martes, 10 de diciembre de 2024

"No he visto cosa igual": Los 7 museos de pueblo en Burgos que necesitas visitar porque son únicos

La provincia de Burgos alberga en sus pueblos algunos de los museos más originales y sorprendentes de España. Muchos de ellos destacan por su temática única o por las características que los hacen especiales. A continuación, te presentamos siete museos imprescindibles que merece la pena visitar

Centro de Interpretación del Cómic- Fabulantis. ECB
La provincia de Burgos esconde entre sus más de mil localidades museos para todos los gustos y todas las edades. Algunos de ellos incluso son únicos en toda Europa. Y es que Burgos es una auténtica caja de sorpresa para locales y visitantes. Más de uno acaba la visita extasiado: "No he visto cosa igual". 

Es muy curioso para los visitantes que existan estos museos en pequeños pueblos de Burgos que, además, cuentan con una gran oferta gastronómica y un despliegue impactante de monumentos históricos y naturales. Burgos es una provincia privilegiada por su naturaleza, su historia y el legado que atesora. 

Aquí te descubrimos siete museos de pueblo que no puedes perderte en tu próxima visita a la provincia. Hay muchos más y en la capital tienes los más famosos, pero hoy te proponemos siete rincones secretos que te van a llamar la atención.

1. Museo Radiocomunicación Inocencio Bocanegra en Belorado

Espacio del Museo de Radiocomunicación. ECB
El Museo de Radiocomunicación Inocencio Bocanegra, ubicado en la localidad de Belorado, es un espacio único para bucear en la historia del siglo XX. Se trata de un recorrido por la historia de las comunicaciones del pasado siglo donde a través de diferentes decorados el visitante se irá convirtiendo en diferentes personajes que nos permitirán conocer las comunicaciones en diferentes momentos del siglo pasado.

Durante la visita se recorren una serie de decorados que ambientan y reproducen lugares que marcaron un hito en la historia del  siglo XX: un silo de cereal, una reproducción de  camarotes de primera clase del Titanic así como de la sala de radio, la reproducción más grande de Europa de una trinchera de la Primera Guerra Mundial, el Checkpoint Charlie de Berlín en el cual se puede visitar un carro de combate y un helicóptero, también visitable,  de la época de Vietnam.

Puede visitarse de  martes a domingo solo mediante visita guiada y reserva previa. Las horas de visita son a las 12.00 y a las 16.00, tiene una duración aproximada de hora y media.

2. Museo de Dinosaurios de Salas de los Infantes

Un grupo de niños disfruta del Museo de Dinosaurios. ECB
Son muchos los niños (y adultos) que muestran pasión por los dinosaurios desde temprana edad. En la capital de la comarca de la Sierra de la Demanda, en Salas de los Infantes se encuentra el Museo de Dinosaurios. 

Maquetas, ilustraciones, reconstrucciones y piezas arqueológicas y paleontológicas conforman un recorrido de gran valor didáctico y adecuado a todo tipo de edades en este espacio único en la provincia. De hecho, la colección de fósiles de dinosaurios es una de las más completas de España y cuenta con el espectacular esqueleto articulado de un saurópodo de 25 metros de longitud. 

Además, diferentes paneles informativos de sencilla comprensión ayudan a introducirse en la historia geológica de la zona así como a conocer los diferentes fósiles que atesoran los yacimientos de la comarca.

Se puede visitar de martes a sábado de 10:30 a 14:10 horas y de 17 a 20 horas y domingos y festivos de 10.30 a 14.30 horas. El precio de la entrada general es de 2,50 euros y la reducida de 1,5 euros.

3. Museo de Juegos Tradicionales de Aranda de Duero

La Tanguilla es la artífice de este museo de la capital arandina. ECB
La Asociación Cultural La Tanguilla dispone en Aranda de Duero de un museo permanente en el que se expone una amplia variedad de juegos o deportes tradicionales y juguetes de época. El visitante, después de conocer en un audiovisual algunos de  los juegos tradicionales de Europa, inicia el recorrido contemplando los juguetes tradicionales de la infancia elaborados artesanalmente por los niños de mediados del siglo pasado como silbatos, carracas, tirachinas,etc.

La sala infantil se completa con juegos de mesa, como los juegos reunidos o las barajas; una variadísima colección de peonzas de los cinco continentes; figuras de indios y vaqueros, cacharritos, rompecabezas, muñecas, etc.

Los deportes de invierno, con sus patines de cuchillas y los trineos, sirven de transición del mundo de los niños al mundo de los adulto con ejemplo de juegos de lanzamiento de fuerza o de puntería, juegos pastoriles de siempre o de mazo y bola. Para finalizar, cuenta con un espacio dedicado íntegramente a los juegos y deportes de Castilla y León con más de veinte modalidades de bolos, la rana, la calva, la chana, y por supuesto la tanguilla.

Los horarios de visita son los viernes de 16:30 a 19:00 horas;  sábados: de 11:00 a 14:00 horas y de 16:30 a 19:00 horas y domingos y festivos de 11:00 a 14:00 horas. 

4. Museo de los Aromas de Santa Cruz de la Salceda

Interior del Museo de los Aromas. ECB
En la pequeña y bella la localidad de Santa Cruz de la Salceda se encuentra el Museo de los Aromas, un espacio único no solo a nivel nacional si no en Europa. El centro une una parte lúdica de disfrute en el reconocimiento y el análisis de diferentes aromas y otra, en la investigación sobre el olfato, tan importante para los seres humanos y que muchas personas han visto trastocado tras la covid-19.

El museo acoge aromas del recuerdo, que sanan, los que enferman y aromas de peligro. Pero también aromas tan cotidianos como del vino, cítricos, perfumes, del café o del aceite.  Así, el espacio se distribuye como una casa común con sus diferentes estancias. En cada una de ellas, a base sobre todo de juegos, se propone al público la comprobación de su destreza en el reconocimiento de los distintos aromas y el conocimiento de su origen y de su uso desde la antigüedad hasta nuestros días.

En el museo han colaborado los mejores investigadores españoles como científicos del Centro Superior de Investigaciones Científicas, componentes de la Red Olfativa Española, la Sociedad Española de Otorrinolaringología y la  Fundación ONCE.

Los horarios de visita varían por lo que se recomienda consulta las redes sociales del espacio antes de acudir. 

5. Museo del  Petróleo de Sargentes de la Lora

Geoparque de las Loras. ECB
El Museo del petróleo de Sargentes de la Lora es el primer museo de estas características en España. Es, además, uno de los centros interpretativos dentro del Proyecto Geoparque las Loras y permite al visitante conocer cómo se conformó nuestro territorio a lo largo de los últimos 250 millones de años, invitándole también a conocer otros espacios naturales e históricos cercanos de las Loras.

El museo es un edificio que alberga varios espacios dedicados a entender cómo y dónde se originó el petróleo, cómo se extrae y los productos derivados que obtenemos de él. También cuenta con una zona específica para el Campo de Ayoluengo, el único campo petrolífero en tierra de España, donde se habla sobre sus orígenes, evolución y actual funcionamiento.

Se puede visitar de miércoles a domingo de 11 a 14 horas y de 16.30 a 19.30 horas y los lunes de 11 a 14 horas. 

