jueves, 1 de junio de 2023

El CAS plantea la última excavación de dinosaurios en Torrelara este verano

El Colectivo Arqueológico y Paleontológico de Salas de los Infantes no puede abordar «con seguridad» el trabajo bajo una pared de dos metros donde hay más fósiles. Requiere una logística compleja que «sin apoyo regional no podemos asumir»

Trabajos en el yacimiento de Torrelara de anteriores campañas. ECB

El Colectivo Arqueológico y Paleontológico de Salas (CAS) afronta su vigésima campaña con las mismas estrecheces de siempre y la impotencia de no recibir todos los apoyos necesarios para rescatar lo que el sedimento ofrece. Afrontan la quinta excavación en el rico yacimiento de Valdepalazuelos-Tenadas del Carrascal en la localidad de Torrelara. Probablemente será la última excavación en esta zona y se abordará otro yacimiento en próximas campañas.

«Es probable que esta sea la última campaña en Torrelara y no porque el yacimiento esté agotado sino por la dificultad de mantener la seguridad para trabajar allí ante las dimensiones que está tomando la superficie de excavación», explica el director del Museo de Dinosaurios de Salas y responsable de los trabajos científicos, Fidel Torcida. La fosa donde han aparecido hasta seis especies diferentes de dinosaurios de la época final del Jurásico, es decir, huesos de hace 145 millones de años, se ha ido agrandado con el tiempo.

En la evolución del trabajo de campo se observa que la colección de fósiles, en seis años han obtenido un millar de restos que se corresponden con 850 registros diferentes, «se meten bajo una pared de dos metros de altura que hace muy difícil avanzar», añade el director de la excavación. Es un reto logístico y operativo que sin más apoyos que los de los municipios de Torrelara y Salas de los Infantes y la Diputación Provincial no pueden asumir.

El sistema que plantea este tipo de intervenciones es retirar la capa estéril, sin registro paleontológico, superior con maquinaria pesada y, una vez finalizada la excavación, reponerlo. «Es meterse en el monte, con dos metros de altura ¿se puede hacer? Sí, con mucho esfuerzo pero es un trabajo logístico que podríamos afrontar si la excavación tuviera un apoyo regional», demanda. En los 20 años de trabajos paleontológicos consecutivos del CAS de Salas de los Infantes en muy contadas ocasiones se ha contado con apoyo de la Junta de Castilla y León. Se financiaron actuaciones vinculadas a las icnitas de dinosaurios, huellas, cuando se estableció una candidatura conjunta con Soria y La Rioja para optar a ser Patrimonio de la Humanidad. «Una intervención así, aún con el esfuerzo que su pone, si tuviéramos la financiación suficiente podríamos plantearnos una continuidad», añade Torcida.

El material es único y es el bastón en el que se apoyan para seguir reivindicando recursos a todas las administraciones, en especial la regional porque son sus competencias. «Hacemos lo que podemos que es producir conocimiento y acumular argumentos para evidenciar que el patrimonio que hay en este entorno es sobresaliente».

Sólo en Torrelara se han obtenido, en cinco campañas finalizadas, restos fósiles de dos saurópodos gigantes que no son la misma especie. «Sabíamos que había más de un saurópodo pero en el primer estudio de un húmero hemos descubierto que uno es un braquiosáurido ya sabemos que es diferente del otro ejemplar aunque son familia, no están muy lejos». Estos gigantes son similares a las especies descritas en Salas como el Europatitan eastwoodi o el Demandasaurus darwini. Son herbívoros, cuadrúpedos, de cola y cuello largos, tamaños grandes y de varias toneladas de peso. Engrosarían la lista de gigantes que han aparecido en la Demanda en estos años de trabajo.

Además, en este yacimiento se han obtenido seis especies diferentes de la familia de los Terópodos que son dinosaurios carnívoros, cazadores y carroñeros. Además, también se han obtenido fósiles de Tireóforos que son dinosaurios con espinas y placas óseas defensivas.

La diversidad de este yacimiento, que es un registro fiel de finales del Jurásico, con 145 millones de años de antigüedad, abarca también la presencia de Pterosaurios, que son reptiles voladores, además de cocodrilos, tortugas, peces o moluscos. También se realizan estudios de la vegetación que servía de alimento a los herbívoros gigantes de cuello largo. Se han rescatado piezas como ramas, pólenes, impresiones de tallos y hojas de diversas especies.

Uno de los hallazgos más singulares fue el de una columna de uno de estos gigantes de Torrelara. Una pieza de una tonelada especialmente singular y que es un símbolo de lo que podría ser y no es Salas de los Infantes. Un ejemplar tan extraordinario que no se puede consolidar, restaurar y estudiar por falta de espacio para poder trabajar y hasta de un equipo estable que tire de cincel, pincel y resinas para restaurar la pieza.

No se ha tocado ni un 1%

Y es que no llega a un 1% el material sobre el que se ha podido trabajar, aunque se han planteado ya dos investigaciones. Una de ellas sobre el estudio del húmero que habla del braquiosaurio. Y otra el resultado del análisis de piezas dentales y fragmentos de una mandíbula del segundo saurópodo que se cree diferente pero habrá que esperar las conclusiones de este artículo aún en revisión para aclararlo.

Poco más se ha podido hacer. Fósiles de 145 millones de años se extraen entre el sedimento con mucho cuidado y se da una capa protectora que los encapsula, lo que se llama momias, para los más grandes. Y se guardan. En el Museo de Salas de los Infantes apenas queda espacio, se ha iniciado la obra de un almacén aledaño y en la comarca demandan desde hace años la implicación regional para crear un espacio museístico acorde a la riqueza de los fósiles humanos porque, ademas de icnitas, hay cientos de fósiles en un registro único y de referencia mundial.

«En Torrelara nos están saliendo fósiles muy completos, con un excelente estado de conservación y piezas muy llamativas y bonitas que podrían dedicarse a la divulgación y la difusión pero apenas hemos podido intervenir ni en un 1% de este material», añade el también director de la Fundación para el Estudio de los Dinosaurios de Castilla y León. El nuevo museo llevaría implícito un equipo de restauración estable y constante para contar con espacio y personal para abordar, por ejemplo, esa parte de columna recuperada en la primera campaña de Torrelara.

El equipo cuenta con una restauradora desde 2001 pero su dedicación a la conservación de piezas del Museo de Dinosaurios de Salas es intermitente. «Es verdad que el museo necesitaría financiación extra, que está en la espalda de un Ayuntamiento pequeño que hace un gran esfuerzo pero, en el ámbito de la conservación, se necesita un trabajo continuo y estable a lo largo del año», remarca Fidel Torcida.

El material tarda años en excavarse a un ritmo muy lento. Casi tanto como el del compromiso de un nuevo museo regional que permitiría ampliar la exposición de fósiles y la superficie de trabajo durante todo el año. Hoy apenas se puede ver un 10% de la colección.

elcorreodeburgos.com

No hay comentarios: