Aparece en Muro de Aguas el ejemplar más completo del
registro fosil español de un animal de hace 3,2 millones de años, un hallazgo
de valor incalculable
La riqueza paleontológica riojana tiene un nuevo
protagonista. Coordinada por la Dirección General de Patrimonio del Gobierno de
La Rioja, una excavación ha hallado en el término de Muro de Aguas el fósil
completo de un ‘stephanorhinus etruscus’, una especie de rinoceronte que vivió
en la cálida laguna que ocupaba en el Plioceno esta zona serrana riojana.
A pesar de la extensa presencia geográfica de esta
especie en la península, hasta ahora sólo se habían hallados fragmentos de su
esqueleto en otros yacimientos, como el vecino de la Horna. Por ello, el
hallado en Muro de Aguas es el ejemplar más completo de la especie en el
registro fósil español, todo un tesoro para la ciencia de nuestro país y para
el equipo multidisciplinar que lo estudiará en el futuro.
Adentrarse en su conocimiento permitirá conocer mejor
esta especie, el entorno que habitaba, la fauna y flora con la que compartía…
Tras una semana de minuciosa excavación, el equipo co-dirigido por María Elena
Nicolás ha comenzado el traslado a laboratorio del fósil de 2,5 metros de largo
para su limpieza, restauración y estudio.
En el mismo, hace un recorrido de Salas de los Infantes, con un museo dedicado a la paleontología, a Silos, con su claustro y su coro. Una ruta por las tierras burgalesas que recorrió el Cid. Habla, desde el rico patrimonio paleontológico (también artístico y arquitectónico) que atesora nuestra bella zona, hasta la Ruta de El bueno, el feo y el malo, a la necrópolis de Revenga o al monasterio de Silos y un largo etcétera dentro de nuestra comarca.
Os dejamos el reportaje que ha salido hoy en la edición en papel de El Viajero
Científicos hallan un nuevo fósil en Alemania, de 240
millones de años de antigüedad, que haría de puente entre los ancestros y los
miembros actuales de estos reptiles | Lo han bautizado Pappochelys, 'abuelo' y
'tortuga' en griego
Reconstrucción del cuerpo de Pappochelys. Rainer Schoch
(Agencia SINC).- Durante mucho tiempo, el origen y la
evolución temprana de las tortugas ha sido uno de los temas de la zoología que
ha generado mayor polémica. La falta de fósiles que permitieran explicar la
transición desde los ejemplares primitivos hasta los actuales, junto con la
diversidad de opiniones entre paleontólogos y expertos en evolución molecular
contribuía a alimentar la controversia.
Estas diferencias se solventan con el estudio publicadoen Nature en el que se presentan los fósiles de Pappochelys, una tortuga
primitiva encontrada en el lago Vellberg (Alemania) de 20 cm de largo y que
data de hace unos 240 millones de años, del Triásico medio.
Pappochelys no tenía caparazón pero, en su lugar, contaba
con costillas anchas, características de criaturas del linaje de las primeras
tortugas, y una serie de huesos a lo largo de su vientre. Sin embargo, entre
sus características físicas, la clave se encuentra en la presencia de diápsidas
–pequeñas aberturas que se encuentran detrás de la cuenca de cada ojo– en su
cráneo.
“Las tortugas de hoy en día no tienen tales aberturas por
lo que algunos paleontólogos pensaban que estas se habían desarrollado a partir
de los arcosaurios (dinosaurios y aves)”, explica a Sinc Hans-Dieter Sues,
investigador en el Museo de Historia Natural de Washington (EE UU) y coautor
del estudio.
De este modo, “las diápsidas dan la razón a la hipótesis
de los evolucionistas moleculares que sostenían que estos reptiles procedían de
la familia de los lepidosaurios (lagartos y serpientes) que actualmente presentan
estos orificios”.
Un puente en la evolución de las tortugas
El hallazgo de los fósiles permite además crear un
vínculo entre los ancestros más primitivos y los ejemplares de tortugas
actuales. “Durante años no tuvimos una serie fósil cronológicamente completa de
los ancestros de las tortugas”, explica el investigador alemán.
