Recreación de un grupo de Triceratops. Bart Bus / naturalis.nl |
Recreación de Triceratops. ALLVISIONN / iStock |
Esqueleto de Triceratops. Naturalis Biodiversity Center |
Cráneo de Triceratops calicornis. Jim Linwood / Wikimedia |
Recreación de un grupo de Triceratops. Bart Bus / naturalis.nl |
Recreación de Triceratops. ALLVISIONN / iStock |
Esqueleto de Triceratops. Naturalis Biodiversity Center |
Cráneo de Triceratops calicornis. Jim Linwood / Wikimedia |
La transformación de las plumas a partir de escamas de los dinosaurios es uno de los eventos “más profundos pero poco comprendidos” de la evolución, según una de las investigadoras a cargo del estudio
La piel fue expuesta a luz ultravioleta y reveló su fluorescencia anaranjada. (Zixiao Yang/Handout via REUTERS) |
Los resultados publicados en Nature Communications se centra en un espécimen específico de dinosaurio emplumado descubierto en estratos que datan de un periodo crítico para comprender cómo estos animales comenzaron su evolución hacia las aves modernas.
Según los investigadores, el espécimen muestra tanto plumas como escamas, indicando una fase intermedia en la evolución de estos animales. Los nuevos datos subrayan la importancia de los fósiles en la comprensión de la historia evolutiva de los dinosaurios y su proceso de adaptación a lo largo de millones de años y proporciona un nuevo entendimiento sobre las etapas intermedias que dieron lugar a la fauna que conocemos ahora.
Un dinosaurio con plumas y escamas
El hallazgo arroja luz sobre un proceso poco comprendido. (Wikimedia/The Children's Museum of Indianapolis) |
Trabajaron en conjunto con un equipo de científicos de la Universidad de Nanjing de China. Para llegar a tal descubrimiento, los investigadores utilizaron luz ultravioleta para identificar parches de piel preservada invisibles a simple vista de Psittacosaurus, un dinosaurio que vivió a mediados del Cretácico temprano, época en la que estos animales se encontraban en proceso de evolución para convertirse en aves, según EP.
Llevaron a cabo una investigación más exhaustiva al recurrir a rayos X y luz infrarroja. Con esta técnica descubrieron más detalles sobre la estructura celular preservada.
A través de un comunicado emitido por el departamento de prensa de la UCC, Yang declaró que el fósil “realmente es una joya escondida”, pues la piel no es visible a simple vista y “permaneció oculta” cuando el espécimen fue donado a la Universidad de Nanjing en 2021.
La piel del Psittacosaurus vista desde un microscopio. (Zixiao Yang/Handout via REUTERS) |
Destacó que ese tipo de preservación jamás se había encontrado en fósiles vertebrados y dijo que “potencialmente” hay más vestigios con “tejidos blandos ocultos” que esperan ser descubiertos.
McNamara por otro lado señaló que el descubrimiento podría arrojar luz sobre el proceso evolutivo de las plumas de los dinosaurios.
Luz nueva sobre un interesante proceso evolutivo
El trozo de piel preservada pertenecía al Psittacosaurus, quien vivió durante el Cretácico temprano. (Wikimedia/Robert Nicholls) |
“Nuestro descubrimiento sugiere que la piel suave, parecida a la de un pájaro, inicialmente se desarrolló solo en las regiones emplumadas del cuerpo”, dijo la paleontóloga.
McNamara detalló que el resto de la piel “todavía era escamosa” igual que la de los reptiles modernos e indicó que tal “desarrollo zonificado” pudo mantener funciones esenciales como proteger al animal contra la abrasión, deshidratación y los parásitos.
“Por lo tanto, el primer dinosaurio que experimentó con plumas podría sobrevivir y transmitir los genes de las plumas a su descendencia”, agregó McNamara.
El descubrimiento de que algunos dinosaurios emplumados tenían piel escamosa, igual que los reptiles actuales, arroja luz nueva sobre el conocimiento que se tenía sobre los estos animales y la transición evolutiva de un tipo de estructura celular a otra.
Con información de Europa Press (EP)
Sábado 25 de mayo. Conferencia sobre el balance de las excavaciones de dinosaurios en Torrelara, por Fidel Torcida Fernández-Baldor, Director del Museo de Dinosaurios salense y Doctor en Geología por la Universidad de Zaragoza. "Torrelara: un ecosistema de 150 millones de años".
Lugar: Teatro-Auditorio 'Gran Casino' de Salas de los Infantes (Burgos).
20:00 horas.
Científicos argentinos buscan tener una imagen más completa de los últimos años de los dinosaurios en la Patagonia. El hallazgo de un nueva especie amplía el panorama y revela la existencia de una mayor diversidad de depredadores antes de la extinción masiva.
