRIKIS', los cuales gracias a estos encuentros podrán conocerse, trabajar en común, crear red y divulgar así más, la importancia de su tema preferido al resto de la sociedad. 

fundacioncajacirculo.es

sábado, 19 de junio de 2021

Descubren las huellas de los últimos dinosaurios que caminaron por Reino Unido hace 110 millones de años

Los investigadores hallaron las pisadas fosilizadas de al menos seis especies distintas de dinosaurio del Cretácico inferior.

Representación de un paleoartista sobre los dinosaurios y sus huellas. 
Megan Jacobs, Universidad de Portsmouth.
Un equipo de investigadores afiliados a diversas instituciones científicas marroquíes y británicas descubrieron durante excavaciones realizadas en el condado Kent, en el sur de Reino Unido, una serie de huellas fosilizadas dejadas por al menos seis especies distintas de dinosaurios durante el Cretácico inferior, hace más de 110 millones de años.

Según detallan los académicos, las pisadas fueron encontradas, junto con madera y ostras fosilizadas, en los acantilados costeros de Folkestone, un área en la que constantemente nuevos fósiles quedan al descubierto debido a las condiciones climáticas y al efecto de la erosión sobre las capas de roca.

Los resultados del análisis de las huellas, publicados este jueves en la revista Proceedings of the Geologists' Association, sugieren que las marcas pertenecen a tres grupos distintos de dinosaurios, que incluyen anquilosaurios, unos animales robustos acorazados similares a "tanques vivientes", terópodos, bestias carnívoras de tres dedos como el 'Tyrannosaurus rex', y ornitópodos, una especie de herbívoros con una estructura pélvica similar a la de las aves, conocida como "cadera de pájaro".

Entre los hallazgos más llamativos se encuentra una enorme pisada de unos 80 centímetros de ancho por 65 de largo, que se sospecha perteneció a un dinosaurio tipo iguanodón, así como una serie de pisadas de tamaño similar a las de los elefantes, probablemente dejadas por un 'Ornithopodichnus', del que también se han encontrado huellas similares, pero de menor tamaño, en China.

"Este es el primer registro de huellas de dinosaurios de la formación de Folkstone, y constituye la relación más reciente de huellas de dinosaurio de Inglaterra", es decir, fueron dejadas por los últimos dinosaurios conocidos que caminaron sobre Reino Unido antes de su extinción, explicó David Martill, coautor de la investigación.

actualidad.rt.com

Fósiles de rinocerontes gigantes descubiertos en China muestran que eran más altos que las jirafas y pesaban 21 toneladas

Ilustración artística de la especie recién descubierta. Imagen: Yu Chen
El mamífero más grande que haya existido es llamado Paraceratherium, un rinoceronte gigante del que se han encontrado fósiles en China, Mongolia, Kazajstán y Pakistán. Una investigación realizada por Deng Tao, del Instituto de Paleontología de la Academia de Ciencias de China, publicó una investigación en la que demuestra que eran más grandes que las jirafas.

El estudio ha sido publicado en Communications Biology y analiza los fósiles encontrados de la especie que comprenden el cráneo y la mandíbula así como un eje y dos vértebras toráxicas.

Según Tao, este rinoceronte gigante vivió hace 26.5 millones de años y pesaba 21 toneladas, el equivalente a cuatro elefantes africanos adultos. La cabeza del animal alcanzaba los 7 metros y comía de las copas de los árboles.

Al principio, los científicos dijeron que el análisis de los fósiles, encontrados cerca de la aldea de Wangjiachuan en 2015, apuntaban a una especie completamente nueva que era diferente a otros rinocerontes gigantes ya conocidos, sin embargo se dieron cuenta que la especie estaba estrechamente relacionada con las otras especies.