“Los restos de tortugas que disponíamos eran del Triásico
tardío comoProganochelys y Proterochersis, también procedentes de Alemania, que
ya habían desarrollado completamente sus caparazones”, añade el experto.
Según el estudio, a diferencia de estos, Pappochelys
presentaba una ampliación en la zona del vientre para permitir una mayor
ampliación en la zona de las costillas, al no haber desarrollado caparazón.
El origen del caparazón
En este sentido, el científico comenta que “este tronco
grueso permitió que los huesos y los nervios se fusionaran entre sí, que es lo
que muchos embriólogos sostienen como el origen del desarrollo del caparazón de
las tortugas”.
Los fósiles de Pappochelys se encontraron en los
alrededores de un lago, lo que indica que las primeras tortugas habitaban zonas
húmedas. “Es probable que este animal viviera una gran parte de su vida en un
lago de agua dulce junto a una rica fauna de peces, anfibios y pequeños
reptiles", apunta a Sinc Sues.
Para los investigadores, el esqueleto de este nuevo
ejemplar lo convierte en el intermediario perfecto entre el Eunotosaurus, la
tortuga más antigua conocida hasta ahora, de 260 millones de años de
antigüedad, y las tortugas posteriores.
El estudio de un grupo de fósiles hallados en Canadá ha
permitido conocer nuevos detalles sobre la Hallucigenia sparsa, una criatura
con forma de gusano que vivió hace 508 millones de años, y de cuya familia
derivan buena parte de los invertebrados actuales.
“Este animal medía entre 10 y 50 milímetros, tenía la
forma de un palo de hockey y era delgado como un alfiler”, cuenta a Sinc Martin
R. Smith, paleontólogo de la Universidad de Cambridge (Reino Unido) que ha
liderado el trabajo publicado en la revista Nature.
El experto describe al animal: “Catorce espinas
sobresalían de su espalda y, de cada dos, asomaban de su cuerpo dos delgadas
patas, cada una de las cuales terminaba en una par de garras”.
Este peculiar aspecto ha generado gran confusión entre los
científicos. Cuando se identificaron los primeros restos en los años 70, la
reconstrucción de la Hallucigenia fue completamente a la inversa, es decir, los
expertos pensaron que las espinas eran tentáculos, al igual que las piernas, y
que la cabeza era la cola.
El análisis de casi 100 fósiles encontrados en la ladera
de una montaña del Parque Nacional de Yoho, en las Montañas Rocosas de Canadá,
permitió a Smith y su equipo resolver las dudas que todavía quedaban sobre
dónde se situaba la cabeza.
Lo que se pensaba que podía ser la cola, en realidad no
formaba parte del cuerpo del animal
Asimismo, los investigadores también aclararon que lo que
se pensaba que podía ser la cola, en realidad no formaba parte del cuerpo del
animal, sino que era una mancha formada por los fluidos en descomposición
generados tras su muerte.
Un gusano con dientes y garras
“Cuando pusimos los fósiles en el microscopio ya
esperábamos encontrar un par de ojos, pero nuestra sorpresa vino cuando también
hallamos unos dientes que nos sonreían”, relata Smith.
Las imágenes que obtuvieron mostraban una cabeza pequeña
pero alargada, con unos ojos proporcionalmente normales y, debajo de ellos, una
boca con una fina hilera de dientes, que actuaba como una válvula que evitaba
que la comida se cayera cuando el animal absorbía más alimento.
“Esta dentadura supone una morfología compleja para una
especie tan antigua. Esperábamos hallar una anatomía más primitiva”, manifiesta
el científico.
