martes, 31 de octubre de 2023

Las huellas que unen los dinosaurios de Salas y Marruecos

La expedición en la que ha participado Fidel Torcida regresa con datos de 'paseos' de gigantes de 650 metros o huellas de un metro y medio. Los datos permitirán hacer estudios de Paleobiografía que unen las especies de Salas y las localidades marroquíes analizadas.

Trabajos de análisis del rastro único de Breviparopus en la localidad de Taghbalout.
Satisfacción científica, personal y contactos para analizar las rutas migratorias de dinosaurios entre diferentes continentes. Es el resultado inicial de la expedición a diferentes yacimientos de huellas de dinosaurios de Marruecos en el que ha participado el Museo de Dinosaurios de Salas de los Infantes. Su director, Fidel Torcida, se muestra satisfecho por el trabajo conjunto. «Con la integración en este proyecto internacional de investigación, el Museo de Dinosaurios de Salas de los Infantes y su equipo científico, el Colectivo Arqueológico-Paleontológico Salense (CAS), refuerzan su línea de trabajo basada en la alianza con otros equipos e instituciones para profundizar en la investigación sobre dinosaurios», explica Torcida.

El interés es mutuo puesto que «se han encontrado similitudes entre faunas africanas o norteamericanas y europeas, muy especialmente con los dinosaurios ibéricos, de los que Demandasaurus es un caso paradigmático, bien conocido en la comunicad paleontológica internacional». Esta expedición permitirá, especialmente con el yacimiento de Imilchil, plantear trabajos de paleobiogeografía de los dinosaurios. Se trata de «indagar sobre la distribución en el planeta de determinados grupos de dinosaurios y establecer cómo ésta cambia a lo largo del tiempo» explican. Y para ello el potencial de los yacimientos del Alto Atlas «es sobresaliente».

En el Museo de Historia Natural de Anza: de izquierda a derecha: Fidel Torcida
(Museo de Salas), Jesús Herrero (Guías de Galve, Teruel), Ricardo Ochoa
(Enciso, La Rioja), Félix Pérez-Lorente (Universidad de La Rioja) y
 Mousssa Masrour (Universidad de Agadir).
Fidel Torcida formó parte de la expedición coordinada por el profesor Félix Pérez Lorente, de la Universidad de la Rioja, en colaboración con las Universidades de Rabat y Agadir. En ella han participado Mussa Masrour, Universidad de Agadir, el propio Torcida y representantes de la Asociación de Amigos del Museo de Enciso (La Rioja) y Guías de Galve. La expedición se realizó entre el 16 y el 25 de octubre y se concentró en las zonas del Atlas de Imilchil, Demnate y Agadir.

Imilchil, un rastro de icnitas de 650 metros

Excavación en el yacimiento de Imilchil que tiene un recorrido de huellas
de 650 metros en una pared lateral.
En el yacimiento de Imilchil, en el alto Atlas, el trabajo se ha centrado en un recorrido de 500 icnitas de terópodos (carnívoros) y un ornitópodo (herbívoro) de 650 metros cuadrados de extensión. Se trata de un paseo, en una zona con 60 grados de pendiente, de 150 millones de años de antigüedad.

Contar con un rastro tan largo es una «gran oportunidad para dilucidar características poco conocidas sobre la locomoción de dinosaurios como es la variación de longitud de pasos y zancadas, el recorrido sinuoso en la marcha de algunos o la variación en la forma de las pisadas según las características del barro donde pisaban», resume el director de las excavaciones en la Demanda.

En el trabajo se han localizado dos nuevos yacimientos, menos extensos, pero importantes. «En uno de ellos hay unas impresiones muy bien conservadas y de aspecto peculiar que evidencian el hundimiento total del pie en el barro». El segundo tiene marcas pequeñas de terópodos y otras de cocodrilos pequeños.

Huellas de 1,15 metros

En la zona de Demnate, un lugar marcado en el mapa en la paleontología de dinosaurios a nivel internacional desde hace décadas, se ha trabajado en varios sitios arqueológicos. El más espectacular Taghbalout con restos de saurópodos que destacan por su gran tamaño. El rastro principal es el paseo de 150 metros de un gigante con un pie de 1,15 metros de longitud y con sus patas posteriores de cuatro metros de longitud. «El rastro muestra una conservación magnífica, con señales de barro desplazado y marcas de las garras de los dedos, se ha identificado como un tipo de huella única en el mundo», señalan desde la expedición.

A la espectacular huella de Breviparopus taghbaloutensis se añaden las icnitas de la localidad de Louradine con otro tipo único. El denominado Boutakioutichnus. En esta esta zona se han realizado trabajos de geología y reconstrucción del ambiente en el que se movían los dinosaurios de la zona.

