Hoy sábado, día 30 de abril: de 10.30 a 14.30 h. y, de 17.00 a 20.00 h. Mañana domingo, 1 de mayo el Museo de Dinosaurios abrirá de 10:30h. a 14:30h. y de 18:00h. a 20:00h. Lunes 2, cerrado.
sábado, 30 de abril de 2016
HORARIO MUSEO DE DINOSAURIOS PARA ESTE FIN DE SEMANA
Hoy sábado, día 30 de abril: de 10.30 a 14.30 h. y, de 17.00 a 20.00 h. Mañana domingo, 1 de mayo el Museo de Dinosaurios abrirá de 10:30h. a 14:30h. y de 18:00h. a 20:00h. Lunes 2, cerrado.
viernes, 29 de abril de 2016
Los dinosaurios emigraron de Europa durante el Cretácico
La investigación reafirma estudios previos, los cuales
apuntaban a que estos grandes animales siguieron emigrando por todo el mundo
después de que la Pangea se rompiera en masas de tierra separadas por los
océanos.
Un estudio de la Universidad británica de Leeds señala que
durante el Cretácico inferior los movimientos de dinosaurios se mantuvo entre
continentes, pero en el caso de Europa las rutas de estos eran solo de salida,
según un estudio que publica hoy el Journal of Biogeography.
Los expertos emplearon, por primera vez, la conocida como
"teoría de redes" para representar visualmente el movimientos de los
dinosaurios alrededor del mundo durante la era Mesozoica.
La investigación reafirma estudios previos, los cuales
apuntaban a que estos grandes animales siguieron emigrando por todo el mundo
después de que la Pangea se rompiera en masas de tierra separadas por los
océanos.
El estudio, dirigido por Alex Dunhill de la Escuela de la
Tierra y el Medioambiente de la Universidad británica de Leeds, explicó que
creen que algunos puentes de tierra se formaron temporalmente debido a los
cambios en el nivel del mar lo que volvió a conectar temporalmente los nuevos
continentes.
"Esas enormes estructuras -que abarcaron, por ejemplo
desde Indo-Madagascar hasta Australia- son difíciles de imaginar, pero teniendo
en cuenta los periodos temporales de los que estamos hablando, de unos diez
millones de años, es perfectamente factible que la actividad de las placas
tectónicas produjera las condiciones necesarias para que se formaran esos
puentes terrestres", indicó.
Los expertos usaron para su estudio la Base de datos
Paleobiológica, que contiene registros de los fósiles de dinosaurio documentados
y accesibles de todo el mundo.
Gracias a esa base de datos realizaron el mapeo de los
registros fósiles de las mismas familias de dinosaurios encontrados en
continentes diferentes durante distintos periodos de tiempo, lo que reveló las
conexiones que mostraban cómo habían emigrado estos animales, según un
comunicado.
Algunas regiones como Europa, tiene gran cantidad de datos
fósiles, mientras que otras zonas del mundo han permanecido inexploradas
durante largo tiempo. Por ello y para que los datos no fueran sesgados se
aplicó un filtro a la base de datos de manera que solo se tuvo en cuenta la
primera vez en que se encontraba una conexión de una familia de dinosaurios
entre dos continentes.
Los resultados apoyan la idea de que, aunque la separación
de los continentes redujo la migración de los dinosaurios entre las nuevas
tierras no se paró de todo.
Además, la investigación también mostró que todas las
conexiones entre Europa y otros continentes durante el periodo Cretácico
inferior (hace de 125 a 100 millones de años) se mantuvieron solo en dirección
de salida, es decir, las familias de dinosaurios abandonaron Europa, pero no
hubo nuevas familias que entraran.
Dunhill indicó que "este es un resultado curioso para
el que no hay una explicación concreta. Podría ser un patrón migratorio real o
un efecto de la naturaleza esporádica e incompleta del registro de los fósiles
de dinosaurios".
La "teoría de redes" suele usarse en ciencia
computacional para cuantificar datos de internet, como las conexiones de amigos
en Facebbok, y solo recientemente se empezó a emplear en la investigación
biológica, de manera que este es el primer estudio que se usa en el campo de
los dinosaurios.
lunes, 25 de abril de 2016
Nuevo titanosaurio descubierto en la Patagonia argentina
-LOS FÓSILES INCLUYEN UN CRÁNEO COMPLETO-
Paleontólogos argentinos han descubierto Sarmientosaurus musacchioi, una nueva especie de dinosaurio titanosauriano, a partir de un cráneo completo y fósiles del cuello hallados en Patagonia.
WITMERLAB, OHIO UNIVERSITY. |
Paleontólogos argentinos han descubierto Sarmientosaurus musacchioi, una nueva especie de dinosaurio titanosauriano, a partir de un cráneo completo y fósiles del cuello hallados en Patagonia.
Los titanosaurios, un tipo de sauropodo,
variaron en tamaño y peso entre una vaca y un cachalote. Estos herbívoros
tenían el cuello y la cola llargos y pueden haber sido los grandes herbívoros
más comunes en las masas de tierra del hemisferio sur durante el Cretácico. A
pesar de su abundancia, los cráneos de estos animales, fundamental útiles para
descifrar ciertos aspectos de su biología, son extremadamente raros. De los más
de 60 titanosaurios con nombre, sólo cuatro están representados por cráneos
casi completos o semi-completos.
Utilizando imágenes de tomografía computarizada (TC), los
autores de este estudio examinaron estrechamente este cráneo y huesos del
cuello fósiles en buen estado de conservación anatómica de Sarmientosaurus.