Recreación del dinosaurio Koleken inacayali. / © Gabriel_Diaz_Yanten
En 1984, paleontólogos argentinos hicieron un descubrimiento increíble en el corazón de la Patagonia: encontraron los restos excepcionalmente bien conservados de uno de los dinosaurios más terribles hasta ahora conocidos, el Carnotaurus. Gracias a las protuberancias en su cráneo con forma de cuernos, este ágil animal de tres metros de altura y una longitud de entre siete y nueve metros se volvió con el tiempo en una verdadera celebridad, al punto de aparecer en documentales como Prehistoric Planet (2022) y en las películas Dinosaur (2000), Jurassic World: El reino caído (2018) y Jurassic World: Dominion (2022).
A 40 años de aquel descomunal hallazgo, un equipo internacional de científicos acaba de revelar que el Carnotaurus no estaba solo. Más bien, compartía la zona y sus presas con otro depredador no menos feroz: Koleken inacayali.
“Con una uña nos dimos cuenta a qué familia pertenecía”, cuenta a SINC el paleontólogo argentino Diego Pol. “Koleken y Carnotaurus vivieron en la misma región y más o menos en la misma época, hace 69 millones de años. Quizás los separaron 500 mil años o un millón de años. Aun no podemos saberlo con exactitud”.
Koleken y Carnotaurus vivieron en la misma región y más o menos en la misma época, hace 69 millones de años
Diego Pol, paleontólogo
El estudio de los fósiles reveló que este animal murió antes de terminar su crecimiento. / Amalia Villafañe/MEF. |
La forma de uno de los huesos que afloraban en la superficie reveló su linaje: se trataba de un abelisáurido, la familia de dinosaurios carnívoros más importantes de Gondwana, el supercontinente del hemisferio sur que incluía lo que ahora son América del Sur, África, India y Madagascar, Australia y Antártida. En un momento, los investigadores sosprecharon que se trataba de otro individuo de Carnotaurus. Recién en el laboratorio se disiparon las dudas.
Probablemente en el mismo tipo de ambiente vivían varios abelisáuridos compartiendo el ecosistema, como hoy en África donde hay diferentes felinos con roles de grandes predadores
Diego Pol
“Koleken fue algo así como un primo de Carnotaurus”, revela el paleontólogo y autor principal de la investigación publicada en la revista Cladistics. “Probablemente en el mismo tipo de ambiente vivían varios abelisáuridos compartiendo el ecosistema, como hoy ocurre en África donde hay diferentes felinos que ocupan los roles de grandes predadores. Se trata de especies hermanas o primas, emparentadas cercanamente, especializadas para diferentes hábitos y dietas”.
Jóvenes y feroces
La paciente limpieza de los fósiles realizada por técnicos del Museo Paleontológico Egidio Feruglio y su estudio expuso que este depredador tenía miembros posteriores robustos. Las vértebras indican que la cola era muy rígida, sin mucha flexión. “Pero, a diferencia de Carnotaurus, este dinosaurio no tenía prominentes cuernos sino una cresta arriba del hocico”, indica el paleontólogo italiano Mattia Baiano del Museo Ernesto Bachman. “Demuestra que los abelisáuridos eran muy diversos. Pensamos que estos eran los carnívoros dominantes cuando se produjo la gran extinción”.
Demuestra que los abelisáuridos eran muy diversos. Pensamos que estos eran los carnívoros dominantes cuando se produjo la gran extinción
Mattia Baiano del Museo Ernesto Bachman
Koleken, además, era un poco más pequeño: medía casi cinco metros de largo. El análisis de la microestructura del tejido óseo expuso su edad. “Las marcas de crecimiento que se preservan en los fósiles muestran que era un juvenil a la hora de morir”, explica Ignacio Cerda, científico del Instituto de Investigación en Paleobiología y Geología de la Universidad Nacional de Río Negro. “Estimamos que tenía unos seis años. No había alcanzado su tamaño adulto. El animal murió antes de terminar su crecimiento”.
Aún así, estiman los paleontólogos, este depredador habría tenido la capacidad de atacar y derribar a un dinosaurio herbívoro. “Es posible que haya sido más ágil que los adultos, dada la contextura más grácil de sus patas y menor peso corporal”, agrega Fernando Novas, co-autor de la investigación. Este reconocido científico del Museo Argentino de Ciencias Naturales Bernardino Rivadavia fue uno de los que originalmente estudió los fósiles de Carnotaurus con el prócer de la paleontología argentina, José Bonaparte.
Es posible que haya sido más ágil que los adultos, dada la contextura más grácil de sus patas y menor peso corporal
Fernando Novas, co-autor de la investigación
Estos depredadores se repartían a “las vacas del Cretácico”, como llama Novas a los titanosaurios, los herbívoros más diversos y abundantes del continente Gondwana durante millones de años, animales de gran tamaño que se ubicaban en la base de la pirámide alimenticia.
“Eran ellos los que sustentaban a las poblaciones de carnívoros que habitaban las planicies patagónicas con otros grupos de dinosaurios herbívoros como los ornitisquios, iguanodontes y anquilosaurios”, indica el paleontólogo. “Así como la variedad de presas era variada y abundante, la diversidad de depredadores era muy alta también”.
Los abelisáuridos fueron los depredadores más abundantes durante el Cretácico superior y se encontraron en todas las regiones del supercontinente Gondwana
Los abelisáuridos fueron los depredadores más abundantes durante el Cretácico superior y se encontraron en todas las regiones del supercontinente Gondwana, excepto en la Antártida y Australia. Se conocen especies de la India, del norte de África y Madagascar, aunque América del Sur cuenta con el mejor registro fósil de este exitoso grupo.
La descripción de Koleken implicó comparar sus restos con más de 20 especies abelisáuridos. Como el Carnotaurus, este dinosaurio carnívoro tenía 12 dientes en el maxilar, a diferencia de otras especies de la familia como Aucasaurus (14 o 15 dientes), Ekrixinatosaurus (16), Majungasaurus (17) y Skorpiovenator (16). Su pelvis es muy parecida a la de Carnotaurus y, como todos los abelisáuridos, tiene una profusa ornamentación en los huesos del cráneo: una superficie rugosa.
Antes del fin
Sus características físicas no son los únicos rasgos que lo distinguen. También destaca por su peculiar nombre. En lugar de hacer referencia a algún atributo, más bien, rinde homenaje a los pueblos originarios de la región de los cuales quedan pocos rastros.
“Buscando cómo llamarlo encontramos en la cultura nativa del centro de la Patagonia la palabra Koleken que significa 'proveniente del arcilla y el agua' en idioma teushen, una lengua indígena de Argentina extinta”, recuerda Pol. “Nos pareció una descripción muy acertada porque el esqueleto que hallamos es de un animal terrestre que fue transportado probablemente por algún río hacia lo que era un estuario, una laguna costera en la cual capas de arcilla se depositaron en el fondo. Su cuerpo fue sepultado, lo que permitió la fosilización”.
Buscando cómo llamarlo encontramos en la cultura nativa del centro de la Patagonia la palabra Koleken que significa 'proveniente del arcilla y el agua'
Diego Pol
En el caso del nombre “inacayali”, recuerda a Modesto Inacayal (1833-1888), uno de los grandes líderes de los pueblos del centro de la Patagonia. Fue capturado durante la campaña militar conocida como Conquista del Desierto y llevado como prisionero al Museo de La Plata donde vivió varios años y era exhibido. Cuando murió, sus huesos pasaron a formar parte de la colección. En 2014, su cuerpo fue restituido e inhumado en la provincia del Chubut. “Es una historia trágica de nuestro pasado que debemos recordar”, destaca Pol.
Koleken es la más reciente incorporación a la familia de grandes depredadores del hemisferio sur. Pero en especial es una novedosa pieza de un rompecabezas enorme en permanente reconfiguración. El hallazgo, de hecho, forma parte del proyecto “El fin de la era de los dinosaurios en Patagonia”, una iniciativa financiada por la National Geographic Society en la que 70 investigadores colaboran para comprender cabalmente los cambios por los que atravesaron los ecosistemas de la región en los últimos millones de años antes de la extinción masiva.
“El objetivo es explorar y recolectar material vegetal o animal de todos los sitios en la Patagonia que geológicamente están cerca de lo que se conoce como Límite Kpg o límite Cretácico-Paleógeno, es decir, el límite que se corresponde con el impacto de un asteroide hace poco más de 65 millones de años”, detalla Baiano. “Y así tener un pantallazo general de ese mundo perdido”.
El objetivo es explorar y recolectar material vegetal o animal de todos los sitios en la Patagonia que geológicamente están cerca de lo que se conoce como Límite Kpg
Mattia Baiano
Todavía quedan muchas preguntas a responder respecto a los últimos años de los dinosaurios. “Hay dos hipótesis en auge”, agrega el paleontólogo italiano especialista en dinosaurios carnívoros o terópodos.
“Una dice que había una alta diversidad de organismos al final del Cretácico y que el meteorito puso fin a eso. Mientras que la otra asegura que en realidad la diversidad venía bajando desde hacía varios millones años antes de la extinción masiva en la que desaparecieron casi el 70 % de los organismos que vivían en el planeta. Varios organismos ya se habían extinguido. Y el meteorito solo habría dado el golpe final. Estas hipótesis se basan en estudios realizados en el hemisferio norte. Esta es la primera vez que se busca entender de manera multidisciplinaria qué ocurría en esta región del planeta antes de la gran extinción”.
Referencia:
Fuente: SINC
Derechos: Creative Commons.
