domingo, 27 de julio de 2025

Paleontólogos del CONICET reciben subsidios internacionales para investigación

Los científicos Geraldine Fischer, Arturo Heredia y Guillermo Windholz obtuvieron prestigiosas becas de estudio otorgadas por instituciones de Estados Unidos y Suiza.

De izq. a der.: Geraldine Fischer, Arturo Heredia y Guillermo Windholz.
Foto: gentileza científicos.
Paleontólogos del CONICET con lugar de trabajo en el Instituto de Investigación en Paleobiología y Geología (IIPG, CONICET-UNRN) obtuvieron subsidios internacionales para investigación. Se trata de Geraldine Fischer, quien consiguió la Jurassic Foundation Grant de Estados Unidos; Arturo Heredia la Fossil Studies Palaeontology Research Grant de Suiza; y Guillermo Windholz, logró dos subvenciones de investigación, que son la Jurassic Foundation Grant y la Paleontological Society Sepkoski Grant, ambas procedentes de Estados Unidos.

"Ser seleccionada entre tantos proyectos destacados, presentados por colegas y profesionales altamente calificados de distintas partes del mundo fue una enorme alegría y un reconocimiento muy importante para mí. Más allá del apoyo concreto que esta beca representa para avanzar en mi investigación, también la considero una oportunidad valiosa para visibilizar la riqueza del patrimonio natural, y fósil, de Argentina", indica Fischer.

"Fue una gran sorpresa haber sido seleccionado, sobre todo porque solo se otorgaba una única beca", comenta Heredia, mientras que Guillermo Windholz explica que: "Para mi significó mucho, ya que es la primera vez que obtengo una subvención internacional para realizar paleontología, especialmente considerando que había aplicado en otros años a estos grants sin éxito".

Temas de estudio

Guillermo Windholz en trabajo de campo. Foto: gentileza científico.
Mi interés se centra en los vertebrados fósiles, especialmente los dinosaurios y su paleoecología. En mi doctorado estudio restos esqueléticos, huellas y otras trazas fósiles asociadas a los saurópodos titanosaurios del Área Natural Protegida Paso Córdoba, ubicada a 15 kilómetros de la ciudad de General Roca, provincia de Río Negro, con un enfoque paleobiológico y paleoecológico. Para comprender cómo vivían estos animales y cómo interactuaban con su entorno, integro distintas líneas de estudio y técnicas en las que me estoy formando, como la icnología, la tafonomía, la mineralogía, petrología y sedimentología, entre otras. Considero que la combinación de estos enfoques permite construir una visión más integral y profunda sobre los titanosaurios, por ejemplo, en relación con su locomoción, hábitos, comportamiento y cómo el ecosistema condicionaba su vida y, a la vez, cómo estos gigantes influían en el paisaje y en los procesos ecológicos de su entorno", comenta Fischer.

Por el lado de Heredia, su tema de investigación es la icnología de tetrápodos del periodo Cretácico de Patagonia. Estudia principalmente huellas fósiles de dinosaurios y pterosaurios. A partir de la investigación de estas huellas se puede conocer mucho acerca de la paleoecología y paleobiología de sus productores, es decir, cómo era el ambiente en el que vivían, qué tipo de animal dejó las huellas, cómo era la asociación de animales que habitaban en el mismo sitio, cómo era su tipo de marcha, cómo era su comportamiento, si tenían un hábito gregario, entre otros factores.

Mientras que Windholz su tema de doctorado fue la osteología, diversidad y evolución de los dinosaurios Dicraeosauridae de la Patagonia, motivo de varias de sus investigaciones. "Luego de terminar mi doctorado he publicado algunas investigaciones vinculadas con la paleohistología, que se centra en el estudio de secciones delgadas de huesos a través de un microscopio, y la evolución de la neumaticidad en dinosaurios, que su estudio se lleva a cabo mediante la examinación de estructuras internas a partir de imágenes de tomografías computadas de ejemplares fósiles".

Proyectos a futuro a través de los subsidios obtenidos

Geraldine Fischer en trabajo de campo. Foto: gentileza científica.
El proyecto de la paleontóloga se desarrollará principalmente en el Área Natural Protegida Paso Córdoba. Durante este año, tiene previstas varias salidas de campo, en las que viene recolectando información clave para avanzar con su tesis doctoral. El objetivo principal de su estudio es investigar la diversidad, la paleobiología y la paleoecología de los saurópodos titanosaurios del Cretácico Superior en esta parte de Norpatagonia, integrando tanto los restos óseos como las huellas y trazas fósiles, siempre en relación con el contexto paleoambiental, sedimentológico y estratigráfico.

"En el trabajo de campo no solo extraigo materiales de estudio y limpio superficies con huellas, sino que también realizo mapeos detallados, levanto perfiles estratigráficos, llevo a cabo relevamientos tafonómicos y recolecto muestras de roca. Además, estas tareas siempre se complementan con un registro fotográfico detallado, así como también con mediciones y descripciones anatómicas e icnológicas que es fundamental realizar en el campo ", expresa la becaria.

Heredia señala que: "El proyecto tiene como objetivo estudiar huellas de dinosaurios saurópodos que se han preservado como moldes naturales y que, además, presentan estrías producidas por el deslizamiento de las escamas de la piel. Estas huellas están preservadas en rocas del periodo Cretácico ubicadas en La Invernada-Cerro Overo, en el norte de la provincia de Neuquén. En este sitio estamos trabajando con un grupo multidisciplinario conformado por especialistas que estudian restos óseos de dinosaurios, tortugas, cocodrilos y otros vertebrados, y yo me focalizo en las huellas. Como mencioné, estas huellas tienen la particularidad de preservar marcas de deslizamiento de la piel, y a través de su estudio, se puede conocer, entre otras cosas, la trayectoria del movimiento de los pies del productor al caminar. Es decir, se puede saber cómo el dinosauro ingresaba el pie en el sustrato -barro o arena- y cómo lo sacaba de este".

A su vez Windholz, uno de sus proyectos está vinculado con la diversidad y evolución de la familia de dinosaurios saurópodos llamada Dicraeosauridae. Actualmente se encuentra realizando la osteología de uno de sus representantes de Patagonia, Brachytrachelopan mesai. A través de una de las dos subvenciones obtenidas le permitirá realizar consulta de ejemplares fósiles depositados en distintos museos del país, a fines comparativos, así como efectuar una visita a la colección de vertebrados fósiles del “Museum für Naturkunde” localizado en Berlín, Alemania. "En dicha institución se encuentran los materiales de Dicraeosaurus, uno de los dicraeosáuridos más completos, que le da el nombre a la familia. El segundo trabajo está relacionado con mi tema de carrera de investigador del CONICET. El subsidio me permitirá la obtención de insumos y otros gastos como pasajes y estadías en museos nacionales para la obtención de muestras histológicas de saurópodos procedentes del Jurásico de Argentina. Es decir, la obtención de secciones delgadas de hueso que serán estudiadas con un microscopio petrográfico".