6. Fabulantis en Villadiego

Interior del museo Fabulantis de Villadiego. ECB
Ángel Pardo, el famoso dibujante del Capitán Trueno, que vivió y murió en Villadiego es la inspiración para crear este centro de interpretación del mundo del cómic y del tebeo. Un espacio para conocer su obra pero también para dejar volar la imaginación, jugar y sobre todo dibujar.

Y es que, en este museo ubicado en el antiguo edificio del matadero, disfrutarán niños y mayores. Los más pequeños podrán crear su propio cómic, disfrutar de una aventura audiovisual única de superhéroes desconocidos o disfrazarse de su personaje favorito. Los adultos por su parte tendrán la oportunidad de reencontrarse con el mítico superhéroe y ojear ejemplares antiguos.

Es aconsejable hacer una reserva previa para visitarlo. Los horarios de visita son de martes a sábado de 11 a 14 y de 17 a 19 horas y los domingos de 11 a 14 horas. 

7. Centro de Interpretación de las Salinas de Poza de la Sal

Interior del centro de interpretación de las salinas de Poza. ECB
En la villa natal de Félix Rodríguez de la Fuente se ubica el Centro de Interpretación de las Salinas de Poza de la Sal. El espacio proporciona a los visitantes una visión general de la explotación de las salinas, las vivencias de los últimos salineros, explicar el patrimonio industrial existente y el fenómeno del Diapiro, un fenómeno geológico  peculiar que originó el yacimiento salino, Punto de Interés Geológico desde 1983.

Sin duda se trata de un espacio único en el que disfrutarán niños y mayores y en el que podrán conocer parte de la identidad de la villa burgalesa. Se puede visitar todos los días a las 13 horas y sábados, domingos y festivos también a las 13 horas y las 16 horas.

elcorreodeburgos.com

lunes, 9 de diciembre de 2024

El Museo de Dinosaurios sigue exigiendo una ampliación pese al nulo interés de la Junta

Burgos (EFE).- La Fundación de Dinosaurios de Castilla y León mantiene la reivindicación de un nuevo Museo de Dinosaurios, que sustituya y amplíe las actuales instalaciones de Salas de los Infantes (Burgos), pese al nulo interés de la Junta de Castilla y León, que cuenta con una colección paleontológica sobresaliente y destaca por su diversidad científica.

Imagen de Archivo. SALAS DE LOS INFANTES (BURGOS).
Vista  de un yacimiento de icnitas ubicado en la comarca de
Salas  de  los Infantes. EFE/Santi Otero
“Nunca vamos a abandonar esa reivindicación porque no es un capricho es una necesidad de gestión”, ha insistido Fidel Torcida, patrono de la Fundación de Dinosaurios y director del Museo de Dinosaurios, en una entrevista con la Agencia EFE con motivo del 20 aniversario de la Fundación, que tiene entre sus objetivos la protección y promoción del propio museo.

Sin embargo, ha reconocido que el “panorama ahora mismo es malo” puesto que “no hay ningún interés, en absoluto, desde la Consejería de Cultura”, que debe ser la administración que apueste por el proyecto, ya que el actual Museo de los Dinosaurios forma parte del sistema autonómico de museos, que se gestiona desde Cultura.

La demanda de un nuevo museo es recurrente, pero la Junta les ha ido dando largas. Con Ciudadanos al frente de Cultura hubo interés, pero la entrada de Vox al gobierno de coalición, “cortó de raíz” cualquier avance, y la situación no ha cambiado con la salida de Vox: “si no es Cultura, el resto del Gobierno autonómico no se va a mover”, ha lamentado.

“El Museo de Dinosaurios tiene una colección paleontológica bastante sobresaliente”, ha insistido, pendiente de inventariar por falta de plantilla, y destaca por su diversidad: “tenemos grupos de dinosaurios con una representación muy variada, que otros lugares no tienen, y es uno de nuestros sellos de calidad y de identidad, parte del valor científico”.

Falta de espacio y de plantilla

Los problemas de falta de espacio en el museo vienen de 2004, dos años después de que arrancaran las excavaciones del Colectivo Arqueológico y Paleontológico Salense y empezaran a llegar los fósiles de los yacimientos, hallazgos que permitieron descubrir dos nuevas especies para la ciencia, pero que desbordaron al pequeño museo.

Con fondos del Ayuntamiento de Salas, y ayuda de la Diputación, se ha completado ahora un proyecto de ampliación, que gana espacio de almacén y permitirá disponer de un nuevo espacio de laboratorio de restauración, abordando dos de los problemas actuales: la falta de espacio y la acumulación de tareas de restauración y estudio de los fósiles recuperados.

Fidel Torcida ha recordado que de las excavaciones en Torrelara, realizadas durante los últimos seis años, solo tienen preparado un 0,5 % del material recuperado, y como investigadores es necesario tener los fósiles limpios, catalogados, inventariados para poderlos investigar.

“No sabemos la riqueza que tenemos en Torrelara y no lo iremos sabiendo hasta que no preparemos el material, y hay muchísimo material que preparar”, ha lamentado Torcida, cuya reivindicación se extiende del nuevo museo a ampliar la plantilla y contar con recursos, humanos y económicos, que permitan abordar la investigación con plenas garantías.

Establecer prioridades

“Mucha gente conoce Dinópolis -el parque temático de dinosaurios de Teruel-, pero la riqueza paleontológica de Teruel no es mucho mejor que la de Burgos”, ha apuntado Torcida, la diferencia es que allí se invierte, se trabaja continuamente en los yacimientos, se investiga, se restaura y, entonces, los hallazgos se producen y se pueden difundir.

Mientras no cambie la situación, y se haga una apuesta fuerte por parte de las instituciones -que acompañe al esfuerzo que realizan el Ayuntamiento y la Diputación-, el proyecto de dinosaurios de la sierra de la Demanda burgalesa tiene que marcarse prioridades, que afectarán por ejemplo a las excavaciones del Colectivo Arqueológico y Paleontológico (C.A.S.).

Fidel Torcida, como investigador del CAS, además de patrono de la Fundación o director del Museo de Dinosaurios, insiste en que ahora mismo las excavaciones no son una prioridad; en Torrelara hay todavía mucho potencial, pero tendrán que abordarlo futuras generaciones de paleontólogos para que la actual se centre en preparar el material recuperado y estudiarlo.

Atracción turística

Torcida ha destacado también el valor turístico del Museo de Dinosaurios, y todo el proyecto de excavaciones, un estímulo muy importante para la España vaciada.

Hasta 2023, el Museo de Dinosaurios recibió 250.000 visitas y Torcida recuerda que apenas se hace promoción turística, y que se ubica en Salas de los Infantes, a 45 minutos de Burgos capital, así que con una mejor dotación, mayor difusión y recursos turísticos, tiene un gran potencial para crecer. EFE

efe.com

sábado, 7 de diciembre de 2024

Exposición de las obras seleccionadas del XVI Concurso Internacional de Ilustraciones Científicas de Dinosaurios 2024

  • La nueva exposición cuenta con 32 obras que ilustran la visión de paleoilustradores de diferentes países sobre el mundo de los dinosaurios y que se puede visitar en el Museo de Dinosaurios de Salas de los Infantes (Burgos).
  • Los trabajos seleccionados en la XVI Edición del Concurso Internacional de Ilustraciones Científicas de Dinosaurios 2024 en el que el brasileño Márcio Luiz de Castro ha logrado el primer premio, el persa Mohamad Haghani ha obtenido el segundo premio, el español Adrián Blázquez Riola el tercero y el único accésit para el ucraniano Sergey Krasovskiy.
  • Permanecerá abierta hasta el mes de marzo de 2025.

