domingo, 31 de diciembre de 2023

VIII MUSHING TIERRA DE DINOSAURIOS

CAMPEONATO DE ESPAÑA DE MUSHING TIERRA SPRINT

El Campeonato de España de Mushing Tierra regresa a la provincia de Burgos con el VIII MUSHING TIERRA DE DINOSAURIOS. Los días 27 y 28 de enero de 2024, en Salas de los Infantes y organizado por el C.D. Canicross Burgos con el apoyo del Ayuntamiento de Salas de los Infantes y del Instituto para el Deporte y la Juventud de la Diputación de Burgos, tendrá lugar la prueba que decidirá los campeones de España para la temporada 2023-24.

La organización del evento cuenta con el soporte de la Real Federación Española de Deportes de Invierno y la Federación de Deportes de Invierno de Castilla y León y viene avalada por los diferentes eventos de Copa de España organizados en temporadas anteriores. Está temporada volvemos a contar con la colaboración especial de ARION.

Las inscripciones ya se pueden realizar, a través de las diferentes Federaciones Autonómicas, hasta el día 16 de enero. En el siguiente enlace se puede descargar el dossier de carrera con los diferentes circuitos para cada una de las modalidades.

DOSSIER DE CARRERA

No lo dejéis para el último día: tu dinosaurio te está esperando.

Todas las gracias del mundo a:

ARION PET FOOD, MUSEO DE DINOSAURIOS DE SALAS DE LOS INFANTES, MIEL MATAVIEJAS, HOTEL RURAL EL CAMIN, HORMIGONES MAESO, RESERVOIR DOGS, CLIMAVIAL, TALLER AML, NON STOP DOG WEAR, ANETO, PEPSICO, LENANIMAL, LA FLOR BURGALESA, ARTIACH

canicrossburgos.com

domingo, 24 de diciembre de 2023

FELICES FIESTAS NAVIDEÑAS 2023-2024


La culpa de que no vivamos 200 años es... de los dinosaurios

La necesidad de sobrevivir de los primeros mamíferos los llevó, según un estudio, a vivir poco y reproducirse rápido

Para poder sobrevivir en la época de los dinosaurios, los mamíferos eran
pequeños  y de vidas muy cortas //  MARK WITTON
Existe una gran diferencia entre lo rápido que envejecen los mamíferos (incluidos nosotros) y la velocidad con la que lo hacen muchas especies de reptiles y anfibios. Y esa discrepancia, propone el microbiólogo João Pedro de Magalhães, de la Universidad de Birmingham, en Reino Unido, podría ser 'culpa', ni más ni menos, que de los dinosaurios. Durante su largo dominio del planeta, en efecto, (alrededor de 160 millones de años ininterrumpidos) la historia de los mamíferos atravesó uno de sus momentos más críticos, un auténtico 'cuello de botella de la longevidad'. El trabajo se acaba de publicar en 'BioEssays'.

La idea de Magalhães es la siguiente: cuando los dinosaurios gobernaban la Tierra era necesario que los mamíferos, mucho más pequeños, pudieran reproducirse rápidamente para sobrevivir, lo que significa que los genes para una esperanza de vida más larga pudieron haber sido descartados paulatinamente, a medida que avanzaba la evolución.

«Algunos de los primeros mamíferos -asegura el científico- se vieron obligados a vivir en lo más bajo de la cadena alimentaria, y probablemente así tuvieron que resistir más de 100 millones de años durante la era de los dinosaurios, evolucionando hacia una reproducción rápida para poder sobrevivir. Propongo que ese largo período de presión evolutiva tuvo un impacto en la forma en que los humanos envejecemos».

La pista de las enzimas

Según el estudio, nuestros ancestros más antiguos en el linaje de los mamíferos euterios (los que tienen una placenta) parecen haber perdido ciertas enzimas precisamente en la época de los dinosaurios. Enzimas cuya misión es reparar el daño causado por la luz ultravioleta. Curiosamente, incluso los marsupiales y monotremas (miembros de la otra gran rama de los mamíferos, los metaterios) carecen de al menos una de las tres enzimas reparadoras de rayos UV, conocidas como fotoliasas. Es difícil decir si esto está relacionado de alguna manera con una esperanza de vida relativamente más corta, aunque Magalhães lo ve muy posible.

Una posibilidad es que la pérdida de esas enzimas se deba a que los mamíferos se volvieron más nocturnos para estar más seguros. Motivo por el cual, dicho sea de paso, en la actualidad, decenas de millones de años después, nos vemos obligados que compensar la carencia de ese mecanismo natural de reparación con cremas y geles solares.

Pero además hay otras señales. Consideremos, por ejemplo, los dientes: ciertos reptiles, incluidos los caimanes, pueden seguir haciendo crecer sus dientes durante toda la vida. Algo que los seres humanos, obviamente, no podemos hacer. Otro resultado de una selección genética que se remonta muchos millones de años atrás.

«Vemos ejemplos de reparación y regeneración en el mundo animal verdaderamente notables -afirma de Magalhães-. Pero toda esa información genética habría sido del todo innecesaria para los primeros mamíferos, cuya máxima preocupación era la de no terminar como alimento del T. rex». 

Por supuesto, hay excepciones, y son varios los mamíferos, como las ballenas o incluso nosotros mismos, que somos capaces de celebrar cumpleaños de tres dígitos. ¿Cómo es posible que podamos hacer esto incluso con las limitaciones impuestas por nuestros ancestros de vida más corta?, ¿O puede que, de alguna manera, hayamos evolucionado para no vernos afectados por ellas? Eso es algo, según Magalhães, que habrá que estudiar en futuras investigaciones.

Comprender mejor los factores que hay tras el envejecimiento siempre es útil para combatir las enfermedades relacionadas con la edad, incluidas la demencia y los accidentes cerebrovasculares, y la genética detrás del 'cuello de botella de la longevidad' podría tener mucho que enseñarnos al respecto.