Las condiciones tropicales permitieron que el rinoceronte gigante regresara hacia el norte a Asia Central, lo que explica que la especie se encontrara en ese punto.

xataka.com.mx

Árboles petrificados en Perú revelan la historia primigenia de Sudamérica

Una erupción volcánica en el Bosque Petrificado de Chamana hace 39 millones de años enterró los fósiles de la vegetación que poblaba esta colina peruana. La erosión y el paso del tiempo los ha dejado al descubierto, permitiendo conocer al detalle los secretos de la fauna y flora de esta región del planeta antes de que el ser humano la poblase. 

Con las pruebas descubiertas por los paleontólogos, una artista dibujó El Bosque
Petrificado de Chamana tal y como podría haber sido mucho antes de la aparición
de los humanos. 
Foto: NPS/GIP Mariah Slovacek
En las colinas de las afueras del pequeño pueblo de Sexi, en Perú, un bosque fósil guarda secretos sobre el pasado de Sudamérica de hace millones de años.

Cuando visitamos por primera vez estos árboles petrificados, hace más de 20 años, no se sabía mucho sobre su edad o cómo se habían conservado. El proceso comenzó por datar las rocas y estudiar los procesos volcánicos que preservaron los fósiles. A partir de ahí, vino la reconstrucción de la historia del bosque, desde el día en que, hace 39 millones de años, un volcán entró en erupción en el norte del Perú.

Ese día llovió ceniza sobre el bosque, arrancando las hojas de los árboles. Luego, flujos de material de ceniza se desplazaron, derribando los árboles y llevándolos como troncos por un río hasta la zona donde fueron enterrados y conservados. Millones de años más tarde, después de que los actuales Andes se elevaran y arrastraran los fósiles, las rocas quedaron expuestas a las fuerzas de la erosión, y las maderas y hojas fósiles volvieron a ver la luz del día. 

Variedades arbóreas de Sexi, Perú, con secciones transversales
 de los  troncos. 
Foto: Mariah Slovacek/National Park Service
 
Este bosque petrificado, conocido como el Bosque Perificado Piedra Chamana, es el primer bosque fósil de los trópicos sudamericanos que se ha estudiado en detalle. Está ayudando a los paleontólogos a comprender la historia de los bosques megadiversos de los trópicos del Nuevo Mundo y los climas y ambientes del pasado de Sudamérica.

Examinando con microscopios finas láminas de madera petrificada, pudimos trazar un mapa de la variedad de árboles que prosperaron aquí mucho antes de que existiera el ser humano

Madera petrificada bajo el microscopio

Para averiguar los tipos de árbol que habían crecido en el bosque antes de la erupción se requerían muestras finas de la madera petrificada que pudieran estudiarse con el microscopio. No fue una tarea fácil debido al volumen y la diversidad de la madera fósil del yacimiento.

Se tomaron muestras de la diversidad de las maderas en base a las características que podían observarse a simple vista o con pequeños microscopios de mano, cosas como la disposición y la anchura de los vasos que transportan el agua hacia arriba dentro del árbol o la presencia de anillos de árboles.

Secciones delgadas de madera identificada como Cynometra, un árbol de la
 familia de las leguminosas. 
Foto: Woodcock et al 
A continuación, se cortaron pequeños bloques de los especímenes, y a partir de ellos se prepararon finas secciones petrográficas en tres planos. Cada plano ofrece una visión diferente de la anatomía del árbol. Esto permite observar muchas características detalladas relacionadas con los vasos, las fibras de la madera y el componente de tejido vivo de la madera. 

A partir de estas características, pudimos consultar estudios anteriores y utilizar la información de las bases de datos de maderas para averiguar qué tipos de árboles eran.

Pistas en el bosque y en las hojas

Muchos de los árboles fósiles tienen parientes cercanos en los actuales bosques tropicales de las tierras bajas de Sudamérica. Uno de ellos tiene características típicas de las lianas, que son enredaderas leñosas. Otros parecen haber sido grandes árboles de dosel, incluyendo parientes de la Ceiba moderna.