Este nuevo estudio demuestra que los dinosaurios desarrollaron diferentes preferencias climáticas
Así lo sugiere un nuevo estudio sobre este rasgo que tienen todos los mamíferos y aves en la actualidad, dirigido por investigadores de la University College London y la Universidade de Vigo.
A principios del siglo XX, los dinosaurios eran considerados animales de "sangre fría" y de movimiento lento, como los reptiles modernos, que dependían del calor del sol para regular su temperatura. Descubrimientos más recientes indican que algunos tipos de dinosaurios probablemente eran capaces de generar su propio calor corporal, pero se desconoce cuándo ocurrió esta adaptación.
El nuevo estudio, publicado en la revista Current Biology, analizó la propagación de los dinosaurios en diferentes climas de la Tierra a lo largo de la Era Mesozoica, basándose en 1.000 fósiles, modelos climáticos y la geografía de la época y los árboles evolutivos de los dinosaurios.
El equipo de investigación descubrió que dos de los tres grupos principales de dinosaurios, los terópodos como el T. rex y el Velociraptor y los ornitisquios, incluidos parientes de los herbívoros Stegosaurus y Triceratops, se trasladaron a climas más fríos durante el Jurásico Temprano, lo que sugiere que pueden han desarrollado la endotermia, la capacidad de generar calor internamente, en este momento. Por el contrario, los saurópodos, el otro grupo principal que incluye al Brontosaurio y al Diplodocus, se mantuvieron en zonas más cálidas del planeta.
Investigaciones anteriores han encontrado rasgos relacionados con la sangre caliente entre los ornitisquios y terópodos, y se sabe que algunos tenían plumas o protoplumas, que aislaban el calor interno.
Preferencias climáticas entre los dinosaurios
El primer autor, el Dr. Alfio Alessandro Chiarenza, de Ciencias de la Tierra de la UCL, dijo en un comunicado: "Nuestros análisis muestran que surgieron diferentes preferencias climáticas entre los principales grupos de dinosaurios en la época del evento Jenkyns hace 183 millones de años, cuando la intensa actividad volcánica condujo al calentamiento global y la extinción de grupos de plantas.
"En ese momento surgieron muchos nuevos grupos de dinosaurios. La adopción de la endotermia, tal vez como resultado de esta crisis ambiental, puede haber permitido a los terópodos y ornitisquios prosperar en ambientes más fríos, permitiéndoles ser muy activos y mantener la actividad durante períodos más largos, desarrollarse y crecer más rápido y producir más descendencia".
La coautora, la Dra. Sara Varela, de la Universidade de Vigo, dijo: "Los terópodos también incluyen a las aves y nuestro estudio sugiere que la regulación única de la temperatura de las aves puede haber tenido su origen en esta época del Jurásico Temprano.
"Los saurópodos, por otro lado, que permanecieron en climas más cálidos, crecieron hasta alcanzar un tamaño gigantesco en esa época, otra posible adaptación debido a la presión ambiental. Su menor relación entre superficie y volumen habría significado que estas criaturas más grandes perderían calor a un ritmo reducido, lo que les permitiría permanecer activos por más tiempo".
En el artículo, los investigadores también investigaron si los saurópodos podrían haberse quedado en latitudes más bajas para comer follaje más rico que no está disponible en las regiones polares más frías. En cambio, descubrieron que los saurópodos parecían prosperar en ambientes áridos, similares a las sabanas, lo que respalda la idea de que su restricción a climas más cálidos estaba más relacionada con una temperatura más alta y luego con una fisiología más fría. Durante esa época, las regiones polares eran más cálidas y con abundante vegetación.
El evento Jenkyns se produjo después de que lava y gases volcánicos brotaran de largas fisuras en la superficie de la Tierra, cubriendo grandes áreas del planeta.
Una nueva investigación de paleontólogos de la Fundación Dinópolis analiza la variabilidad de las huellas de los grandes dinosaurios ornitópodos que vivieron en esta provincia aragonesa hace unos 125 millones de años.
Huellas de Iguanodon y de otros ornitópodos. Fundación Dinópolis |
La Formación Camarillas está representada principalmente por depósitos fluviales con cierta influencia marina y tiene una edad aproximada de unos 125 millones de años (Cretácico Inferior).
La muestra icnológica está constituida por diecinueve nuevas huellas de pies y dos de manos que están preservadas en forma de relleno (contramoldes) y que proceden de los municipios turolenses de El Castellar y Cabra de Mora.
La muestra está constituida por diecinueve nuevas huellas de pies y dos de manos que están preservadas en forma de relleno y que proceden de los municipios turolenses de El Castellar y Cabra de Mora
La diferencia principal entre ambos grupos está relacionada fundamentalmente, con las proporciones de longitud y anchura de las huellas, siendo las pertenecientes al primer conjunto más largas proporcionalmente que las integrantes del segundo, que tienen una morfología aún más simétrica.