«Aunque por el momento sólo se trata de una hipótesis -concluye Magalhães-, hay muchos aspectos intrigantes que se pueden abordar, incluida la posibilidad de que el cáncer sea más frecuente en los mamíferos que en otras especies debido, precisamente, al rápido proceso de envejecimiento».

abc.es

Hallan tres fósiles de huevos de dinosaurio cristalizados en China

Es la primera vez que se encuentran en estas condiciones en la provincia de Hubei

Fósiles de huevos de dinosaurio cristalizados descubiertos en Shiyan, provincia
de Hubei, en el centro de China / 
CGTN
Tres fósiles de huevos de dinosaurio han sido descubiertos en China, lo que ofrece evidencia para el estudio de los procesos de puesta de huevos de dinosaurio y el paleoambiente.

Estos fósiles de huevo de dinosaurio cristalizados se han hallado en un nido que contenía 31 fósiles de huevos de dinosaurio en la montaña Qinglong, perteneciente a la ciudad de Shiyan, durante el proceso de restauración de fósiles de huevos de dinosaurio.

Los tres están bien conservados, con las cáscaras de huevo y el mineral cristalino interno intactos, según ha dicho Zhao Bi, un académico del Instituto de Geociencias de Hubei, quien ha añadido que piensan que ninguno está agrietado ni eclosionado.

A diferencia de los huevos de dinosaurio fosilizados normales, estos cristalizados son raros en el mundo debido a las duras condiciones ambientales que se tienen que dar para que esto ocurra. De hecho, esta es la primera vez que encuentran huevos de dinosaurio cristalizados en la provincia de Hubei.

Los grupos de fósiles de huevos de dinosaurio datan del período Cretácico medio, es decir, hace entre 60 y 80 millones de años. Se descubrieron por primera vez en la montaña Qinglong en 1995 y hasta la fecha se han encontrado casi 3.000 fósiles de huevos.

elperiodico.com

sábado, 23 de diciembre de 2023

HORARIO MUSEO DE DINOSAURIOS FIESTAS NAVIDEÑAS 2023-2024

Estas Navidades el Museo de Dinosaurios de Salas de los Infantes (Burgos) permanecerá cerrado los días 24, 25 y 31 de diciembre de 2023 y 1 y 6 de enero de 2024.













El resto de días abierto en el horario habitual. 

¡FELICES FIESTAS A TOD@S! 🎄⛄🌲⛄

viernes, 22 de diciembre de 2023

Los dinosaurios 'van' a la universidad en Burgos

INVESTIGACIÓN EN YACIMIENTOS 

La UBU y el Ayuntamiento de Salas colaboran para poner en valor el patrimonio paleontológico y arqueológico 

Museo de Dinosaurios, en Salas de los Infantes (Burgos). / R. ORDÓÑEZ
La Universidad de Burgos (UBU) y el Ayuntamiento de Salas de los Infantes han firmado un acuerdo por el que los investigadores de la UBU tendrán acceso a los fondos del Museo de Dinosaurios del Ayuntamiento de Salas y de la Fundación Dinosaurios Castilla y León. A cambio, sus homólogos podrán acceder a los servicios de apoyo a la investigación de la institución universitaria en las mismas condiciones que los miembros de la UBU.

A pesar de estar en la misma provincia, a poco más de cincuenta kilómetros, la Universidad de Burgos mantenía una exigua relación con la localidad. Esto ocurría pese a la riqueza patrimonial de los yacimientos de icnitas de dinosaurios y la abundancia de restos de estos animales prehistóricos. El único vínculo era un convenio entre la Fundación de la institución académica con la también Fundación para el Estudio de los Dinosaurios en Castilla y León.

El acuerdo con la UBU permitirá ahora reforzar la actividad investigadora en el campo de la arqueología y la paleontología. El objetivo es que estudiantes y científicos del campus burgalés puedan participar en las excavaciones que se realizan cada verano. «Ponemos también a su disposición los recursos con los que contamos en la Universidad», explica el rector de la UBU, Manuel Pérez Mateos.

Dentro de esta misma línea cooperativa, Pérez Mateos ha invitado al director del Museo de los Dinosaurios, Fidel Torcida, a visitar las instalaciones de la Estación de la Ciencia y la Tecnología de la capital burgalesa para incluirlo en su programación de actividades relacionadas con este campo de estudio y mejorar su visibilización.

Reconstrucción virtual

El acuerdo entre ambas partes también incluye la implicación de la Facultad de Humanidades y Comunicación, concretamente de su Centro de Innovación y Tecnología en Videojuegos (Itaca), para el desarrollo de reconstrucciones virtuales o recreaciones en tres dimensiones de algunos yacimientos que sirven para facilitar la labor de los investigadores, ya que hasta ahora solo disponen de planimetría horizontal. Se trata también de que sirvan de recursos turísticos para los visitantes que se acercan al Museo de Dinosaurios de Salas de los Infantes, una infraestructura en la que ni siquiera caben los elementos extraídos hasta ahora de los abundantes yacimientos de la zona.

Otro objetivo marcado en la colaboración entre la Universidad y el Ayuntamiento de Salas de los Infantes es atraer a más universitarios nacionales y extranjeros para realizar estancias en la zona, con el programa Erasmus Rural, además de la inclusión de programas específicos sobre este patrimonio en los Cursos de Verano o en 'UBUAbierta' e iniciativas relacionadas con el emprendimiento. Además de su valor científico, cultural y académico, este acuerdo reforzará la vinculación de la Universidad de Burgos con la provincia y refuerza su apuesta por el desarrollo del medio rural.

abc.es

viernes, 15 de diciembre de 2023

Encuentran un cráneo gigante de Pliosaurio, el "T-rex del mar", en el Reino Unido

La cabeza de dos metros de largo es uno de los fósiles más completos que se han encontrado nunca de esta especie

Una recreación de un pliosauro. GETTY
Doce metros de largo, cuatro grandes aletas y un cráneo con 130 dientes que mide más que la mayoría de los humanos. Éstas son las características del pliosauros, el depredador más grande que ocupó los océanos de la tierra durante el jurásico y el cretáceo. Ahora, esta especie considerada el Tyrannosaurus rex del mar, podrá ser estudiada con mayor profundidad gracias al hallazgo que recientemente se ha hecho en Reino Unido: un cráneo de dos metros con todos y cada uno de los huesos que lo formaban hace más de 150 millones de años.