Uno de los fósiles de Hallucigenia hallados en Canadá
Relación con otras especies
Hallucigenia vivió durante la explosión cámbrica, un
período de gran desarrollo evolutivo que empezó hace casi 500 millones de años,
del que provienen los grandes grupos animales del registro fósil. Está
clasificada dentro de la familia de los panartrópodos, de la que derivan
especies como los gusanos de terciopelo y los artrópodos, una categoría que
incluye a los arácnidos, insectos y crustáceos
El análisis de 'Hallucigenia' permite saber que los
artrópodos tuvieron sistemas bucales complejos que se fueron simplificando
“Nuestros hallazgos permiten saber que estas especies
alguna vez tuvieron partes bucales complejas que se fueron simplificando: estos
grupos perdieron sus dientes a medida que fue avanzando la evolución”, concreta
Smith.
Además, este sistema bucal es similar al hallado en las
cycloneuralia, un taxón que incluye a gusanos que mudan de piel, como las
lombrices intestinales y los priapúlidos.
“Por tanto, podemos confirmar morfólogicamente que todas
las especies que cambian de piel –los panartrópodos y los cycloneuralia–
comparten un ancestro común, algo que hasta ahora solo se había podido
determinar a través del análisis molecular del ADN”, concluye el investigador.
La organización del foro 100XCiencia: Communicating
Frontier Science ofrece un número limitado de ayudas de viaje y alojamiento
para estudiantes de periodismo y jóvenes periodistas y comunicadores/as
científicos/as interesados/as en asistir al evento que se celebrará en La
Palma, el 7 y 8 de octubre, de 2015.
Las ayudas cubrirán los gastos de viaje a La Palma, 4
noches de alojamiento (desde el martes 6 de octubre al sábado 10 de octubre de
2015) en régimen de media pensión, así como transporte y comida durante la
visita al Observatorio del Roque de los Muchachos el viernes 9 de octubre,
hasta un máximo de 1.000€. Se establecen dos categorías: 1) periodistas y
comunicadores/as científicos/cas menores de 35 años y 2) estudiantes que estén
cursando los dos últimos cursos de grado o máster en periodismo o comunicación
científica.
La convocatoria de ayudas y el formulario de solicitud
están disponibles en el siguiente enlace:
La fecha límite para la presentación de solicitudes es el
19 de julio de 2015 a las 24h.
Las ayudas de
viaje 100XCiencia tienen el objetivo de ofrecer a los/as presentes y futuros/as
comunicadores/as científicos/as la oportunidad de conocer la investigación que
se lleva a cabo en los centros Severo Ochoa, los desafíos científico-técnicos
que estos centros abordan y participar junto a investigadores/as y
profesionales de la comunicación en el debate sobre cómo mejorar la percepción
social de la ciencia de vanguardia.
El Foro 100XCiencia: Communicating Frontier Science es un
encuentro entre periodistas y divulgadores científicos de reconocido prestigio,
con científicos destacados y responsables de comunicación de los centros Severo
Ochoa para difundir la ciencia realizada por los principales centros de I+D en
España y así fortalecer las capacidades de comunicación y divulgación de su
actividad científica con mayor impacto.
El congreso va dirigido apaleontólogos, prehistoriadores, arqueólogos,
historiadores y a todos aquellos investigadores que han trabajado sobre el
origen, la evolución y el uso de las aves por el hombre.
Organizado por el Centro de Geo-Portugués Historia y Prehistoria, el congreso
se celebrará del 23 al 27 de septiembre 2015 en la Biblioteca Nacional de
Portugal en Lisboa.
Los idiomas oficiales del Congreso son el portugués, español e inglés.
Dentro del apartado “Las Aves en la Historia natural” se incluyen sesiones
generales sobre “Terópodos y el origen de las aves”, “Aves del Mesozoico”,
“Aves del Cenozoico”, “Paleoecología y Aves”, “Las aves y la domesticación” y
“Las Aves en la Historia y las Artes”.
Entre las sesiones temáticas, pueden destacarse “Aves fósiles de Península
Ibérica”, “Dinosaurios aviares”, “Las aves en la mitología y el simbolismo”,
“Aves en el contexto museológico y educativo”, “Aves en el contexto
arqueológico”, entre otras.
Paralelamente al congreso, hay previsto un programa de manifestaciones culturales y excursiones.