Los investigadores encontraron que el cerebro de
Sarmientosaurus era pequeño en relación con su enorme cuerpo, típico de los
saurópodos. Sin embargo, también encontraron evidencia de mayores capacidades
sensoriales que la mayoría de otros saurópodos. Ellos sugieren que Sarmientosaurus
tenía grandes ojos y una buena visión, y que el oído interno puede haber estado
capacitado para escuchar sonidos de baja frecuencia en el aire en comparación
con otros titanosaurios. Por otra parte, el órgano del equilibrio del oído
interno indica que este dinosaurio pudo haber tenido habitualmente su cabeza
con el hocico hacia abajo, posiblemente para alimentarse principalmente en
plantas de bajo crecimiento.
"Descubrimientos como Sarmientosaurus ocurren una vez
en la vida", dice el líder del estudio Rubén Martínez, del Laboratorio de
Paleovertebrados de la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco
(UNPSJB). "Es por eso que hemos estudiado los fósiles tan a fondo, para
aprender tanto como podamos sobre estos increíbles animales".
Sarmientosaurus musacchioi es el nombre de la localidad de
Sarmiento en la provincia de Chubut, que está cerca del sitio del
descubrimiento. El nombre de la especie también hace honor al difunto Eduardo
Musacchio, paleontólogo y profesor de la UNPSJB. El descubrimiento ha sidopublicado en PLOS ONE.
sábado, 23 de abril de 2016
Estudio: Dinosaurios estaban en declive antes del asteroide
POR MALCOLM RITTER
Associated Press
NUEVA YORK- Los dinosaurios llevaban mucho tiempo en declive antes de
que el impacto de un asteroide acabara con ellos hace 66 millones de años,
según un estudio.
El reporte es una nueva contribución a un antiguo debate:
¿Fue el asteroide lo que truncó el destino de un próspero grupo de animales? ¿O
los dinosaurios ya tenían problemas, y los efectos del asteroide fueron el
golpe definitivo de extinción? ¿Estaban destinados a desaparecer los dinosaurios
de todas maneras?
Aunque algunos expertos creen que los dinosaurios empezaron
a extinguirse entre cinco y 10 millones de años antes de su desaparición, el
nuevo informe sugiere que el proceso podría haber empezado mucho antes, quizá
50 millones de años antes de la catástrofe provocada por el asteroide.
En términos de especies "se estaban extinguiendo más
rápido de lo que podían reemplazarse", dijo el paleontólogo Manabu
Sakamoto, de la Universidad de Reading, en Inglaterra.
Sakamoto dirigió a un equipo de científicos británicos que
analizó tres grandes familias de dinosaurios, buscando pruebas de cuándo
comenzaron las extinciones a superar la aparición de nuevas especies.
Descubrieron que en la mayor parte de grupos de dinosaurios,
eso empezó a ocurrir unos 50 millones de años antes del asteroide. Otros dos
grupos mostraron un crecimiento, en lugar de un declive, y si se cuentan sus
resultados, la fecha general en que comenzó el declive de los dinosaurios se
retrasa hasta 24 millones de años antes de su desaparición.
Entre los grupos que iban a menos se encuentran carnívoros
de dos patas como el tiranosaurio rex y los gigantescos herbívoros de cuatro
patas y cuello largo conocidos como saurópodos. Por el contrario, otro
dinosaurio conocido, el triceratops, pertenecía a un grupo que estaba
creciendo.
Los resultados del estudio se publicaron el lunes en la
revista Proceedings of the National Academy of Sciences. Sakamoto dijo que no
está claro qué provocó esas largas decadencias.
Los datos respaldan la idea de que el impacto del asteroide
llevó a la extinción a un grupo de criaturas que ya tenía problemas, frente a
la teoría de que los dinosaurios estaban condenados en cualquier caso. El
experto señaló que uno de los grupos en declive todavía vive en sus
descendientes actuales, las aves.
Se cree que el asteroide cayó en la costa de la península
mexicana del Yucatán, provocando incendios forestales generalizados y un denso
humo que bloqueó la luz solar, además de cambiar el clima.
El análisis de Sakamoto es "lo mejor que puede
hacerse" dada la falta de fósiles disponibles de esa época, explicó Mark
Norell, presidente de la división de paleontología del Museo Americano de
Historia Natural en Nueva York.
La mayoría de los datos para el reporte procedían de
Norteamérica, con algunos de Asia y Europa occidental, señaló, y la conclusión
sería más firme si pudieran incluirse fósiles con una distribución geográfica
más amplia.
David Fastovsky, presidente del departamento de geociencias
en la Universidad de Rhode Island, en Kingston, dijo que situar el inicio del
declive en una fecha tan temprana es llamativo e inesperado. Sin duda, señaló
los paleontólogos analizarán el estudio "con mucha atención".
En internet:
Video de Universidad de Reading:
https://youtu.be/7X2dz1es-Gw
Revista: http://www.pnas.org
viernes, 22 de abril de 2016
Bebés de dinosaurio 'gigantes' al poco de nacer
Los dinosaurios de la especie Rapetosaurus krausei llegaban
a medir 15 metros de longitud durante la edad adulta. Y, según ha revelado el
hallazgo del fósil de un bebé de esta especie de saurópodo titanosáurido, se
desarrollaban rápidamente y ya desde muy pequeños alcanzaban proporciones de
adulto.
El descubrimiento, publicado esta semana en la revista
Science, sugiere que estos pequeños eran más independientes de sus progenitores
que las crías de otras especies de dinosaurio.Los fósiles de este bebé
Rapetosaurus krausei (denominados UA 9998) fueron encontrados en Madagascar.
