Foto: Universidad de Cambridge |
Madrid, España.- Uno de los cerebros fósiles más antiguos
jamás descubiertos -de más de 500 millones de años- ha servido para determinar
cómo evolucionaron las primeras cabezas en animales. Fuente: Europapress
Los resultados de un estudio de la Universidad de
Cambridge, publicados este jueves en 'Current Biology', identifican un punto
clave en la transición evolutiva desde cuerpos blandos a duros en los primeros
antepasados de los artrópodos, el grupo que incluye insectos modernos,
crustáceos y arañas.
El estudio se centró en dos tipos de antepasados de
artrópodos, un trilobita de cuerpo blando y una extraña criatura parecida a un
submarino. Los investigadores encontraron que una cobertura dura, llamada
'sclerite' anterior, y características como las del ojo en la parte delantera
de sus cuerpos se conectan a través de trazos nerviosos procedentes de la parte
delantera del cerebro, que se corresponde con cómo se controla la visión en los
artrópodos modernos.
Los nuevos resultados también permitieron nuevas
comparaciones con anomalocarídidos, un grupo de grandes depredadores nadadores
de la época, y se encontraron similitudes fundamentales entre el 'sclerite'
anterior y una placa en la parte superior de la cabeza anomalocarídidos, lo que
sugiere que tenían un origen común.
Aunque está ampliamente aceptado que los anomalocarídidos
son antepasados de los primeros artrópodos, sus cuerpos son en realidad muy
diferentes. Gracias a los cerebros conservados de estos fósiles, ahora es
posible reconocer el 'sclerite' anterior como un puente entre la cabeza de los
anomalocarídidos y la de los artrópodos articulados más familiares.
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