Más información en:
http://www.i-m.co/cpgp/congressthebirds/
Viedma.- La tapa de la nueva edición de la prestigiosa
revista científica Nature de esta semana tiene como nota principal una
investigación en la que participa el docente de la Universidad Nacional de Río
Negro, Leonardo Salgado.
La nota principal de la revista se centra en el hallazgo
de un nuevo dinosaurio; herbívoro, que podía alcanzar hasta tres metros de
tamaño y su anatomía recuerda la de varias especies. El Chilesaurus
diegosaurezi es “uno de los dinosaurios más extraños jamás descubiertos”
señalan los autores. adnrionegro.com
El nuevo dinosaurio, del que da cuenta la revista,
pertenece a la familia de los terópodos, al igual que los famosos carnívoros
como el Velociraptor, el Carnotauro o el Tiranosaurio. Pero a diferencia de
ellos el Chilesaurus se alimentaba de plantas.
Entre los autores del trabajo se encuentra nuestro amigo y compañero, el Dr. Leo
Salgado, docente de la Universidad Nacional de Río Negro y reconocido
paleontólogo.
Comparten la investigación: Fernando E. Novas, Leonardo
Salgado, Manuel Suárez, Federico L. Agnolín, Martín D. Ezcurra, Nicolás R.
Chimento, Rita de la Cruz, Marcelo P. Isasi, Alexander O. Vargas &David
Rubilar-Rogers 2015. An enigmatic plant-eating theropod from the Late Jurassic
period of Chile.
Nature es una de las más prestigiosas revistas
científicas a nivel mundial.En 2007 esta revista fue galardonada con el Premio
Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades, junto con la revista
Science, “por su labor durante más de un siglo impulsando y difundiendo las
grandes conquistas científicas de la Humanidad acercando de este modo la
ciencia a la vida”.
Nature ha publicado algunas de las grandes historias
científicas de nuestro tiempo, como el genoma humano, la estructura del ADN, la
oveja Dolly, la invención del láser, la identificación del virus del sida o el
descubrimiento del agujero de la capa de ozono.
Para la mayoría de los científicos publicar en Nature
constituye una marca de prestigio. La revista rechaza en torno al 95 por ciento
de los artículos que le son enviados para la revisión por pares. Los artículos
publicados aparecen en ocasiones reseñados por la prensa general y se considera
que se encuentran en el frente de la investigación científica.
Precio: estudiantes y desempleados 75€. General 110€
Lugar: Aula de Informática de Óptica/OP INF1 Campus
Universidad de Alicante
Requisitos de acceso: profesionales de cualquier
disciplina que manejen datos espaciales.
Alumnos universitarios que deseen
adquirir los conocimientos de ArcGIS necesarios para complementar su formación.
Dado que el software se encuentra en inglés, resulta útil (aunque no
imprescindible) poseer unos conocimientos básicos de dicha lengua (máximo 30
alumnos)
Requisitos para la obtención del diploma o certificado:
asistencia al 80% de las sesiones y resumen individual de cada una de las
conferencias y valoraciones personales de los temas tratados
En en actual edificio (antiguas escuelas) destinado a este uso se mejorarán las condiciones de accesibilidad. HERALDO
La Junta de
Castilla y León licita la construcción del Centro de Acogida de Visitantes de
los Yacimientos de las Icnitas en Villar del Río. El presupuesto es de 1 millón
de euros. Una buena noticia para los municipios de Tierras Altas de Soria, que
conserva un gran patrimonio de huellas de dinosaurios.
La cruz de la
moneda es el olvido de la Junta hacia los dinosaurios de Salas de los Infantes,
sobre todo recordando que en su momento la propia administración regional
planteó levantar los 2 nuevos centros museísticos dentro de un proyecto común.
Desde 2004, año
en el que se hizo público el compromiso de construir el nuevo Museo en Salas,
pocos pasos reales se han dado en ese sentido. Parece que el interés y la
trascendencia internacionales de los yacimientos y de los hallazgos de
dinosaurios en la comarca burgalesa (con varios ejemplos singulares, únicos en
el planeta) no se atienden de una forma proporcional por la Junta de Castilla y
León.