El último rincón en el que se han realizado trabajos de exploración ha sido en la provincia de Agadir, en concreto en Anza, un pueblo pesquero donde se han localizado un gran número de huellas de dinosaurios terópodos y pterosaurios «algo más infrecuente». Además, se ha revisado las huellas localizadas recientemente en la zona que se corresponde con huellas de natación de diversos animales, entre ellos tortugas.

elcorreodeburgos.com

sábado, 28 de octubre de 2023

Estos raros fósiles revelan una impresionante escena de los últimos días de los dinosaurios

Una manada de Hadrosaurios. Un pequeño mamífero del Cretácico. El diente de un depredador. Un yacimiento fósil "excepcional" en Sudamérica ofrece a los científicos una nueva perspectiva del final de la era de los dinosaurios.

Manada de Hadrosaurios huyendo del fuego. Estos dinosaurios herbívoros son comunes en los yacimientos fósiles del Cretácico Superior del hemisferio norte, pero son poco frecuentes en el hemisferio sur. / FOTOGRAFÍA DE ILLUSTRATION BY DE AGOSTINI, GETTY IMAGES

El apogeo de los dinosaurios terminó en llamas. Hace unos 66 millones de años, un inmenso asteroide golpeó la antigua América Central y desencadenó la quinta extinción masiva de la Tierra, acabando con el 75% de las especies conocidas.

La mayor parte de lo que sabemos sobre este fatídico momento de la historia de la vida procede de Norteamérica, entre las guaridas de dinosaurios como el T. rex y el Triceratops en el Oeste americano. Los paleontólogos saben mucho menos sobre cómo se desarrolló la catástrofe más al sur, pero un yacimiento de huesos de dinosaurio descubierto recientemente en Argentina podría ayudar a cambiar esta situación.

Según el paleontólogo Matthew Lamanna, del Museo Carnegie de Historia Natural, la cantera de Cañadón Tomás tiene un "potencial excepcional" para revelar lo que ocurrió en Sudamérica durante la extinción masiva. Los hallazgos incluyen huesos de varios dinosaurios con pico de pato, llamados hadrosaurios, que podrían haber vivido juntos en una manada, así como el diente de un dinosaurio carnívoro, una vértebra de serpiente y la mandíbula de un pequeño mamífero. Estos hallazgos demuestran que las rocas conservaron animales grandes y pequeños de este ecosistema prehistórico.

Vista del yacimiento de Cañadón Tomás, donde podría conservarse todo un ecosistema de dinosaurios y otras criaturas que existieron justo antes del impacto del asteroide. / FOTOGRAFÍA DE DR. MATTHEW LAMANNA, CARNEGIE MUSEUM OF NATURAL HISTORY

Hoy la zona es un desierto cubierto de arbustos, pero hace unos 66 millones de años esta parte de Sudamérica era cálida, húmeda y estaba cubierta de plantas como helechos y palmeras. Según Noelia Cardozo, paleontóloga de la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco, investigaciones anteriores han demostrado que Cañadón Tomás tenía un arroyo serpenteante que serpenteaba hacia el mar rodeado de amplias llanuras aluviales. El hábitat de agua dulce permitió que las criaturas encontradas allí quedaran enterradas y se conservaran, proporcionando una visión poco común de la vida en esta parte del mundo a finales del período Cretácico.

"Hay muchos menos yacimientos que conserven fósiles de vertebrados terrestres de finales del Cretácico en el hemisferio sur", afirma Lamanna, que recientemente describió el yacimiento en la conferencia anual de la Sociedad Geológica de América.

Aunque en el hemisferio sur es más difícil encontrar rocas fosilíferas de la edad adecuada, explica Lamanna, los expertos han dedicado mucho más tiempo y esfuerzo a buscar yacimientos de fósiles del final del Cretácico en el hemisferio norte. "Hay menos investigadores, y a menudo no están tan bien financiados en el hemisferio sur", dice el paleontólogo de la Universidad de Chile Alexander Vargas, que no participó en la nueva investigación. El resultado ha sido una visión sesgada de lo que ocurrió antes y después del impacto del asteroide.

El yacimiento de Cañadón Tomás ayuda a cambiar la historia. Con grandes herbívoros, señales de carnívoros y material de animales más pequeños, la cantera ofrece una ventana a todo un ecosistema que prosperó al final de la era de los dinosaurios.