Hoy sábado 7 de diciembre se ha instalado la exposición que recoge las ilustraciones que se han seleccionado este año al XVI Concurso Internacional de Ilustraciones Científicas de Dinosaurios 2024, organizada conjuntamente con la Fundación para el Estudio de los Dinosaurios en Castilla y León  y el Museo de Dinosaurios de Salas de los Infantes. Éste es un certamen único en Europa que se convoca de manera regular; varios de sus participantes son profesionales de prestigio que colaboran con los paleontólogos que estudian dinosaurios. Las ilustraciones expuestas son de una gran calidad y reflejan aspectos diversos de la anatomía, comportamiento o los paleoambientes en los que vivían los dinosaurios.

Entre las obras hay diferentes estilos, desde piezas hiperrealistas, hasta obras con una visión más personal y artística. Los paleoilustradores desarrollan técnicas diversas y aplican distintos criterios estéticos para plasmar el conocimiento científico en imágenes no exentas de belleza. En algunas predomina el sentido descriptivo, mientras en otras se indaga en la conducta o en la biología de los dinosaurios. La calidad de estas obras está muy relacionada con el aumento de la información científica sobre los dinosaurios, de cómo eran y de los lugares donde vivían.

La exposición cuenta con 32 obras escogidas entre todas las que se han presentado (42), en tamaño A3 y fijadas en cartón pluma. Tanto sus autores como sus nacionalidades son variadas: 18 autores, 9 países y 4 continentes, y demuestran la calidad, variedad y el cuidado en los trabajos presentados. 

El tema principal del concurso son las ilustraciones sobre dinosaurios, que pueden representar reconstrucciones de los animales en vida (locomoción, reproducción, alimentación, etc.), situaciones de conducta (caza, grupos familiares, manadas y otros), en su medio, de los fósiles originales y de los ecosistemas que ocuparon. Otros grupos de seres vivos ilustrados han sido tortugas, reptiles marinos y pterosaurios, además de documentarse la vegetación y los paisajes característicos del Mesozoico.

La exposición puede visitarse de martes a viernes 10:30 a 14:10 h. y de 17:00 a 20:00 h. Sábados de 10:30 a 14:30 h. y de 17:00 a 20:00 h. Domingos de 10:30 a 14:30 h.

Los miércoles la visita es gratuita.

viernes, 6 de diciembre de 2024

Un dinosaurio irrumpe en el HUBU

La Fundación Juegaterapia ha invertido 70.000 euros en un proyecto para animar el hospital de día pediátrico con dibujos en las paredes, iluminación indirecta y hasta sábanas estampadas, lo cual reduce la ansiedad.

Las directivas de Juegaterapia, Mónica Esteban y Valle Sallés, junto al jefe de
Pediatría, Gregorio de la Mata, en la entrada del hospital de día, en el que la
fundación  ha cambiado el decorado. - Foto: Luis López Araico
Mónica Esteban y Valle Sallés dedican los viernes a visitar hospitales. Y así, semana tras semana, constatan que, en general, no están pensados para los niños. «Nos damos cuenta de todas las carencias, de que hay zonas pediátricas que casi dan susto, de tan oscuras y grises», explican, matizando que, incluso el HUBU, «que es privilegiado, tan bonito y con toda esta luz», disponía de pocos alicientes para hacer más llevadera la estancia de un crío. Así que las dos mujeres, presidenta y vicepresidenta de la Fundación Juegaterapia, pensaron que eso podía cambiar y plantearon un proyecto, que este otoño ha transformado el hospital de día pediátrico en la 'Casa de los dinosaurios'. «Y a los niños les encanta», afirman.

Las dos directivas de la fundación, cuyo objetivo es facilitar el juego de los niños hospitalizados a causa de un cáncer, visitaron el viernes pasado el HUBU, que ya conocían porque Juegaterapia promovió en 2018 la apertura del cine de Pediatría, dentro de su proyecto 'En el hospi estoy de cine'. Entonces vieron las instalaciones y se dieron cuenta de que la zona del hospital de día pediátrico -donde los menores pasan menos de 24 horas- reunía las condiciones adecuadas para una intervención, por dimensiones y cometido. Hablaron con uno de los dos estudios especializados con los que colabora Juegaterapia y surgió la idea. «El proyecto es específico para Burgos, por la cercanía del tema, porque es tierra de dinosaurios y a los niños les gusta», apunta Sallés, junto a la entrada de esta parte de la planta de hospitalización, en la que ahora se explica la relación de la provincia con la paleontología y que «algunos de los hallazgos más importantes» de ejemplares de esta especie extinguida se han hecho en la provincia.

Así, tras la presentación de esta peculiar 'Casa de dinosaurios', se pasa a los boxes, cada uno dedicada a un tipo de animal: liopleurodon, triceratops, tyrannosaurus... Y, en la cabecera de cada cama, un peluche de la especie para que los críos puedan jugar. El hilo conductor entre una estancia y otra se encuentra en el suelo, plagado de huellas de distintos colores y tamaños, y en la pared, donde no solo se proponen juegos, sino que se ha 'vestido' con una suerte de colinas verdes y retroiluminadas que aportan calidez. Hasta las sábanas tienen estampados de dinosaurios. «Todo está pensado. Trabajamos con dos estudios que llevan años trabajando con hospitales, en temas de humanización, y tienen psicología», apuntaban el viernes pasado Esteban y Sallés, destacando que «nosotras, en Juegaterapia, llevamos 13 años desarrollando proyectos y sabemos por dónde van los gustos, qué colores hay que poner, qué les quita el miedo y la ansiedad... Todo está estudiado».

En el proyecto del HUBU predominan los verdes, azules y morados. Y, según Sallés, «les hace olvidar que están en un hospital, desconectan, porque les quita un poco el miedo». De hecho, destaca que tienen datos que evidencian cómo este tipo de intervenciones permiten reducir «sedaciones y ansiedad». ¿Por qué? «Porque los niños están entretenidos», destacan.

En los trece años de actividad de Juegaterapia no solo han llevado el cine a seis hospitales en diferentes provincias, sino que han convertido en jardines las azoteas de otros tantos, así como habitaciones de aislamiento en estaciones lunares. El proyecto del HUBU, en el que han invertido «unos 70.000 euros» entra dentro de la línea de proyectos que denominan 'Unidades del color', en lugar de unidades del dolor. «Solo cambiamos una letra, pero el consumo de analgésicos baja», remacha Sallés, sonriente.

El diseño de cada proyecto viene acompañado por la recaudación, posible gracias a la venta de los muñecos 'Baby pelones', a la colaboración de empresas privadas (en este proyecto del HUBU, Kern Pharma) y de distintos colegios. «Hacen acciones a lo largo del año y nos donan el dinero. Saben que está destinado a niños como ellos y se involucran muchísimo», cuenta Sallés, antes de detallar que la 'Casa de los dinosaurios' del HUBU tiene un poco de Las Matillas (Miranda), del Enrique Flórez, de otros tres centros de Madrid y de otros dos de León y Cantabria, así como de una familia particular. Y a todos ellos se les reconoce la colaboración con dibujo propio.