Beneficios para la paleontología en Argentina

“Lo que más me entusiasma de este proyecto es su enfoque integral y multidisciplinario. No solo busca ampliar nuestro conocimiento sobre las faunas de saurópodos titanosaurios del último tramo del Cretácico Superior, sino también intentar reconstruir cómo vivían realmente. Es decir: ¿cómo crecían?, ¿se movían en manadas?, ¿seguían rutas migratorias?, ¿cómo interactuaban con el ambiente y con otros animales?, ¿qué rol cumplían en sus ecosistemas? Me parecen interrogantes muy interesantes para explorar, y eso es justamente lo que intenta responder el estudio de la paleobiología y la paleoecología, la vida antigua en su contexto completo", afirma Geraldine Fischer.

Asimismo, Arturo Heredia, explica que se han documentado numerosos yacimientos de huellas de dinosaurios en la Patagonia, sobre todo en las provincias de Neuquén y Río Negro. El registro de marcas de deslizamientos de la piel en huellas es poco conocido incluso para el registro de Sudamérica. Sin lugar a dudas, su estudio tendrá un interés científico dentro de la disciplina de alcance internacional. También, los resultados podrán ser divulgados en los museos de la región donde hay un interés turístico muy importante.

"Este tipo de apoyos son muy favorables, ya que permiten la ejecución de proyectos de investigación que finalizan plasmados en revistas internacionales de primer nivel. La cantidad y calidad de publicaciones científicas son muy positivas para los investigadores e instituciones involucradas. Particularmente la paleontología, en dicho aspecto, es una de las ciencias que más prestigio ha traído a nuestro país", concluye Windholz.

Por Nahuel Aldir – Área de Comunicación del Instituto de Investigación en Paleobiología y Geología (IIPG, CONICET-UNRN).

iipg.conicet.gov.ar

sábado, 26 de julio de 2025

Descubren un dinosaurio que no rugía, sino que piaba como un ave

Un nuevo estudio describe una especie descubierta en China con particularidades en su tono de voz

Fotografía del esqueleto completo de Pulaosaurus PeerJ (2025).
 DOI: 10.7717/peerj.19664
Hollywood se ha encargado de construir una imagen aterradora de los dinosaurios, que aparecen como enormes criaturas, de piel áspera, sin plumas y con un rugido que aterraba a todo el que andaba cerca. No hay que indagar demasiado para encontrar decenas de ejemplos, aunque la mente piense directamente en la saga de Jurassic Park, que comenzó en 1993 pero que ha continuado hasta la actualidad. La última en llegar a los cines, Jurassic World: Rebirth (2025). Los cinéfilos tampoco olvidan las películas de Godzilla, el enorme dinosaurio mutante.

Sin embargo, esa imagen tiene poco que ver con la realidad en muchos casos, como apunta un nuevo estudio publicado en la revista PeerJ, que describe a un ejemplar dinosaurio que no rugía, sino que piaba como un ave. Algo que rompe los esquemas convencionales.

Investigadores chinos han localizado en China un grupo de dinosaurios herbívoros, no aviares, que piaban como los pájaros. Esta descripción la han hecho en base al descubrimiento de nuevos huesos fosilizados de dinosaurios, que incluían partes de la laringe.

“Como la morfología de los aritenoides de Pulaosaurus se asemeja a la de los aritenoides de las aves actuales, es posible que Pulaosaurus tuviera una vocalización similar a la de las aves”, sostiene este grupo de científicos en sus conclusiones.

Vocalización similar a las aves

Los investigadores partieron del hallazgo de fósiles de una nueva especie de dinosaurio, bautizada como Pulaosaurus qinglong. Este pertenece a Neornithischia, un subgrupo de Ornithischia que incluye dinosaurios herbívoros con estructuras pélvicas similares a las de las aves. El simple descubrimiento ya fue significativo, porque se trata del primer espécimen de dinosaurio neornitisquio descubierto en la Biota de Yanliao, un importante yacimiento de fósiles de dinosaurios en el noreste de China, que data del Jurásico Medio-Tardío.

El fósil incluía un esqueleto casi completo, compuesto por vértebras, extremidades, pelvis, huesos de la laringe e incluso algunas estructuras de tejido blando, lo que ayudó a su evaluación y a la obtención de valiosa información sobre esta particular especie.

Además, Pulaosaurus qinglong representa el segundo dinosaurio conocido que conserva elementos laríngeos osificados, añaden los autores. Esto ayudó a su evaluación y “sugiere que una vocalización similar a la de las aves”. Por tanto, este dinosaurio estaba lejos de rugir, tal y como dibuja el imaginario cinematográfico, sino que más bien piaba como hacen las aves.

eldiario.es

No es ciencia ficción: los dinosaurios también seducían bailando y dejaron huellas de su ritual amoroso en Colorado hace 100 millones de años

Un hallazgo fósil en Colorado revela que los dinosaurios no solo cazaban, también realizaban danzas de cortejo para conquistar a sus parejas.

Un grupo de paleontólogos halla en EE. UU. una “pista de baile” de la era de los
dinosaurios, donde estos animales realizaban rituales de cortejo similares a los
 de las aves actuales. Recreación artística. Foto: ChatGPT-4o/Christian Pérez
Durante décadas, imaginamos a los dinosaurios como criaturas imponentes, dominantes y esencialmente salvajes, reinando sin oposición sobre los paisajes prehistóricos. Sin embargo, un descubrimiento reciente en el yacimiento de Dinosaur Ridge, en Colorado, ha desafiado esa imagen. A casi 100 millones de años de distancia, nuevas evidencias sugieren que algunos dinosaurios no solo cazaban y migraban… también "bailaban".

Un equipo de investigadores ha identificado un conjunto inusual de marcas en la roca que no corresponden a simples huellas de paso, ni a lugares de descanso o nidos. Se trata de una colección de arañazos, surcos y patrones en el suelo que, analizados en conjunto, revelan un comportamiento sorprendente: dinosaurios macho realizando danzas para atraer a las hembras, en lo que se conoce como un comportamiento de "lek", típico hoy en día en especies como el urogallo o el ave del paraíso.

Un escenario de cortejo del Cretácico

Dinosaur Ridge, ya conocido por su riqueza en huellas fósiles, acaba de sumar un nuevo y fascinante capítulo a su historia. En una zona del yacimiento, los paleontólogos han hallado un área de más de 70 metros cuadrados repleta de marcas de garras dispuestas en patrones circulares, diagonales y en zigzag. Estos rastros no encajan con actividades como la caza o el desplazamiento: muestran repeticiones, giros e incluso zonas donde las marcas se superponen, como si los animales hubieran repetido ciertos movimientos una y otra vez.