Según explica el equipo que lo ha encontrado, liderado por
Kristina Curry Rogers, del Macalester College de Saint Paul (EEUU), este
pequeño dinosaurio murió probablemente de inanición cuando tenía entre 39 y 77
días, hace unos 70 millones de años... En un periodo corto, de entre uno y dos
meses aproximadamente, creció rápidamente, pues cuando falleció pesaba ya 40
kilogramos y medía 35 centímetros de altura (al nivel de la cadera)...Por ello,
los científicos creen que los bebés Rapetosaurus krausei eran más precoces y
menos dependientes de sus madres que los de otras especies de dinosaurio.
miércoles, 20 de abril de 2016
Geolodía Burgos 2016. El Bueno, el Malo, y el Feo. La Geología tras las escenas. Sábado 7 de mayo de 2016.
El Geolodía, es una iniciativa de la Sociedad Geológica de
España para divulgar la geología en la sociedad.
Te invitamos a pasar un día en el campo aprendiendo geología
y descubriendo que hay tras las escenas de la película El Bueno, el Feo y el
Malo.
Este año se cumplen los 50 años del rodaje de la película,
El Bueno, el Feo y el Malo. Buena parte de esta película se rodó en el sureste
burgales debido a la similitud entre estos paisajes y los de Arizona y Nuevo
Méjico.
Esta vez el Geolodía de Burgos está coordinado por los Dres.
Pedro Huerta (Univ. de Salamanca; CAS) y Fidel Torcida Fernández-Baldor (Museo
de Dinosaurios de Salas y CAS). El Colectivo Arqueológico y Paleontológico
Salense y la Asociación Cultural Sadhill, se encargan de la organización.
Resulta muy fácil inscribirse desde el siguente enlace:
sábado, 16 de abril de 2016
SEGUNDA CIRCULAR: VII Jornadas Internacionales sobre Paleontología de Dinosaurios y su Entorno.
8-10 de septiembre de 2016. Salas de los Infantes Burgos-España.
Una novedad es la lista de conferenciantes y el título
(provisional) de las conferencias que impartirán.
Los conferenciantes invitados son una referencia importante
en paleontología del Mesozoico.
El precio de inscripción es reducido si se hace antes de
julio próximo. La Organización del congreso está considerando la posibilidad de
conceder hasta 20 becas para aquellas personas que hayan trabajado en
actividades relacionadas con dinosaurios en Castilla y León (informaremos más
adelante).
Organizadas por el Colectivo Arqueológico y Paleontológico
de Salas (CAS) desde 1999, en las VII Jornadas también colaboran el Museo de
Dinosaurios de Salas de los Infantes, la Universidad de Zaragoza, la
Universidad del País Vasco y la Universidad de Salamanca.
Para cualquier información sobre las VII Jornadas visitar la
siguiente página o contactar con la organización en las siguientes direcciones
electrónicas.
Email: caspaleontologia@gmail.com
Envío de resúmenes: http://viijornadassalas.blogspot.com.es
Dirección postal: Colectivo Arqueológico-Paleontológico de
Salas; Plaza Jesús
Aparicio, 9. 09600 Salas de los Infantes (Burgos, España).
Tfno. contacto:
Museo de Dinosaurios de Salas de los Infantes (0034) 947 39
70 01
Blog de la Jornadas: http://viijornadassalas.blogspot.com.es/
viernes, 8 de abril de 2016
Boletín Informativo número 63
La Fundación para el Estudio de los Dinosaurios en Castilla y León acaba de publicar su nuevo Boletín informativo de invierno de 2016. Podéis descargaros aquí el sexagésimo tercer boletín de nuestra Fundación Dinosaurios.
La Universidad de Zaragoza analizará muestras de la zona cero del meteorito que provocó la extinción de los dinosaurios
Tres paleontólogos del Departamento de Ciencias de la Tierra
de la Universidad de Zaragoza (UZ) analizarán muestras de la primera
perforación submarina que se va a realizar en Yucatán (México), en la zona cero
del meteorito que provocó la extinción de los dinosaurios hace 66 millones de
años.
La Universidad de Zaragoza analizará muestras de la zona
cero del meteorito que provocó la extinción de los
dinosaurios ZARAGOZA |
EUROPA PRESS
|
Una expedición internacional taladrará hasta un kilómetro y
medio por debajo del fondo marino, atravesando el cráter de Chicxulub y
recuperando núcleos de rocas. Con casi 200 kilómetros de diámetro, la mitad del
cráter está enterrado bajo la península mexicana de Yucatán y la otra mitad,
bajo el fondo marino. Hasta ahora, solo se había estudiado en tierra.
Las muestras obtenidas serán distribuidas posteriormente
entre medio centenar de expertos de Europa, Estados Unidos, México, Canadá o
Japón que buscan conocer por qué aquel impacto fue tan catastrófico.
Laia Alegret, Ignacio Arenillas y José Antonio Arz,
paleontólogos del Instituto Universitario de Investigación en Ciencias
Ambientales de Aragón (IUCA), y que desde hace años participan dentro de este
grupo internacional, se encargarán del estudio de fósiles microscópicos (los
foraminíferos).
Este tipo de análisis ayuda a datar las rocas sedimentarias
marinas que los contienen y a conocer sus ambientes de depósito. Precisamente
por ello, estos micropaleontólogos del IUCA han contribuido a la datación de
las unidades sedimentarias relacionadas con el impacto meteorítico en el Golfo
de México y el Caribe, estableciendo la relación causa-efecto con el evento de
extinción en masa.