Tanto el jefe de Pediatría, Gregorio de la Mata, como el de Cirugía Pediátrica, José Manuel Gutiérrez, agradecen la iniciativa de Juegaterapia, por lo que la visita a la 'Casa de Dinosaurios' ha abierto nuevas opciones de colaboración: en el colegio del hospital o en la UCI pediátrica. «En todas las zonas en las que se atienda a niños oncológicos en las que podamos colaborar y nos dejen, ahí estaremos», concluyen. La 'Casa de dinosaurios' se completa con varias consolas, una de ellas móvil.

diariodeburgos.es

Los dinosaurios con cuernos perdieron inteligencia con el tiempo

Los dinosaurios con cuernos experimentaron una disminución de la inteligencia, la audición y el sentido del olfato a medida que evolucionaron a tamaños mayores a lo largo de 100 millones de años.

Triceratops prorsus comiendo cícadas./HENRY SHARPE (archivo)
Es el hallazgo de una nueva investigación, publicada en la revista Paleobiology, realizada por científicos de la Universidad de Geociencias de China (CUG) en Wuhan, el Instituto de Paleontología de Vertebrados y Paleoantropología de la Academia de Ciencias de China, la Universidad George Washington y otros institutos.

Los dinosaurios con cuernos, o ceratopsianos, son un grupo de dinosaurios herbívoros que vivieron en los períodos Jurásico y Cretácico. Los primeros ceratopsianos eran dinosaurios pequeños y bípedos que medían entre uno y dos metros de longitud. A lo largo de millones de años, evolucionaron hasta convertirse en especies cuadrúpedas enormes, como el triceratops, que crecía hasta nueve metros de largo. Los cambios físicos y neurológicos que acompañan a este crecimiento han desconcertado durante mucho tiempo a los paleontólogos.

Al investigar la morfología de las cavidades craneales de los primeros dinosaurios ceratopsianos, los científicos han arrojado luz sobre el comportamiento de estas antiguas criaturas, informa Xinhua.

En lugar del método tradicional de crear un molde físico de la cavidad craneal utilizando materiales como resina, el equipo de investigación utilizó tomografía computarizada para escanear los cráneos de los dinosaurios y reconstruir digitalmente modelos de sus cavidades craneales. Analizaron en detalle las estructuras craneales de tres ceratopsianos divergentes tempranos, incluidos el Yinlong del Jurásico Superior y el Liaoceratops y el Psittacosaurus del Cretácico Inferior.

Los científicos dedujeron de sus características, como la atenuación de los canales semicirculares y la elevación del canal semicircular anterior, que los primeros ceratopsianos tenían sentidos del oído y el olfato más agudos que sus contrapartes posteriores, más grandes.

También descubrieron que los primeros dinosaurios con cuernos tenían volúmenes cerebrales relativamente grandes, incluso más altos que la mayoría de los reptiles actuales.

“Estos hallazgos son interesantes”, dijo Han Fenglu, profesor asociado del CUG, al profundizar en la cuestión de por qué algunas funciones orgánicas se deterioraron durante la evolución de los ceratopsianos.

“Lo más probable es que esté relacionado con el aumento del tamaño corporal”, dijo, y explicó que los ceratopsianos más pequeños dependían de sentidos agudos para evadir a los depredadores, mientras que las especies más grandes, equipadas con una masa corporal sustancial y cuernos óseos defensivos, probablemente dependían menos de la agudeza sensorial para sobrevivir.

El estudio también ofrece información valiosa sobre los principios más amplios de la evolución biológica, agregó Han.

europapress.es

Insectos fósiles apenas visibles hallados en Nueva Zelanda

Nuevos fósiles de insectos recién descubiertos en Nueva Zelanda son tan pequeños que apenas pueden ser vistos por el ojo humano, pero se han conservado de una manera “extraordinaria”.

Insectos fósiles apenas visibles hallados en Nueva Zelanda
(UNIVERSIDAD DE OTAGO / Europa Press).
Publicado en la revista Palaeobiodiversity and Palaeoenvironments, un nuevo estudio detalla el hallazgo de fósiles de insectos raros de mosca blanca en sedimentos de lagos de cráteres del Mioceno en el área volcánica de Dunedin, en la isla sur de Nueva Zelanda.

Las moscas blancas adultas son insectos diminutos de unos 3 mm de tamaño, más pequeños si son inmaduros. Los fósiles encontrados en esta investigación miden aproximadamente 1,5 mm por 1,25 mm y se han conservado en la posición en la que vivieron y murieron, adheridos a la parte inferior de una hoja fósil.

De color negro y con un cuerpo ovalado, tienen algunas similitudes con las moscas blancas actuales, como la forma y el color, pero se diferencian en que todos los segmentos del cuerpo están claramente definidos por suturas profundas.

El coautor Dr. Uwe Kaulfuss, de la Universidad de Gotinga en Alemania y ex becario postdoctoral en el Departamento de Geología de la Universidad de Otago, dijo en un comunicado: “Los fósiles de insectos adultos de mosca blanca no son infrecuentes, pero se necesitan circunstancias extraordinarias para que la pupa (la cáscara protectora de la que emerge el insecto) se fosilice”.

"Hace unos 15 millones de años, la hoja con la pupa debe haberse desprendido de un árbol, arrastrada por el viento hasta el pequeño lago y hundida hasta el fondo profundo del lago para ser cubierta por sedimentos y fosilizarse. Debe haber sucedido en rápida sucesión, ya que los diminutos fósiles de insectos están exquisitamente conservados.

“El nuevo género y especie descritos en nuestro estudio revela por primera vez que los insectos de mosca blanca eran un componente ecológico en los bosques antiguos de la Isla Sur”.

"El hecho de que todavía estén en posición de vida en la hoja es increíble y extremadamente raro. Estos pequeños fósiles son los primeros de su tipo que se encuentran en Nueva Zelanda y solo el tercer ejemplo de pupas fósiles de este tipo conocido a nivel mundial.

lavanguardia.com

Descubren un pequeño reptil marino del Triásico con costillas robustas y una cola musculosa

Un fósil excepcionalmente conservado revela una nueva especie de reptil marino del Triásico en China, aportando pistas sobre la evolución de los océanos prehistóricos.

Con solo 10 cm de longitud, este pequeño reptil del Triásico muestra adaptaciones
únicas para la vida en el agua. Ilustración artística. Foto: Dall-e/Christian Pérez
En un hallazgo que arroja nueva luz sobre la biodiversidad de los mares prehistóricos, un equipo de paleontólogos han identificado a Dianmeisaurus mutaensis, una especie de reptil marino que habitó los océanos de lo que hoy es China hace 245 millones de años. Este descubrimiento, realizado en un yacimiento de la Formación Guanling, destaca por su potencial para redefinir nuestra comprensión de la evolución y dispersión de los reptiles marinos durante el Triásico medio.