Dinosaur Ridge, al oeste de Denver, es uno de los sitios más famosos del planeta
para estudiar huellas de dinosaurios preservadas en la roca desde hace
 millones de años. Foto: Wikimedia
Los protagonistas de este antiguo espectáculo de danza fueron pequeños terópodos, dinosaurios bípedos carnívoros emparentados con el Tyrannosaurus rex, aunque mucho más pequeños: se estima que medían poco más de un metro de alto y hasta cinco metros de largo. Los investigadores creen que varios machos se reunían en este espacio abierto para impresionar a las hembras con movimientos elaborados, arrastrando sus patas, girando sobre sí mismos y dejando una especie de coreografía tallada en el suelo.

Este comportamiento, extremadamente raro de identificar en el registro fósil, se ha interpretado como una forma de exhibición sexual. Las hembras, al igual que muchas aves actuales, probablemente elegían a sus parejas en función de la energía, destreza y persistencia mostradas durante estos rituales. No se trataba solo de exhibirse: era una competición en toda regla.

El rastro fósil de un ritual olvidado

Las marcas, estudiadas mediante drones, escaneo 3D y análisis sedimentológicos, presentan diferentes profundidades y orientaciones. Algunas muestran una clara intención de arañar el suelo hacia atrás, otras giran parcialmente sobre un eje. Incluso se han hallado secuencias que indican pasos hacia atrás combinados con movimientos laterales, casi como si los dinosaurios estuvieran ensayando una suerte de “moonwalk” prehistórico. Y lo más curioso: en muchos casos, los surcos borran parcialmente los anteriores, indicando que los animales repetían sus danzas en el mismo lugar varias veces.

La hipótesis del comportamiento de lek no es nueva, pero nunca antes se había encontrado una evidencia tan extensa ni tan detallada. La importancia del hallazgo reside precisamente en eso: en la posibilidad de reconstruir un fragmento de vida social de los dinosaurios. Porque mientras los huesos nos hablan de su tamaño y fuerza, los rastros de comportamiento son una ventana a su mente, a sus relaciones, a sus rituales.

Este tipo de cortejo es habitual en muchas aves modernas, lo que fortalece la ya ampliamente aceptada teoría de que los dinosaurios y las aves comparten un ancestro común. De hecho, algunos rasgos observados en las marcas de Colorado coinciden con los rituales de especies actuales, como los avestruces o los chorlitejos, que también rascan el suelo en círculos para impresionar a sus parejas. Es decir, este comportamiento puede tener una raíz evolutiva profunda, transmitida durante decenas de millones de años.

Más que huesos: una mirada al alma de los dinosaurios

Lo extraordinario de este hallazgo no es solo su carácter inédito, sino el hecho de que ofrece algo muy poco común en la paleontología: pruebas de comportamiento. Mientras que la mayoría de descubrimientos se limitan a esqueletos, dientes o huellas de locomoción, aquí hablamos de un acto social, de una conducta instintiva grabada en piedra.

Las huellas dejadas por dinosaurios hace millones de años pueden proporcionar
muchísima información a los investigadores. Foto: Kevin Church/BBC
Además, el descubrimiento también cambia nuestra visión sobre la vida en comunidad de estas criaturas. La existencia de una zona concreta de exhibición sugiere que los terópodos podían tener comportamientos más complejos de lo que creíamos, organizándose espacialmente en lugares comunes para cortejar. No se trataba simplemente de individuos solitarios deambulando por vastas praderas, sino de animales que seguían rituales sociales definidos, incluso sofisticados.

Este lugar, que podríamos llamar sin exagerar una “pista de baile del Cretácico”, también nos muestra que la reproducción era una cuestión competitiva. No era suficiente ser fuerte o rápido; también había que saber moverse. La selección sexual no solo premiaba los genes más resistentes, sino también los más creativos.

Una visita al pasado que aún se puede pisar

A diferencia de otros yacimientos paleontológicos que permanecen cerrados al público, la zona de Dinosaur Ridge donde se encuentran estos rastros está abierta a los visitantes. Allí, cualquier persona puede caminar sobre las huellas de estos antiguos bailes de amor, literalmente sobre los mismos surcos donde los terópodos dejaron su marca.

Esta accesibilidad convierte el hallazgo no solo en un triunfo científico, sino también en una oportunidad educativa y cultural. Permite a las nuevas generaciones imaginar a los dinosaurios no como monstruos cinematográficos, sino como animales complejos, con comportamientos sociales que reflejan un mundo más parecido al nuestro de lo que imaginamos.

Y así, entre rocas marcadas por el tiempo, podemos contemplar una escena congelada en el pasado: un grupo de dinosaurios pavoneándose, bailando, compitiendo con movimientos cuidadosamente ensayados en busca de una pareja. Un espectáculo que ningún ser humano presenció, pero que la tierra decidió conservar.

El estudio ha sido publicado en Cretaceous Research.

muyinteresante.com

viernes, 25 de julio de 2025

Descubren al Mirasauria: un reptil anterior a los dinosaurios que ya tenía cresta y "revoluciona la paleontología"

Un equipo internacional de investigadores anuncia en 'Nature' que los primeros reptiles del período Triásico ya tenían estructuras únicas que crecían desde su piel

Reconstrucción e ilustración de Mirasaura en su entorno natural boscoso,
 cazando insectos / Crédito: Gabriel Ugueto
El pelo y las plumas han desempeñado un papel fundamental en la evolución de mamíferos y aves. Nos permitieron mantener el calor corporal, se han usado en el cortejo o la disuasión de enemigos y, en el caso de las plumas, para el vuelo.

Desde hace millones de años muchos seres vivos tienen "prolongaciones cutáneas largas y complejas" que su adaptación ha ido modificando según su entorno. Hasta ahora, estas estructuras complejas solo se habían observado en mamíferos, en forma de pelo, y en aves y dinosaurios, en forma de plumas.

Maqueta de Mirasaura grauvogeli.
Crédito: SMNS, Tobias Wilhelm
Ahora, un equipo internacional liderado por los paleontólogos Spiekman y Schoch, del Museo de Historia Natural de Stuttgart, en Alemania, describe en una publicación en Nature, un reptil -hasta ahora desconocido- del Triásico Medio Temprano y que vivió en lo que hoy es Francia hace 247 millones de años.

Lo han llamado Mirasaura grauvogeli (“el reptil maravilloso de Grauvogel”). Era un pequeño reptil, de hocico estrecho para comer insectos, desdentado, con ojos grandes orientados hacia delante y un cráneo abombado. Vivía en los árboles de los primeros bosques del Triásico.