Este recurso
científico, didáctico, divulgativo y turístico (económico, en otras palabras)
es una gema en bruto que el esfuerzo de colectivos e instituciones salenses
mantienen a pesar de múltiples limitaciones de personal y financieras. El
atractivo que suponen los dinosaurios para millones de personas a lo largo del
planeta se pone de manifiesto estas fechas con la exitosa proyección de la
nueva película Jurassic World. Es necesario impulsar un gran proyecto
museístico en Salas de los Infantes, lo que generará beneficios científicos e
impulsará económicamente un territorio castellano-leonés castigado por la
despoblación y la crisis económica.
Diario de Burgos El equipo científico del Museo de Dinosaurios de Salas de
los Infantes ha participado en la XI Reunión Nacional de la Comisión de
Patrimonio Geológico, celebrada en Zumaya, Guipúzcoa, de los días 9 al 13 de
junio. El congreso estuvo organizado por la Sociedad Geológica de España y en
él participaron más de 160 expertos procedentes de España, Portugal, Brasil,
Ecuador, Colombia y Grecia.
Fidel Torcida, director del Museo de Dinosaurios, presentó a 160 expertos de varios países el proyecto burgalés. CAS
Los investigadores burgaleses presentaban una ponencia
titulada ‘Dinosaurios en la Sierra de la Demanda. Un ejemplo de gestión
paleontológica’. En dicha comunicación científica se explicaban las
intervenciones realizadas en diversos yacimientos con fósiles de dinosaurios
burgaleses, principalmente huellas o icnitas, las actuaciones de consolidación,
protección y divulgación de los yacimientos, así como el papel que cumple el
Museo de los Dinosaurios salense como centro de interpretación de dicho
patrimonio.
El relato desarrollado en la ponencia destacaba el papel
desempeñado por el Colectivo Arqueológico-Paleontológico de Salas y la
participación importante de la Fundación Dinosaurios de Castilla y León como
impulsor del patrimonio paleontológico serrano,
que merece el compromiso del Ayuntamiento salense y de la Diputación de
Burgos.
Por otra parte los investigadores salenses expusieron el
problema existente en Castilla y León respecto a la protección legal de los
yacimientos y fósiles de dinosaurios. Recordaron que la legislación autonómica,
tanto la referida al Patrimonio Cultural como al Natural, no recoge de forma clara
ni suficiente la identificación de los fósiles no humanos o sin relación
directa con la evolución humana, como un tipo de patrimonio.
«Este vacío legal, al menos teórico, es un handicap
importante a la hora de fomentar y promover actuaciones necesarias para la
protección y conservación de ese tipo de yacimientos fósiles», exponen desde el
CAS. Este planteamiento provocó varias intervenciones de los asistentes al
congreso, en las que todos mostraron su
preocupación por esa situación. Entre esas intervenciones las más
significativas fueron realizadas por
expertos del Instituto Geológico y Minero de España, pionero en el desarrollo
del patrimonio geológico en nuestro país.
Ejemplo a seguir
El lugar de celebración del congreso no fue elegido de
forma casual, pues se trataba de uno de los geoparques españoles más
interesantes desde el punto de vista científico y paisajístico. Entre otros
atractivos, el Geoparque de la Costa Vasca contiene un estrato del llamado
límite K-T (Cretácico-Terciario) correspondiente al final del Cretácico, hace
66 millones de años; ese estrato o capa oscura se depositó tras la caída del
asteroide que provocó la extinción de los dinosaurios y otros seres vivos.
El geoparque vasco es un magnífico ejemplo de cómo el
patrimonio geológico es un recurso turístico, además del científico, didáctico
y divulgativo. Una buena referencia, en suma, para el proyecto de geoparque
Sierra de la Demanda que impulsa la Diputación de Burgos.