También se encontraron árboles muy conocidos en los bosques de Sudamérica como el Hura, o árbol arenero; el Anacardium, un tipo de anacardo; y el Ochroma, o balsa. El mayor espécimen del yacimiento de Sexi –un tronco fósil de unos 2,5 pies (75 cm) de diámetro– tiene características como las de la Cynometra, un árbol de la familia de las leguminosas.

El descubrimiento de un mangle, Avicennia, fue una prueba más de que el bosque crecía a baja altura cerca del mar antes de que los Andes se elevaran.

Estos fósiles de hojas pertenecían a un tipo de mangle, lo que indica que el
bosque estaba originalmente cerca del mar. 
Foto: National Park Service
Las hojas fósiles que ofrecieron otra pista del pasado. Todas tenían bordes lisos, en lugar de los bordes dentados o lóbulos que son más comunes en los climas más fríos de las latitudes medias y altas, lo que indica que el bosque creció en condiciones bastante cálidas. El bosque se desarrolló en una época del pasado geológico en que la Tierra era mucho más cálida que en la actualidad.

Aunque hay muchas similitudes entre este bosque petrificado y los bosques amazónicos actuales, algunos de los árboles fósiles tienen características anatómicas poco habituales en los trópicos sudamericanos. Uno de ellos es una especie de Dipterocarpaceae, una familia que tiene sólo otro representante en Sudamérica pero que es común hoy en día en las selvas tropicales del sur de Asia.

Una artista da vida al bosque

Nuestro concepto de cómo era este antiguo bosque se amplió cuando, para reconstruir el bosque y el paisaje, tuvimos la oportunidad de colaborar con una artista que había trabajado en el Monumento Nacional de los Lechos Fósiles de Florissant en Colorado, otro lugar con árboles fósiles que cuenta con gigantescos tocones de secuoya petrificados, al igual que ocurre en el Petrifed Forest National Park de Arizona.

Trabajar con la artista Mariah Slovacek, que también es paleontóloga, nos hizo pensar en muchas cosas: ¿Qué aspecto tendría el bosque? ¿Los árboles eran de hoja perenne o caduca? ¿Cuáles eran altos y cuáles más bajos? ¿Qué aspecto tendrían en flor o en fruto?

Un gran tronco petrificado en Sexi, Perú. Foto: National Park Service 
Sabíamos por la investigación que muchos de los árboles fósiles probablemente crecían en las orillas de arroyos o en bosques inundados, pero ¿qué pasa con la vegetación que crecía en los terrenos elevados junto a los cursos de agua? ¿Las colinas habrían sido boscosas o habrían albergado una vegetación más seca? Slovacek investigó a los parientes actuales de los árboles identificados en busca de pistas sobre el aspecto que podrían tener, como la forma y el color de sus flores y frutos. 

En el yacimiento de Sexi no se han encontrado fósiles de mamíferos, aves o reptiles de la misma época, pero sin duda el viejo bosque albergó una gran diversidad de fauna. Las aves se habían diversificado en esa época y los reptiles de la familia de los cocodrilos nadaban desde hacía tiempo en los mares tropicales.

Recientes descubrimientos paleontológicos han revelado que dos importantes grupos de animales, los monos y los roedores caviomorfos, entre los que se encuentran los conejillos de indias, llegaron al continente más o menos en la época en que crecía el bosque fósil.

Con esta información, Slovacek pudo poblar el antiguo bosque. El resultado es un exuberante bosque ribereño de altos árboles con flores y enredaderas leñosas. Los pájaros revolotean por el aire y un cocodrilo chapotea en la orilla. Casi permite imaginar que estamos en el mundo de hace 39 millones de años.

*Deborah Woodcock es investigadora en la Universidad de Clark y Herb Meyer es paleontólogo en el Servicio de Parques Nacionales de Estados Unidos. Esta nota apareció originalmente en The Conversation y se publica aquí bajo una licencia de Creative Commons.

nationalgeographic.com.es

viernes, 18 de junio de 2021

Cuando los T. rex dominaban, los depredadores medios desaparecían

Los depredadores de tamaño medio prácticamente desaparecieron al final de la historia de los dinosaurios allí donde el 'Tyrannosaurus rex' y sus parientes cercanos alcanzaron el dominio.   