El holotipo de Mirasaura (Museo Estatal de Historia
Natural de Stuttgart, Alemania) que muestra el cráneo
parecido a un pájaro y la cresta a lo largo de la espalda.
 Crédito:; Stephan Spiekman
Sin embargo, lo importante del hallazgo es que este "reptil maravilloso" tenía "una cresta dorsal con apéndices estructuralmente complejos, similares en ciertos aspectos a las plumas".

Su descubrimiento demuestra que "las estructuras cutáneas complejas que dieron lugar a las plumas no solo se encuentran en las primeras aves y los dinosaurios alados, sino que se encuentran en los primeros reptiles, anteriores a todos. Los paleontólogos dicen que "este descubrimiento nos obliga a replantearnos nuestra comprensión de la evolución de los reptiles".

Nunca se había visto esta cresta en reptiles primitivos

La cresta del pequeño Mirasaura son "apéndices individuales, densamente superpuestos, que presentan una silueta similar a una pluma".

El Dr. Stephan Spiekman con el fósil de Mirasaura en la exposición
permanente del Museo Estatal de Historia Natural de Stuttgart.
 Aviso de derechos de autor: SMNS, Yannik Scheurer
Mirasaura es más antiguo que los dinosaurios y no está directamente emparentado con ellos. Por tanto, ofrece "la primera evidencia directa de que estas estructuras se formaron en etapas muy tempranas de la evolución de los reptiles, en grupos no emparentados con aves y dinosaurios”, como ha explicado Stephan Spiekman, autor principal.

Hasta el descubrimiento de dinosaurios emplumados en China en la década de 1990, se creía que los reptiles —estaban cubiertos de escamas y que solo las aves desarrollaron plumas. A partir del hallazgo en china se entendió que los dinosaurios eran mucho más similares a las aves de lo que se pensaba.

"Ahora sabemos que el Mirasaura desarrolló una alternativa a las plumas mucho antes que los dinosaurios", ha dicho el otro autor, el doctor Rainer Schoch.

En la cresta de Mirasaura se preservó parcialmente una película marrón delgada con melanosomas, orgánulos diminutos que contienen pigmentos de melanina, similares a los que hay en el cabello y las plumas.

cadenaser.com

De 2.000 a 20.000 euros, los 28 pueblos de Burgos que recibirán ayuda para excavaciones arqueológicas

De las 38 solicitudes que se presentaron a esta convocatoria de subvenciones de la Diputación, el 74% recibirá dinero para excavaciones, prospecciones y documentación del patrimonio arqueológico y paleontológico

Imagen de archivo de las excavaciones paleontológicas cerca de Salas de
 los Infantes. Aythami Pérez Miguel
28 pueblos de la provincia de Burgos recibirán una ayuda económica de la Diputación para la realización de excavaciones, prospecciones y documentar el patrimonio arqueológico y paleontológico de estas localidades.

Entre 2.000 y 20.000 euros recibirán los pueblos para ayudarles con estos proyectos. Son 28 las localidades beneficiarias de las 38 solicitudes que se presentaron a la convocatorio, lo que implica que el 74% de los solicitantes recibirán la subvención.

En este caso, el montante total asciende a 265.588 euros, un presupuesto similar al del año anterior, cuando fue de 270.000 euros. En cambio, este 2025 se han presentado siete solicitudes menos. En el 2024, 45 pueblos pidieron la ayuda, este año han sido 38. Igualmente, en el 2024, 15 localidades se quedaron fuera, este ejercicio han sido 10.

Poner en valor el patrimonio rural

Esta convocatoria de ayudas de la Diputación tiene por objetivo subvencionar estos proyectos arqueológicos y paleontológicos, que deben tener como finalidad proteger, conservar, documentar y difundir los bienes integrantes del patrimonio arqueológico y paleontológico de la provincia. Todos los pueblos de la provincia de Burgos con menos de 20.000 habitantes y las entidades locales menores pueden solicitar la ayuda.

Guzmán, con 2.000 euros de subvención, debe justificar un proyecto de 4.000 euros, y es el pueblo que menos ayuda recibe. En el lado contrario está la entidad Comunidad Villa y Tierra de Comunero de Nuestra Señora de Revenga, un terreno sobre el que comparten jurisdicción los municipios de Regumiel, Canicosa y Quintanar de la Sierra. Este comunero recibirá 20.000 euros y deberá justificar un proyecto de 31.910 euros.

En el lado contrario, diez entidades solicitantes se quedan sin ayuda. Tres pueblos: Arroyal, Los Ausiones y Rabanera del Pinar quedan excluidos por no haber alcanzado la puntuación mínima.

Los otros siete pueblos excluidos lo son por diferentes motivos como no haber presentado correctamente la documentación requerida, no haberla presentado, por haber expirado la notificación o por presentar dos solicitudes y dos proyectos, en lugar de uno solo.

En el caso de que no se presenten alegaciones en el plazo de diez días desde que se publique en el Boletín de la Provincia esta resolución, se considerará definitivamente aprobada.

La Junta de Gobierno de la Diputación de Burgos aprobará en breve la propuesta de resolución dictaminada favorablemente por la Comisión de Educación y Cultura. Será una resolución provisional que pasará a ser definitiva si no se presentan alegaciones.

burgosconecta.es

jueves, 24 de julio de 2025

La Ribera y Pinares se unen a través de un vino dedicado a Demandasaurus de Salas

Esta línea vinícola ha surgido gracias a la colaboración entre la Fundación Dinosaurios CyL y Bodegas Astil

Fidel Torcida -Gerente FD, Ada Marcos -Presidenta FD, y Gabriel García
-Administrador Bodegas Astil
Una nueva iniciativa dirigida a promocionar el patrimonio paleontológico de la Sierra de la Demanda burgalesa se ha lanzado por parte de Bodegas Astil/Linaje Garsea (Castrillo de la Vega, Burgos) y la Fundación para el Estudio de los Dinosaurios en Castilla y León (Salas de los Infantes, Burgos). La propuesta ofrece un maridaje entre los prestigiosos vinos de Ribera del Duero y la sobresaliente riqueza en dinosaurios de la comarca serrana.

En la línea del compromiso que desarrolla la Denominación de Origen Ribera del Duero con la cultura y las instituciones que trabajan en patrimonio histórico, Bodegas Astil ha desarrollado la línea de vinos Demandasaurus, en honor a ese dinosaurio descrito por los investigadores del Museo de Dinosaurios de Salas de los Infantes. Y este dinosaurio merece tal homenaje, al ser uno de los más singulares en Europa, la única especie de la familia de los Rebaquisáuridos en el Hemisferio Norte y que es citado frecuentemente en trabajos científicos de todo el planeta, por lo que su trascendencia internacional es innegable.

