El Colectivo Arqueológico y Paleontológico de Salas de los Infantes (Burgos), convoca la XX Campaña de Excavaciones Paleontológicas en yacimientos de restos fósiles de dinosaurios, en la Sierra de la Demanda.
Se realizarán las siguientes actividades:
- Excavación del yacimiento de Valdepalazuelos-Tenada del Carrascal (Torrelara, Burgos).
- Visitas a yacimientos icnológicos cercanos.
- Actividades complementarias: charlas formativas, visita al Museo de Dinosaurios de Salas, etc.
Las plazas disponibles son 5, con preferencia para estudiantes universitarios de Geología y Biología, Restauración o titulados con experiencia previa en excavaciones paleontológicas.
- Las fechas en las que se desarrollará serán entre el 7 y el 23 de julio de 2023, en horario de mañana y tarde, de lunes a sábado.
- El precio fijado para los asistentes es de 100 €.
- La participación en la excavación incluye alojamiento, manutención, participación en charlas, visitas y actividades complementarias, seguro y certificado/diploma acreditativo.
- La preinscripción se realizará enviando la ficha de Preinscripción hasta del 15 de junio de 2023 (sello de fecha de Correos en el caso de correo ordinario, con envío de copia de la inscripción, en este caso, a través del correo electrónico) a la siguiente dirección:
- Por correo: Colectivo Arqueológico-Paleontológico de Salas. Plaza Jesús Aparicio, 9. Salas de los Infantes, 09600 Burgos
- Por correo electrónico: caspaleontologia@gmail.com Asunto: CAMPAÑA 2023 EXCAVACIÓN DINOSAURIOS.
Los seleccionados recibirán la notificación de aceptación durante los días siguientes al final del plazo de preinscripción.
Entrevista a Fidel Torcida, director del Museo de
Dinosaurios de Salas de los Infantes, y al paleontólogo Miguel Moreno Azanza,
el sábado 13 de mayo en 'Tu Voz en Pinares' con motivo de las actividades dentro
del Día Internacional de los Museos.
Fundación Caja Rural y la Fundación para el Estudio de los
Dinosaurios de Castilla y León han firmado un convenio de colaboración para
fomentar la promoción de los yacimientos paleontológicos de la Sierra de la
Demanda, así como del Museo de Dinosaurios de Salas de los Infantes. El
presidente de la Fundación, Tomás Fisac, ha recalcado ”el compromiso que tiene
la Fundación con aquellas organizaciones que trabajan para reconocer la riqueza
de nuestro entorno”.
El Museo de los Dinosaurios de Salas de los Infantes, creado
en 2001, trabaja para estudiar, transmitir y divulgar la enorme importancia que
tienen los yacimientos de la Sierra. “Es una institución viva que alberga una
de las colecciones de fósiles más completas no solo de nuestro país, sino de
Europa, y con algunas piezas únicas en el mundo” explica Fisac.
Fundación Caja Rural y la Fundación para el Estudio de los Dinosaurios de Castilla y León han firmado un convenio de colaboración para
fomentar la promoción de los yacimientos paleontológicos de la Sierra de la
Demanda, así como del Museo de los Dinosaurios de Salas de los Infantes. El
presidente de la Fundación, Tomás Fisac, ha recalcado ”el compromiso que tiene
la Fundación con aquellas organizaciones que trabajan para reconocer la riqueza
de nuestro entorno”.
Fidel Torcida y Tomás Fisac en la firma del convenio. / Fundación Caja Rural.
El Museo de Dinosaurios de Salas de los Infantes, creado
en 2001, trabaja para estudiar, transmitir y divulgar la enorme importancia que
tienen los yacimientos de la Sierra. “Es una institución viva que alberga una
de las colecciones de fósiles más completas no solo de nuestro país, sino de
Europa, y con algunas piezas únicas en el mundo” explica Fisac.
El estudio de los dinosaurios en Castilla y León aún se
encuentra en su estadio inicial. Por ello, es fundamental apoyar la
recuperación, extracción, limpieza, consolidación y conservación de los restos
fósiles. En concreto, destaca la recuperación de un dinosaurio de
aproximadamente 145 millones de años en el yacimiento de
Valdepalezuelos-Tenadas del Carrascal.