Una nueva investigación de UMD muestra que la ecología cambió para los
tiranosaurios a medida que crecían. - ZUBIN ERIK DUTTA 
  
Es la conclusión que científicos de la Universidad de Maryland publican en la revista 'Canadian Journal of Earth Sciences'.

En esas zonas, que acabaron convirtiéndose en el centro de Asia y el oeste de América del Norte, los tiranosaurios juveniles se encargaron de llenar el nicho ecológico que antes ocupaban otros carnívoros.

La investigación llevada a cabo por Thomas Holtz, profesor principal del Departamento de Geología de la Universidad de Maryland, verificó los informes anecdóticos anteriores sobre un descenso drástico de la diversidad de especies de depredadores de tamaño medio en las comunidades dominadas por los tiranosaurios.

En cambio, la diversidad de las especies de presa no disminuyó. Esto sugiere que los depredadores de tamaño medio no desaparecieron debido a la disminución de sus presas, y que algo más --probablemente los tiranosaurios jóvenes-- intervino para cubrir su función ecológica.

"Al principio de la historia de los dinosaurios, en la mayoría de las comunidades habría un montón de diferentes tipos de carnívoros de diversos rangos de tamaño, desde pequeños del tamaño de un zorro hasta los gigantes ocasionales", recuerda Holtz en un comunicado.

"Entonces sucede algo entre hace 95 y 80 millones de años, donde vemos un cambio --destaca--. Los carnívoros realmente grandes, más grandes que un elefante, como los tiranosaurios y sus congéneres, se convierten en los depredadores de la cúspide, y los de tamaño medio, digamos carnívoros del tamaño de un leopardo o un búfalo, desaparecen o son muy raros".

Normalmente, un cambio tan drástico en los depredadores coincidiría con algún cambio en sus presas. O bien las especies de presa aumentarían drásticamente en ausencia de depredadores, o bien las especies de presa también disminuirían, indicando quizás por qué desaparecieron los depredadores. Pero el hecho de que Holtz no encontrara ningún cambio en la diversidad de las especies de presa indica que algo siguió cumpliendo el papel ecológico de los depredadores medianos desaparecidos.

Trabajos anteriores de Holtz y otros proporcionan pruebas de que los tiranosaurios jóvenes eran más rápidos y ágiles que sus padres y probablemente cazaban presas más similares a las que comían los dinosaurios de tamaño medio, más rápidos y ágiles.

Es posible que, a medida que los tiranosaurios evolucionaban y alcanzaban el dominio, sus jóvenes superaran a otros dinosaurios carnívoros de tamaño medio. Pero también es posible que algo más eliminara a los otros carnívoros y los tiranosaurios simplemente entraran a llenar el vacío.

El cambio hacia el dominio de los tiranosaurios y la desaparición de los depredadores de tamaño medio se produjo durante un largo vacío en el registro fósil, por lo que los científicos no pueden decir exactamente lo que ocurrió.

"En última instancia, resolver esto va a depender del aspecto más básico del primer nivel de la paleontología, que es el de las botas en el suelo y los picos en los sedimentos --precisa Holtz--. Necesitamos más sitios de muestreo de este intervalo entre hace unos 95 y 80 millones de años".

Para llevar a cabo el estudio, Holtz examinó el registro existente de 60 comunidades de dinosaurios -conjuntos de animales que vivían en la misma zona en el mismo momento- de los períodos Jurásico y Cretácico (hace 201 a 66 millones de años). En primer lugar, contó el número de especies carnívoras y las clasificó en categorías de tamaño, con dinosaurios de tamaño medio que pesaban entre 50 y 1.000 kilos y dinosaurios grandes que superaban los 1.000 kilos.