Concretamente, Bodegas Astil, cuyos dueños conocen al dedillo esta tierra de dinosaurios, ha lanzado un vino de 5 meses en barrica de roble, y un crianza con 14 meses en barrica, hechos 100 % con la autóctona, uva Tinta del país, de Ribera. Estos vinos se caracterizan por su potencia, equilibrio, complejidad, longevidad y buen trato en boca, acorde para esos platos típicos de la demanda. Los beneficios de la venta de los vinos Demandasaurus se plantean como un apoyo a la Fundación Dinosaurios CyL, que de este modo conseguirá más recursos económicos para desarrollar sus fines y, fundamentalmente, para difundir la enorme riqueza patrimonial que alberga la Sierra de la Demanda burgalesa, tal como pueden apreciar los visitantes del Museo de Dinosaurios de Salas de los Infantes. Se tiene proyectado seguir en el futuro con esta colaboración, para desarrollar nuevas líneas de vino con la imagen de los dinosaurios de Burgos.

DEMANDASAURUS

La Marcha de Montaña Demandasaurus es un evento deportivo que se celebra anualmente en Salas de los Infantes, Burgos. Combina carreras de montaña y ciclismo de montaña, con diferentes distancias y categorías, incluyendo senderismo y actividades para niños. Además de la competición deportiva, el evento busca promover la riqueza cultural y paleontológica de la zona, especialmente el Museo de Dinosaurios de Salas de los Infantes, donde se encuentra el Demandasaurus, un dinosaurio saurópodo único en el mundo. Sin lugar a dudas, el patrimonio arqueológico de nuestra comarca es envidiable y cada año más extenso. Gracias al trabajo de la Fundación para el Estudio de los Dinosaurios en Castilla y León, se sitúa a la comarca de Pinares en el mapa, atrayendo turismo de ocio pero también arqueológico, que no quieren perderse los descubrimiento de nuestra zona. Los dinosaurios levantan pasiones y por ello debemos potenciarlos al máximo. 

tuvozenpinares.com

Avance de participación en las X Jornadas Internacionales sobre Paleontología de Dinosaurios y su Entorno

Queremos compartir algunos datos destacados sobre la participación prevista en las X Jornadas:

  • Se han presentado un total de 57 comunicaciones, superando a todas las ediciones anteriores en cuanto a número de ponencias y diversidad de centros participantes.
  • Está prevista la participación de investigadores de diez universidades españolas, así como de museos y otros centros de investigación de todo el país.
  • Contaremos con representación de grupos de investigación de nueve comunidades autónomas.
  • La participación internacional incluirá aportaciones de Reino Unido, Portugal, Canadá, Alemania y Argentina, país este último desde el que se han sumado varios centros de investigación.

Agradecemos profundamente el interés mostrado y las valiosas contribuciones recibidas. Confiamos en que las X Jornadas respondan a las expectativas y se conviertan en un espacio de intercambio científico enriquecedor para todos los participantes.

dinosaurioscyl.blogspot.com

miércoles, 23 de julio de 2025

Los dinosaurios de la Sierra de la Demanda se brindan con Ribera

Bodegas Astil/Linaje Garsea colabora con el patrimonio paleontológico de esta zona

Ada Marcos, alcaldesa de Salas de los Infantes y presidenta de la Fundación
Dinosaurios CyL, acompañada de Fidel Torcida, investigador y gerente
de la Fundación (izq.) y Gabriel García, gerente de Bodegas Astil.
Una alianza entre Bodegas Astil/Linaje Garsea, de Castrillo de la Vega, y la Fundación para el Estudio de los Dinosaurios en Castilla y León, con sede en Salas de los Infantes, ha dado lugar a una original propuesta que une el mundo del vino con el patrimonio paleontológico de la Sierra de la Demanda burgalesa.

Bajo el nombre Demandasaurus, como homenaje a una de las especies de dinosaurios más singulares descubiertas en Europa, Bodegas Astil ha lanzado una nueva línea de vinos Ribera del Duero que combina la tradición vitivinícola con la divulgación científica. Demandasaurus, único representante de los rebaquisáuridos hallado en el hemisferio norte, es un referente internacional citado en investigaciones paleontológicas de todo el mundo.

La bodega ha presentado dos referencias: un vino joven con cinco meses en barrica de roble y un crianza con catorce meses de maduración, ambos elaborados con uva Tinta del País 100 % autóctona de la Ribera. Se trata de vinos potentes, equilibrados, longevos y con una cuidada estructura en boca, ideales para maridar con la gastronomía tradicional de la comarca serrana.

Más allá del brindis, esta iniciativa tiene un claro componente solidario y cultural. Parte de los beneficios generados por la venta de los vinos Demandasaurus se destinarán a apoyar a la Fundación Dinosaurios CyL, que trabaja activamente en la conservación, investigación y divulgación del patrimonio fósil de la zona. Estos recursos permitirán impulsar nuevos proyectos educativos y expositivos, como los que desarrolla el Museo de Dinosaurios de Salas de los Infantes.

Desde ambas entidades expresan la voluntad de prolongar esta colaboración en el futuro con nuevas propuestas que sigan poniendo en valor la riqueza paleontológica de la provincia de Burgos y el prestigio de sus vinos. Un maridaje que promete dejar huella tanto en la ciencia como en la enología.

cadenaser.com 

Un vino de Ribera en honor a los dinosaurios

Se trata de una iniciativa para promocionar el patrimonio paleontológico de la Sierra de la Demanda

De izda. a dcha, Fidel Torcida, Ada Marcos y Gabriel García. S. G.
La Fundación para el Estudio de los Dinosaurios de Castilla y León y Bodegas Astil de Castrillo de la Vega, colaboran en el lanzamiento de una línea de vinos dedicada a Demandasaurus, con el objetivo de promocionar el patrimonio paleontológico de la Sierra de la Demanda. La elaboradora de Ribera ha desarrollado la línea de vinos Demandasaurus, en honor a ese dinosaurio descrito por los investigadores del Museo de Dinosaurios de Salas de los Infantes. Un dinosaurio considerado como uno de los más singulares en Europa. Se trata de la única especie de la familia de los Rebaquisáuridos en el Hemisferio Norte y que es citado frecuentemente en trabajos científicos de todo el planeta, por lo que su trascendencia internacional es innegable.

Para el homenaje, se ha elegido un vino de cinco meses en barrica de roble, y una crianza con 14 meses en barrica, elaborado 100 % con la autóctona, uva tinta del país, con Denominación de Origen Ribera del Duero.