El descubrimiento lo ha anunciado el canal británico BBC haciendo pública la imagen del cráneo que se ha encontrado en la costa jurásica de Dorset, en el sur de Inglaterra. El autor del hallazgo ha sido el paleontólogo británico, Steve Etches, quien ha asegurado que "no hay ningún espécimen en el mundo que le pueda igualar", ya que es el único que estaría completo. En declaraciones a la BBC, el científico ha explicado que el ejemplar hallado tiene la mandíbula inferior y el cráneo superior entrelazados, al igual que lo estaban cuando el animal estaba vivo, algo muy insólito, ya que en "todo el mundo apenas se han encontrado muestras con este nivel de detalle".

BBC News.
El pliosauros, también conocido como "Depredador X", era un dinosaurio que habitó los mares europeos pero también las aguas de Australia, Asia y Norteamérica. Con una mandíbula que tenía una fuerza de 33.000 newtons –el doble que la de un gran cocodrilo– se alimentaba de otros dinosaurios como los plesiosaurios, grandes delfines y calamares gigantes gracias también a la forma triangular de más de un centenar de dientes que le permitían perforar la carne y desclavar los colmillos rápidamente para poder realizar varios ataques consecutivos.

Encontrado por casualidad

BBC News.
El hallazgo del cráneo de este inmenso depredador marino fue el resultado de una casualidad. Mientras paseaba por una playa de la bahía de Kimmeridge, un amigo de Etches se encontró con el morro del dinosaurio entre las rocas. Como medía más de medio metro y pesaba mucho, el hombre avisó al paleontólogo para que le ayudara a transportarlo sin estropearlo. Una vez guardaron el fósil a buen recaudo, Etches comenzó una búsqueda con drones para encontrar el resto del cráneo hasta que llegaron a la conclusión de que lo más probable era que se encontrara en una zona bajo un gran acantilado en la que sólo se podía acceder haciendo rápel con material de escalada. Tras meses de trabajo colgados de una cuerda a quince metros de altura, el equipo de Etches logró extraer el fósil en un gran estado de conservación.

La calavera del animal descubierta por el paleontólogo británico será presentada oficialmente el día de Año Nuevo en un programa especial de la BBC One presentado por el científico David Attenborough, conocido por haber producido grandes documentales sobre la naturaleza como la serie Life.

es.ara.cat

martes, 12 de diciembre de 2023

STRANDBEEST EVOLUTION 2021

Theo Jansen

Strandbeest Evolution 2021 provides an update on the evolutionary development. Every spring I go to the beach with a new beast. During the summer I do all kinds of experiments with the wind, sand and water. In the fall I grew a bit wiser about how these beasts can survive the circumstances on the beach. At that point I declare them extinct and they go to the bone yard.


youtube.com

sábado, 9 de diciembre de 2023

Paleobiónica: cómo los fósiles de dinosaurios nos ayudan a crear tecnología de vanguardia

Esta disciplina aprovecha el conocimiento de los organismos prehistóricos para diseñar soluciones tecnológicas de vanguardia.

La paleobiónica es una disciplina emergente que fusiona la paleontología
con la biónica. Foto: Istock
La palabra paleobiónica es relativamente nueva y deriva del griego antiguo palaios, que significa viejo, y biónica, que hace referencia a la tecnología. Se podría decir que la paleobiónica es una disciplina emergente que fusiona la paleontología —el estudio de los seres vivos del pasado— con la biónica —aplicación de los principios biológicos en la tecnología—. Dos campos, aparentemente dispares, que convergen para resolver problemas contemporáneos.

En Román paladino, los científicos están aprovechando la información procedente de organismos prehistóricos para inspirar diseños en los más variopintos campos tecnológicos utilizando la robótica y la electrónica.

Un universo de posibilidades

Los paleontólogos estudian los restos fósiles y reconstruyen la historia de la vida en nuestro planeta, mientras que los paleobiónicos se centran en imitar y adaptar los sistemas biológicos para desarrollar tecnologías avanzadas. Por ejemplo, el estudio de las estructuras óseas de dinosaurios y otros animales prehistóricos puede ayudar a diseñar prótesis más resistentes y eficientes que mejoren la movilidad de las personas con discapacidades osteomusculares.

Al mismo tiempo, estudiar cómo se movían y se adaptaban esos animales puede ayudar, a diseñar robots más adaptables y ágiles, capaces de moverse con mayor eficiencia en los entornos más complejos.

De forma paralela, a través del análisis de la composición de ciertos caparazones de organismos prehistóricos es posible imitar su resistencia y ligereza para crear dispositivos que tengan aplicaciones en la industria aeroespacial y en la fabricación de dispositivos tecnológicos más eficientes.

Para cumplir con todas estas expectativas la paleobiónica se enfrenta con múltiples desafíos, desde cómo integrar la información en la ingeniería y el diseño de la tecnología moderna, así como una compresión más profunda de la biología o de la mecánica.

Desde dispositivos médicos hasta robots

En los próximos años se espera que la paleobiónica continúe evolucionando y tenga un mayor impacto en la ciencia y la tecnología. Entre las expectativas que se están generando se encuentran:

Avances en prótesis y dispositivos médicos: se espera que aparezcan diseños más funcionales, resistentes y que con ellos se pueda mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad.

Desarrollo de materiales innovadores: la investigación en paleobiónica conducirá al desarrollo de materiales más ligeros, resistentes y duraderos, los cuales tendrán aplicaciones en diversas industrias, desde la construcción hasta la fabricación de dispositivos tecnológicos.

Avances en robótica: seguirá siendo una fuente de inspiración para el diseño de robots más eficientes y adaptables, que imiten la biomecánica y el comportamiento animal para adaptarse a entornos cada vez más complejos. Algunos de estos robots ya se utilizan en exploración subacuática, búsqueda y rescate, entornos a los que resulta a los humanos muy difícil acceder.

Innovación en biomimética: se prevé que en los próximos años haya una comprensión más profunda de las adaptaciones evolutivas de organismos prehistóricos, lo cual sirva de inspiración para encontrar soluciones innovadoras a desafíos ambientales actuales.