Su análisis reveló que en 31 comunidades los tiranosaurios no eran los mayores depredadores, y que había una amplia gama de depredadores en la categoría de 50 a 1.000 kilogramos. En Asia y América del Norte, esas comunidades existieron desde el Jurásico hasta la primera parte del Cretácico Superior (hace entre 201 y 80 millones de años). Fuera de Asia y América del Norte, siguieron existiendo hasta el final del período Cretácico tardío (hace 80 a 66 millones de años).

En las otras 29 comunidades de dinosaurios estudiadas por Holtz, los tiranosaurios eran los depredadores más grandes, y presumiblemente dominantes, con un peso superior a los 1.000 kilogramos. En esas comunidades, todas ellas situadas en Asia y América del Norte, los depredadores de entre 50 y 1.000 kilogramos eran raros o estaban ausentes durante la segunda mitad del Cretácico Superior (hace entre 80 y 66 millones de años).

A continuación, Holtz analizó las mismas comunidades en busca de cambios en el número de especies de presas. No encontró ninguna diferencia estadística en la diversidad de especies de presa entre las comunidades dominadas por tiranosaurios y las no dominadas por tiranosaurios.

Entonces, ¿qué significa esto? --se preguntó Holtz--. En aquellas comunidades en las que los depredadores de tamaño medio han desaparecido pero las especies de presa son igual de diversas, ¿podemos decir que nadie está depredando sobre estas presas de tamaño medio? No. Es casi seguro que ese no sea el caso. Es bastante probable que los tiranosaurios juveniles asumieran el papel ecológico de los carnívoros de tamaño medio desaparecidos".

En futuros estudios se profundizará en la composición de las comunidades de especies de presa para ver si hubo cambios en el tamaño de las presas durante el cambio a la dominación de los tiranosaurios.

Holtz también tiene previsto estudiar la distribución del tamaño de los carnívoros durante el periodo triásico, hace entre 251 y 201 millones de años. Comprender los cambios en la distribución del tamaño y la diversidad de especies puede ayudar a los paleontólogos a entender las influencias que afectan a los diferentes tipos de comunidades de depredadores y presas.

"Estas interacciones son importantes para entender cómo era la vida en la época de los dinosaurios --asegura--. Pero en un sentido más amplio, tener una mayor comprensión de los ecosistemas cambiantes, y en este caso, observar los componentes de depredadores y presas de un ecosistema, nos da una visión mejor y más diversa de cómo funcionan las interacciones de la vida en el mundo, incluso hoy en día".

europapress.es

martes, 15 de junio de 2021

V Concurso de Fotografía Geológica "Tierra de Dinosaurios" 2021

QUEDAN 15 DÍAS PARA QUE EXPIRE EL PLAZO











La Fundación para el Estudio de los Dinosaurios en Castilla y Léon convoca el quinto concurso de fotografía “Tierra de Dinosaurios”, 2021 con el fin de promover un mayor conocimiento social del valioso patrimonio geológico y paleontológico de la Sierra de la Demanda burgalesa

PARTICIPANTES:

Podrán participar todas las personas españolas o de cualquier nacionalidad sin límite de edad. Cada autor podrá presentar un máximo de cinco fotografías

TEMA:

El tema al que se dedica esta quinta edición es el paisaje geológico del macizo de Cameros/Demanda burgalés. Las imágenes deben ser tomadas en el entorno natural del territorio indicado que se delimita en la imagen que se adjunta en archivo jpg. El mapa puede descargarse en: http://fundaciondinosaurioscyl.com/docftp/territorio-del-concurso.jpg

A modo de ejemplos, se señala a continuación algunos lugares geológicos de relevancia en el territorio donde se desarrolla este concurso: pliegues sinclinales de Peña Carazo y Peña Gayubar, desfiladeros de Yecla, río Pedroso y río Mataviejas, valle del Arlanza, circos glaciares de Mencilla y Neila, paso de Las Calderas, el Castillejo o las cuevas kársticas de Arlanza.