Los beneficios de la venta de los vinos Demandasaurus se plantean como un apoyo a la Fundación Dinosaurios de Castilla y León. De este modo, se lograrán conseguir más recursos económicos para desarrollar sus fines y, fundamentalmente, para difundir la enorme riqueza patrimonial que alberga la Sierra de la Demanda burgalesa, por ejemplo, en el Museo de Dinosaurios de Salas de los Infantes. Se tiene proyectado seguir en el futuro con esta colaboración, para desarrollar nuevas líneas de vino con la imagen de los dinosaurios de Burgos.

burgosconecta.es

Los dinosaurios carnívoros de los Pirineos enseñan los dientes

Un estudio liderado por personal investigador del Instituto Catalán de Paleontología Miquel Crusafont (ICP-CERCA) y el Museo de la Conca Dellà (MCD) revela una elevada diversidad de dinosaurios carnívoros de tamaños diferentes a los actuales Pirineos a finales del Cretácico, poco tiempo antes de su extinción en todo el mundo. La investigación, centrada en el análisis de dientes fósiles hallados en el yacimiento de Molí del Baró-1 (Pallars Jussà, Lleida), aporta nuevos datos sobre la diversidad y la ecología de los últimos dinosaurios europeos.

Imagen principal: Recreación de dromeosáurido ("sauro corredor").
Oscar Sanisidro / Instituto Catalán de Paleontología Miquel Crusafont
El yacimiento de Molí del Baró-1 (Pallars Jussà, Lleida) es uno de los pocos lugares de Europa que conserva restos fósiles de dinosaurios de los últimos cientos de miles de años antes de la extinción global hace 66 millones de años que supuso la desaparición de los dinosaurios no en todo el mundo. Una de las particularidades de este yacimiento es que ha proporcionado varios dientes de dinosaurios terópodos (lo que comúnmente se conoce como dinosaurios carnívoros), un grupo bastante desconocido en la Península Ibérica y, especialmente, en Cataluña. Si bien los dinosaurios carnívoros habitaron casi en todo el mundo, con una gran diversidad de tamaños y formas, los restos hallados hasta ahora en la zona eran escasos y no habían sido estudiados con detalle.

El estudio publicado ahora en la revista Cretaceous Research por un equipo de investigación internacional ha analizado varios dientes excavados en diferentes campañas de excavación llevadas a cabo en este yacimiento que data del Maastrichtiano superior, hace poco más de 66 millones de años, una edad extremadamente cercana (unos 300.000 años) . “El yacimiento del Molí de Baró-1 es como una fotografía de uno de los últimos momentos de los dinosaurios europeos y nos ofrece una información valiosísima sobre la diversidad de dinosaurios carnívoros en esta zona poco antes de que desaparecieran para siempre”, explica Oscar Castillo , investigador del Instituto Catalán de Paleontología Miquel CrusCaCaT (MCD) y primer firmante del artículo.

Dientes de Molí del Baró-1 estudiadas en este artículo. A, Velociraptorino; B, Dromeosaurí; C, Troodóntido; D, Dromeosáurido, posible microraptorín. Fotografías hechas mediante microscopía electrónica. Todos los dientes están en vista lingual. Las dos escalas de 5mm reflejan las diferencias de tamaño que existen entre algunos de los dientes, aunque pertenezcan a especies relativamente pequeñas. (Adaptado de Castillo-Visa et al., 2025)

Los fósiles analizados revelan la presencia de, como mínimo, tres grupos de dinosaurios carnívoros diferentes en esta zona: velociraptorinos, dromeosaurinos y troodóntidos . la archifamosa Jurassic Park). Las características de los dientes identificados en el yacimiento catalán de velociraptorinos y dromeosaurinos sugieren una dieta carnívora con un mecanismo de alimentación conocido como “pinchar y estirar” (del inglés, puncture and pull ) que consistiría en morder de clavo. arrancando piezas de carne en el proceso. En cuanto a los troodóntidos (que en Cataluña están representados por la especie Tamarro insperatus descrita en Sant Romà d'Abella en el año 2021), las características de sus dientes sugieren una dieta omnívora, con una alta proporción de plantas en la dieta terópodos.

Además, se ha identificado un cuarto tipo de carnívoro que correspondería a la forma más pequeña de los encuentros en el yacimiento y que podría pertenecer a un linaje que se creía que ya se había extinguido durante el Maastrichtiano y cuya distribución estaba prácticamente restringida a la actual China.

“La presencia de estos grupos de dinosaurios en la región de Ibero-Armórica dibuja un panorama bastante diferente al que conocíamos en otros lugares del planeta en esta etapa final del Cretáceo”, explica Bernat Vila, investigador del ICP-BUSCA y el MCD y coautor del estudio en Ibérica-Armórica que la antigua isla ginca y que, de acuerdo con otros estudios, presenta unas características diferenciadas del resto del mundo en lo que se refiere a las faunas de dinosaurios. Pero el estudio todavía ha ido más allá ; el ecosistema, por lo que creemos que había poca competencia entre ellos”, comenta Vila. A pesar de pertenecer a grupos estrechamente emparentados, desarrollaron dietas y mecanismos de alimentación diferentes.

Aparte de Oscar Castillo y Bernat Vila, la investigación ha contado con la participación de Àngel Galobart (ICP-BUSCA y MCD) y los investigadores Mattia Antonio Baiano de la Universidad de Río Negro y CONICET (Argentina) y Stephen Brusatte de la Universidad de Edimburgo (Reino Unido). El artículo forma parte de la investigación llevada a cabo en los proyectos PID2020-119811GB-I00 financiado por el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades y ARQ001SOL-173-2022 del Departamento de Cultura de la Generalidad de Cataluña y con financiación del programa CERCA.

Los dinosaurios de los Pirineos, los últimos de Europa

La investigación es una muestra más del excepcional registro fósil de dinosaurios en Cataluña. Los yacimientos de los Pirineos contienen los restos de los últimos dinosaurios que vivieron en Europa , pocos millones e incluso miles de años antes de su extinción global. Los fósiles que proporcionan son un recurso clave para paleontólogos y paleontólogas, así como una fuente inagotable de contenidos para los centros de interpretación y museos de la zona, que divulgan este único patrimonio paleontológico.

El interés por los dinosaurios pirenaicos radica en que representan a los últimos grupos documentados en Europa, aportando información crucial sobre los ecosistemas antes de la extinción masiva del final del Cretácico. Los hallazgos hechos en los yacimientos de los Pirineos han permitido describir varias especies de dinosaurios nuevos por la ciencia como Pararhabdodon isonensis, Tamarro insperatus o Abditosaurus kuehnei.

Artículo original:

  • Castillo-Visa, U., Baiano, MA, Galobart, À., & Villa, B. (2025). Last non-avian theropods of Europe: Palaeoecology and Biogeography enferred de dental records from the uppermost Maastrichtian of Catalonia, Spain. Cretaceous Research, 176 , 106199. https://doi.org/10.1016/j.cretres.2025.106199

icp.cat

Oculto durante 60 años: cómo un fémur gigante de Zambia podría cambiar el mapa evolutivo de los dinosaurios

Un hueso de silesaurio conservado en un museo de Londres reveló que los ancestros de estos gigantes pudieron ser aún mucho más grandes de lo que se creía, informa Natural History Museum

Se cree que el fémur medía unos 27 centímetros de largo durante la vida
 del silesaurio (NHM Image Resources)
Un misterio guardado bajo llave durante más de 60 años, una reliquia olvidada en el corazón de un museo londinense y un descubrimiento que desafía todo lo que creíamos saber sobre los primeros dinosaurios. Así comienza la historia de un antiguo fémur encontrado en Zambia, cuya reciente investigación volvió a poner en jaque a la paleontología.