El desarrollo que permite la paleobiónica incluye desde dispositivos
médicos hasta robots. Foto: Istock
Colaboraciones interdisciplinarias: la paleobiónica necesita de la colaboración entre diversas disciplinas científicas (robótica, ingeniería, biología, paleontología) tanto para comprender los mecanismos biológicos como para aplicarlos en los diseños de nuevas tecnologías.

Dificultades a las que se enfrenta

Este universo de posibilidades se ve obstaculizado por algunas limitaciones. Así, por ejemplo, es complicado obtener datos precisos y complejos de organismos prehistóricos, ya que las muestras no están todo lo bien conservadas que nos gustaría y, además, existen limitaciones en la información disponible, tanto de la anatomía como de la fisiología de estos seres extintos. Estas limitaciones dificultan la reconstrucción de las estructuras y el conocimiento preciso de la biomecánica.

Tampoco es sencillo replicar la funcionalidad de los sistemas biológicos en dispositivos modernos, debido a que la imitación de los diseños precisa de una compresión profunda del funcionamiento, lo cual es complicado cuando se trabaja con limitada evidencia fósil y con organismos desaparecidos.

En la cruz de la paleobiónica tampoco se puede obviar la ética y la regulación, ya que la recreación de tecnologías basadas en la vida prehistórica plantea cuestiones éticas sobre la manipulación de la naturaleza y sus implicaciones en la sociedad y el medio ambiente.

En definitiva, la paleobiónica es una emocionante encrucijada entre el pasado y le futuro, un punto de encuentro en el que hay que aprovechar las lecciones de la evolución biológica a lo largo de miles de años para encontrar soluciones a los retos contemporáneos. Para superar todos los obstáculos se requiere una colaboración estrecha entre paleontólogos, biomecánicos, ingenieros y expertos en ética.

Referencias:

V. L. Shepherd, P. D. Manning, y J. R. Horner. "A Biorobotic Model of the Dinosaur Skull for Finite Element Analysis". Anatomical Record, vol. 283, no. 2, 2005, pp. 391-402.

A. G. Reisdorf, y M. Wuttke. "Re-evaluating Moodie’s Opisthotonic-Posture Hypothesis in Fossil Vertebrates Part I: Reptiles – The Taphonomy of the bipedal dinosaurs Compsognathus longipes and Juravenator starki from the Solnhofen Archipelago (Jurassic, Germany)". Palaeobiodiversity and Palaeoenvironments, vol. 92, no. 1, 2012, pp. 119-168.

A. Goswami, y J. Finarelli. "EMMLi: A Maximum Likelihood Approach to the Analysis of Modularity". Evolutionary Biology, vol. 39, no. 3, 2012, pp. 511-523.

H. C. E. Larsson, y H.-D. Sues. "Cranial Osteology and Phylogenetic Relationships of Hamadasuchus rebouli (Crocodyliformes: Mesoeucrocodylia) from the Cretaceous of Morocco". Zoological Journal of the Linnean Society, vol. 141, no. 2, 2004, pp. 293-332.

muyinteresante.es

Descubierto el fósil de un joven tiranosáurido que conserva los restos de su última comida

El hallazgo de un gorgosaurio en Canadá revela los hábitos alimenticios de estos grandes depredadores

Representación artística de un gorgosaurio devorando a una presa.
 / 
JULIUS CSOTONYI, MUSEO TYRELL
Encontrar huesos de dinosaurios es un motivo de celebración para la paleontología, pero que un fósil esté tan bien preservado como para incluir restos de su última comida resulta aún más asombroso. Este hito se produjo en el parque provincial de los dinosaurios, en Alberta, Canadá, en 2019, cuando un grupo de investigadores encontró un ejemplar de Gorgosaurus libratus que vivió hace unos 75 millones de años y tenía entre cinco y siete años cuando murió. Su estómago contenía las extremidades traseras de dos dinosaurios mucho más pequeños. Tras años de investigación para determinar la edad y la especie de los animales, los científicos, de la Universidad de Calgary, publican sus resultados este viernes en la revista Science. El yacimiento, aseguran, respalda la teoría de que los individuos jóvenes de los tiranosáuridos —la familia de dinosaurios que incluye al célebre Tyrannosaurus rex— cazaban presas de corta edad, centrándose en animales que podían derribar por sí mismos.

Los paleontólogos están obligados a imaginar el color, la textura y las entrañas de seres que han dejado de existir y sobre los que surgen todas sus preguntas. Al principal autor de la investigación, el paleontólogo canadiense François Therrien, y a sus colegas, se les presentó una oportunidad única. El equipo descubrió el fósil del gorgosaurio dentro de una capa de roca de lo que parece un antiguo canal fluvial. Therrall explica que en estos entornos es probable encontrar huesos de dinosaurios, ya que los ríos transportan mucha sedimentación y entierran rápidamente los restos, ayudando a preservarlos antes de que los carroñeros los recojan. Sin embargo, no es habitual que estén tan extraordinariamente conservados ni que sean ejemplares jóvenes, pues sus huesos son más frágiles. “Este espécimen representa el primer ejemplo de contenidos estomacales in situ y proporciona evidencia fósil directa de la dieta y el comportamiento alimentario en un tiranosáurido joven”, asegura Therrien, del Museo Tyrrell.

Al separar los restos de la roca y exponer los huesos, notaron pequeños dedos que se asomaban a través de la caja torácica del gorgosaurio. Se trataba de las patas de dos pequeños dinosaurios. “Fue emocionante porque era la primera vez que veíamos restos dentro”, explica el paleontólogo. Sin embargo, esto representaba también un nuevo reto, ya que las extremidades correspondían a un animal muy raro y difícil de identificar. Finalmente, detectaron que se trataba de un ejemplar de Citipes elegans, una especie que vivió hace más de 75 millones de años, en lo que hoy es el suroeste de Canadá. Descubrieron también que el tiranosáurido murió poco después de comer a sus últimas presas.

François Therrien (derecha) y su colega Darla Zelenitsky, con los
 restos  del gorgosaurio  y el contenido de su estómago.
MUSEO TYRRELL
Los tiranosáuridos son una familia de carnívoros que dominaron lo que hoy es Asia y Norteamérica, hasta hace 66 millones de años, al final del período Cretácico. Son considerados los depredadores terrestres más grandes que han existido y crecían de manera extraordinaria, hasta los 12 metros y las seis toneladas. Los más jóvenes eran esbeltos, con cráneos estrechos, dientes en forma de cuchilla y extremidades traseras largas y delgadas. Los adultos, por su parte, eran robustos, con cráneos enormes y grandes dientes capaces de triturar.

