Es tal el volumen de restos que se conservan el Museo de Dinosaurios de Salas de los Infantes que el centro no dispone ya de espacio libre y este año no realizará campaña de excavaciones
Así de explicito y reinvindicativo se muestra Fernando Trespaderne en este interesante artículo de
Diario de Burgos
Algunos de los restos localizados en los yacimientos de la comarca de Salas de los Infantes son espectaculares.
Foto: Azua. Diario de Burgos
Más de 250 yacimientos de dinosaurios inventariados convierten a la zona de Salas de los Infantes en un referente para el estudio de esta especie y son numerosos los investigadores internacionales que se acercan todos los años a la ciudad y comarca para conocer una pequeña parte de ese rico patrimonio, tanto la
expuesta al público como la que se almacena en la trastienda del Museo de Dinosaurios.
El grueso de esos yacimientos son de restos óseos e icnitas de dinosaurios y de otros animales, así como de plantas y fósiles marinos del Jurásico, y es tal es el volumen de los mismos acumulados en el Museo que esta campaña no está previsto realizar excavaciones, afirma Fidel Torcida, director del mismo y del proyecto de investigación. «Hemos renunciado temporalmente a realizar excavaciones con restos óseos porque no tenemos espacio físico para guardar los hallazgos y nos dedicaremos a estudiar las huellas de dinosaurios, que nos interesan muchísimo y tienen importancia por la candidatura a Patrimonio de la Humanidad», apunta.
El Museo de Dinosaurios de Salas de los Infantes es el referente para los proyectos de investigación que se están llevando a cabo desde hace años en la zona relacionados con las icnitas (huellas) y los restos óseo de dinosaurios, mientras que la Fundación para el Estudio de los Dinosaurios es la que se encarga de la promoción de todas las actividades relacionadas con la paleontología de dinosaurios. El Colectivo Arqueológico Peleontológico de Salas (CAS) lleva a cabo las excavaciones, que financia la Fundación, «aunque hay otros proyectos que ha financiado la Junta de Castilla y León, como por ejemplo un inventario de los yacimientos que se realizó en varias campañas y excavaciones», señala Torcida.
La Fundación para el estudio de los Dinosaurios ha firmado convenios con la UBU y la Fundación Atapuerca, además de la colaborar con integrantes del equipo de investigación de Atapuerca, lo que permite trabajar en proyectos comunes. «Uno de los objetivos del convenio con la Fundación Atapuerca es que el visitante de esos yacimientos, que está interesado por este tipo de patrimonio, pueda acercarse a Salas», afirma Torcida, quien recuerda que dentro de la paleontología más clásica, «y olvidando a los homínidos, los dinosaurios son lo más llamativo» y considera que el interés que despierta Atapuerca puede «crear vocaciones y nos puede venir bien». En cuanto a impacto en los medios de comunicación, Torcida reconoce que Atapuerca lleva un camino más largo y hay una serie de descubrimientos que nadie discute «porque tienen un impacto altísimo a nivel científico, pero nosotros no vemos Atapuerca como una competencia, todo lo contrario, buscamos puntos comunes», indica, a la vez que considera que la menor repercusión mediática de los dinosaurios «supone obtener menos recursos para proyectos, pero como dijo nuestro alcalde: hay vida fuera de Atapuerca».
Torcida considera que el valor de los hallazgos que atesoran en el museo y la riqueza de los yacimientos que hay en la comarca «no se corresponde con el esfuerzo que se podría hacer por parte de algunas instituciones para investigar en condiciones todo este patrimonio». Para el responsable del museo «hay posibilidades de hacer cosas con Atapuerca, en cuestiones técnicas y en alguna colaboración puntual en algún estudio, pero en especial de tecnología a la que nosotros no podemos llegar y ellos nos pueden ofrecer».
Este año, al no realizar excavaciones, estudiantes de carreras relacionadas con la paleontología y miembros del CAS trabajarán en un yacimiento de huellas o icnitas «muy espectacular que se prologan a los largo de cinco kilómetros y tiene más de mil huellas».
Torcida lamenta que no haya más recursos para investigar este patrimonio, que puede ser un recurso económico, «porque la investigación funciona y hay resultado. Ahora, estamos un poco en hibernación», afirma.