Un antiguo hueso de la pierna, hallado hace más de seis décadas en Zambia y conservado en el Natural History Museum de Londres, ha dado un giro inesperado a la ciencia y un estudio reveló que este fémur, perteneciente a un silesaurio de hace 225 millones de años, es de los primeros dinosaurios y sus parientes, los cuales pudieron haber sido mucho más grandes de lo que imaginábamos.

Este hallazgo, detallado por el museo británico, desafía la imagen tradicional de unos ancestros pequeños y discretos en los ecosistemas triásicos.

El fósil, durante décadas sin ser estudiado, permitió a los investigadores calcular que estos reptiles alcanzaban tamaños equiparables a los de los grandes herbívoros dominantes en su época. Como señaló el Natural History Museum, el análisis de este hueso no solo arroja nueva luz sobre la evolución de los dinosaurios, sino que también reivindica el papel de los silesaurios en los ecosistemas africanos de aquel período.

Gigantes antes de tiempo: ¿cómo era realmente el origen de los dinosaurios?

Morfología de NHMUK PV R37051, el extremo proximal del fémur de
un silesaurio (Crédito: estudio A new large ‘silesaur’ specimen from the?
Late Triassic of Zambia; taxonomic, ecological and evolutionary
implications, publicado en The Royal Society)
La historia de este fósil comenzó en 1963, cuando un equipo británico recogió decenas de restos en la Formación Ntawere, en el valle superior del Luangwa (Zambia), durante una expedición conjunta del museo londinense y la Universidad de Londres. En ese momento, el interés estaba puesto en otros grupos de reptiles, como los dicinodontes y cinodontes, relegando el fémur de silesaurio a un segundo plano.

No fue hasta la década de 2010 que Brandon R. Peecook reconoció la importancia de este hueso, catalogado como NHMUK PV R37051. El estudiante de doctorado Jack Lovegrove, autor principal del estudio, relató en un comunicado de prensa emitido por el museo: “Este fósil fue descubierto en una expedición a lo que hoy son Zambia y Tanzania en los años 60. Los investigadores se centraron en otros animales, así que el hueso no fue estudiado hasta que uno de mis coautores lo encontró. Esto demuestra lo cruciales que son las colecciones de museos para preservar especímenes cuyo valor puede ser reconocido décadas después”.

El fragmento de fémur permitió, gracias a técnicas actuales de análisis morfológico y osteohistológico, estimar una longitud original de unos 27 centímetros, casi el doble que otros silesaurios de la misma zona.

Este tamaño resulta clave para replantear el papel ecológico de estos animales. De hecho, el estudio sugiere que los silesaurios de gran tamaño pudieron rivalizar con los herbívoros dominantes del Triásico y superar ampliamente a ejemplares conocidos como Silesaurus opolensis, cuyo fémur medía apenas 21 centímetros.

El análisis osteohistológico reveló que el ejemplar era un juvenil avanzado o subadulto, lo que sugiere que podría haber crecido aún más. La ausencia de marcas claras de crecimiento respalda un desarrollo acelerado, similar al de otros dinosaurios tempranos y sus parientes cercanos, y plantea nuevas preguntas sobre el ritmo de evolución y adaptabilidad de estos linajes.

Silesaurios en el foco: parientes incómodos o primeros dinosaurios

Osteohistología de NHMUK PV R37051, fémur izquierdo parcial
(Crédito: estudio A new large ‘silesaur’ specimen from the? Late
Triassic of Zambia; taxonomic, ecological and evolutionary
 implications, publicado en The Royal Society)
El estudio, publicado en Royal Society Open Science, plantea que el fémur gigante desafía la visión tradicional sobre los primeros dinosaurios y sus parientes. “Algunos fósiles fragmentarios de silesaurios y herrerasaurios sugieren que estos animales podían crecer mucho más de lo que indican los restos más completos”, afirmó Lovegrove en declaraciones difundidas por el Natural History Museum. Esto abre la posibilidad de que el primer dinosaurio fuera de un tamaño considerablemente mayor de lo que se pensaba.

La investigación también indica que, si este patrón se confirma, algunos linajes de dinosaurios habrían experimentado una reducción de tamaño durante el Triásico tardío, en vez de un aumento progresivo. Los silesaurios analizados podrían haber superado los tres metros de longitud, muy por encima de estimaciones habituales para ese grupo.

En cuanto a su identidad, la cuestión sigue abierta. Los silesaurios, reconocidos como grupo apenas en 2010, vivieron entre 240 y 200 millones de años atrás y presentan rasgos en la base del árbol evolutivo de los dinosaurios.

Algunos expertos los consideran parientes cercanos, otros los ubican entre los dinosaurios más primitivos, especialmente dentro de los ornitisquios. La fragmentación y escasez de sus restos y la variabilidad anatómica complican esta clasificación.

Además, el estudio del fémur de Zambia no permite asignarlo con certeza a la especie Lutungutali sitwensis ni justificar un nuevo taxón, dejando abierta la puerta a futuras sorpresas evolutivas. Por lo que Lovegrove subrayó la importancia de profundizar trabajos de campo: “Nuevos conjuntos de datos serán clave para desentrañar estas relaciones evolutivas y entender realmente lo que está ocurriendo”.

Cuando el museo hace historia: de colecciones a nuevos horizontes

El fémur zambiano resalta la importancia de las colecciones de
 museos en la paleontología (Imagen Ilustrativa Infobae)
El caso del fémur zambiano enfatiza el valor de las colecciones de museos en los grandes avances paleontológicos. El hueso permaneció almacenado durante más de cinco décadas antes de que se reconociera su relevancia.

La revisión de colecciones históricas, junto con nuevas tecnologías de análisis, fue determinante para descubrir su importancia. El hallazgo obliga también a reconsiderar el papel de los silesaurios en el Triásico africano. Tradicionalmente considerados actores menores en paisajes dominados por grandes sinápsidos como los dicinodontes, hoy se sabe que los silesaurios eran abundantes y, en algunos casos, los herbívoros de mayor tamaño en ciertas regiones, superando incluso a los dicinodontes en altura y longitud.

Sobre su dieta, persisten incógnitas: algunos poseían dentición adaptada a la herbivoría, otros pudieron ser omnívoros o insectívoros, y la posición filogenética del ejemplar zambiano lo aproxima a silesaurios de dentición simple, aún poco conocidos en cuanto a su alimentación. La conclusión es que estos animales tuvieron un rol ecológico mucho más protagónico del que se les atribuía.