Estos dinosaurios no siempre fueron colosales. Pasaron de ser cazadores de pequeñas especies durante el Cretácico temprano a ser depredadores de grandes herbívoros —incluidos ceratopsianos, hadrosaurios y saurópodos— a medida que aumentaron de tamaño. 

Aunque era una hipótesis muy reconocida, no estaba claro si los juveniles cazaban presas más pequeñas por sí mismos o si se beneficiaban de los despojos de la caza en grupo con sus mayores. El hallazgo de este gorgosaurio arroja más claridad al respecto. De acuerdo con Therrien, estos y otros tiranosáuridos, incluido el popular Tyrannosaurus rex, podrían haber actuado como depredadores intermedios en su juventud, para convertirse en depredadores principales en la adultez. 

Los más grandes devoraban cualquier parte de la presa, mientras que los jóvenes preferían las caderas altas y dejaban el resto para depredadores más pequeños. Esto sugiere que los individuos inmaduros y maduros ocupaban distintos ecosistemas, pero el cambio dietético pudo haber permitido que los tiranosáuridos juveniles y adultos coexistieran “con conflictos limitados”, agrega Therrien. El paleontólogo explica que, basado en un solo espécimen, no se puede decir mucho sobre su comportamiento social. Sin embargo, sugiere que los tiranosáuridos probablemente cazaban en grupo para asegurarse de que todos alcanzaran suficiente comida.

Los expertos destacan las similitudes en la forma de cazar entre estos depredadores y los grandes réptiles modernos, como los cocodrilos y los dragones de Komodo. Al igual que los tiranosáuridos, estos animales experimentan un cambio en la dieta, comenzando con presas más pequeñas y avanzando hacia animales más grandes a medida que crecen. En términos de comportamiento, los jóvenes de ambas especies son más propensos a cazar en grupo, y hay una transición en su dieta a medida que maduran.

El paleontólogo José Luis Sanz, profesor emérito de la Universidad Autónoma de Madrid, aplaude el descubrimiento y destaca el valor del hallazgo, ya que ilumina un enigma en torno a esta familia de dinosaurios. Para Sanz, no obstante, no es una sorpresa: “Es el comportamiento alimentario que se esperaba de los tiranosáuridos”.

Aunque el autor del estudio y sus colegas son conscientes de que volver a encontrar un fósil con las mismas características es muy improbable en el corto plazo, este hallazgo invitará a la comunidad científica a revisar otros dinosaurios encontrados anteriormente. El objetivo es obtener más datos e indagar en el comportamiento, la ecología y los hábitos alimenticios de los tiranosáuridos.

elpais.com

viernes, 8 de diciembre de 2023

La dentadura más completa de un titanosaurio encontrada en Europa

Se ha conseguido reconstruir gran parte de la dentadura de uno de los últimos dinosaurios gigantes de la cordillera de los Pirineos.

Recreación de un titanosaurio y del paisaje de los Pirineos durante el Cretácico
superior.  (Ilustración: Oscar Sanisidro / © Institut Català de Paleontologia
Miquel Crusafont)
Los titanosaurios son un grupo de dinosaurios saurópodos (caracterizados por tener una cabeza pequeña, cuello y cola largos y patas columnares similares a las de un elefante). Son el último grupo que se sabe que habitó en Europa durante el Cretácico Superior, el último período antes de la extinción de los dinosaurios hace 66 millones de años e incluyen a los dinosaurios más grandes conocidos, como por ejemplo, el Patagotitan mayorum, el animal terrestre más grande que ha existido.

Los autores del estudio son del Instituto Catalán de Paleontología Miquel Crusafont, el Museu de la Conca Dellà y la Fundación Dinópolis, en España.

La dentadura estudiada es la más completa de Europa asignada a un único individuo de estos últimos dinosaurios gigantes. El hallazgo se hizo en el yacimiento de Els Nerets (Vilamitjana, Pallars Jussà, Cataluña), uno de los más importantes de la Conca de Tremp y con una edad de unos 70 millones de años. Los dientes no estaban en posición anatómica, sino desarticulados. A pesar de ello, al encontrarse dispersos alrededor de un cráneo de titanosaurio, los investigadores creen que pertenecen a este animal.

Se trata de una colección de 18 dientes con coronas cónicas y esbeltas, con un marcado desarrollo de las carinas mesiales y distales, es decir, las crestas puntiagudas que recorren el lateral del diente, como si fuera la hoja de una lanza. Aunque están diseñadas para cortar la materia vegetal como unas tijeras de podar, serían mucho más romas que las de los dinosaurios carnívoros. Las características y la forma de los dientes indican que el dinosaurio del que provienen no se parece a ninguna de las especies de titanosaurio encontradas en Europa, aunque presentan las características que definen los dientes de este grupo. Podría tratarse por tanto de una especie de titanosaurio nueva para la ciencia.

Al compararlos entre sí, los investigadores han descubierto algo inusual. Aunque generalmente los dientes de la boca de un mismo dinosaurio se ven bastante similares (en comparación con los nuestros, por ejemplo), en este caso se han observado diferencias. "Como corresponden todas al mismo individuo, pensamos que las diferencias son debido a la posición que ocupan en la boca, tal como sucede con los mamíferos, que pueden tener incisivos o molares de formas muy diferentes", explica Bernat Vázquez, paleontólogo del grupo de investigación en Ecosistemas de los Dinosaurios del ICP y primer firmante del estudio. "En este caso, sin embargo, las diferencias no son tan extremas, ya que todos los dientes tienen la misma función", concluye el investigador.

La investigación ha permitido desarrollar un método para determinar la posición en la boca de cualquier diente de titanosaurio que se pueda encontrar de manera aislada en el campo. Esto supone un avance muy significativo, ya que hasta ahora se consideraba que los dientes sueltos proporcionaban poca información y a menudo no se tenían en cuenta más allá de aspectos meramente descriptivos. Aplicando este método, los investigadores han podido reconstruir la posición de los dientes encontrados y obtener así gran parte de la configuración dental original del animal en vista a futuros estudios.