Gabriel Casal, de la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco (izquierda), Matthew Lamanna, del Museo Carnegie de Historia Natural (centro), y Derek Fikse, de la Lehigh Valley Health Network (derecha), examinan un trozo de mandíbula del primer mamífero cretácico descubierto en la cuenca del Golfo San Jorge. / FOTOGRAFÍA DE KARA FIKSE, CARNEGIE MUSEUMS OF PITTSBURGH

Nuevos huesos

En 2020 investigadores de la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco buscaban nuevos yacimientos fósiles en la Patagonia cuando el paleontólogo Burno Álvarez encontró el extremo de un hueso del pie. No era un fragmento aislado. Bajo una lluvia torrencial, el equipo siguió buscando hasta encontrar un lecho óseo completo.

Los expertos de la universidad no tardaron en hallar más huesos en Cañadón Tomás, lo que reveló que no había un solo dinosaurio en el yacimiento, sino varios individuos de distintas edades, un posible indicio de la existencia de una manada.

Los hadrosaurios despertaron el interés de Lamanna porque los dientes de pato son relativamente raros en las rocas de Sudamérica. Tales hallazgos en el continente a menudo resultan ser nuevas especies, como el hadrosaurio Gonkoken que Vargas y sus colegas describieron a principios de este año en Chile.

Aun así, el yacimiento no saltó inmediatamente a la vista como extraordinario. "Para ser sincero, el yacimiento no me entusiasmó de inmediato", afirma Lamanna. El equipo de campo estaba estudiando otros yacimientos de fósiles de la zona en torno a la cabecera del río Chico. Pero bastó rebuscar un poco en busca de pequeños fósiles para encontrar algo que cambiaría la opinión de Lamanna sobre Cañadón Tomás.

"En cuanto apareció la pequeña mandíbula de mamífero, nada menos que en dos horas de búsqueda, mi opinión cambió por completo", dice Lamanna.

El fragmento de mandíbula superior, que contenía cinco dientes, procedía de un mamífero del Cretácico llamado regiteríido. "Eran pequeños mamíferos herbívoros, reconocibles al instante por sus dientes altamente especializados, plagados de crestas y surcos", explica Lamanna. El animal era probablemente parecido a un roedor, del tamaño de una ardilla, con dientes para triturar plantas. Nadie había encontrado una mandíbula fósil de mamífero en toda la cuenca geológica. De repente, los científicos se dieron cuenta de que el yacimiento tenía el potencial de revelar nuevos detalles de múltiples animales justo antes del evento de extinción.

El mamífero no fue el único hallazgo pequeño y significativo. Cuando los expertos siguieron excavando, encontraron el diente de un dinosaurio carnívoro llamado abelisáurido, como el Carnotaurus, así como una garra de un dinosaurio terópodo más pequeño llamado noasaurido. En las rocas de Cañadón Tomás también se encontró la vértebra de una pequeña serpiente, lo que demuestra que el yacimiento conserva una gran variedad de formas de vida.

La estudiante de posgrado Noelia Cardozo, de la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco, utiliza una brújula para registrar la orientación de los fósiles en la cantera Cañadón Tomás. / FOTOGRAFÍA DE DR. GABRIEL CASAL, UNPSJB-PV

Rellenar la prehistoria

Los restos de pequeños animales son importantes indicadores de yacimientos fósiles. A menudo proporcionan más información sobre la composición del ecosistema local que los grandes dinosaurios. Y como los esqueletos más pequeños se descomponen y rompen con más facilidad que los huesos grandes y robustos de los dinosaurios, los fósiles pequeños son hallazgos poco frecuentes. Sobre todo las mandíbulas de mamíferos con dientes ayudan a los paleontólogos a evaluar mejor la evolución de los antiguos parientes de los humanos.

La colección de fósiles de Cañadón Tomás servirá para poner a prueba las hipótesis de los paleontólogos sobre esta época crítica. Algunos estudios han sugerido que el número de especies de dinosaurios disminuyó en el Hemisferio Norte durante el final del Cretácico, lo que quizá hizo a los animales más vulnerables a la extinción. "A menudo se asume que, en los continentes del sur, estos patrones reflejaron los del norte, pero ¿es eso realmente cierto?". se pregunta Lamanna.

Aunque todos los dinosaurios no avianos se extinguieron tras el impacto, los expertos aún no tienen claro el destino de las especies supervivientes en el hemisferio sur. "Es posible que la distancia al lugar del impacto haya favorecido la supervivencia de algunos grupos en las masas continentales meridionales, como los mamíferos monotremas y los antepasados de los marsupiales modernos", afirma Vargas. Esto ayudaría a explicar por qué estos grupos de mamíferos están hoy presentes en las masas continentales meridionales, pero casi totalmente ausentes de las septentrionales".