Un tesoro fósil en el sur de China

El espécimen de Dianmeisaurus mutaensis fue recuperado de un antiguo lago marino en la provincia de Yunnan, una región conocida por sus ricos yacimientos paleontológicos. Los restos, incrustados en piedra caliza micrítica de color gris oscuro, incluyen un esqueleto articulado casi completo. Este descubrimiento no solo preserva detalles anatómicos fascinantes, sino que también ofrece una ventana única al pasado, en un período en que los ecosistemas marinos del planeta se recuperaban tras la devastadora extinción masiva del Pérmico-Triásico.

El descubrimiento de Dianmeisaurus mutaensis aporta una nueva pieza al
rompecabezas de la evolución de los reptiles marinos del Triásico.
Fuente: doi: 10.1186/s13358-023-00292-4
Los paleontólogos utilizaron herramientas neumáticas y agujas de precisión para preparar cuidadosamente el fósil. Aunque el esqueleto fue dividido en dos partes durante su extracción, su estado de conservación permitió a los investigadores analizar características clave que lo distinguen de otras especies relacionadas.

Un reptil marino con peculiaridades únicas

La especie encontrada pertenece al grupo de los paquipleurosaurios, reptiles marinos de cuerpo delgado, cabezas pequeñas, cuellos largos y extremidades adaptadas para nadar. A pesar de su similitud con otros miembros de este grupo, el nuevo hallazgo muestra rasgos anatómicos distintivos que justificaron la creación de una nueva especie. Entre sus características más destacadas están las costillas dorsales robustas y más cortas que las primeras costillas sacras, así como una configuración única en las vértebras y las extremidades.

El análisis de su esqueleto indica que el espécimen encontrado era un individuo juvenil, con un tamaño corporal total de apenas 10 centímetros. Esto hace de Dianmeisaurus mutaensis una de las especies más pequeñas conocidas entre los paquipleurosaurios, lo que también plantea preguntas sobre su ciclo de vida y hábitos alimenticios.

El impacto en la clasificación de los reptiles marinos

El descubrimiento de Dianmeisaurus mutaensis no solo aporta una nueva especie al registro fósil, sino que también desafía hipótesis previas sobre la clasificación de los eosauropterigios, el grupo al que pertenecen los paquipleurosaurios. Durante décadas, los paleontólogos han debatido si ciertos subgrupos dentro de este clado son monofiléticos, es decir, si todos sus miembros comparten un ancestro común.

Cráneo de Dianmeisaurus mutaensis. Fuente: doi: 10.1186/s13358-023-00292-4
La investigación sugiere que la agrupación tradicional de los eosauropterigios podría necesitar una revisión. Los datos recopilados apuntan a que los paquipleurosaurios y otros grupos relacionados formaban clados más complejos y diversificados de lo que se pensaba. Esto subraya la importancia de seguir explorando los yacimientos del Triásico para desentrañar los patrones evolutivos de estos fascinantes reptiles marinos.

Un linaje con raíces en el este de Tetis

Uno de los hallazgos más significativos de esta investigación es la evidencia que apoya un origen en el este de Tetis para los paquipleurosaurios. Este antiguo océano tropical, que cubría gran parte del hemisferio oriental durante el Triásico, habría servido como un caldo de cultivo para la diversificación temprana de estos reptiles marinos. Dianmeisaurus mutaensis, junto con otras especies relacionadas descubiertas en la región, refuerzan la idea de que el este de Tetis fue un centro de radiación evolutiva para este grupo.

Sin embargo, la ausencia de fósiles más antiguos en otras partes del mundo sugiere que este patrón biogeográfico aún está incompleto. Los investigadores destacan la necesidad de encontrar más fósiles del Anisiense temprano, la primera etapa del Triásico medio, para confirmar esta hipótesis de dispersión.

Una instantánea de un ecosistema perdido

Además de los propios fósiles, el contexto geológico y paleoecológico de este hallazgo proporciona pistas sobre el mundo en que vivió Dianmeisaurus mutaensis. La Formación Guanling, famosa por sus Lagerstätten —yacimientos con una conservación excepcional de fósiles—, revela un ecosistema marino diverso y floreciente, donde los paquipleurosaurios coexistían con otros reptiles marinos, peces y organismos invertebrados.

Los paleontólogos sugieren que estos pequeños reptiles eran nadadores ágiles que probablemente se alimentaban de peces pequeños y crustáceos. Su diseño corporal, con extremidades en forma de aletas y colas largas y musculosas, les habría permitido moverse con rapidez en aguas poco profundas, evitando a depredadores más grandes.

El descubrimiento de Dianmeisaurus mutaensis no solo amplía nuestro conocimiento de los reptiles marinos del Triásico, sino que también ilustra cómo los fósiles pueden reescribir capítulos completos de la historia de la vida en la Tierra. Cada nuevo hallazgo nos acerca más a entender cómo los ecosistemas marinos se recuperaron tras la mayor extinción en masa de la historia y cómo la vida pudo diversificarse y prosperar en un planeta cambiante.

Este hallazgo, descrito en un artículo publicado en la Swiss Journal of Palaeontology, es un recordatorio del poder de la paleontología para desenterrar las piezas de nuestro pasado colectivo. Mientras los investigadores continúan explorando las riquezas fósiles de lugares como la Formación Guanling, queda claro que los mares del Triásico aún guardan muchos secretos por descubrir.

Referencias:

Hu, YW., Li, Q. & Liu, J. A new pachypleurosaur (Reptilia: Sauropterygia) from the Middle Triassic of southwestern China and its phylogenetic and biogeographic implications. Swiss J Palaeontol 143, 1 (2024). doi: 10.1186/s13358-023-00292-4

muyinteresante.com

Vive! Burgos 06.11.2024| Trabajo, XX Aniversario Fundación Dinosaurios, Artemisa, Vive Acción Soc...

Vive! Burgos con María Cristóbal hablamos de las ofertas laborales con Rebeca Martín, el XX Aniversario de la Fundación Dinosaurios con Fidel Torcida y Vive! Acción Social con Mari Cruz Santamaría, voluntaria del Grupo de Intervención en Emergencias Sociales del Colegio de Trabajo Social de Burgos. Además, con Eneka Moreno Artemisa y el informe Minguito.

Con Fidel Torcida, del minuto 17:45 al 26:58.

viveradio.es

jueves, 5 de diciembre de 2024

HORARIO DEL MUSEO DE DINOSAURIOS EN EL PUENTE DE LA CONSTITUCIÓN 2024

El Museo de Dinosaurios de Salas de los Infantes (Burgos) estará abierto todos los días del Puente de la Constitución.

Foto: Casa Rural Sixto.
HORARIO:

VIERNES, 6 DE DICIEMBRE: DE 10:30 A 14:30 H.

SÁBADO, 7 DE DICIEMBRE: DE 10:30 A 14:10 H. Y DE 17:00 A 20:00 H.

DOMINGO, 8 DE DICIEMBRE: DE 10:30 A 14:30 H.

LUNES, 9 DE DICIEMBRE: CERRADO.

RESTO DE LA SEMANA: HORARIO HABITUAL.

¡OS ESPERAMOS!

martes, 3 de diciembre de 2024

DINOCESTA DE NAVIDAD 2024-2025 DEL MUSEO DE DINOSAURIOS

Desde el viernes 6 de diciembre de 2024 y hasta el 5 de enero de 2025 si visitas el Museo de Dinosaurios de Salas de los Infantes (Burgos) puedes llevarte una estupenda cesta con artículos de nuestra tienda.






















¡Os esperamos!

jueves, 28 de noviembre de 2024

Ganadores del XVI Concurso Internacional de Ilustraciones Científicas de Dinosaurios 2024

¡Ya conocemos los ganadores de esta nueva edición!

La Fundación para el Estudio de los Dinosaurios en Castilla y León junto con el Museo de Dinosaurios de Salas de los Infantes organizaron conjuntamente el XVI Concurso Internacional de Ilustraciones Científicas de Dinosaurios 2024 a finales del mes de abril de este año.

El tema principal del concurso son las ilustraciones sobre dinosaurios, que pueden representar reconstrucciones de los animales en vida (locomoción, reproducción, alimentación, etc.), situaciones de conducta (caza, lucha, grupos familiares, manadas y otros), en su medio, de los fósiles originales y de los ecosistemas que ocuparon. Otros grupos de seres vivos ilustrados han sido tortugas, reptiles marinos y pterosaurios, además de documentarse la vegetación y los paisajes característicos del Mesozoico.

Es el único concurso de estas características que se celebra en España y de los pocos que existen a nivel mundial. Su calidad está basada en el jurado que valora las obras presentadas; en esta ocasión ha estado formado por un equipo de 6 especialistas de distintas nacionalidades:

- Mark Witton (Reino Unido) y Robert Nicholls (Reino Unido), paleoilustradores.

- Angélica Torices Hernández (España), Leonardo Salgado (Argentina) e Ignacio Díaz Martínez (España). Paleontólogos especializados en dinosaurios.

- Diego Montero Huerta, miembro del Comité científico del Museo de Dinosaurios de Salas de los Infantes (España).

En esta decimosexta edición se han seleccionado un total de 42 ilustraciones (el jurado escogió finalmente 32 de ellas) de 23 paleoilustradores de América del Norte y América del Sur (Brasil, Colombia, Chile y México), Europa (España, Alemania y Ucrania) y Asia (Vietnam e Irán). El concurso está consolidado como referencia internacional para artistas de la paleontología.

Puedes ver todas las obras seleccionadas en este Blog de la Fundación Dinosaurios CyL (parte derecha del blog) titulado "Trabajos seleccionados XVI Concurso Internacional de Ilustraciones Científicas de Dinosaurios 2024" (o cliqueando en este enlace). Y de manera presencial en la Exposición que se expondrá en diciembre en el Museo de Dinosaurios de Salas de los Infantes (Burgos) hasta el mes de marzo de 2025.

Los premios están financiados por la Fundación Dinosaurios CyL y por la empresa salense Hernáiz Construcciones Hercam, S.L. Los premios otorgados han sido los siguientes:

PRIMER PREMIO:

"Buriolestes Fight". Autor: Márcio Luiz de Castro (Brasil).

La ilustración muestra a dos machos de Buriolestes schultzi peleando por el territorio durante el período Triásico en la Formación Santa María en el sur de Brasil. 

Técnica: Escena creada en 3D, utilizando los programas Zbrush, Blender 3D y Adobe Photoshop. 

SEGUNDO PREMIO:

"Tyrannosaurus rex vs Triceratops". Mohamad Haghani (Irán).

Un Tyrannosaurus rex cazando un Triceratops. Termina mordiendo la garganta del triceratops.

Técnica: Arte digital, mezcla de técnicas de Zbrush y photoshop.


PREMIO TIERRA DE DINOSAURIOS:

“Polacanthus de Vallazmorra”. Autor: Adrián Blázquez Riola (España).

Reconstrucción del yacimiento de Vallazmorra en Santo Domingo de Silos (Burgos), trabajado durante la campaña de excavación de este año 2024 por el equipo excavadores de Salas de los Infantes. La obra representa a un solitario nodosaurido, similar a Polacanthus, vagando por un paraje pantanoso de troncos caídos y escasos helechos. Al fondo de la escena un pequeño grupo de grandes iguanodóntidos de altas espinas, similares a Morelladon, buscan una orilla donde beber agua. Dedicado a ese equipo de excavadores que ama las tierras de Burgos todos los veranos.

Técnica artística: Photoshop con tableta gráfica.

ACCÉSIT:

“Daspletosaurus”. Autor: Sergey Krasovskiy (Ucrania).

Una ilustración con la diversidad del bioma del Cretácico Superior de Norteamérica: Daspletosaurus (en el centro), Hadrosáurido (Corythosaurus, a la derecha en el fondo), Champsosaurus (abajo a la derecha), Ceratops (centrosaurio, a la izquierda en el fondo), Troodrntid (abajo a la izquierda).

Por último, nos gustaría agradecer a todos los artistas que han participado en esta decimosexta edición con sus maravillosas ilustraciones. ¡Os esperamos el próximo año!

También cómo no, a la empresa Hernáiz Construcciones Hercam, S.L. por colaborar un año más en este concurso tan especial.

Las heces y vómitos de los dinosaurios muestran cómo se apoderaron del mundo

El estudio de centenares de restos fecales y estomacales fosilizados permite descubrir quién se comía a quién hace 200 millones de años

La imagen muestra un coprolito o hez fosilizada de un 'Smok wawelski' ante la 
reconstrucción de este arcosaurio que trituraba huesos hace más de 210 millones
de años como hacen las hienas hoy. Grzegorz Niedzwiedzki.

Tras años acumulándolos, un grupo de científicos ha estudiado de cerca centenares de heces, vómitos y restos estomacales de los tiempos en los que aparecieron los dinosaurios y dominaron el planeta. Su forma y su contenido, a veces insectos o peces aún por digerir, les ha permitido responder a una pregunta clave para saber cómo eran aquellos ecosistemas: quién se come a quién. La respuesta, que acaban de publicar en la revista Nature, puede explicar uno de los mayores misterios de la vida sobre este planeta: cómo unos animales pequeños y escasos en origen, ascendieron hasta la cúspide, diversificándose extraordinariamente en tamaños y formas, ocupando casi todos los nichos ecológicos, hasta el punto de que solo un asteroide pudo expulsarlos del trono tras millones de años de dominio.

Se sabe tanto del fin de los dinosaurios, como poco de sus inicios. Según el registro fósil, aparecieron hace unos 230 millones de años en la porción sur de Pangea, el supercontinente en el que entonces estaban agrupadas las masas terrestres. Los restos más antiguos se han encontrado en lo que hoy son Argentina y Brasil. Hace una década se halló otro, el Nyasasaurus parringtoni, en la actual Tanzania, aún más antiguo. Pero tanto el país africano como los dos americanos estaban entonces en la región meridional de Pangea, así que no invalida la idea de que venían del sur. Aquellos primeros saurópsidos eran pequeños, no más grandes que un perro, y, como dejó escrito el paleontólogo de la Universidad de Brístol (Reino Unido), Michael Benton, fueron “insignificantes” durante mucho tiempo, tanto en número, como en dominio del espacio ecológico. Sin embargo, hace unos 200 millones de años, en los inicios del periodo Jurásico, ya representaban hasta el 90% de los animales del planeta. Hay muchas teorías sobre cómo conquistaron la Tierra, pero casi todas apuntan a dos ideas: o contaban con una serie de innovaciones y adaptaciones que les hicieron superar al resto o un factor externo —como un cambio climático— eliminó su competencia. El nuevo trabajo usa un enfoque original y novedoso para despejar dudas: el análisis de las heces (coprolitos), los vómitos (regurgitalitos) y restos estomacales (cololitos), que, agrupados, se conocen por el aséptico nombre de bromalitos (comida petrificada).