El análisis de este fémur fósil replantea la evolución del tamaño en el origen de los dinosaurios y abre nuevas preguntas sobre la biodiversidad del Triásico africano. La revisión de ejemplares históricos y el hallazgo de nuevos restos serán esenciales para esclarecer la diversidad y las relaciones evolutivas de estos enigmáticos reptiles. El pasado de los dinosaurios sigue teniendo sorpresas por revelar, y los museos, una vez más, se confirman como guardianes de esas historias ocultas.

infobae.com

El Cenieh descubre que los escaneos 3D afectan la conservación de los fósiles

“Esta técnica sigue ofreciendo más ventajas que inconvenientes para analizar los fósiles", pero hasta ahora se consideraba inocua para su conservación. Investigadores del CENIEH lideran un estudio que demuestra el impacto de esta técnica en la preservación de huesos y dientes fósiles

Los investigadores advierten sobre riesgos del uso prolongado del micro-CT
 en estudios paleoantropológicos. CENIEH
Un nuevo estudio publicado en la revista Radiocarbon y liderado por el Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH) ha revelado que el uso continuado de la microtomografía computarizada (micro-CT) puede dañar de forma irreversible los restos fósiles, a pesar de haber sido considerada durante años como una técnica no destructiva.

Esta investigación, desarrollada en colaboración con la Universidad de Oxford, pone en cuestión uno de los métodos más utilizados por paleontólogos y paleoantropólogos para analizar fósiles sin alterarlos aparentemente. La micro-CT permite observar la estructura interna de los restos y generar reconstrucciones tridimensionales de gran precisión, lo que la ha convertido en una herramienta fundamental en los estudios de evolución humana. Como señala Laura Martín-Francés, investigadora del CENIEH y coautora del trabajo, “esta técnica permite acceder a la estructura interna de los fósiles y reconstruirlos en 3D sin causar daños visibles”.

Sin embargo, el análisis experimental realizado por el equipo científico demuestra por primera vez una relación directa entre la exposición a los rayos X utilizados en los escaneos y la disminución del colágeno conservado en huesos y dientes, tanto fósiles como modernos. La pérdida de esta proteína esencial compromete seriamente la posibilidad de realizar futuras pruebas científicas sobre los mismos materiales.

La micro-CT se basa en radiación electromagnética de alta energía, específicamente rayos X, conocidos por su capacidad de inducir cambios a nivel microscópico. Mathieu Duval, investigador del CENIEH y autor principal del estudio, explica que “los resultados de nuestro estudio no constituyen una gran sorpresa, porque ya se sabía que esta técnica podría favorecer la degradación de proteínas en huesos y dientes, aunque nunca se había demostrado experimentalmente hasta ahora”.

Pese a las evidencias presentadas, los autores del estudio no proponen restringir el uso de la micro-CT. “Esta técnica sigue ofreciendo más ventajas que inconvenientes para analizar los fósiles, por lo cual no se trata de prohibirla. Simplemente queremos advertir de los riesgos del uso sistemático e ilimitado de escaneos micro-CT con rayos X en paleoantropología, o en otras disciplinas relacionadas que trabajen con material fósil, y recomendar prudencia”, concluyen Martín-Francés y Duval.

elcorreodeburgos.com

Reconstruyen el cerebro de un dinosaurio patagónico

El estudio revela claves sobre la evolución del sistema nervioso en los primeros saurópodos

Reconstrucción digital del cerebro y oído interno de Bagualia.
La investigación permitió reconstruir el cerebro y el oído interno de Bagualia alba, un dinosaurio saurópodo del Jurásico Temprano hallado en la provincia del Chubut. El trabajo brinda información sobre cómo se desarrollaron sus sentidos, su locomoción y sobre la evolución del sistema nervioso en los primeros grandes dinosaurios herbívoros. El estudio fue publicado recientemente en la revista Papers in Palaeontology

“Aunque el cerebro en sí no se fosiliza, podemos inferir su forma y la disposición de nervios, vasos sanguíneos y órganos sensoriales a partir del molde interno que dejan en los huesos del cráneo” , explica Kevin Gómez (CONICET-IIPG), líder de la investigación. Gracias a tomografías computadas y reconstrucciones digitales en 3D, los investigadores lograron recrear el interior de la caja craneana de Bagualia y observar estructuras vinculadas al equilibrio, la visión, el olfato y el crecimiento.

Evolución cerebro.
El análisis mostró que Bagualia tenía un cerebro pequeño en relación con su tamaño corporal, un sentido del olfato moderado, y limitada capacidad para mover ágilmente la cabeza y los ojos. Además, la zona del encéfalo relacionada con el equilibrio estaba poco desarrollada. “Estas características coinciden con su estilo de vida: un animal de gran tamaño, cuadrúpedo, de movimientos lentos, y que se alimentaba de grandes cantidades de plantas”.

“También notamos que el tamaño de su glándula pituitaria era muy grande. Esta glándula, responsable de liberar hormonas relacionadas con el crecimiento —entre otras funciones—, podría haber estado relacionada a los primeros cambios hormonales que impulsaron el crecimiento descomunal que vemos más adelante en los saurópodos”, agrega.

Réplica de Bagualia en el MEF.
“A lo largo de la evolución vemos que los cambios en los sentidos —como el equilibrio o el olfato— se produjeron de forma más lenta que el aumento en el tamaño corporal. Esto contrasta con sus antecesores del Triásico, los sauropodomorfos más pequeños, que eran más ágiles, posiblemente omnívoros y con un sentido del olfato más desarrollado”, finaliza.

Bagualia alba vivió hace unos 180 millones de años y fue descubierto en rocas de la Formación Cañadón Asfalto, en el centro de Chubut. Es uno de los registros más antiguos de saurópodos conocidos hasta ahora, y su estudio llena un vacío clave en la comprensión de la evolución neuroanatómica de este grupo.

Los fósiles originales, incluido los restos del cráneo utilizados en este trabajo, y una reconstrucción completa de su esqueleto pueden verse actualmente en la exhibición permanente del Museo Egidio Feruglio (MEF), en la ciudad de Trelew.

El trabajo fue publicado por Kevin L. Gómez (Instituto de Investigación en Paleobiología y Geología, IIPG: CONICET – Universidad Nacional de Río Negro), Ariana Paulina-Carabajal (INIBIOMA: CONICET – Universidad Nacional del Comahue / Museo Paleontológico Bariloche), Diego Pol (CONICET-Museo Argentino de Ciencias Naturales Bernardino Rivadavia) y José L. Carballido (CONICET-Museo Paleontológico Egidio Feruglio).

mef.org.ar