Un grupo de investigadores ha descubierto que la fecha de nacimiento de una especie es 14 millones de años más antigua de lo que se creía
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Una recreación de la especie Westlothiana lizziae. / DE AGOSTINI PICTURE LIBRARY |
Los científicos, pertenecientes a la Universidad de Texas, en Estados Unidos, han experimentado con un fósil al que, finalmente, ya pueden poner fecha aproximada de nacimiento: hace 346 millones de años, o lo que es lo mismo, 14 millones de años más antiguas de lo que se creía hasta ahora.
El equipo ha estado liderado por el científico Héctor Garza y el estudio, que se ha publicado en la revista PLOS One, supone ya un hito ya que sitúa a esta especie en un misterioso agujero en el registro fósil llamada la Brecha de Romer.
Una técnica arriesgada
El hallazgo gana valor e importancia no solo por lo que supone para la comunidad científica, sino al mismo tiempo por la técnica empleada por Garza, quien se acaba de graduar con su doctorado del Departamento de Ciencias de la Tierra y Planetarias de la Escuela de Geociencias de la Universidad de Texas en Austin.
El método de trabajo utilizado por Garza y su equipo ha supuesto ir un paso más allá en lo hasta ahora establecido, ya que si bien los geocientíficos pueden usar cristales de circón, un mineral natural, para determinar la antigüedad de una roca, no todos los tipos de roca son susceptibles a este tipo de análisis.
En su lugar, el equipo de científicos ha empleado, de forma arriesgada, una técnica geoquímica llamada datación radiométrica, puesto que la zona en Escocia donde se descubrieron los fósiles de esta especie estaba cerca de antiguos volcanes con lava endurecida que formaba roca basáltica, donde no era posible que se formasen circones.
En declaraciones a Europa Press, Garza ha confesado creer que esta es, precisamente, una de las razones por las que "nadie intentó investigarlas antes". "Debido al tiempo y esfuerzo que requiere obtener circones y luego correr el riesgo de no encontrarlos", ha añadido el científico.
Un golpe de suerte
Sin embargo, el grupo de investigadores tuvo suerte. En su momento, el lodo fue cayendo en cascada desde los volcanes y, entonces, la lava y los escombros erosionaron aquellos sedimentos que contenían el mineral natural, de tal forma que estos fueron arrastrados hasta un lago donde se formaba caliza y sepultaron a estas criaturas.
Gracias a esto, los científicos han podido radiografiar 11 muestras de roca y extraer así circones de la roca que rodeaba seis de los fósiles. A continuación, y a través de la utilización de láser de uranio-plomo en estos minerales naturales, han podido determinar su edad más antigua.
La Brecha de Romer
Lo significativo del descubrimiento, más allá de la edad de estos fósiles, recae en que la especie se sitúa en un periodo de tiempo bautizado como la Brecha de Romer. En este periodo, que data de entre 360 y 345 millones de años, se han descubierto muy pocos fósiles, por motivos que la comunidad científica desconoce con certeza.
Lo que sí se sabe es que durante este tiempo de la historia los peces acuáticos dieron un salto evolutivo, desarrollando así pulmones y cuatro patas para convertirse así en animales terrestres, algo que le pasó a esta especie de Westlothiana lizziae.
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