DOS MESES
Sus aportaciones han sido decisivas en 2010 en el artículo
publicado por la prestigiosa revista científica Science, en el que quedó
demostrado que la extinción masiva ocurrida hace 66 millones de años y que
afectó a casi el 70 por ciento de las especies de nuestro planeta fue provocada
por el impacto de un meteorito en la península mexicana del Yucatán.
Los trabajos de perforación comenzarán el próximo 13 de
abril y se desarrollarán durante dos meses, y se espera obtener muestras de
microfósiles, de minerales y de distintas trazas genéticas.
El proyecto, de nombre Expedición 364, podría desentrañar
otras cuestiones acerca de cómo se forman los grandes cráteres de impacto
multianulares, cómo se recuperó la biosfera tras el impacto y los efectos que
tuvo en la comunidad microbiana del subsuelo oceánico de Yucatán, o las causas
del calentamiento climático global que se produjo hace 55 millones de años,
entre el Paleoceno y el Eoceno.
Los trabajos son liderados por un grupo de investigación
multidisciplinar de la Universidad de México, coordinado con la Universidad de
Austin (Texas), el Imperial College de Londres y el British Geological Survey,
y con la colaboración de científicos de la Universidad de Zaragoza y de la
Complutense de Madrid.
El proyecto tiene un presupuesto de 10 millones de dólares.
Está financiado por el International Ocean Discovery Program y el International
Continental Scientific Drilling Programa. La coordinación técnica es tarea del
Consorcio Europeo de Perforación, ha indicado la UZ en una nota de prensa.
jueves, 7 de abril de 2016
Fósiles del Triásico revelan crecimiento de antecesores de dinosaurios
Los investigadores estudiaron cicatrices óseas en los huesos
de las piernas de los dinosaurios
Los huesos permiten analizar los cambios en la anatomía y tejido óseo de las especies
Los huesos permiten analizar los cambios en la anatomía y tejido óseo de las especies
Los restos fosilizados de la nueva especie Asilisaurus
kongwe ayudaron
a encontrar dichas variaciones. TWITTER / @burkemuseum
|
WASHINGTON, ESTADOS UNIDOS (06/ABR/2016).- Los huesos
fosilizados de la nueva especie llamada Asilisaurus kongwe, que vivió en el
Triásico Medio hace unos 240 millones de años, permitieron conocer más sobre el
crecimiento de estos antecesores de los dinosaurios.
Un equipo de paleontólogos estudió los restos óseos de 14
ejemplares del Asilisaurus kongwe, de diferente tamaño, género y edad, hallados
recientemente en el sur de Tanzania, y encontró muchas variaciones en el patrón
de crecimiento entre éstos reptiles.
Según los paleontólogos, los Asilisaurus kongwe fueron
reptiles que vivieron alrededor de 10 millones de años antes que los
dinosaurios más antiguos conocidos hasta ahora, en lo que actualmente es
Tanzania. Tenían una cola larga y quizá pesaban un máximo de 30 kilogramos.
Durante su investigación de la anatomía y el tejido óseo de
los especímenes descubiertos, los científicos encontraron que aunque éstos
animales individuales vivían más o menos en el mismo lugar y tiempo, crecieron
de manera diferente.
Compararon este hallazgo con cualquier familia moderna, con
sus hermanos y primos que difieren en altura o masa corporal, por ejemplo, un
hermano más bien pequeño y otro más alto; uno naturalmente muscular y otro
propenso a la delgadez.
Para llegar a esta conclusión, los investigadores estudiaron
cicatrices óseas en los huesos de las piernas de los Asilisaurus kongwe,
centrándose en los puntos donde los músculos y los tendones se unen a éstos.
Los restos del individuo que era más maduro cuando murió
tenían cicatrices óseas más grandes, al igual que las marcadas con la edad en
el esqueleto de cualquier persona o animal, según los resultados de la
investigación publicados en el Journal of Vertebrate Paleontology.
Los paleontólogos optaron por analizar las cicatrices óseas
debido a que el tamaño de los huesos es un pobre indicador de la madurez
esquelética en esta especie, ya que también puede influir el diferente sexo de
los especímenes.
El autor principal de la investigación, Christopher Grifin,
del Departamento de Ciencias de la Tierra de la Universidad Estatal y
Politécnica de Virginia, señala que las cicatrices están relacionadas "con
el crecimiento, no con el sexo".
Insectos de la prehistoria atrapados en el tiempo
Un yacimiento de ámbar descubierto en Cantabria -norte de
España- muestra los insectos que convivieron con los dinosaurios hace 110
millones de años. El descubrimiento recuerda la fantasía de “Parque Jurásico”,
sólo que los científicos no albergan la esperanza de resucitar a un
tiranosaurio rex mediante ingeniería genética y grandes dosis de ciencia
ficción. Les basta con los insectos: decenas de mosquitos, avispas, chinches,
cucarachas y arañas, en muchos casos desconocidos.
En la naturaleza hay instantes que perduran una eternidad,
momentos congelados durante millones de años que afloran en nuestros días como
si acabasen de ocurrir. El Instituto Geológico y Minero de España (IGME) ha
descubierto un filón de esos momentos en los alrededores de la cueva de El
Soplao, en Cantabria, un yacimiento de ámbar de 110 millones de años de
antigüedad repleto de insectos, que convivieron con los dinosaurios cuando la
costa norte de España estaba cubierta de frondosos bosques de coníferas
resinosas.
El descubrimiento recuerda la fantasía imaginada por Michael
Crichton en “Parque Jurásico”, sólo que los científicos responsables del
hallazgo no albergan la esperanza de resucitar a un tiranosaurio rex ni a un
triceratops mediante ingeniería genética y grandes dosis de ciencia ficción.