Pisadas de individuos de diferentes edades
Según Josué García Cobeña, primer autor de la publicación, “las investigaciones reflejan que los diferentes individuos productores pudieron tener una altura hasta la cadera que variaría entre los 48 centímetros y los 2,5 metros. Esta variación en tamaño, junto con las similitudes que se observan entre las huellas del primer grupo, indicaría que son icnitas que representan las pisadas de individuos de diferentes edades, desde juveniles hasta adultos”.
Además, continua, “la asociación de dos pequeñas icnitas de los pies (de 10,2 y 14 cm) con las correspondientes icnitas de las manos (de 2,3 y 2,4 cm) de los mismos individuos productores, atribuidos a Iguanodon, refleja una tendencia de locomoción cuadrúpeda durante todo su desarrollo ontogenético. Huellas tan pequeñas de dinosaurios ornitópodos del Cretácico son extremadamente escasas en el mundo, aún más cuando el pie y la mano están asociados”.
Alberto Cobos, director-gerente de la Fundación Dinópolis y coautor de la publicación señala que “la presencia de ciertas características en las icnitas y su comparación con los huesos de los pies de algunos dinosaurios indica, al menos, dos tipos de ornitópodos productores: uno robusto, que atribuimos a Iguanodon galvensis, hallado también en la misma formación geológica y que pudo alcanzar unos 10 metros de longitud, y otro más grácil, posiblemente relacionado con un ornitópodo de menos de 6 metros, como Morelladon o Mantellisaurus”.
El trabajo resalta la presencia mayoritaria de huellas atribuibles a grandes ornitópodos en los sistemas fluviales del Cretácico Inferior respecto a otros grupos de dinosaurios
Huella gigante (55 cm de longitud y de anchura) de Iguanodon procedente de El Castellar (Teruel). /Fundación Dinópolis |
Nueva huella gigante de ornitópodo
Estas nuevas aportaciones científicas, a cuya presentación ha asistido el presidente del Patronato de la Fundación Conjunto Paleontológico de Teruel-Dinópolis y consejero de Medio Ambiente y Turismo del Gobierno de Aragón Manuel Blasco, han sido dadas a conocer por Alberto Cobos y otros miembros del equipo. Además, en la presentación, también se ha mostrado una nueva huella gigante de ornitópodo (55 cm de longitud y de anchura) en la que incluso se observan las impresiones de la piel del pie del dinosaurio productor y que ha sido hallada este mismo año en el marco de las prospecciones paleontológicas de la Fundación en El Castellar (Teruel).
Los equipos participantes el sábado 25 de mayo son:
Categoría alevín masculino: E.F. Municipal Fundación Dinosaurios CyL de Salas A, B y Femenino, Huerta de Rey, Racing Lermeño A y B, C.D. Calasanz de Soria, Arandina C.F., Escuela de Fútbol de Roa A y B, Ribera del Duero, C.D. Uxama Promesas (Burgo de Osma), C.D. Covaleda y C.D. San Pedro.
Categoría infantil masculino: E. F. Municipal Fundación Dinosaurios CyL de Salas A y B , C.D. Uxama Promesas (Burgo de Osma), Norma San Leonardo, Racing Lermeño A y B , C.D. Calasanz de Soria, C.D. Covaleda y Escuela de Fútbol de Roa.
Y el domingo 26 de mayo:
Categoría prebenjamin: E.F. Municipal Fundación Dinosaurios CyL de Salas A y B, Escuela de Fútbol de Roa A y B, C.D. Uxama Promesas (Burgo de Osma), C.D. Calasanz (Soria), Arandina C.F., Norma San Leonard , C.D. San Pedro y Racing Lermeño.
Categoría benjamín: E.F. Municipal Fundación Dinosaurios CyL de Salas A y B, Racing Lermeño, C.D. Calasanz de Soria, Escuela de Fútbol de Roa A y B, C.D. Uxama Promesas (Burgo de Osma) y C.D. Covaleda.
Categoría infantil femenino: E.F. Municipal Fundación Dinosaurios CyL de Salas, Covaleda y Norma San Leonardo.
Los partidos se celebrarán en el Campo de Fútbol Municipal José Rojo Martin “Pacheta” en Salas de los Infantes. En ambos días, el programa se desarrollará de la siguiente forma:
- 15:00 h. Desfile y presentación de equipos.
- 15:15 h. Desarrollo de la competición.
- 20:15 h. Finales de cada categoría.
- 20:45 h. Entrega de trofeos.
El próximo año se va a celebrar un novedoso congreso en un entorno idílico: San Millán de la Cogolla acogerá el Congreso 'Las lenguas romances y los dinosaurios. Una revolución en la ciencia'.