Excavaciones
La próxima actividad del CAS será la XIII Campaña de
Excavaciones de Dinosaurios en la comarca serrana, que está previsto se
desarrolle entre los días 14 y 28 del próximo mes de julio y que se centrará en
uno de los muchos yacimientos de icnitas que tiene localizados el colectivo.
Entre la actividades programadas para esta campaña se
encuentran las de excavación y consolidación del yacimiento de icnitas Las
Sereas 8, ubicado en Quintanilla de lasViñas y que perteneciente al tránsito
Jurásico-Cretácico, y la limpieza y preparación de yacimientos paleoicnológicos
para su escaneo en tres dimensiones.
La doctora Jessica Whiteside, de la Universidad de
Southampton apuntan como causa a fuertes cambios entre las condiciones áridas y
húmedas o a modificaciones bruscas en la flora.
ABC. Los científicos se han venido cuestionando por la presencia limitada de
dinosaurios en zonas tropicales a pesar de haber conquistado altas latitudes.
La inestabilidad climática y de la flora contribuyeron a
la falta de presencia de los dinosaurios en zonas tropicales de la Tierra en el
periodo Triásico, según un estudio divulgado este martes por la revista
especializada «Proceedings of the National Academy of Sciences of USA».
Los científicos se habían preguntado por qué los
dinosaurios no mostraron una presencia constante en zonas tropicales durante
los 100 y 150 millones de años posteriores a su origen y, sobre todo, cuando
dominaron las latitudes altas.
De acuerdo con el estudio, los datos de los isótopos de
carbono de la materia orgánica fósil apuntan como causa a un medio ambiente
afectado por fuertes fluctuaciones entre condiciones áridas y húmedas, con
bruscos cambios en la flora, en las regiones tropicales.
Incendios y CO2
Asimismo, los restos fósiles de carbón vegetal sugieren
frecuentes incendios, algo que podrían ser provocados por la variación
medioambiental que alentaba la creación de materia orgánica en la época húmeda
y luego su rápida sequedad en los periodos áridos.
Como consecuencia, concluyen los investigadores, estas
fluctuaciones, así como un alto nivel atmosférico de CO2, puede haber sido la
causa de que los dinosaurios no se extendiesen en zonas tropicales al generar
alteraciones impredecibles en la disponibilidad de recursos.
Una de las imágenes más anticientíficas que recuerdo de
la historia del cine es la que ocurre en una película de Supermán, en la que el
hombre de acero empieza a dar vueltas alrededor de la Tierra a gran velocidad
para invertir su rotación: primero la detiene, y luego la invierte, lo que
supone que el tiempo también retrocede y así puede salvar a Louis Lane de una
muerte segura.
Detener la Tierra supondría un cataclismo para la
humanidad, y probablemente no haría retroceder las agujas de nuestros relojes.
Sin embargo, sin la necesidad de Supermán, nuestro planeta sí que se está
desacelerando progresivamente.
Según los cálculos realizados al respecto, cada año la
rotación de la Tierra dura 17 microsegundos más debido a la fricción de las
mareas que produce la Luna, que ralentiza la velocidad de rotación.
17 microsegundos no parece un lapso de tiempo del que
debamos preocuparnos, pero las medidas adquieren otra dimensión si la
contemplamos con la perspectiva de los siglos.
Hace 400 millones de años, por ejemplo, el día terrestre
no duraba 24 horas (en realidad un poco menos), sino 22 horas. Y por esa misma
razón, el año no tenía 365 días, sino 400. Si nos proyectamos hacia el futuro,
pues, parece que los días durarán cada vez menos, y los años tendrán menos
días, tal y como explica Florian Freistetter en Un cometa en la coctelera:
La Tierra girará cada vez más lentamente (aunque nunca
llegará a detenerse por completo). En un futuro remoto se habrá frenado tanto
que pra dar una vuelta completa sobre sí misma necesitará el mismo lapso de
tiempo que requiere la Luna para girar una vez alrededor de la Tierra. En esa
situación desaparecerá la fricción de las mareas. El periodo de rotación
terrestre y el de la circunvalación lunar será entonces idénticos.