Un centro para estudiar a los dinosaurios
El Museo de Dinosaurios de Salas de los Infantes nació a
raíz de la colección donada por un grupo de jóvenes, el Colectivo Arqueológico
y Paleontológico de Salas, hace más de 20 años. Desde entonces, han pasado por
él más de 250.000 personas. “Llevamos mucho tiempo trabajando por la riqueza
patrimonial que tenemos, que creemos que debería mostrarse mejor”, afirma su
director, Fidel Torcida.
Fundación Caja Rural reconoció la importante labor que lleva
a cabo esta institución con la entrega del Premio Popular Valores por Encima del Valor. Con este nuevo convenio, ponemos en valor el trabajo y la lucha por
proteger el patrimonio y la historia de nuestra provincia.
El Consejo Internacional de Museos (ICOM) celebra desde
1977, el Día Internacional de los Museos, el día 18 de mayo. A lo largo de
estos años miles de museos de todo el planeta organizan actividades para
invitar a la sociedad a conocer mejor su función.
El tema del Día Internacional de los Museos 2023 (18 de
mayo) es “Museos, sostenibilidad y bienestar”.
Los museos contribuyen de manera fundamental al bienestar y
al desarrollo sostenible de nuestras comunidades. Como instituciones de
confianza e importantes hilos en nuestro tejido social compartido, están en una
posición única para crear un efecto cascada que fomente el cambio positivo. Los
museos pueden contribuir de muchas maneras a la consecución de los Objetivos de
Desarrollo Sostenible: desde el apoyo a la acción climática y el fomento de la
inclusión, hasta la lucha contra el aislamiento social y la mejora de la salud
mental.
Como se destaca en la Resolución del ICOM “Sobre la
sostenibilidad y la aplicación de la Agenda 2030, Transformar nuestro mundo”
(Kioto, 2019), todos los museos tienen un papel que desempeñar en la
configuración y la creación de futuros sostenibles, y pueden hacerlo a través
de programas educativos, exposiciones, actividades de divulgación comunitaria e
investigación.
El Museo de Dinosaurios de Salas de los Infantes celebra
este evento junto a la Fundación Dinosaurios de Castilla y León, desarrollando la siguiente programación:
- Sábado 6 de mayo: celebración del Geolodía 2023:
Geolodía
Burgos: Peña Amaya: “Un paisaje Geológico cargado de Historia”. El Museo de
Dinosaurios y el CAS colaboran en la actividad. Más información:
https://geolodia.es/geolodia-2023/burgos-2023/
- El viernes 12 de mayo, charla del Dr. Miguel Moreno Azanza
(investigador Ramón y Cajal de la Universidad de Zaragoza) en el I.E.S. Alfoz
de Lara de Salas de los Infantes, titulada “Huevos de dragona en el reino de
los castillos”.
- El sábado 13 de mayo, el Dr. Miguel Moreno Azanza
(investigador Ramón y Cajal de la Universidad de Zaragoza), impartirá la
conferencia titulada “Nacer en la era de los dinosaurios”, en el
Teatro-Auditorio ‘Gran Casino’ a las 20.30 h.
- El sábado 20 de mayo, conferencia de Caterine Arias
Riesgo, licenciada en Bellas Artes, Máster en Conservación y Restauración de
Bienes Culturales titulada “Los engranajes de un museo”, en el Teatro-Auditorio
‘Gran Casino’ a las 20.30 h.
- El domingo 21 de mayo se entregarán los premios
correspondientes al XX Concurso de postales del Museo de Dinosaurios (más
información en: http://www.fundaciondinosaurioscyl.com/es/c/?idsec=421). Y
exposición de las obras presentadas. Este concurso genera anualmente la
atención y participación de cientos de personas, niños y mayores, merced al
impulso de la Fundación Aspanias Plena inclusión, de personas con discapacidad
intelectual o del desarrollo.
- A lo largo de la semana del 16 al 21 de mayo, los
visitantes del Museo de Dinosaurios de Salas de los Infantes disfrutarán de
entrada gratuita.
La organización que realiza el Museo de los Dinosaurios de
este Día Internacional de los Museos cuenta con la colaboración de la Fundación
Dinosaurios de Castilla y León y del Colectivo Arqueológico-Paleontológico de
Salas, C.A.S. así como de diversos voluntarios.