Este congreso, que pretende resaltar la contribución de la abundante literatura escrita en lenguas romances, dentro de un mundo dominado por la literatura en inglés, está organizado por la Universidad de La Rioja y el Gobierno de La Rioja, e impulsado por un impresionante Comité Organizador con investigadores de Italia, Brasil, Francia, Portugal, Rumanía, Argentina y España. Este comité está liderado por nuestros colegas, Félix Pérez-Lorente y Fidel Torcida Fernández-Baldor.
El principal objetivo de las Jornadas es mostrar la importancia de la investigación sobre dinosaurios, en lenguas romances o latinas que tienen la misma problemática. Otros objetivos son:
1. Reconocer la importancia de la literatura científica en esas lenguas, tanto en el pasado como en el presente, mostrando la preocupación por la desaparición paulatina de medios de expresión de los estudios científicos en idiomas romances o latinos.
2. Exponer trabajos recientes relacionados con el lema del congreso, sobre restos directos e indirectos de dinosaurios, historia de las aportaciones escritas y de la función de las publicaciones en el pasado y en el futuro.
3. Resaltar el papel de las lenguas latinas, en el lugar en el que se conservan los escritos más antiguos en lengua castellana (San Millán de la Cogolla).
El congreso tendrá lugar durante los días 12 al 16 de mayo de 2025.
Comienza el 12 de mayo con la recepción de los congresistas, 13 y 14 de mayo para lectura de ponencias, comunicaciones y pósteres. Durante el 15 de mayo tendrá lugar una visita a los yacimientos de La Virgen del Campo (Enciso) y La Era del Peladillo (Igea) a sus museos e instalaciones, Finalmente, el día 16 de mayo se dedicará a la visita a yacimientos más lejanos (Salas de los Infantes, y otros).
Para más información, recomendamos visitar la web de congreso: https://pala-dino.unirioja.es/
El CAS de Salas mantuvo un encuentro con Patrimonio que resultó «frustrante» y ven «una cerrazón» en derivar los fósiles a la ley de Patrimonio Natural que «protege el territorio pero los restos quedan en el limbo»
Imagen de un hueso de dinosaurio presentado por el CAS de Salas de los Infantes. SANTI OTERO |
«Nos escucharon, pero no tomaron en cuenta ninguno de nuestros argumentos», lamenta el director del Museo de Dinosaurios, Fidel Torcida. Consideran que «no hay ánimo de arreglar esto» y lo único que solicitan es que «no se cierre la puerta definitivamente a la protección de los fósiles no antrópicos (muy abundantes en Castilla y León) en la ley de Patrimonio, como hacen otras comunidades como la de Madrid, Castilla La Mancha, Andalucía o Aragón ( en general aquellas que tienen una riqueza paleontológica sobresaliente), que al menos en el futuro, si hay otra sensibilidad en un momento dado, se pueda cambiar».
En la reunión Cultura recomendó derivar todo el ámbito de excavaciones paleontológicas a la Ley de Patrimonio Natural de la Consejería de Medio Ambiente. «Es una norma que protege los fósiles solo de zonas que están bajo alguna figura de protección como patrimonio natural, pero para el material mueble que se extrae de él no hay nada previsto ni reglamentado referido a su registro, su análisis científico o la restauración de las piezas, lo que son los bienes muebles, los fósiles extraíbles, quedan en una especie de limbo legal», lamenta Torcida.
Uno de los problemas de base que observan en el equipo del Museo de Dinosaurios de Salas es que «en la consejería no cuentan con un perfil especialista en paleontología y eso hace que no puedan tener una visión completa de todo este asunto», explican. En la Ley de Patrimonio se busca proteger los elementos arqueológicos de origen antrópico, es decir, hechos por el hombre.
La nueva Ley de Patrimonio afronta en estas semanas la fase final de su elaboración. Llegar a la comisión de Cultura para su debate en las Cortes de Castilla y León es inminente sin que las reivindicaciones por incluir los restos paleontológicos de Salas, entre los que figuran cuatro especies propias y decenas de publicaciones en revistas científicas de alto impacto en su campo no cuentan como en otras comunidades. Tampoco a otras zonas de la comunidad como el Carbonífero del norte de León, las cruzianas del fondo marino de Peña Francia en Salamanca o la colección de tortugas cenozoicas de Salamanca donde hay restos únicos de tortugas y lagartos de Zamora. Y pone en riesgo todo lo que pueda aparecer en la zona de Soria, donde son conocidas las icnitas.
La norma, que nació como anteproyecto en 2020 con Ciudadanos gestionando la materia de patrimonio cultural, afronta su fase final de tramitación en las Cortes de Castilla y León de la mano de Vox al frente de Cultura. Ambos derivan la gestión de este patrimonio al área de Medio Ambiente más que a la cultural. Es la única comunidad autónoma que hace este giro de competencias. Tras pasar por Comisión se debatirá en las cortes en el mes de junio.