Hace años dos investigadores del Centro de Biología Evolutiva de la Universidad de Uppsala (Suecia), Martin Qvarnström y Grzegorz Niedźwiedzki, realizaron un estudio piloto con heces fosilizadas. “Nos dimos cuenta del enorme potencial de los coprolitos para reconstruir las redes alimentarias del pasado. El proyecto ha crecido y crecido, dando como resultado este modelo sobre el surgimiento de los dinosaurios”, cuenta Qvarnström, primer autor del nuevo estudio, en un correo. “El material de investigación se recopiló durante 25 años; nos llevó muchos años reunirlo en una imagen coherente”, destaca Niedźwiedzki en una nota de la universidad sueca. Usando sofisticados sistemas de imagen como la microtomografía sincrotrón, pudieron no solo analizar, sino también ver qué había en los coprolitos. Han encontrado restos de distintos animales, de peces casi enteros o de artrópodos, como unos escarabajos, completos. También huesos con marcas de dentelladas o fragmentos de cráneos. No solo se fijaron en su contenido, también les interesaba la forma de la caca.

Entre los centenares de bromalitos, destacan estos regurgitalitos de un 'silesaurus' en los que
descubrieron escarabajos enteros. 
Grzegorz Niedzwiedzki (Qvarnström et al./Nature)
“Debemos utilizar sus formas, tamaños y contenidos para entender quién los produjo y qué comieron sus productores”, explica Qvarnström. “Al hacerlo, podemos reconstruir la estructura de los ecosistemas del pasado, paso a paso, y finalmente reconstruir redes tróficas completas, ¡un trabajo tedioso, pero fascinante!”, detalla. “Las formas pueden decirnos algo sobre el animal que produjo las heces. Por ejemplo, los tiburones y muchos peces tienen un intestino en espiral y producen excrementos con forma de espiral”, completa.

Los investigadores han analizado más de 500 bromalitos recuperados de la llamada cuenca polaca, región de la zona nororiental de Pangea, en lo que hoy es Polonia. Desempolvados de cinco estratos diferentes del registro fósil, les han permitido reconstruir las redes alimenticias en cinco momentos distintos, desde el Triásico Medio (hace unos 230 millones de años) al inicio del Jurásico (hace unos 200 millones de años). Es en ese lapso de 30 millones de años en el que aparecen los dinosaurios y acabaron por dominar no solo la región, sino todo el planeta.

En el primero de los estratos encontraron una gran diversidad de tipos de comida ingerida y hasta parásitos intestinales, pero destacan los restos de coníferas. Del análisis de las heces del segundo de los estadios, solo encontraron un posible dinosaurio que creen sería del género silesaurus, considerado más un precursor que un dinosaurio en sí. Pero en los bromalitos del último y más reciente estrato, ya en el Jurásico, todo ha cambiado. La diversidad de contenidos es diferente, y las variedades son radicalmente distintas, abundando restos de cícadas (emparentadas con las palmeras), helechos y de especies emparentadas con el ginkgo, todas ellas indicadoras de que el clima y el entorno habían cambiado. Además, encontraron coprolitos de gran tamaño y los de nuevos depredadores.

“Aparecen bromalitos más grandes que contienen cosas nuevas, lo que respalda la idea de que los dinosaurios exploraron nuevos nichos y se adaptaron a condiciones ambientales cambiantes de una manera que los animales previamente especializados no pudieron”, sostiene Qvarnström. Y desaparecen los restos de otros grupos de animales. Por ejemplo, el mayor y más abundante herbívoro en la región y en muchas otras partes del planeta eran el dicinodonte que, junto a los etosuarios, representan la inmensa mayoría de la biomasa herbívora. Su dieta era muy diferente de la de los primeros dinosaurios herbívoros, los sauropodomorfos, lo que no les ayudó a evitar su desaparición del registro fósil en el último estadio, siendo los más abundantes en los primeros.

Reconstrucción artística de dinosaurios sauropodomorfos herbívoros que se alimentaban de helechos
 en el ecosistema del Jurásico Temprano de Soltykow, en la actual Polonia. 
Marcin Ambrozik
El modelo que proponen los autores en las conclusiones de su trabajo es muy elegante y convincente: tras la gran extinción masiva del Pérmico al Triásico (aún mayor que la que se llevaría por delante a los dinosaurios), la vida tardó millones de años en recuperarse. Cuando lo hizo ya estaba ahí un tipo de animal nuevo, primero pequeño y omnívoro. Al final del Triásico, los herbívoros dominantes van cediendo el sitio a los dinosaurios también herbívoros. Una serie de fluctuaciones climáticas alteraron la flora y todo el entorno, lo que facilitó la diversificación y crecimeinto en tamaño. En la parte final del proceso, la enorme disponibilidad de grandes consumidores primarios espoléo el desarrollo de los secundarios, los carnívoros gigantes.

Pero, ¿qué pasó? ¿Los dinosaurios llegaron con innovaciones, como un sistema respiratorio más eficiente o su capacidad para cargar su peso sobre las patas traseras, que les daban ventaja? ¿O, como sostienen otros, un factor externo eliminó a los competidores y les favoreció a ellos? Las heces no tienen la respuesta. Pero, apoyados en otros elementos del registro fósil, como los propios huesos de los animales, restos de flora y otros marcadores del ambiente de entonces, parece que todo apunta a que el clima, cambios en el clima, quizá producidos por el vulcanismo provocado por los inicios del resquebrajamiento de Pangea, eliminó a la mayor parte de la competencia.

El investigador del Instituto de Geociencias de la Universidad Complutense y el CSIC, José López Gómez, recuerda que la extinción que marca la frontera entre el Triásico y el Jurásico “fue, muy posiblemente, clave para el desarrollo definitivo de los dinosaurios, ya que pudieron ocupar los espacios que otros dejaron”. Autor de un libro sobre la extinción masiva anterior (La vida al borde del abismo, editada por CSIC-Catarata), López Gómez detalla su argumento: “La extinción fue necesaria para su ascenso, porque se eliminaron competidores”. De estos reptiles solo sobrevivió el cocodrilo. “Pero ni este ni los mamíferos, que también habían comenzado su andadura en el Triásico Superior, pudieron responder como lo hicieron los dinosaurios a las alteraciones que se habían producido en los ecosistemas tras la extinción del Triásico al Jurásico”, completa el investigador, que no ha intervenido en el estudio de Nature.

El paleontólogo británico Michael Benton reconoce la innovación que han supuesto los coprolitos para estudiar esta porción del pasado. Pero también destaca los resultados que han obtenido al analizarlos. “El estudio muestra la sutil interacción con el clima, principalmente árido, y finalmente húmedo, y cómo afectó principalmente a las plantas dominantes, lo que a su vez dio oportunidades para nuevos herbívoros en ciertos puntos”, dice Benton en un correo. Para él, la secuencia sucedida en la cuenca polaca, respalda lo sucedido en otro momento en lo que hoy es América del Sur: “Las faunas iniciales de dinosaurios se expandieron sustancialmente, pero fue necesaria la extinción masiva de finales del Triásico para poner en marcha los pasos finales del reemplazo: la desaparición de carnívoros no dinosaurios y la expansión de carnívoros dinosaurios más grandes”.