El Museo de Historia Natural de Londres se suma a los museos
más importantes del planeta que exhiben una réplica del Patagotitan mayorum, el
dinosaurio más grande conocido. ¿Por qué son importantes las copias de los
huesos fósiles y cómo las hacen en la 'fábrica de dinosaurios' en la Patagonia
argentina?
La celebridad: el 'Patagotitan mayorum', el mayor dinosaurio
conocido hasta el momento, es deseado por los grandes museos del mundo. El
último en adquirir una réplica de sus restos fósiles ha sido el Natural History
Museum de Londres. / NHM.
El Patagotitan mayorum se extinguió hace más de 95 millones
de años pero este dinosaurio sigue reproduciéndose: año a año, réplicas de los
huesos fósiles del animal más grande que ha caminado sobre la Tierra invaden
los museos más importantes del mundo.
El colosal esqueleto de este titanosaurio —cuyos restos
fueron descubiertos en 2013 en la provincia argentina de Chubut— ya deslumbra
en el Museo paleontológico Egidio Feruglio (MEF) de Trelew, Argentina. También
atrae multitudes en el American Museum of Natural History de Nueva York y en el
Field Museum de Chicago. Y, desde finales de marzo, también lo hace en uno de
los museos con más historia: el Natural History Museum (Museo de Historia
Natural MHN) de Londres.
“Empezamos a trabajar en esta exhibición en 2018”, cuenta a
SINC el paleontólogo Paul Barrett, responsable de la exhibición Titanosaur:Life as the Biggest Dinosaur (Titanosaurio: la vida del dinosaurio más grande).
“El museo estaba ansioso por montar una espectacular
exhibición sobre estos animales, ya que no habíamos organizado una gran
exhibición de dinosaurios en muchos años, y el tamaño colosal de Patagotitan,
junto con la historia que podíamos contar sobre la vida en tamaño gigante,
parecía ser en una oportunidad ideal”, sostiene.
El Patagotitan medía aproximadamente 37 metros de largo y se
estima que, cuando vivía, pesaba alrededor de 57 toneladas
La pandemia de covid-19, sin embargo, alteró todos los
planes y dilató los tiempos de la organización. Hasta que, al fin, se relajaron
las medidas de prevención y las fronteras abrieron: distribuida en 40 cajas, la
réplica del Patagotitan primero viajó en camiones desde Trelew a Buenos Aires,
en febrero. De ahí, la empresa IAG Cargo la transportó a través del Atlántico
en la bodega de dos aviones BA Boeing 787-9 'Dreamliner', junto a cuatro cajas
que contenían fósiles reales, incluido un fémur de más de dos metros.
“Uno de los principales desafíos que tuvimos consistió en
asegurarnos de que pudiéramos colocar el esqueleto de Patagotitan en nuestro
espacio de exhibición principal, dado su tamaño y peso”, señala el organizador.
El Natural History Museum de Londres tuvo que reforzar el
suelo de su galería para que pudiera soportar el peso de las réplicas. / NHM
No era un detalle menor: desde la nariz hasta la cola, este
animal medía aproximadamente 37 metros de largo. Se estima que, cuando vivía,
el Patagotitan pesaba alrededor de 57 toneladas. Es decir, más de nueve elefantes
africanos, que son los animales más grandes vivos en la actualidad. Su réplica
de yeso, en cambio, es algo más ligera: pesa 2,67 toneladas, lo mismo que cinco
pianos de cola de concierto.
“Se necesitó una planificación cuidadosa para colocar las piezas
de una manera que fuera anatómicamente precisa, agradable a la vista y que
utilizara el espacio disponible con la mayor eficacia posible”, explica el
paleontólogo británico. “Además, se reforzó el suelo para que pudierasoportar el peso del animal”.
Llegan los gigantes
Un día, hace diez años, mientras recorría a caballo una
estancia conocida como La Flecha, en el centro de la provincia de Chubut, un
peón llamado Aurelio Hernández observó algo raro que sobresalía del suelo: era
un hueso de dinosaurio. De inmediato, llamó a los paleontólogos del gran museo
local, el MEF.
Después de días de trabajo en el campo, los científicos no
lo podían creer. Ahí no había un fósil; eran 223. En realidad, no pertenecían a
un solo dinosaurio sino a seis ejemplares, distribuidos en tres niveles. Tras
años de estudio, el equipo dirigido por los paleontólogos argentinos Diego Poly José Luis Carballido determinaron que se trataba de una especie que vivió
hace 101 millones de años: un titanosaurio monumental, la especie más grande
hasta entonces hallada de un dinosaurio.