Aunque todo parece indicar que los dientes pertenecen a una nueva especie aún desconocida para la ciencia, no se podrá tener certeza hasta que no se haya estudiado el cráneo y otros elementos del esqueleto encontrados en el mismo yacimiento.

Bernat Vázquez y Bernat Vila, coautores de la investigación, son paleontólogos del ICP y del Museu de la Conca Dellà. El equipo también incluye a Diego Castanera, investigador de la Fundación Conjunto Paleontológico de Teruel-Dinópolis.

Los dinosaurios de los Pirineos, los últimos de Europa

El hallazgo es otra muestra del excepcional registro fósil de dinosaurios en Cataluña. En los distintos yacimientos de los Pirineos se encuentran evidencias de los últimos dinosaurios que vivieron en Europa, pocos millones e incluso miles de años antes de su extinción en todo el planeta. Los fósiles que proporcionan son el principal campo de estudio de paleontólogos y paleontólogas, al mismo tiempo que representan una fuente inagotable de contenido para los centros de interpretación y museos de la zona que difunden un patrimonio paleontológico único. El interés por los dinosaurios pirenaicos radica en que son los últimos grupos de dinosaurios de los que se tiene registro en Europa y aportan, por tanto, mucha información sobre los ecosistemas antes de la extinción masiva al final del Cretácico.

El estudio se titula “Titanosaurian teeth from the South-central Pyrenees (Upper Cretaceous, Catalonia, Spain)". Y se ha publicado en la revista académica Cretaceous Research. (Fuente: ICP)

noticiasdelaciencia.com

jueves, 7 de diciembre de 2023

Los dinosaurios podrían existir en otros planetas, que serían más fáciles de detectar que la Tierra moderna según los científicos

¿Podría haber un tiranosaurio en Trappist-1e, un protoceratops en Próxima Centauri b o un quetzalcoatlus en Kepler 1047c?

Foto chagpg en depositphotos.com
Puede que las cosas no acabaran bien para los dinosaurios en la Tierra, pero los astrónomos de la Universidad de Cornell afirman que la «huella luminosa» de las condiciones que les permitieron surgir aquí -incluido el abundante oxígeno atmosférico- proporciona una pieza crucial que falta en nuestra búsqueda de señales de vida en planetas que orbitan otras estrellas.

Su análisis de los 540 millones de años más recientes de la evolución de la Tierra, conocidos como el Eón Fanerozoico, revela que los telescopios podrían detectar mejor las posibles señales químicas de la vida en la atmósfera de un exoplaneta similar a la Tierra más parecido a la época en que habitaron los dinosaurios que a la que conocemos hoy.

Dos pares de bioseñales clave -oxígeno y metano, y ozono y metano- parecían más intensos en modelos de la Tierra de hace entre 100 y 300 millones de años, cuando los niveles de oxígeno eran significativamente más altos. Los modelos simularon los espectros de transmisión, o huella luminosa, generados por una atmósfera que absorbe algunos colores de la luz estelar y deja filtrar otros, información que los científicos utilizan para determinar la composición de la atmósfera.

Un modelo elaborado por astrónomos de Cornell revela que los telescopios
podrían detectar más fácilmente un exoplaneta con niveles de oxígeno
atmosférico superiores a los de la Tierra moderna, como los que existían
 en la era de los dinosaurios | foto Rebecca Payne/Carl Sagan Institute
La huella luminosa de la Tierra moderna ha sido nuestra plantilla para identificar planetas potencialmente habitables, pero hubo un tiempo en que esta huella era aún más pronunciada, mejor para mostrar signos de vida, dijo Lisa Kaltenegger, directora del Instituto Carl Sagan (CSI) y profesora asociada de astronomía en la Facultad de Artes y Ciencias (A&S) de Cornell. Esto nos da esperanzas de que podría ser un poco más fácil encontrar señales de vida -incluso vida grande y compleja- en otros lugares del cosmos.

Kaltenegger es coautora del artículo publicado el 2 de noviembre en Monthly Notices of the Royal Astronomical Society: Letters. La primera autora, Rebecca Payne, investigadora asociada del CSI y del Departamento de Astronomía (A&S), dirigió los nuevos modelos que detallan una época crítica que incluye los orígenes de las plantas terrestres, los animales y los dinosaurios. A lo largo de ese periodo, el oxígeno atmosférico osciló entre menos del 10% y hasta un 35% antes de estabilizarse en el nivel actual del 21%.

Utilizando estimaciones de dos modelos climáticos establecidos (denominados GEOCARB y COPSE), los investigadores simularon la composición atmosférica de la Tierra y los espectros de transmisión resultantes a lo largo de cinco incrementos de 100 millones de años del Fanerozoico. Cada uno de ellos presenta cambios significativos a medida que se diversificaba una biosfera compleja, proliferaban los bosques y florecían las biosferas terrestres, influyendo en la mezcla de oxígeno y otros gases de la atmósfera.

El Fanerozoico es sólo el 12% más reciente de la historia de la Tierra, pero abarca casi toda la época en que la vida era más compleja que los microbios y las esponjas, explica Payne, astrobiólogo y geólogo. Estas huellas luminosas son las que se buscarían en otros lugares, si se buscara algo más avanzado que un organismo unicelular.

Se cree que durante la mayor parte de los últimos 400 millones de años, el oxígeno osciló entre el 16% y el 35%: Con menos, el fuego no podía encenderse; con más, no podía extinguirse. Se calcula que su máximo, en torno al 30%, hace unos 300 millones de años, hizo posible la aparición de criaturas grandes y complejas como los dinosaurios, que vivieron entre 245 y 66 millones de años.

Aunque es posible que en los exoplanetas se den o no procesos evolutivos similares, Payne y Kaltenegger afirman que sus modelos completan el rompecabezas que faltaba para saber cómo se vería una Tierra del Fanerozoico al telescopio, creando nuevas plantillas para planetas habitables con distintos niveles de oxígeno atmosférico.