¿Deberemos estar atentos a esta relentización para
sincronizar nuestros relojes? No será necesario: la desaceleración será tan,
tan, tan lenta que incluso no hay tiempo suficiente para que ocurra: el Sol
habrá destruido la Tierra cuando se convierta en una gigante naranja, dentro de
unos 6.000 millones de años, antes de que la Tierra se detenga.
Paleontólogos de la Fundación Dinópolis han descubierto
una posible “guardería” de dinosaurios, además de una nueva especie denominada
Iguanodon galvensis, según han concluido después de analizar los fósiles de un
individuo adulto, un juvenil y 13 crías hallados en el control paleontológico
que se realiza en el interior de la mina de arcilla de Galve (Teruel) desde
2008. Las crías fosilizadas se encontraban dentro de su primer año de vida y
son las primeras asignadas a este emblemático género de dinosaurios.
Como resultado de este trabajo, se ha podido describir
una nueva especie del popular género de dinosaurio Iguanodon, bautizada con el
nombre de Iguanodon galvensis, en reconocimiento a la localidad de Galve.
Además, es de destacar que se describen por primera vez un grupo de crías de
Iguanodon, las cuales pudieron formar parte de una “guardería de dinosaurios”.
Estos fósiles se encontraron en uno de los yacimientos
excavados por un equipo de la Fundación en 2011 en el interior de la mina de
arcillas que explota Sibelco Europa S.A. en Galve (Teruel). El título del
trabajo publicado en la revista internacional Cretaceous Research es 'Perinates
of a new species of Iguanodon (Ornithischia: Ornithopoda) from the lower
Barremian of Galve (Teruel, Spain)' y está firmado por los paleontólogos de la
Fundación Francisco J. Verdú, Rafael Royo Torres, Alberto Cobos y Luis Alcalá.
Este trabajo forma parte de una tesis doctoral que Francisco J. Verdú está
realizando bajo la dirección de Luis Alcalá y Rafael Royo Torres.
Los yacimientos y los fósiles.
Los fósiles estudiados en este trabajo provienen de dos
yacimientos formados en depósitos fluviales de la Formación Camarillas con una
edad Barremiense inferior (127-129 millones de años de antigüedad). Las
campañas de control paleontológico que desde 2008 lleva a cabo la Fundación en
Galve han permitido la localización de varios yacimientos. En 2011 se
realizaron varias actuaciones paleontológicas que proporcionaron más de 1100
huesos de crías de Iguanodon (6 esqueletos parciales y otros 7 recuperados
después de las campañas de lavado) en el yacimiento de San Cristóbal 2, así
como restos de un ejemplar adulto de gran tamaño y de un juvenil en San
Cristóbal 1. Los resultados de su estudio han hecho posible la definición de
una nueva especie de dinosaurio del género Iguanodon: Iguanodon galvensis.
Iguanodon galvensis
Iguanodon galvensis es la quinta nueva especie de
dinosaurio descrita en Galve y la décima de la provincia de Teruel. Esta nueva
especie presenta varias características en el esqueleto craneal y postcraneal
que permiten su asignación al género Iguanodon. Sin embargo, un carácter
especial en el cráneo, una convexidad corta y abrupta presente en la parte
superior de la región más anterior del dentario (mandíbula) lo diferencian
claramente de la única especie conocida y aceptada de Iguanodon: Iguanodon
bernissartensis. Ahora la especie Iguanodon galvensis se convierte en la
segunda especie válida de este género europeo
Las crías y la guardería
El número de huesos y el estudio de los mismos indica que
había, al menos, 13 crías de Iguanodon galvensis conviviendo juntas en la zona
hace unos 127-129 millones de años. El grado de osificación de sus huesos
indica que no acababan de salir del huevo y el estudio histológico (análisis de
las secciones de los huesos mediante láminas delgadas) ha podido determinar que
se encontraban dentro de su primer año de vida. El tamaño de todos los
ejemplares es similar, unos 60 centímetros de longitud, por lo que probablemente
provendrían de la misma temporada de cría.