Para mostrarle al público lo grande que era este animal, los
investigadores del MEF escanearon cada fósil encontrado y realizaron la primera
réplica del esqueleto de este dinosaurio. Y la montaron en un galpón cercano.
Las salas del museo les habían quedado chicas.
La noticia dio vueltas por el mundo. Hasta el naturalista
David Attenborough viajó para ver los fósiles en persona y lo registró en el
documental Attenborough and the Giant Dinosaur. Fue entonces cuando empezaron a
llegar los pedidos. Los grandes museos del mundo querían tener su réplica de
titanosaurio, incluirlo como una nueva joya entre sus exhibiciones. El
Patagotitan se había convertido en una celebridad.
Realizada en colaboración con la empresa canadiense Research
Casting International, el 15 de enero de 2016 debutó, en el American Museum ofNatural History de Nueva York, la réplica de este herbívoro gigante. Es tan
grande que su cabeza se extiende fuera de la galería en el cuarto piso del museo.
El 21 de mayo de 2018, después de un largo viaje de dos
meses en camiones, barco y tren de carga, el personal del Field Museum de
Chicago le dio la bienvenida a un nuevo integrante: otra réplica del
titanosaurio al que bautizaron Máximo. Con la ayuda de grúas, el esqueleto fue
instalado en el hall central, desplazando a la hasta entonces estrella el
museo, la T. rex Sue. Desde aquel momento, Máximo es un imán para sacarse
selfies.
Incubadora de dinosaurios
En los museos de historia natural, las réplicas de
esqueletos de dinosaurios son las verdaderas estrellas. Hasta hace unas
décadas, los paleontólogos solían hacer montajes con los fósiles originales. En
el proceso, destruían algunas piezas por accidente o taladraban agujeros
directamente a través de ellos para mantenerlos de pie. En muchos casos, el
tremendo peso de los huesos fósiles hacía que se desplomasen.
Así entraron en escena los moldes, réplicas, copias de
huesos reales que reproducen el original con la mayor precisión posible.
“Es un trabajo bastante caro y agotador”, explica el
paleoartista argentino Jorge González, responsable de réplicas de dinosaurios
como Gualicho, Bajadasaurus, Tarjadia, Llanosuchus, Priosphenodon avelasi,
entre muchos otros.
Los huesos fósiles son frágiles y deben ser conservados en
las condiciones adecuadas, en un museo. Exhibir réplicas es una manera de
proteger el patrimonio paleontológico
Jorge González, paleoartista
“Hay muy poca gente capacitada para hacerlo de manera
correcta. Se empieza tomando el fósil preparado, es decir, sin sedimentos, y se
le hace una estructura de arcilla. La réplica se puede hacer de escayola,
espuma poliuretano o resina poliéster que mantienen la forma lo mejor posible.
Así se logran copias livianas. Luego se perforan o se les hacen estructuras de
metal que los contienen para ubicarlos en la posición anatómicamente correcta
en el montaje del esqueleto, bajo la supervisión del paleontólogo”.
Otra técnica más moderna consiste en escanear el fósil o
hacerle una tomografía. Así se consigue un archivo digital que luego se imprime
con una impresora 3D. “No se pierde la magia si no se exhiben los fósiles
originales”, indica González.
“Los huesos fósiles son frágiles y deben ser conservados en
las condiciones adecuadas en las colecciones de un museo para su posterior
estudio. Exhibir réplicas es una manera de proteger el patrimonio
paleontológico. En cada réplica, paleoartistas y paleontólogos combinan fuerzas
para mostrar algo que nunca nadie vio antes. Además, los esqueletos, por lo
general, están incompletos. De otra manera nunca podrían exhibirse”, sostiene
el paleoartista.
Además, gracias a las réplicas exactas de los huesos
fósiles, museos de todo el mundo pueden tener exhibiciones de alta calidad de
esqueletos de dinosaurios.
Tanto el titanosaurio exhibido en Chicago como el que se
presenta en el Natural History Museum de Londres fueron realizados
completamente en la “fábrica de dinosaurios” del MEF. Ubicado en el parque
industrial de la ciudad de Trelew, provincia de Chubut, Argentina, este enorme
taller funciona como una incubadora. Allí los dinosaurios vuelven a nacer.