Las fotografías se enviarán a cualquiera de los correos electrónicos de la Fundación Dinosaurios CyL: info@fundaciondinosaurioscyl.com o fundaciondinosaurioscyl@gmail.com   

El plazo de envío será desde el 28 de marzo hasta el 30 de junio de 2021.

Bases: descárgatelas aquí

Territorio indicado: Mapa (pinche aquí). 

www.fundaciondinosaurioscyl.com

Destacan a un geólogo que estudia el momento en que desaparecieron los grandes dinosaurios

La Asociación Geológica Argentina premió al científico del Conicet Silvio Casadío, quien es el director geología en la Universidad Nacional de Río Negro

Silvio Casadío eligió dedicarse a la geología, investigar y enseñar. Estudia rocas
de Patagonia Norte que permiten reconstruir las condiciones ambientales
de hace 66 millones de años.
El científico Silvio Casadío lleva décadas de investigación sobre las condiciones ambientales que predominaban al momento del impacto de un asteroide sobre la Tierra hace más de 65 millones de años. Trabaja con rocas que aún están en terrenos de Neuquén, Mendoza y La Pampa que son de aquella época. Además, es el director de la Escuela de Geología, Paleontología y Enseñanza de las Ciencias de la Universidad Nacional de Río Negro (UNRN), en la ciudad de General Roca.

Por sus aportes científicos y docentes, la Asociación Geológica Argentina acaba de premiar a Casadío. Es un galardón que se entrega cada 5 años como reconocimiento a personas que hayan tenido y tengan una trayectoria y actuación destacada en alguno de los campos del conocimiento o actividades vinculadas a las Ciencias de la Tierra.

La Asociación es una entidad sin fines de lucro, fundada el 30 de junio de 1945 y que nuclea a los profesionales de la geología en Argentina.

Actualmente, la Comisión Directiva está conformada con representantes de la geología de distintas provincias y entre sus objetivos institucionales están los de propender al progreso de las Ciencias Geológicas, estimulando las investigaciones científicas especialmente en lo que se refiere al mejor conocimiento de la geología del país y de las regiones vecinas de Argentina.

“Es un honor recibir el premio”, dijo Casadío a RÍO NEGRO, quien es un apasionado de la geología. “Como seres humanos, vivimos menos de 100 años. La geología se maneja con otra escala, con procesos que llevan millones de años. Además, nos permite pensar el futuro. Como disciplina es una oportunidad para hacer un trabajo en contacto con todo el mundo. Porque los continentes estuvieron unidos en el pasado. Entonces, nos obliga a rastrear los procesos geológicos en otras regiones del mundo e interactuar con científicos de otros países”, comentó.

El doctor Casadío se graduó en 1986 como Licenciado en Geología en la Universidad Nacional de La Pampa. Obtuvo un doctorado en Ciencias Geológicas de la Universidad Nacional de Córdoba en 1994. Hizo estudios postdoctorales en la Universidad de Kent en Ohio, Estados Unidos. Regresó y fue docente en La Pampa y en 2010 asumió como profesor titular en la Universidad Nacional de Río Negro en General Roca.

En el año 2004, el doctor Casadío ingresó como investigador en el Conicet.  Hace tres años alcanzó la categoría de investigador principal en esa institución científica nacional.

Ha publicado numerosos trabajos en revistas internacionales sobre diversos problemas del intervalo Cretácico Superior a Paleógeno de diversos sectores del país, siempre con fuerte énfasis en los problemas bioestratigráficos. También editó y escribió libros y capítulos de libro sobre esos temas, especialmente sobre estratigrafía de la Cuenca Neuquina de 2015.