Les basta con lo que tienen entre manos: decenas de mosquitos, avispas,
chinches, cucarachas y arañas de especies que, en la mayoría de los casos, eran
desconocidas hasta ahora y que tendrán ocupados durante años a paleoentomólogos
de todo el mundo.
El Soplao es un viejo complejo minero situado en el valle
del Nansa, en el occidente de Cantabria, que en los últimos años no ha parado
de dar sorpresas. Desde mediados del siglo XIX hasta su cierre definitivo, en
1979, se extrajeron de sus galerías miles de toneladas de mineral de plomo y
zinc, en una actividad de la que todavía quedan huellas en la zona.
Era una explotación peculiar, una mina-cueva donde las
galerías abiertas a fuerza de pico y dinamita se entrecruzaban con las creadas
por el agua de forma parsimoniosa, pero inexorable, a lo largo de milenios.
AMBAR PURPURA DE EL SOPLAO. ARRIBA BAJO LUZ ARTIFICIAL
DEBIL,
ABAJO BAJO LA LUZ DEL SOL
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ESTALACTICAS QUE DESAFÍAN LA GRAVEDAD
Cuatro años antes de que la mina echara el cierre, ocho
miembros del Espeleo Club Cántabro descubrieron que el El Soplao no era una más
entre las 6.500 cuevas que horadan el suelo de esta región del norte de España.
La cueva albergaba una rareza geológica que ninguno de ellos había visto hasta
entonces: las excéntricas.
Por ese nombre se conoce a un tipo de estalactitas que
parece desafiar a la ley de la gravedad y que, en lugar de precipitarse hacia
el suelo a plomo, crece en todas direcciones, formando erizados penachos y
rosetones.
Otras cuevas del mundo cuentan con formaciones excéntricas,
pero en ningún caso con la calidad y abundancia que se aprecia en El Soplao,
aseguran los geólogos. Desde 2005, esa maravilla natural es una gruta abierta
al público, que cada mes atrae a miles de visitantes.
Fueron precisamente las obras de construcción de la
carretera que ahora permite acceder a la cueva desde el pueblo de Rábago las
que destaparon la última sorpresa que ha proporcionado hasta ahora El Soplao:
un yacimiento excepcional de ámbar del Cretácico, el más importante de Europa y
quizás del mundo, en opinión del Instituto Geológico y Minero de España.
AMBAR PURPURA DE EL SOPLAO. ARRIBA BAJO LUZ ULTRAVIOLETA,
ABAJO BAJO LA LUZ DEL SOL.
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ÁMBAR MUY RARO Y COTIZADO
Aunque los depósitos de ámbar de esa época son escasos,
pueden encontrarse varios ejemplos en Oriente Medio, Francia, el Reino Unido y
el noreste de España. Entonces, ¿qué hace especial al hallado en El Soplao?:
“En primer lugar, la edad”, precisa la directora de la investigación, la
geóloga Idoia Rosales, del IGME. “Para esa edad, 110 millones de años, la
cantidad de piezas de ámbar que encontramos es excepcional, muy abundante. Sólo
hemos empezado a escarbar un poco y ya hemos encontrado gran variedad de
piezas”.
Idoia Rosales y María Najarro, otra científica del IGME que
realizaba su tesis doctoral en Cantabria, fueron las descubridoras de la enorme
bolsa de ámbar que se encuentra en uno de los taludes de la carretera de acceso
a la cueva, de 25 metros de longitud y un metro de grosor. Nunca hasta entonces
se habían visto esas dimensiones en un yacimiento del Cretácico.
No sólo son esas cifras las que hace especial al depósito de
ámbar de El Soplao, sino fundamentalmente la cantidad de insectos que conserva
y la fortuna añadida de que casi todo el ámbar es azul, una variedad de ámbar
tan rara como cotizada que sólo se conocía en la República Dominicana.
“El ámbar azul de El Soplao es mucho más abundante y con una
luminiscencia muchísimo más intensa que el de la República Dominicana. La
luminiscencia en el ámbar del El Soplao tiene un matiz púrpura que no se ha
visto antes en ningún otro yacimiento del mundo”, relata Rosales en las
conclusiones del trabajo de campo que su equipo realizó el pasado otoño.
ÁMBAR PURPURA DE EL SOPLAO CON LUZ ARTIFICIAL DÉBIL
|
UN INCENDIO FORMÓ EL YACIMIENTO
Para sacar todo el partido científico a este yacimiento, el
IGME ha reunido un equipo de diez investigadores especializados en distintas
disciplinas procedentes del propio instituto y de las Universidades de
Barcelona, Kansas (EEUU) y Claude-Bernard Lyon-1 (Francia).
El grupo ya ha formulado una teoría que explica cuál fue el
fenómeno que originó una acumulación de ámbar tan grande: un incendio forestal
que arrasó la vegetación de los bosques resiníferos que cubrían esa zona de
Cantabria durante el Cretácico.
Así lo indican las piezas de fusinita (carbón vegetal)
halladas junto al ámbar, restos de una madera que ardió de forma muy rápida y a
una temperatura elevadísima, explica otro de los miembros del equipo del IGME,
el paleoentomólogo Enrique Peñalver.
Con una atmósfera mucho más rica en oxígeno que la actual y
unos bosques repletos de resina, los rayos de una tormenta bastarían para
desatar un incendio de proporciones gigantescas. Y, sin cubierta vegetal que
protegiera al suelo, las lluvias erosionaron el terreno y arrastraron hacia los
ríos toda la resina acumulada durante años al pie de cada tronco, mezclada con
otros restos del incendio. Toda esa resina flotó durante un tiempo en una
laguna salobre o en un estuario, donde hasta que se quedó enterrada y se
transformó en un fósil, en ámbar.