Las réplicas de los fósiles de este coloso (en este caso, el
cráneo) se realizan en el Museo Paleontológico Egidio Feruglio, en Trelew,
Argentina. / MEF.
“El Patagotitan se construye en un plazo de, al menos,
cuatro meses de trabajo, por un equipo de 20 personas, entre investigadores,
artistas plásticos, herreros, carpinteros, técnicos en paleontología,
paleoartistas”, explica Matías Cutro, coordinador de prensa y comunicación del
museo.
“Para realizar la réplica se escanea en 3D cada uno de los
originales. Esta información se traslada para la reconstrucción en materiales
livianos y plásticos, pieza por pieza, de todo el esqueleto. Cada hueso tiene
su molde hecho de látex, resina de poliéster con fibra de vidrio, gelcoat (una
resina de poliéster mucho más delgado), vaselina sólida y otros materiales
expuestos sobre una estructura de acero”, detalla el comunicador.
Entonces, cada reconstrucción se pinta hasta que se ve igual
a las piezas originales, solo que mucho más liviana. “Luego, se ensamblan en
cajas especialmente diseñadas para ser transportadas”, agrega. “Desde la más
pequeña, la del cráneo, que mide 1,20 m x 60 cm, a la más grande, de 3,40 x
1,80 metros”.
Cada uno de los huesos reales que se transportaron —y se
exhiben por primera vez en Europa— requirió un permiso de exportación temporal
para el patrimonio paleontológico. “Esto es muy similar a un pasaporte e
incluye detalles como el nombre y código de la colección, su peso, tamaño y una
fotografía, así como un seguro y un documento tipo visa, que le da permiso para
estar fuera del país por un tiempo determinado”, señala David Shepherd,
director ejecutivo de la empresa IAG Cargo.
Embajadores culturales
Durante días, trabajadores y paleontólogos montaron la
réplica del gran dinosaurio en la Galería Waterhouse, un antiguo edificio
victoriano del NHM. El esqueleto del Patagotitan es tan grande que tuvieron que
esforzarse para que entrase. El extremo de la cola tuvo que doblarse alrededor de
una columna.
La exhibición se inauguró el 31 de marzo. “Permitimos que
los visitantes interactúen con el Patagotitan directamente: pueden tocar la
réplica y caminar debajo de ella”, detalla Barrett. “Esperamos que experimenten
una sensación de asombro ante la gran escala del titanosaurio. Aprovechamos la
oportunidad para explicar qué son los titanosaurios y utilizamos una serie de
juegos interactivos y exhibiciones para brindar información sobre cómo
crecieron, cómo alimentaron sus enormes cuerpos y cómo caminaron. También
destacamos la difícil situación de los animales gigantes actuales y esperamos
que las personas se sientan inspiradas a hacer más para ayudar a protegerlos
para las generaciones futuras”.
Las copias de Patagotitan y de otros dinosaurios hallados en
Argentina —como el Tyrannotitan y el Herrerasaurus— ofician de embajadores
La nueva exhibición de tremendo tesoro significa mucho para
la paleontología argentina. “Saber que las réplicas de uno de los dinosaurios
que, tanto yo como mi equipo, estudiamos, describimos, nombramos y publicamos,
se encuentran en los museos más importantes a nivel mundial es realmente un
orgullo”, indica el paleontólogo José Luis Carballido del MEF. “En esta
exhibición no solo se muestra el Patagotitan, sino que además se expone algo de
lo que hacemos los paleontólogos que trabajamos en Argentina”.
Las cuatro réplicas del titanosaurio que se exhiben en estos
momentos en el mundo no serán las últimas. El Patagotitan seguirá
“reproduciéndose” en la fábrica de dinosaurios del MEF. Cada réplica vendida
impulsa a los técnicos, herreros y paleoartistas a realizar nuevas obras, como
las que integran la exhibición itinerante 'Dinosaurs of Patagonia', que ya ha
pasado por Brasil, Alemania, República Checa y Australia.
Las copias de Patagotitan y de otros dinosaurios hallados en
el país sudamericano —como el Tyrannotitan y el Herrerasaurus— ofician de
embajadores. O, como dice Carballido, “permite que los miles de visitantes
piensen, al menos por un momento, en las riquezas paleontológicas que tenemos
en el país”.