El tamaño del adulto se ha estimado en 6 metros de
longitud. Las características del yacimiento y el estado de conservación de los
huesos indican que el yacimiento no es producto de una concentración de las
crías posterior a su muerte, así como que estaban realmente agrupadas cuando
murieron. Además, su asociación con otras vértebras más pequeñas asignadas a
embriones (30 cm de longitud estimada) de Iguanodon galvensis sugiere que
murieron cerca del área de nidificación.
Aparentemente, los ornitópodos eran unos dinosaurios muy
sociables que cuidaban de sus crías. El cuidado parental parece la explicación
más plausible para justificar por qué estos bebés de ornitópodos se
concentraban en las inmediaciones del área de nidificación, tal y como ocurre
en algunas aves coloniales actuales. Así, los paleontólogos sugieren en este
trabajo que estas crías podrían haber formado parte de una guardería de
Iguanodon galvensis. En este sentido, los estudios previos ya indicaban que los
grandes ornitópodos mostraban preferencia por ambientes fluviales (como los que
se interpretan para la Formación Camarillas de Galve) para anidar.
La Mina de Galve
Desde el año 2008, paleontólogos de la FCPTD llevan
trabajando semanalmente en el control paleontológico de la explotación de
arcillas de la Mina de Galve (Teruel) en colaboración con Sibelco Europa S.A.
Desde entonces se han localizado varios yacimientos con huesos de dinosaurios
y/o restos vegetales dentro de los límites de esta explotación. De todos los
yacimientos descubiertos hasta el momento destacan los localizados en el cerro
de San Cristóbal con hasta cinco yacimientos con huesos y huellas de
dinosaurios, principalmente ornitópodos, y dos yacimientos con restos de plantas
y polen fósil. Con el aquí presentado ya se han publicado tres trabajos en
revistas científicas y cinco más en actas de congresos acerca de los
dinosaurios procedentes de los niveles de la mina de Galve.
Científicos de la Universidad de Liverpool han demostrado
que el dinosaurio saurópodo gigante más completo, dreadnoughtus, descubierto en
Patagonia (Argentina) en 2014, no fue tan grande como se pensaba.
El enorme fósil tenía casi todos los principales huesos
intactos, lo que permitió a los científicos estimar con confianza su tamaño
global en al menos 26 metros de largo.
Conservado en la roca, se cree que el animal estaba cerca
de la madurez, pero no estaba bien desarrollado cuando murió, y pudo haber
llegado a ser aún más grande. El dinosaurio herbívoro de cuello largo fue la
mayor criaturo que ha vivido en tierra firme.
Para estimar la masa del dreadnoughtus, los científicos utilizaron originalmente una ecuación que predice la escala de masa corporal
basada en el tamaño de los huesos del muslo y el brazo. Este método produjo un
rango de estimaciones con un promedio colosal de 60 toneladas.
Científicos de la Universidad de Liverpool, en
colaboración con investigadores de la Universidad John Moores de Liverpool, de
la Universidad de Manchester, y el Imperial College, reevaluaron esta
estimación después de que quedó claro que otros dinosaurios saurópodos, sólo
ligeramente más pequeños que este gigante, pesan bastante menos de 60
toneladas.
El equipo utilizó una técnica de modelado esquelético
tridimensional para examinar la masa corporal de manera más directa. Este
método consiste en la reconstrucción matemática de un volumen de 'piel'
alrededor de los huesos de dreadnoughtus en un ordenador y luego amplia ese
esquema de la piel para dar cuenta de los músculos, la grasa y otros tejidos.
El tamaño del esquema ampliado de la piel se basa en
datos similares de animales vivos. Al explorar una serie de expansiones, el
equipo pudo predecir con mayor precisión lo pesado que en realidad
dreadnoughtus pudo ser.
El equipo
encontró que la masa del dreadnoughtus pesaba más probablemente entre 30 y 40
toneladas, considerablemente menos de lo que se pensaba originalmente. Elestudio se publica en Bioloy Letters.