Otra de las peculiaridades del ámbar de El Soplao es que su
“inusual abundancia de bioinclusiones”, dicen los responsables de la
investigación. En otras palabras, que las piezas recuperadas están llenas de
insectos y arañas que en la resina de las coníferas hace 110 millones de años
El especialista en insectos fósiles de la Universidad de
Barcelona, Xavier Delclòs, explica que, en relativamente poco tiempo, en el
yacimiento de El Soplao han aparecido ocho órdenes de insectos diferentes, con
ejemplares en algunos casos no descritos hasta la fecha, como una avispa que
depositaba sus huevos dentro de orugas vivas, para que sus larvas se
alimentaran de ellas.
Entre los distintos tipos de mosquitos hallados en el ámbar
también están los del grupo de los jejenes, que se alimentaban principalmente
chupando la sangre de los dinosaurios.
¿ES POSIBLE “PARQUE JURÁSICO”?
Para todo aquel que haya leído la novela de Michael Crichton
o haya visto la película de Steven Spielberg, la pregunta es inmediata: ¿se
podría extraer de esos insectos sangre de los dinosaurios y recuperar su ADN?
Desde luego, no sería de tiranousaurio ni de triceratops, que habitaron en lo
que hoy es Norteamérica 50 millones de años más tarde, pero quizás sí de otras
especies menos populares como los hervíboros aragosaurus, iguanodon e
hypsilophodon o los carnívoros baryonyx y pelicanimimus, que vivieron en España
en el Cretácico Inferior, según el directorio de dinosaurios del Museo de
Historia Natural de Londres.
La ingeniería genética y la tecnología han avanzado mucho
desde que se publicó “Parque Jurásico” (1990). De hecho, el año pasado un
equipo de la Universidad Estatal de Pensilvania (EEUU) consiguió por primera
vez secuenciar el ADN de un animal extinguido: el mamut lanudo, que desapareció
de la Tierra hace unos 10.000 años. Pero, por desgracia para quienes sueñen con
resucitar a los grandes saurios, las moléculas de ADN no soportan bien el paso
del tiempo.
“Son muy frágiles y no fosilizan con tantos millones de años
de diferencia. Se han encontrado restos de ADN bastante reciente, digamos que
de miles de años, pero no de 110 millones de años. El ámbar no conserva el ADN.
En ninguno de los yacimientos mundiales se ha encontrado de momento restos de
ADN”, contesta Xavier Delclòs.
Los amantes de los dinosaurios tendrán que conformarse con
seguir viéndolos en los museos. Sin embargo, como subrayan los
responsables del IGME, yacimientos como
el hallado en El Soplao son “ventanas abiertas al Cretácico” que pueden aportar
información muy precisa sobre cómo era el ecosistema en el que vivían los
animales que un día dominaron el planeta.
Por Jose María Rodríguez.
EFE-REPORTAJES.
martes, 5 de abril de 2016
XIII Concurso de Postales del Museo de Dinosaurios 2016
Se busca estimular la participación de todos aquellos que
tengan interés en estos animales extinguidos. La participación social une a los
ciudadanos con los especialistas del Museo, con el detalle de que en estas
ocasiones la palabra la tienen todas aquellas personas que muestran su lado más
imaginativo y artístico.
Podrán participar en este concurso, con uno o más trabajos, todas las personas que lo deseen, admitiéndose únicamente bocetos originales, inéditos y no premiados en ningún otro concurso, con ilustraciones de motivos paleontológicos (relacionados con los dinosaurios) o arqueológicos.
Podrán participar en este concurso, con uno o más trabajos, todas las personas que lo deseen, admitiéndose únicamente bocetos originales, inéditos y no premiados en ningún otro concurso, con ilustraciones de motivos paleontológicos (relacionados con los dinosaurios) o arqueológicos.
Cada concursante podrá entregar hasta un máximo de 5
bocetos.
Se establecen tres categorías de participación:
- Modalidad A: personas de menos de 15 años de edad.
- Modalidad B: personas de 15 años de edad en adelante.
- Modalidad C: personas con discapacidad.
Un investigador cree que el 'planeta nueve' causa extinciones masivas en la Tierra cada 27 millones de años
¿PUDO ACABAR CON LOS DINOSAURIOS?
Al parecer los dinosaurios se extinguieron a raíz del
impacto de un asteroide o cometa con nuestro planeta, y una nueva hipótesis
relaciona esta y otras extinciones con el 'planeta nueve'.
La extinción de los dinosarios pudo ser provocada por el
Planeta Nueve | Foto: iurii/Shutterstock.com
|
Antonio Pérez Verde | @aperezverde |
Madrid |
Aunque el 'planeta X' o 'planeta nueve' lleva dando vueltas
en la cabeza de los científicos desde hace más de cien años, ha sido en estos
últimos meses cuando se le ha empezado a tomar en serio gracias al trabajo de
K. Batygin y M. Brown analizando movimientos de cuerpos transneptunianos que
parecían indicar su presencia. Este trabajo todavía no cuenta con una
publicación científica que lo respalde, aunque los resultados preliminares
fueron publicados en la revista 'Science' el pasado mes de enero.