Este hallazgo "nos lleva un paso más allá"
argumentan los científicos del Observatorio Austral Europeo
Estrellas del cúmulo "Terzan 5", captado por el telescopio VLT/ ESO
Un grupo de científicos de Francia, Italia, Estados Unidos,
Canadá y Chile ha conseguido hallar las "huellas dactilares" que
quedaron de la explosión de las primeras estrellas del universo.
Estas tienen la forma de tres nubes de gas cuya composición
química coincide con la que se puede esperar de aquellos fenómenos estelares
originarios.
Para detectar ese rastro, los investigadores han utilizado
el telescopio VLT (Very Large Telescope) del observatorio de Atacama (Chile).
Este descubrimiento "nos lleva un paso más allá para
entender la naturaleza de las primeras estrellas que se formaron tras el Big
Bang" ha explicado el Observatorio Austral Europeo (ESO) a través de un
comunicado.
ASTROS DE 13 MIL MILLONES DE AÑOS
Los investigadores creen que las primeras estrellas que se
formaron en el universo eran muy diferentes de las que conocemos hoy. Cuando
aparecieron hace 13.500 millones de años solo tenían hidrógeno y helio, los
elementos químicos más simples de la naturaleza.
Esas estrellas, que se piensa que tenían diez, o incluso
cien, veces más masa que el Sol, murieron rápidamente en potentes explosiones
conocidas como supernovas y enriquecieron el gas circundante con elementos más
pesados.
Las generaciones posteriores de estrellas nacieron de ese
gas enriquecido y expulsaron a su vez elementos más pesados cuando murieron.
Pero como las primeras estrellas desaparecieron hace mucho tiempo el reto es
averiguar cómo saber más de ellas.
Según Stefania Salvadori, profesora adjunta de la
Universidad de Florencia "las estrellas primordiales se pueden estudiar
indirectamente detectando los elementos químicos que dispersaron en su entorno
tras su muerte".
El equipo de investigadores encontró tres nubes muy
distantes, percibidas cuando el universo tenía entre el 10 y el 15 % de su edad
actual, con huellas químicas que coinciden con las que se esperan de las
explosiones de las primeras estrellas.
EL RASTRO DE LAS PRIMERAS ESTRELLAS
En función de su masa y de la energía en sus explosiones,
esas primeras supernovas liberaron diferentes elementos químicos, como carbono,
oxígeno y magnesio, presentes en las capas exteriores de las estrellas. Pero
algunas de las explosiones no tuvieron la suficiente energía como para liberar
elementos más pesados, como el hierro, que solo se encuentra en el núcleo de
las mismas.
Los investigadores analizaron las nubes distantes con poco
hierro pero ricas en otros elementos y encontraron que tres de ellas, muy
lejanas, tenían muy poco hierro pero mucho carbono y otros elementos, las
"huellas dactilares" de las explosiones de las estrellas primigenias.
Esa composición química se ha observado también en muchas
estrellas viejas de nuestra propia galaxia, que los investigadores consideran
que contienen estrellas de segunda generación que se formaron directamente a
partir de las "cenizas" de las primeras.
Este estudio agrega de este modo una pieza que faltaba en el
rompecabezas y "abre nuevas vías al estudio indirecto de la naturaleza de
las primeras estrellas, complementando así plenamente los estudios de las
estrellas de nuestra galaxia", según Salvadori.
LUZ PARA ALCANZAR LAS NUBES
Para llegar a esas nubes, los investigadores utilizaron
haces de luz conocidos como cuásar, que son fuentes muy brillantes alimentadas
por agujeros negros súpermasivos en el centro de galaxias lejanas. Al viajar
por el universo, la luz de un cuásar pasa a través de las nubes de gas y los
diferentes elementos químicos de estas dejan en ella una huella.
El equipo observó y analizó datos de varios cuásar
detectados por el instrumento X-shooter del telescopio VLT del ESO, que separa
la luz en longitudes de onda extremadamente amplias, o colores, lo que le
convierte en una herramienta única para identificar muchos elementos químicos diferentes
en las nubes de gas.