Demanda ciencia
Durante el mes de mayo, con motivo del Día Internacional de los Museos que se celebra cada 18 de mayo, el Museo de Dinosaurios organiza el Ciclo Demanda Ciencia. El pasado sábado se organizó una mesa redonda sobre ‘Los primeros pobladores del Valle del Arlanza’ en la que han participado investigadores como Eudald Carbonell, codirector de Atapuerca, Marta Navazo de la Universidad de Burgos, Rodrigo Alonso, del Museo de la Evolución, Alfonso Benito del Cenieh y Marta Santamaría de la Fundación Atapuerca.
El 25 de mayo será el paleontólogo Fidel Torcida quien aborde la actualidad sobre Torrelara, un ecosistema de hace 150 millones de años. El día 26 de mayo se entregaran los premios del XXI Concurso de Postales del Museo de Dinosaurios.
La UC lleva a bares de Santander, Torrelavega y Castro Urdiales el festival de divulgación científica 'Pint of Science'
Huella de dinosaurios / Cadena Ser |
El profesor Díaz Martínez ha realizado una exploración para comprobar cómo las huellas fósiles de los dinosaurios pueden revelar detalles fascinantes sobre su anatomía, comportamiento, evolución y relación con el medio ambiente, incluyendo ejemplos del registro fósil como las huellas de uno de los carnívoros más veloces conocidos hasta ahora.
Huellas de dinosaurio en Cantabria
Hace 120 millones de años la zona de La Rioja era un gran lago, donde pudieron habitar muchos dinosaurios dejando su pisada en el barro para fosilizarse con el paso del tiempo. El Departamento de Ciencias de la tierra y Física de la materia condensada ha detectado huellas de dinosaurio en Cantabria, según ha adelantado a la Cadena SER el profesor Ignacio Díaz Martínez.
El investigador es licenciado en Geología y máster por la Universidad de Zaragoza. Realizó el doctorado en la Universidad de La Rioja. Fue becario postdoctoral de CONICET en el Instituto de Investigación en Paleobiología y Geología en Argentina, investigador asistente de CONICET en el mismo lugar, profesor adjunto de la Universidad Nacional de Río Negro y contrato María Zambrano en la Universidad del País Vasco.
Desde 2023 es contratado Ramón y Cajal en la Universidad de Cantabria, perteneciente al Departamento de Ciencias de la Tierra y Física de la Materia Condensada.
Es autor de más de 50 publicaciones científicas e investigador principal de varios proyectos en Argentina y España. Su línea principal de investigación es la Paleontología, y más concretamente el estudio de las huellas fósiles. Sobre todo, ha trabajado con huellas de dinosaurios y mamíferos, incluyendo homínidos.
Pint of Science
Se trata de un evento que se ha desarrollado de forma simultánea en coordinación con 25 países de los cinco continentes. Ésta es la séptima edición en Santander, quinta en Castro Urdiales y segunda en Torrelavega.
Investigadores de la UC y de sus institutos mixtos de investigación (IIIPC, IHCantabria, IFCA, IDIVAL, IBBTEC) han dado a conocer avances tecnológicos y científicos a la sociedad, que ha participado activamente.
El objetivo principal del evento Pint of Science es acercar la investigación de la UC a personas que no son expertas en el tema, usando un lenguaje fácil de entender, en un ambiente distendido y compartir, de este modo, los avances en diferentes ámbitos de la ciencia y el conocimiento.
Bloques temáticos
En esta edición se han explorado temas tan diversos, según han explicado los conferenciantes, como la persistente ola que moja la toalla en la playa, la genómica aplicada al cáncer, los péndulos de Newton, la prospección de minerales futuros, la intersección entre arte y matemáticas, la revelación de la luz tóxica y la activación del ADN para una vida plena.
Todos estos asuntos se han agrupado en cinco bloques temáticos: 'Mente Maravillosa' (neurociencias, psicología, matemáticas, psiquiatría), 'Nuestro Cuerpo' (biología humana y salud), 'Nuestra Sociedad' (derecho, historia, política), 'Planeta Tierra' (ciencias de la tierra, evolución, ¡zoología) y 'Tech me out!' (tecnología y ordenadores).
Colaboraciones
La información del contenido de las charlas y sus temáticas, localizaciones y horarios se puede consultar en https://pintofscience.es/
En Cantabria, el evento, coordinado por la UC, cuenta con la colaboración del Ayuntamiento de Santander, el Ayuntamiento de Torrelavega y el Ayuntamiento de Castro Urdiales, a través de su Centro Cultural La Residencia. También con la colaboración de organizaciones a nivel nacional que patrocinan el festival como CESIF, Jóvenes Nucleares, LABBOX; TRBL Intellectual Property y Vadillo Asesores.