Antes de esto, en 1985, Daniel Whitmire de la Universidad deArkansas en Estados Unidos publicó un artículo en la revista 'Nature' hablando
de ese planeta e indicando que podría ser el responsable de las extinciones
masivas de la Tierra, incluyendo la de los dinosaurios. Según Whitmire es un
proceso bastante simple: el 'planeta X' gira alrededor del sol y cada 27
millones de años, atraviesa el cinturón de Kuiper y explusa hacia el sol una
gran cantidad de cometas, quedando la Tierra en ese fuego cruzado, y entonces
¡bam! extinción masiva.
Whitmire se basa en el registro fósil, que muestra
evidencias de lluvias de cometas en la Tierra cada 26-27 millones de años. Sin
embargo, la primera estimación orbital del noveno planeta era de 15.000 años,
esto es, 1.800 veces más corta de lo que predice Whitmire. Ahora se está
deliberando si el noveno planeta es un planeta como tal o tan solo una
conjetura.
Desde 1985 a esta parte, varios científicos trataban de
entender por qué ocurren las extinciones masivas y ofrecían tres hipótesis: la
existencia de un noveno planeta, la existencia de una estrella próxima o las
oscilaciones verticales del Sol. Y de las tres, en los últimos 30 años se han
descartado las dos últimas, quedando sólo la del noveno planeta.
Pero hasta que las hipótesis de Batygin y Brown no sean
confirmadas no habrá 'planeta nueve' y, por lo tanto, la relación entre este
planeta y la extinción de los dinosaurios queda sólo en hipótesis.
Mayor yacimiento paleontológico de la zona austral se extiende por a lo menos siete kilómetros
El sitio sería una prueba de una conexión intermitente entre
Sudamérica y la Antártica, entre los 71 y 67 millones de años antes del
presente.
Mucho más grande de lo que se estimaba ha resultado ser el
yacimiento paleontológico de Cerro Guido-Las Chinas, en el que un grupo
multidisciplinario de investigadores trabaja todos los veranos desde el año
2014.
En esa ocasión en un área de 4 x 7 metros encontraron unos
52 huesos de hadrosaurios, también conocidos como dinosaurios pico de pato, un
hallazgo inédito en Chile. También desenterraron otros restos de fauna y flora
de hace 67 millones de años, la época inmediatamente anterior a la extinción de
estos animales por la caída de un asteroide.
"Ahora ratificamos que ese afloramiento geológico se
extiende por lo menos por 7 kilómetros, y encontramos muchos más restos de
hadrosaurio, pero también de un pequeño saurópodo en el mismo nivel de
excavación", cuenta Marcelo Leppe, paleobiólogo del Instituto Antártico
Chileno que lidera el proyecto Fondecyt que explora el área y también otro de
Innova Corfo que busca darle un valor agregado al sitio.
Pero lo más importante, dice, es que complementaron la información
geológica que ya disponían, lo que les ha revelado que el afloramiento tiene
varios niveles, que corresponden a distintos períodos del tiempo. Es así como
al excavar en otro sector del yacimiento identificaron un nivel 2 millones de
años más antiguo, donde encontraron restos de saurópodos, dinosaurios de cuello
largo que alcanzaban hasta 18 metros de longitud. "Esto está asociado a
una flora bastante más compleja que la que encontramos antes, muy bien
preservada y que no se parece a nada de lo que hallamos previamente.
Pero todavía hubo más sorpresas, ya que en el nivel más
bajo, que corresponde a otro millón de años antes, aparece otra flora dominada
por helechos y coníferas, que corresponde a ambientes mucho más cálidos que los
ejemplos de los niveles superiores.
La explicación para estos cambios abruptos del paisaje en
relativamente poco tiempo es que estarían vinculados con grandes erupciones
volcánicas en India, que precedieron a la caída del asteroide y generaron un
cambio climático que enfrío el planeta y aumentó la masa helada de los polos,
haciendo descender el nivel del mar. Esto permitió, entre los 71 y 67 millones
de años antes del presente, la existencia temporal de un puente entre
Sudamérica y la Antártica (que estaba mucho más cerca que hoy) en un período
que se creía que estaban separadas.
Según explica Leppe, ya hace 130 millones de años, la
Antártica se había separado de Sudamérica y justamente otro episodio de
descenso del mar provocó un intercambio de especies hace unos 99 millones de
años. Según los registros científicos, no se había repetido un escenario así
hasta los 50 millones de años antes del presente, pero los hallazgos en Cerro
Guido-Las Chinas revelan lo contrario.
"Calculamos que demoraremos unos 25 años en explorar
toda el área", dice.
viernes, 1 de abril de 2016
La Universidad de Drexel une impresión 3D y robótica para crear piernas de dinosaurio
Desde la Universidad de Drexel acaba de ser publicado un paper de manos de un grupo de investigadores que tratan literalmente de averiguar como un dinosaurio de proporciones épicas podía moverse en la Tierra hace millones de años, algo que se está tratando de entender mezclando novedosas tecnologías como puede ser la impresión 3D o la robótica.
Entrando un poco más en detalle, los investigadores
asignados a este proyecto por responsables de la Universidad de Drexel se han
fijado nada menos que en el Dreadnoughtus Schrani, uno de los dinosaurios más
grandes que han vivido en nuestro planeta, no en vano hablamos de una criatura
que, según los científicos, tiene un tamaño y peso aproximado de un Boeing 737.
Esto se sabe a partir de unos restos de un ejemplar joven descubiertos en
Argentina donde se desenterró un fémur de unos 1.8 metros de longitud.
