sábado, 18 de julio de 2020

Cambios climáticos durante el origen de los dinosaurios

El período triásico, hace entre 252 y 201 millones de años, fue una época de cambios volátiles, particularmente durante un intervalo conocido como el Carniano (o Carniense) (hace unos 237 a 227 millones de años). Tres dramáticos eventos ocurrieron en la Tierra: aparecieron los primeros dinosaurios, se produjeron gigantescas erupciones volcánicas (Wrangellia) que arrojaron gases de efecto invernadero y el clima cambió repentinamente a condiciones más cálidas y húmedas, algo que los científicos llaman Episodio Pluvial Carniano (CPE). 

Un reptil parecido a un dinosaurio deja huellas a lo largo de la costa de un lago
durante una tormenta de lluvia hace unos 234 millones de años en el noroeste
de Argentina. (Foto: Jorge González / NHMU)
Trabajos recientes sugieren que las erupciones de Wrangellia causaron el CPE, y que el cambio climático resultante pudo haber estimulado la temprana diversificación de los dinosaurios. Pero la falta de fechas absolutas precisas para muchos sedimentos del Carniano hace que las comparaciones sean difíciles. Además, existen pocos datos paleoclimáticos detallados para muchas regiones fuera de Europa, lo que hace que no esté claro si el CPE fue realmente un acontecimiento climático mundial o si lo relaciona de manera concluyente con la diversificación de los dinosaurios. 

En un nuevo estudio publicado en la revista Gondwana Research, un grupo internacional dirigido por Adriana Mancuso, investigadora del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) del Instituto Argentino de Nivología, Glaciología y Ciencias Ambientales de Mendoza (Argentina), demostró que el CPE afectó al hemisferio sur, concretamente a América del Sur, lo que refuerza el argumento de que se trataba de un fenómeno climático mundial. El estudio se publicó en línea el 15 de junio de 2020

"Hay muchas rocas y fósiles del Triásico, y específicamente del Carniano, en América del Sur, y en Argentina en particular, pero hasta ahora no había estudios paleoclimáticos que pudieran demostrar de manera concluyente que el Episodio Pluvial Carniano se produjo en el hemisferio sur", dijo Mancuso. 

El equipo, que incluía investigadores de la Universidad de Utah y del Centro de Geocronología de Berkeley, estudió las rocas carnianas de la Formación Los Rastros, que se conservan en la Cuenca de Ischigualasto-Villa Unión, en el noroeste de Argentina. Por primera vez, el equipo fechó con precisión la ceniza volcánica preservada en los sedimentos del lago y reconstruyó el paleoclima de esta época.

"Nuestro estudio se centró en estas rocas porque tenían la combinación perfecta de un buen registro fósil, capas de ceniza fechables y ricos datos climáticos preservados en los sedimentos de los lagos", dijo Randall Irmis del Museo de Historia Natural de Utah y del Departamento de Geología y Geofísica de la Universidad de Utah. 

Para fechar la capa de ceniza, los científicos aislaron pequeños cristales de circonio en forma de aguja, minerales que actúan como cápsulas del tiempo. Cuando el circón se cristaliza durante una erupción, atrapa el elemento uranio en su estructura cristalina, pero nunca incorpora plomo. Cualquier plomo preservado en los cristales hoy en día es el resultado de la desintegración radiactiva del uranio. Debido a que los científicos conocen esta tasa de desintegración, pueden medir la proporción de uranio y plomo en cada cristal de circonio y calcular cuánto tiempo atrás en el tiempo se formaron los cristales. En el presente estudio, esta medición se hizo en un preciso espectrómetro de masas en el Centro de Geocronología de Berkeley.
  
Los científicos obtuvieron entonces datos paleoclimáticos observando características detalladas en los sedimentos: los tipos de arcilla conservados, y los isótopos de carbono y oxígeno en las capas de caliza de agua dulce. Con estas mediciones, los investigadores estimaron la temperatura, la humedad y la aridez y observaron un intervalo distinto de condiciones particularmente cálidas y húmedas. Basándose en la fecha absoluta de los mismos estratos, concluyeron que coincidía en el tiempo con el CPE en el hemisferio norte. Utilizando una variedad de análisis diferentes, las inferencias paleoclimáticas resultantes fueron más sólidas que las afirmaciones anteriores hechas a partir de una sola línea de pruebas. 

Este intervalo cálido/húmedo también incluye fortuitamente capas que preservan las huellas fósiles de los primeros dinosaurios o de sus parientes más cercanos. 

"Nuestro estudio sugiere que la aparición de los dinosaurios en América del Sur podría estar relacionada con el CPE, pero los datos disponibles en todo el mundo siguen sin ser concluyentes. Para establecer un vínculo mundial más sólido entre el CPE y la diversificación de los dinosaurios se necesitarán muchos más estudios detallados del paleoclima con edades precisas, como los que pudimos hacer para la Formación Los Rastros en Argentina", concluyó Mancuso. (Fuente: NCYT Amazings)

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