Kaltenegger fue pionera en la modelización del aspecto que tendría la Tierra para los observadores lejanos, basándose en los cambios a lo largo del tiempo de su geología, clima y atmósfera: nuestra «verdad de base», dijo, para identificar posibles pruebas de vida en otros mundos.

Según Kaltenegger, hasta la fecha se han descubierto unos 40 exoplanetas rocosos en zonas habitables donde podrían existir océanos. El análisis de la atmósfera de un exoplaneta, si es que la tiene, está al límite de la capacidad técnica del telescopio espacial James Webb de la NASA, pero ahora es una posibilidad. Sin embargo, según los investigadores, los científicos necesitan saber qué buscar. Sus modelos identifican planetas como la Tierra Fanerozoica como objetivos muy prometedores para encontrar vida en el cosmos.

También permiten a los científicos contemplar la posibilidad -puramente teórica- de que, si se descubre que un exoplaneta habitable tiene una atmósfera con un 30% de oxígeno, la vida allí podría no limitarse a microbios, sino incluir criaturas tan grandes y variadas como los megalosaurios o los microraptores que antaño vagaban por la Tierra.

Si están ahí fuera, dijo Payne, este análisis nos permite averiguar dónde podrían estar viviendo.

Dinosaurios o no, los modelos confirman que, desde una gran distancia, la huella luminosa de un planeta así destacaría más que la de una Tierra moderna.

Ojalá encontremos planetas con más oxígeno que la Tierra, porque eso facilitaría la búsqueda de vida, afirma Kaltenegger. Y quién sabe, quizá haya otros dinosaurios esperando a ser encontrados.

Fuentes:

James Dean, Jurassic worlds might be easier to spot than modern Earth (Cornell University) | R C Payne, L Kaltenegger, Oxygen bounty for Earth-like exoplanets: spectra of Earth through the Phanerozoic, Monthly Notices of the Royal Astronomical Society: Letters, Volume 527, Issue 1, January 2024, Pages L151–L155, doi.org/10.1093/mnrasl/slad147

labrujulaverde.com

miércoles, 6 de diciembre de 2023

Maravillas de Burgos que hay que ver al menos una vez en la vida

Burgos es una de las nueve provincias que conforman la comunidad autónoma de Castilla y León. Además, se trata de la segunda más poblada, tan solo superada en número de habitantes por Valladolid. Sin embargo, no todo su encanto reside aquí: Burgos limita al norte con Cantabria y País Vasco, dos comunidades que destacan también por sus parajes naturales y su buena gastronomía. Por ello, en Burgos se puede encontrar lo mejor de todos los territorios peninsulares: patrimonio histórico, parajes verdes y buena comida. Acompáñanos a descubrir algunas de las maravillas más sorprendentes de Burgos.

Historia y arquitectura que transporta al pasado

Clunia, la ciudad romana de Burgos

Clunia. | Shutterstock
¿Quién no ha oído hablar alguna vez del imponente y majestuoso Teatro Romano de Mérida? A tan solo 90 kilómetros de la capital burgalesa hay una ciudad que superó en importancia y magnitud a la aclamada Emerita Augusta: se trata de Clunia. Este asentamiento romano, que antes fue habitado por los arévacos (tribu de los celtíberos) es uno de los más importantes de España. Se han recuperado restos de edificios civiles, como las termas, el foro o el teatro, pero también arquitectura doméstica formada por mosaicos y piezas muebles de gran valor. Visitar Clunia es volver al pasado para conocerlo y aprender de él. Tanto los adultos como los niños disfrutarán mucho de la musealización de este yacimiento arqueológico de gran valor histórico.

Lerma, Bien de Interés Cultural

Lerma y la Colegiata de San Pedro. | Shutterstock
A tan solo 40 kilómetros de la ciudad de Burgos se puede visitar Lerma, un municipio que es Bien de Interés Cultural, villa y conjunto histórico. Ya por la carretera se divisa su majestuosa Colegiata de San Pedro, que se asemeja a una catedral. También hay diversos conventos debido a la importancia de Lerma para las órdenes monacales en la Edad Media.  Este plan cerca de Burgos es perfecto para conocer uno de los pueblos más bonitos de España, ya sea en pareja o en familia.

Salas de los Infantes, perfecto para un plan en familia

Iglesia de Santa María en Salas de los Infantes. | Shutterstock
Por todos es conocido que Burgos es la provincia con uno de los yacimientos arqueológicos más importantes del país: los de Atapuerca. Sin embargo, Salas de los Infantes, un municipio a tan solo 56 km de la capital, también tiene un gran valor histórico. Concretamente, este pueblo está en un área paleontológica de gran valor, por lo que cuenta con un Museo de Dinosaurios. Esta institución organiza muchas actividades para que los niños conozcan las huellas de los dinosaurios en la península, por lo que este plan en Burgos es perfecto para hacer en familia. También hay otras joyas del patrimonio histórico y arquitectónico que merece la pena visitar, como la Iglesia de Santa María o la de Santa Cecilia.

Rutas y naturaleza en la provincia de Burgos

El legendario Camino del Cid

Estatua del Cid en Burgos. | Shutterstock
Este gran recorrido tiene su origen (o su fin, según cómo se quiera vivir la historia) en Burgos. Está basado en la figura de Rodrigo Díaz, el Cid Campeador, tal como cuenta la famosa obra literaria Cantar de Mío Cid. Aunque tiene más de 2000 km, los amantes del senderismo y de las rutas al aire libre disfrutarán al conocer los lugares por los que se cree que pasó este famoso héroe castellano. El camino se puede hacer también en bici o en moto y pasa por sitios tan emblemáticos como Vivar del Cid o Covarrubias, a diez y cuarenta kilómetros de la capital, respectivamente. En este último pueblo hay una curiosa iglesia noruega que contrasta con el patrimonio románico y medieval de la zona.