Para Valentina D'Odorico, investigadora del Instituto
Nacional de Astrofísica de Italia, dicho telescopio abre la vía a la próxima
generación de instrumentos, como el próximo ELT (Extremely Large Telescope) del
ESO y su espectógrafo de alta resolución ANDES (ArmazoNes high Dispersion
Echelle Spectrograph).
D'Odorico adelanta que con ambos será posible "estudiar
muchas de esas raras nubes de gas con mayor detalle y seremos capaces de
descubrir finalmente la misteriosa naturaleza de las primeras estrellas".
Ilustración de los grandes raptores que vivieron en el actual Utah hace 135 millones de años. - Universidad de Kansas.
Un estudio geológico de la formación rocosa que encerró un
ejemplo fosilizado del "raptor" más grande del mundo muestra que es
10 millones de años más antigua de lo que se creía anteriormente. El informe,
coescrito por un investigador de la Universidad de Kansas (KU, apareció en la
revista Geosciences.
"Determinamos la edad del dinosaurio Utahraptor y
descubrimos que era mucho más antiguo de lo que se suponía anteriormente",
dijo en un comunicado Gregory Ludvigson, científico senior emérito del Servicio
Geológico de Kansas en KU, quien colaboró en la investigación. "Ese
hallazgo tiene implicaciones importantes para la historia evolutiva de los
dinosaurios".
El trabajo de campo se llevó a cabo en Utah en el conocido
sitio de Utahraptor Ridge, llamado así por los primos más grandes del feroz
dinosaurio velocirraptor, uno de los protagonistas de la saga Jurassic Park.
La cresta es el hogar de Stikes Quarry, un depósito de
arenas movedizas lleno de fósiles de dinosaurios que están en gran parte
intactos y conservados, en las mismas posiciones que cuando murieron. Stikes
Quarry es parte de la Formación Cedar Mountain, una unidad de roca que contiene
fósiles de más tipos de dinosaurios que cualquier otra formación en el mundo.
"También supimos para nuestra completa sorpresa que los
estratos rocosos de la Cantera de Dinosaurios Stikes se depositaron durante un
episodio de cambio global conocido como el Evento Weissert", dijo
Ludvigson. "Este es un descubrimiento que marca la agenda y que repercutirá
durante décadas".
Hace más de una década, Ludvigson, junto con Jim Kirkland,
paleontólogo estatal del Servicio Geológico de Utah, y Matt Joeckel, geólogo
estatal y director de la División de Estudios y Conservación de la Universidad
de Nebraska-Lincoln, se unieron para abordar esa pregunta.
Los científicos y colegas que reclutaron adoptaron dos
enfoques de investigación: un camino, la datación de cristales de circón con
uranio/plomo, implicaba el análisis de muestras de estos minerales recolectados
a diferentes profundidades en las capas de roca. El segundo analizó los cambios
en la abundancia relativa de dos tipos de isótopos de carbono estables que se
encuentran en la materia orgánica enterrada.
Al comparar los resultados con períodos de la historia de la
Tierra en los que se sabía que ocurrieron cambios globales en el ciclo del
carbono, el equipo mostró que las rocas en el Miembro Gato Amarillo de la
Formación Cedar Mountain, y los fósiles de Utahraptor que se encuentran dentro,
son 10 millones de años más antiguas que lo establecido. Estimaciones
anteriores sitúan la edad de las rocas y los fósiles en 125 millones de años.
"Eso es mucho tiempo evolutivo", dijo Ludvigson.
"Es una especie de reivindicación de algo que Jim ha discutido durante
algún tiempo, pero discutir no le pone una edad absoluta, y eso es importante
para él".
La edad revisada indica que las rocas en Stikes Quarry
tienen al menos 135 millones de años. La parte inferior del Yellow Cat Member
abarca estratos aún más antiguos. Los hallazgos reducen la brecha en el registro
de rocas en el límite entre los períodos Jurásico y Cretácico en Utah.
"Antes, teníamos una brecha de 25 millones de años
entre ellos", dijo Kirkland, quien nombró y describió por primera vez al
dinosaurio Utahraptor ostrommaysi en 1993. "Eso es un tercio de la edad de
los mamíferos, más del doble del tiempo de los homínidos". Es una gran
cantidad de tiempo. Cualquier cosa puede suceder durante 25 millones de años si
no tienes un registro de lo que está sucediendo. Hemos conectado ese registro,
en su mayor parte".