Lamentablemente el animal vivo más cercano en tamaño a este ejemplar es el elefante y, como seguro entenderás no es comparable. Debido a esto un equipo de investigadores de la Universidad de Drexel se ha puesto a investigar cómo semejante criatura podría moverse, para eso han escaneado en 3D los huesos de la pierna encontrados para fabricar mediante tecnología 3D unidades, ensamblarlas y conseguir, mediante sistemas robóticos, que estos realicen el movimiento deseado.
Para conseguir descubrir este movimiento hay que descubrir
previamente dónde se podrían haber unido los tendones y músculos, a partir de
ahí se puede iterar rápidamente, probar diferentes configuraciones y, si no
funcionan, reconstruir el robot ajustando de nuevo algunas cosas. Después de
realizar estos pasos varias veces los científicos conseguirán que esta peculiar
pata de dinosaurio coincida en movimiento con las características mostradas por
el fósil.
Listos para perforar la zona cero del asteroide que mató a los dinosaurios
Una expedición científica taladrará en México 1,5 kilómetros
bajo el lecho marino en busca de los efectos del cataclismo que provocó un
asteroide hace 66 millones de años
Recreación del impacto de un asteroide |
Los secretos del cataclismo que acabó con los dinosaurios
son un tesoro sumergido. Ahora un proyecto largamente anhelado por los investigadores está a punto de ponerse en marcha: la perforación bajo el
lecho marino del cráter Chicxulub, el estratosférico boquete provocado hace
66 millones de años por el meteorito de más de 10 kilómetros de diámetro
que se estrelló sobre lo que hoy es la Península de Yucatán (México)
borrando a los saurios de la faz de la Tierra.
El 13 de abril un equipo internacional de científicos
partirá del puerto de Progreso, en el Golfo de México, y navegará 30 kilómetros
mar adentro hasta una plataforma de perforación con la que se tiene
previsto taladrar hasta un kilómetro y medio por debajo del lecho marino.
Hasta ahora el cráter sólo había sido estudiado con perforaciones en
tierra. Esta es la primera submarina.
La investigación busca ahondar el conocimiento sobre la
formación de cráteres por impacto en la Tierra y en otros planetas y
sobre sus efectos ambientales y ecológicos. "Nuestro nivel de comprensión
de estos procesos aún es muy incompleto, y pese a tres décadas largas de
intenso debate todavía seguimos intentando responder esta pregunta: ¿por
qué aquel impacto fue tan catastrófico", se expone en el
documento de presentación del proyecto.
Fuente: Science / El País |
"Uno de los objetivos principales es estudiar cuáles
fueron las condiciones para el regreso de la vida marina en la zona después del
impacto", explica Jaime Urrutia Fucugauchi, geofísico de la UNAM y uno de los
líderes del grupo de investigación multidisciplinar, coordinado con la
Universidad de Austin (Texas), el Imperial College de Londres y el British
Geological Survey, y con la colaboración de científicos de la Universidad de
Zaragoza y de la Complutense de Madrid.
El proyecto tiene un presupuesto de 10 millones de dólares.
Está financiado por el International Ocean Discovery Program y el
International Continental Scientific Drilling Programa. La coordinación técnica es
tarea del Consorcio Europeo de Perforación.
"Se perforará sobre una estructura característica en
cráteres en la Luna y en Marte que se conoce como anillo de picos, una cadena
circular de
montañas. Chicxulub es único por lo bien preservado que
está su anillo, y el estudio también nos permitirá evaluar de qué manera se
forman estos anillos", dice el profesor Urrutia.
El cráter tiene entre 180 y 200 kilómetros de diámetro. En
la Tierra existen otros dos más grandes y más antiguos, el de Vredefort en
Sudáfrica y el de Sudbury en Canadá, formados hace 2.000 millones de años por
impactos de asteroides o cometas. Pero su superficie está demasiado
erosionada y modificada tectónicamente para una adecuada prospección
científica.
La plataforma de estudio, similar a las petroleras, se
asentará sobre tres pilotes. En la primera semana de perforación se prevé llegar
a 500 metros bajo el suelo del Golfo de México, y poco a poco, a lo largo
de los dos meses siguientes, la cata irá horadando un kilómetro más,
recabando muestras de
microfósiles, de minerales y de distintas trazas genéticas.
El proyecto, de nombre Expedición 364, podría desentrañar
otros misterios hasta ahora insondables. Entre ellos el calentamiento
climático que se produjo hace 55 millones de años, entre el Paleoceno y el
Eoceno, que marcó el fin del reinado de las aves gigantes –posterior a la
extinción de los
dinosaurios– y el inicio de los diferentes grupos de
mamíferos. También se espera que aporte detalles sobre el asteroide que golpeó
nuestro planeta haciendo saltar por los aires una cantidad inconmensurable
de rocas, generando una ola de calor abrasiva y dejando como huella
por los tiempos de los tiempos el cráter Chicxulub.
UN TESORO QUE APARECIÓ BUSCANDO PETRÓLEO
La primera referencia que hubo del cráter sumergido se dio,
a mediados del siglo pasado, dentro de trabajos exploratorios de Petróleos
Mexicanos (Pemex). Se detectó que bajo el mar había una anomalía geofísica: una
estructura semicircular de unos 180 kilómetros de diámetro.
Pero no fue hasta finales de los años 70 que ingenieros de
Pemex, el mexicano Antonio Camargo y el estadounidense Glen Penfield,
establecieron la hipótesis de que aquella forma submarina podía ser un campo volcánico
enorme o un "cráter de impacto".
En 1991, Penfield, Camargo y un grupo de investigadores
confirmaron que era un cráter. Y en 1992, otra investigación determinó, mediante
estratigrafía magnética, que la edad del cráter, en efecto, se correspondía con la
del tiempo del cataclismo del Cretácico.
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