El Valle de Mena, un oasis de calma y verdor

Embalse del Ordunte en el Valle de Mena. | Shutterstock
Quienes buscan tranquilidad y desconexión de su frenética vida diaria deben parar en el Valle de Mena. Esta zona, formada por distintos municipios, está a unos 100 kilómetros de la capital y se erige como un oasis dentro de la provincia de Burgos. Es ideal para buscar un hotel rural y desconectar en solitario, en pareja o con amigos. Además, hay muchos planes para todos los gustos en los alrededores: rutas de senderismo, deportes al aire libre, monumentos naturales y arquitectónicos…

En definitiva, la provincia de Burgos esconde maravillas para todos los gustos. Cada rincón de la provincia es único y, se mire donde se mire, siempre habrá tres pilares presentes: el patrimonio, la naturaleza y la amabilidad de sus gentes. Aunque simplemente estés de paso por tierras burgalesas, merece la pena hacer un alto en el camino para disfrutar de todo lo que puede ofrecer.

espanafascinante.com

El archipiélago del mar Tetis fue una bioprovincia hace más de 120 millones de años

Durante el Jurásico y Cretácico (hace entre 201 y 66 millones de años) la actual península Ibérica fue una gran isla dentro del mar Tetis. Este mar tropical, precursor del actual Mediterráneo, estaba salpicado de numerosas islas, formando un gran archipiélago en su zona central. Un nuevo estudio analiza cómo se distribuyeron las carofitas (un grupo de plantas acuáticas) en este archipiélago hace entre 130 y 120 millones de años, durante el Barremiense y el Aptiense inferior, con el fin de estudiar cómo se manifestaban los efectos de la insularidad en las diferentes especies que habitaban allí.

Mapa paleogeográfico mundial del límite entre el Barremiense y el Aptiense
inferior (hace entre 129 y 120 millones de años).
 (Imagen: Institut Català de Paleontologia Miquel Crusafont)
El estudio lo ha realizado un equipo conformado por investigadores de la Facultad de Ciencias de la Tierra y el IRBio de la Universidad de Barcelona (UB), el Instituto Catalán de Paleontología Miquel Crusafont (ICP), la Universidad de Viena en Austria y el Instituto Politécnico Nacional (IPN) de México.

Los resultados del estudio muestran que el archipiélago contenía una flora diferente a la de los continentes vecinos y que se caracterizó por la diversidad de especies endémicas de la familia Clavatoraceae.

Aunque las islas estaban separadas, el flujo de poblaciones entre las islas debió ser bueno, dado que no se observan grandes diferencias taxonómicas entre ellas.

Dentro del archipiélago se observan algunos patrones florísticos tanto latitudinales (relacionadas con el clima) como longitudinales (probablemente relacionadas con los vectores de dispersión animal).

Por otro lado, las islas del archipiélago presentan el primer registro de algunas especies que posteriormente se distribuirían en amplias zonas del planeta, incluyendo especies que se convertirían en cosmopolitas en una franja latitudinal.

La comparación con los ostrácodos, unos crustáceos que a menudo vivían en los prados de carofitas, muestra que estos patrones biogeográficos serían extrapolables a otros grupos del mismo archipiélago, formando lo que sería probablemente una bioprovincia diferenciada.

El estudio, cuya primera firmante es Alba Vicente del Instituto Catalán de Paleontología Miquel Crusafont, se titula “A bioprovince for the Barremian–Aptian charophytes of the Central Tethyan Archipelago”. Y se ha publicado en la revista académica Cretaceous Research. (Fuente: Institut Català de Paleontologia Miquel Crusafont)

noticiasdelaciencia.com

El fósil de mosquito más antiguo sugiere que hace 150 millones de años eran los machos los que succionaban sangre

Un equipo de investigadores ha descrito los fósiles de mosquito más antiguos hallados jamás.

El fósil de mosquito más antiguo sugiere que hace 150 millones de años eran
los  machos  los que succionaban sangre. EFE
Un equipo de investigadores ha descrito los fósiles de mosquito más antiguos hallados jamás, dos insectos macho del Cretácico Inferior que presentan unas piezas bucales punzantes, lo que sugiere que probablemente chupaban sangre.

Ambos mosquitos, hallados en el yacimiento de ámbar libanés (el más antiguo del mundo de unos 150 millones de años) se describen este lunes en un artículo en la revista Current Biology.

El hallazgo no solo es curioso por su antigüedad, sino porque actualmente los machos no son hematófagos, solo las hembras se alimentan de sangre.

"El ámbar libanés es el más antiguo, y es un material muy importante ya que su formación es contemporánea a la aparición y el comienzo de la radiación de las plantas con flores, lo que permitió la existencia de polinizadores", explica Dany Azar, del Instituto de Geología y Paleontología de Nanjing de la Academia China de Ciencias y la Universidad libanesa.

"La datación molecular sugería que la familia Culicidae surgió durante el Jurásico, pero anteriormente el registro más antiguo era del Cretácico Medio. Aquí tenemos un ejemplo de principios del Cretácico, unos 30 millones de años antes", apunta André Nel, del Museo Nacional de Historia Natural de París.

La familia de artrópodos Culicidae incluye más de 3.000 especies de mosquitos pero la posibilidad de que estos mosquitos chuparan sangre, ayuda a reducir la "brecha del linaje fantasma" de los mosquitos, según los autores.

Hembras succionadoras

Las hembras de mosquito son famosas por su forma de alimentarse de sangre, lo que las ha convertido en uno de los principales vectores de propagación de enfermedades infecciosas.

Se cree que la hematofagia en los insectos surgió como un cambio de las piezas bucales perforadoras y succionadoras utilizadas para extraer fluidos vegetales.

Por ejemplo, las pulgas hematófagas probablemente surgieron de insectos que se alimentaban de néctar.

Pero la evolución de la alimentación sanguínea ha sido difícil de estudiar, en parte debido a las lagunas existentes en el registro fósil de insectos.

El este estudio, el equipo describe dos mosquitos macho con piezas bucales perforadoras, con una mandíbula triangular excepcionalmente afilada y una estructura alargada con pequeños dentículos parecidos a dientes.

Según los autores, la conservación de los mosquitos en ámbar amplía la presencia definitiva de la familia de los insectos mosquito hasta principios del Cretácico y sugiere que la evolución de la hematofagia fue más complicada de lo que se sospechaba, con machos hematófagos en un pasado lejano.

En futuros trabajos, el equipo quiere saber más sobre la "utilidad" de la hematofagia en los mosquitos macho del Cretácico. También tienen curiosidad por explorar "por qué esto ya no existe", concluye Nel.

lasexta.com