La investigación evidencia la diversidad de fauna de vertebrados, más allá de los dinosaurios, en Europa hace 66 millones de años
La investigación supone una nueva evidencia de la diversidad de faunas de vertebrados, más allá de los dinosaurios, en Europa durante el Cretácico superior, poco antes de la extinción masiva de hace 66 millones de años. Los restos fueron hallados, a finales de la década de 1950, por un trabajador de una mina de carbón en Suterranya, en el municipio de Tremp (Lleida).
Fósil olvidado hasta 2023
Josep Montané trabajaba en la mina, donde recogió varios fósiles, entre ellos el fragmento de un cráneo parecido a un cocodrilo. El fósil permaneció olvidado hasta que en 2023. Este ejemplar (que ahora forma parte de la colección del Museo de la Conca Dellà de Isona), fue finalmente estudiado por Riccardo Rocchi (Universidad de Bolonia) y Bernat Vila (Institut Català de Paleontologia Miquel Crusafont y Museu de la Conca Dellà).
Tras analizar el cráneo, los investigadores han determinado que ese fragmento de cráneo pertenecía a un ejemplar de la familia de los alodaposúquidos, un grupo de cocodriliformes hoy extinguido que fueron muy abundantes durante el Cretáceo superior de Europa. Los cocodriliformes engloban varios grupos de “cocodrilos”, las formas actuales y también sus antepasados.
Si bien en 2015 ya se describió una especie de allodaposúquido (Allodaposuchus palustris ), en yacimientos cercanos y contemporáneos de Fumanya (Berguedà) el ejemplar descrito recientemente en Suterranya-Mina de lignito no parece pertenecer a esta especie sino que comparte más semejanzas con el Allodaposuchus subjuniperus, una especie conocida sólo en yacimientos más antiguos del Pirineo aragonés. Concretamente, el fósil estudiado y esa especie comparten algunas características de la región entre las órbitas.
Dientes
Habitado con una biodiversidad rica
A partir de un documento inédito que ahora ha salido a la luz, los investigadores han descubierto que Josep Montané también halló unos dientes asociados al cráneo y que fueron atribuidos a la especie Allodaposuchus subjuniperus.
A pesar de todas estas evidencias, la naturaleza fragmentaria de los restos no permite atribuirlos de forma concluyente a Allodaposuchus subjuniperus, pero sí puede afirmarse que indudablemente no pertenece a la otra especie conocida, Allodaposuchus palustris.
Este hallazgo abre un escenario donde al menos dos especies distintas de allodaposúquidos posiblemente coexistían en el mismo ecosistema costero del Cretácico superior, reforzando la interpretación de que estas áreas representaban un hábitat con una biodiversidad notablemente rica, incluyendo cocodriliformes, dinosaurios, tortugas, peces, plantas y otros muchos organismos que formaron una compleja red ecológica pocos millones de años antes de la gran extinción masiva que supuso la extinción de todos los dinosaurios no aviarios y, con ellos, el fin del Mesozoico.
Yacimiento de Suterranya-Mina de lignito
El yacimiento de Suterranya-Mina de lignito se formó hace 70 millones de años en un entorno costero salobre, que formaba parte de las costas de la isla iberoarmoricana del archipiélago que corresponde a la Europa actual.
El paleoambiente donde vivieron estos cocodrilos era una laguna cercana al mar, con confluencia de aguas marinas y otras que llegaban del continente, con abundante vegetación que favorecería posteriormente la producción de carbón (lignito).
Esta misma tarde se ha reunido el jurado del XXI CONCURSO DE POSTALES DEL MUSEO DE DINOSAURIOS DE SALAS DE LOS INFANTES y ha fallado los siguientes premios:
- Categoría A (menores de 15 años): Lilian Victoria Buschmann Haro (Osorno-Chile) con "Nadando en el mar Cretácico".
- Categoría B (de 15 años en adelante): Jorge Álvaro González (Araúzo de Miel, Burgos) con "Sad Hill Patent Office 2".
- Categoría C (personas con discapacidad intelectual o del desarrollo): Pedro García Camarero (Colegio El Alba-Autismo-Burgos) con "Cristiano".
El jurado también ha otorgado un accésit en la categoría A para Victoria Vaselinova Nicolova (Salas de los Infantes, Burgos).
El jurado ha estado compuesto por: Ricardo Elvira (pintor), Diego Montero (comité científico del Museo de Dinosaurios), Emilio Tejera (ASPANIAS Salas de los Infantes) y Rosa María Vicario (Colegio Público Fernán González de Salas de los Infantes).
¡Enhorabuena a los ganadores! Y gracias a todos los que han participado en nuestro concurso.
El concurso está organizado por el Museo de Dinosaurios de Salas de los Infantes y colaboran la Fundación Dinosaurios CyL y la Fundación Aspanias.