Fabien Knoll aplica la técnica del CT-SCAN en los
neurocráneos fosilizados
El paleontólogo francés Fabien Knoll está estudiando el
neurocráneo de los dinosaurios de Ariño a través de técnicas muy novedosas como
las tomografías computarizadas, que permiten discernir cómo era el cerebro de
estos grandes vertebrados del Mesozoico para comprender aspectos de su
comportamiento.
El paleontólogo francés Fabien Knoll en la plaza del Torico
de Teruel
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El paleontólogo francés Fabien Knoll está estudiando el
neurocráneo de los dinosaurios de Ariño a través de técnicas muy novedosas como
las tomografías computarizadas, que permiten discernir cómo era el cerebro de
estos grandes vertebrados del Mesozoico para comprender aspectos de su
comportamiento. Knoll acaba de obtener este año un contrato de la Fundación
ARAID en la Fundación Conjunto Paleontológico de Teruel-Dinópolis.
Experto en "paleontología virtual", Knoll
investiga actualmente la paleoneurología de los dinosaurios de Ariño, es decir,
cómo eran los cerebros de estos animales a través del estudio de sus cajas
craneanas. Para ello está reconstruyendo sus cerebros en 3D con el uso del
CT-SCAN, un tomógrafo que se usa habitualmente en medicina y que se está
abriendo a la investigación en diferentes campos científicos.
Knoll formó parte del último jurado del Premio Internacional
de Paleontología Paleonturología 16 que se concede todos los años en Teruel, y
asegura que las nuevas tecnologías han abierto infinidad de posibilidades para
el estudio de los fósiles.
"Hay un potencial fantástico y en los años que viene se
van a descubrir muchas cosas", afirma el paleontólogo, que tras obtener
uno de los contratos de investigación ofertados por la Fundación Agencia
Aragonesa para la Investigación y el Desarrollo (ARAID), eligió la Fundación
Dinópolis como centro receptor.
Trabaja en estos momentos en el escaneado y estudio de los
cráneos de los vertebrados de hace 111 millones de años hallados en el
yacimiento de la Mina Santamaría de Ariño, del grupo Samca. En el congreso
internacional de la Sociedad de Paleontología de Vertebrados (SVP por sus
siglas en inglés) celebrado en otoño en Utah (EEUU) se presentaron los primeros
resultados de las tomografías que se están haciendo a esos fósiles, en concreto
al dinosaurio Proa valdearinnoensis.
El estudio acaba de empezar y las posibilidades de
conocimiento que se abren son inmensas, reconoce Knoll. Además de los
neurocráneos, está previsto que analice también la osteogénesis, es decir, el
desarrollo de los huesos, de las crías de dinosaurio encontradas en Galve.
"Voy a trabajar en varios yacimientos, pero ahora lo
que he empezado es con el de Ariño porque tiene la particularidad de haber dado
varios neurocráneos, que es la parte del cráneo que cubre el cerebro, y eso nos
permite reconstruir en 3D, gracias a técnicas de CT-SCAN, el cerebro de esos
animales", explica Knoll.
Las tomografías computarizadas que se hacen con CT-SCAN
permiten combinar radiografías tradicionales con imágenes computarizadas que
laminan transversalmente el fósil, de forma virtual, y que permiten una
reconstrucción completa de lo que no se ve a simple vista.
Un sitio excepcional
"En un yacimiento normal de dinosaurios puedes
encontrar tal vez cada varios años un neurocráneo, pero en Ariño, que es un
sitio excepcional, se han encontrado varios neurocráneos de dinosaurios, y
también de cocodrilos y de tortugas, y eso permite saber un poco cómo era el
cerebro de los animales en esta época y ofrece un potencial que no vas a
encontrar en otros yacimientos o en muy pocos lugares del mundo", comenta
el científico.
En este sentido, asegura que el trabajo que se ha hecho hasta
ahora permite vislumbrar que se va a poder conocer "mucho sobre los
neurocráneos de esos animales, porque la suerte que tenemos es que los fósiles
de Proa dan resultado en CT-SCAN, lo que no siempre es el caso".
Se refiere a este respecto a los huesos de los Iguanodon de
Bernissart en Bélgica, "que han sido escaneados pero el resultado no es
utilizable, mientras que en Proa el resultado ha sido perfecto y eso facilita
mucho la investigación".
De momento solo se han presentado los resultados preliminares
en el congreso celebrado en Utah, si bien averiguar el grado de inteligencia
que tenían estos animales es "muy complejo", aclara el paleontólogo.
Precisa en este sentido que según estudios recientes, "la cantidad de
neuronas no es la misma en todos los animales, es un tema muy complejo y no
podríamos hablar mucho de la inteligencia de este animal, aunque es verdad que
tiene un cerebro que es de un tamaño muy modesto si tenemos en cuenta su tamaño
total".
De hecho, con sus 8 metros de longitud, el cerebro de Proa
sería como "una pelota grande de tenis". No obstante, su estudio
arrojará datos muy interesantes sobre la biología de este vertebrado. "La
manera en que se mueven se puede saber por el esqueleto postcraneal, pero la
forma del oído interno, por ejemplo, si está más o menos desarrollado, indica
si en su vida se movían mucho o no y si eran ágiles o no", argumenta, para
precisar que "en el caso de Proa tenemos un animal mediano, ni muy ágil ni
tampoco atrofiado desde este punto de vista".
El científico añade que hay características del neurocráneo
que pueden indicar cómo estaban desarrollados los lóbulos olfativos o el nervio
óptico, "que muestran el potencial que pueden tener los sentidos de esos
animales, pero son investigaciones en curso".
Además de Proa se ha escaneado ya el cráneo de Europelta
carbonensis, un dinosaurio acorazado poco frecuente. "Lo que salga de aquí
va a ser importante, va a ser nuevo y es una animal que es muy distinto a Proa,
y está bien comparar esos dos animales que vivían en el mismo momento y en el
mismo lugar pero que eran muy distintos, uno era posiblemente cuadrúpedo pero
más ágil que Europelta, que era probablemente un poco lento y torpe tal vez.
Sería interesante ver si lo que vemos en el esqueleto se refleja también en la
forma del cerebro", afirma.
Knoll, que ha trabajado como investigador en varias
instituciones de Francia, Alemania, Reino Unido y España, sostiene que la
paleontología se ha convertido en una ciencia "muy dinámica" y
considera que "Teruel tiene un patrimonio paleontológico que es único en
el mundo" y cuya relevancia internacional es por eso importantísima.