Recibió en 1999 el Premio Florentino Ameghino de la Asociación Paleontológica Argentina y el Premio Egidio Feruglio en 2002 de la fundación homónimas por su labor científica. Dirigió siete tesis doctorales finalizadas y trabajos finales de licenciatura. Ha dirigido investigadores y becarios.

rionegro.com.ar

Los dinosaurios también sufrían tórridos veranos

Los científicos han ideado un método de utilizar isótopos para reconstruir el clima en el pasado geológico a escala estacional. Esto es lo que han descubierto.

IStock
¿Pasaban calor los dinosaurios? ¿Cómo eran sus veranos? Con objeto de reconstruir el clima del pasado prehistórico a nivel de estaciones, un equipo de científicos internacionales dirigido por Niels de Winter de la Vrije Universiteit Brussel (Bélgica) han desarrollado una forma innovadora de emplear el método de isótopos agrupados para este fin (los isótopos son átomos de un mismo elemento con diferentes masas). Los resultados indican que los dinosaurios tuvieron que lidiar con veranos más calurosos de lo que creíamos.

Los dinosaurios sufrían los cambios estacionales

Sus resultados, reconstruyendo con precisión las temperaturas mensuales de la superficie del mar en alrededor de 50 ° N de latitud a partir de conchas fósiles de moluscos bivalvos que vivieron durante el período de invernadero del Campaniano, hace unos 78 millones de años, sugieren que en las latitudes medias, es probable que las temperaturas estacionales aumentasen junto con el calentamiento climático, lo que habría provocado unas temperaturas de verano realmente altas.

"Solíamos pensar que cuando el clima se calentaba como lo hizo en el período Cretácico, la época de los dinosaurios, la diferencia entre las estaciones disminuiría, al igual que los trópicos actuales experimentan menos diferencia de temperatura entre el verano y el invierno. Sin embargo, nuestras reconstrucciones ahora muestran que la temperatura promedio sí aumentó, pero que la diferencia de temperatura entre el verano y el invierno se mantuvo bastante constante. Esto conduce a veranos más calurosos e inviernos más cálidos de lo que pensábamos".

Las conchas fósiles empleadas en el estudio estaban muy bien conservadas y procedían del sur de Suecia, de antiguas localidades costeras de la cuenca de Kristianstad, durante el Cretácico; crecieron en los mares cálidos y poco profundos que cubrían gran parte de Europa en ese momento. Registraron variaciones mensuales en su entorno y clima, como los anillos de un árbol.

¿Cuál era la temperatura?

Utilizando un método de "isótopos agrupados", descubrieron que las temperaturas del agua fluctuaban entre 15 y 27 grados Celsius, más de 10ºC más cálidos que en la actualidad. “Se pensaba que durante la era de los dinosaurios la diferencia entre las estaciones era pequeña”, expone Winter.

El equipo también trabajó con científicos de la Universidad de Bristol (Reino Unido) que desarrollaron modelos climáticos para comparar los resultados con simulaciones climáticas del período Cretácico. Los resultados concordaron perfectamente con los modelos de Bristol. Esto muestra que las variaciones en las estaciones y la química del agua son muy importantes en las reconstrucciones climáticas:

"Es muy difícil determinar los cambios climáticos de hace tanto tiempo en la escala estacional, pero la escala estacional es esencial para hacer correctas las reconstrucciones climáticas. Si apenas hay diferencia entre las estaciones, las reconstrucciones de la temperatura media anual resultan diferentes a las situaciones cuando la diferencia entre las estaciones es grande. Se pensaba que durante la era de los dinosaurios la diferencia entre las estaciones era pequeña. Ahora hemos establecido que había mayores diferencias estacionales. Con la misma temperatura promedio durante un año, se termina con un temperatura mucho más alta en el verano", concluyen los autores.

Referencia: 

Niels J. de Winter et al, Absolute seasonal temperature estimates from clumped isotopes in bivalve shells suggest warm and variable greenhouse climate, Communications Earth & Environment (2021). DOI: 10.1038/s43247-021-00193-9

muyinteresante.es