Para Lawrence Tanner, director del Centro para el Estudio del Cambio Ambiental del Le Moyne College (Estados Unidos), el hallazgo clave es que “los dinosaurios reemplazaron a los arcosaurios no dinosaurios en una serie de etapas, no todas a la vez”. Y añade: “Hubo una pérdida importante de los otros grupos en la extinción del final del Triásico final, pero también hubo una gran rotación desde el Noriense tardío hasta el Rhaetiense temprano [las dos edades finales del periodo Triásico], y cambios más graduales en etapas anteriores”. Pero Tanner también plantea la mayor limitación del trabajo: “Los autores infieren que los cambios climáticos y de vegetación impulsaron etapas clave de la diversificación de los dinosaurios en la cuenca polaca. Pero ¿vemos las mismas transiciones evolutivas al mismo tiempo en otras cuencas?” Será la siguiente pregunta a responder.

elpais.com

sábado, 23 de noviembre de 2024

Aclaran el misterio de los dinosaurios conservados en la “Pompeya china” y no fue una erupción

Un nuevo estudio revela por qué se han conservado las escamas, los órganos y hasta el contenido estomacal de algunos especímenes de 125 millones de años

Interpretación artística de un dinosaurio Psittacosaurus con crías siendo cazado
por un mamífero Repenomamus. Una formación fósil en Yixian conservó los
restos de estas especies en combate mortal, congeladas en plena acción. Aquí,
el dinosaurio se muestra con proto-plumas erizadas en la cola.
Alex Boersma / Eurekaalert

De vez en cuando, los paleontólogos dan con un fósil de conservación excepcional. Esos que no solo tienen casi todos los huesos, sino que, incluso, han preservado tejidos blandos como piel y plumas. Son piezas rarísimas y de un valor incalculable para la academia. Sin embargo, en 1990 sucedió una anomalía. En la Formación Yixian, en China, empezaron a aparecer un número anómalo de fósiles de conservación excepcional. No eran uno, ni dos, ni diez… Entre los restos había aves, mamíferos, insectos, ranas, tortugas y, por supuesto, dinosaurios. Restos que habían preservado sus plumas, escamas o pelajes, pero también los órganos internos e, incluso, lo que había dentro de su estómago en el momento de la muerte. ¿Cómo es posible?

Lo lógico parece pensar que tuvo que suceder algo igualmente excepcional que lograra conservar con tanto detalle a un gran número de especímenes durante decenas de miles de años… Y, hasta ahora, los expertos habían especulado que, quizás, la clave estuviera en el vulcanismo de la zona. Erupciones ocurridas oleadas que, o bien sepultaron a los dinosaurios bajo las cenizas como si fuera una Pompeya china prehistórica, o bien, bajo el lodo que baja a toda velocidad la ladera de un volcán tras su erupción. Sin embargo, un nuevo estudio publicado en la reconocida revista Proceedings of the National Academy of Sciences, ha descartado estas dos explicaciones y apoya una mucho más banal porque, quizás, simplemente, no ocurrió nada especial durante esas decenas de miles de años.

La película que nos hemos montado

Según reflexiona el doctor Paul Olsen, coautor del estudio y paleontólogo de la Escuela de Clima de Columbia en el Observatorio de la Tierra Lamont-Doherty: tendemos a "atribuir causas extraordinarias, es decir, milagros, a eventos ordinarios cuando no entendemos sus orígenes”. Según los resultados del estudio, “estos fósiles son solo una instantánea de muertes cotidianas en condiciones normales durante un periodo relativamente breve”.

Para llegar a esta conclusión, los expertos analizaron los pequeños granos de zircón que había en los fósiles. En ellos, la proporción de uranio respecto al plomo nos permite calcular su antigüedad ya que, desde el momento en que se forman (con una proporción conocida entre estos dos elementos), el uranio se empieza a desintegrar, aumentando la proporción de plomo con el tiempo. Así es como lograron determinar que los fósiles tenían, de media, unos 125,8 millones de años, situándolos al principio del periodo cretácico. Mediante esta misma técnica, también pudieron determinar que desde la primera muerte hasta la última excepcionalmente conservada en este yacimiento pasaron 93.000 años.

Un poco menos épico

A continuación, analizaron con cuidado las pruebas que tenían y las enfrentaron a las hipótesis relacionadas con el vulcanismo. Por ejemplo, sería poco probable que estas muertes se debieran al lodo de un lahar porque, siendo tan violentos como son, posiblemente habrían dañado los restos, impidiendo una conservación como la que hemos visto. La otra gran opción, como decíamos, era que un flujo piroclástico como el de Pompeya hubiera cubierto la zona con cenizas abrasadoras. Sabemos que la capa de cenizas sobrevivió a la carne y los huesos en Pompeya, que se descomponían bajo la superficie. Sin embargo, estos cadáveres adoptaban una posición pugilística, que así se le llama a la contracción de la espalda y las extremidades ante el dolor producido por el calor extremo del flujo piroclástico.

Y, a pesar de todo, estamos ante “los descubrimientos de dinosaurios más importantes de los últimos 120 años” según Paul Olsen. Todo apunta a que estas criaturas se conservaron debido a eventos más comunes, como el colapso de madrigueras y períodos de lluvias que acumularon sedimentos, sepultando a los muertos en bolsillos sin oxígeno.

Lo improbable

Pero como escribió Conan Doyle: “Una vez descartado lo imposible, lo que queda, por improbable que parezca, debe ser la verdad”. Y, tal vez, es que no sucedió gran cosa y hemos dado con una zona que, por sus condiciones climáticas durante aquellos 93.000 años, era ideal para preservar fósiles. Esto significa que, posiblemente, haya más yacimientos así esperándonos. En el estudio llegan incluso a sugerir dónde podríamos encontrar otros, concretamente, en ubicaciones de Estados Unidos como Carolina del Norte, Virginia, Connecticut y Nueva Jersey, donde los ambientes fueron similares a Yixian podrían contener fósiles similares.

A lo cual, Paul Olsen añade que "hay que excavar, digamos, 100.000 peces para encontrar un dinosaurio con plumas, y nadie está excavando a la escala de Yixian." Así que, quién sabe, quizás no estemos sabiendo aprovechar todo lo que el registro fósil podría darnos.

QUE NO TE LA CUELEN:

Aunque solemos imaginar los fósiles como esqueletos petrificados, en ocasiones sobreviven tejidos blandos sorprendentemente bien conservados. De hecho, hemos llegado a poder analizar el color de las plumas de algunos dinosaurios a partir de la estructura y pigmentos que han sobrevivido en sus fósiles.

REFERENCIAS (MLA):

MacLennan, Scott, et al. "Extremely Rapid, Yet Non-Catastrophic Preservation of the Flattened-Feathered and 3D Dinosaurs of the Early Cretaceous of China." Proceedings of the National Academy of Sciences, Observational study (2024)

larazon.es