Las excavaciones y el análisis de los fósiles hallados en Cañadón Tomás siguen en curso. El equipo de campo tiene previsto volver al yacimiento a finales de este año y principios de 2024, afirma Cardozo. Cada nuevo hallazgo tiene el potencial de completar una imagen global de cómo era el final del Cretácico, poco antes del infame impacto. "Más y mejores fósiles son siempre una gran noticia", afirma Vargas. Y Lamanna tiene esperanzas en lo que el equipo de campo pueda descubrir durante las próximas expediciones.

"Si nuestro equipo ya ha encontrado fósiles de una serpiente, dos o tres tipos diferentes de dinosaurios y un mamífero, a pesar de haber arañado sólo literalmente la superficie", dice Lamanna, "¿quién sabe qué más puede haber?".

Este artículo se publicó originalmente en inglés en nationalgeographic.com.

nationalgeographic.es

Fósiles nunca vistos de plancton de hace 500 millones de años

Plancton fósil de hace 500 millones de años. Estas diminutas algas miden mucho
menos de 1 milímetro. 
Evolucionaron su estructura colonial para evitar ser
comidos por los primeros animales. Crédito: THP Harvey.

Un científico de la Universidad de Leicester ha descubierto un nuevo tipo de fósil, sin relación con nada conocido, que revela la vida en los océanos hace 500 millones de años.

Los diminutos organismos, detallados en un nuevo estudio publicado en la revista Proceedings of the Royal Society B: Biological Sciences, se parecen a las algas modernas y también podrían dar a los científicos una idea de los cambios climáticos que afectaron a nuestros océanos.

Los fósiles son microscópicos y parecen bolas espinosas conectadas entre sí. El autor del estudio, el Dr. Tom Harvey, de la Escuela de Geografía, Geología y Medio Ambiente de la Universidad de Leicester, dijo en uncomunicado: "Cuando los vi por primera vez, no tenía idea de qué eran. Me preguntaba si podrían ser huevos de animales o algún nuevo tipo de organismo. No hay nada parecido, vivo o extinto".

Pero a medida que salieron a la luz más especímenes, el Dr. Harvey identificó similitudes con las algas verdes modernas que viven flotando en el plancton de estanques y lagos. Explica: "Los fósiles tienen el mismo tipo de estructura colonial que las algas modernas, con células unidas entre sí, lo que explica sus ordenadas disposiciones geométricas. Sin embargo, sorprendentemente, los ejemplos fósiles vivieron en el mar, lo que ofrece una rara visión de las primeras formas de plancton marino".

La importancia de los fósiles radica en su inmensa antigüedad. Vivieron en la época en que los animales estaban evolucionando por primera vez, durante la "explosión" de vida del Cámbrico, y esto probablemente no sea una coincidencia. En el mundo actual, el fitoplancton proporciona la fuente fundamental de alimento para casi toda la vida en los océanos. Sin embargo, los grupos modernos de fitoplancton evolucionaron hace relativamente poco tiempo y no sabemos qué grupos habitaron los océanos del Cámbrico.

El Dr. Harvey explica: "Cuando observamos el plancton moderno, vemos que las algas desarrollan colonias cuando los animales intentan comérselas. Es un mecanismo de defensa. Entonces, la existencia de algas coloniales en el período Cámbrico sugiere que los primeros animales estaban evolucionando hacia se alimentan del plancton, iniciando una relación depredador-presa que ha continuado desde entonces".

"Teniendo en cuenta que el plancton sustenta la vida en los océanos, y el plancton fósil nos ayuda a construir modelos climáticos antiguos, estos pequeños fósiles tienen un papel importante a la hora de contar la historia de la vida en la Tierra".

El nuevo descubrimiento provocará un replanteamiento de otros microfósiles tempranos. Durante años, los científicos han pensado que las bolas espinosas encontradas individualmente eran quistes latentes de vida unicelular.

Para el doctor Harvey, los nuevos fósiles desafían seriamente esta opinión. "Me pregunto si nos hemos equivocado y, de hecho, muchos de estos microfósiles vivían como colonias en el plancton".

infobae.com

viernes, 27 de octubre de 2023

La Rioja, tierra de dinosaurios nadadores

El paleontólogo de la Universidad de La Rioja, Pablo Navarro, identifica 27 huellas de dinosaurios con habilidades acuáticas

Reconstrucción del aspecto en vida de espinosáuridos. 
UNIVERSIDAD DE LA RIOJA | FRANCESC GASCÓ.

El patrimonio paleontológico en La Rioja parece no tener fin. El último hallazgo en una comunidad, donde se contabilizan 170 yacimientos y cerca de 11.000 huellas de dinosaurios, tiene que ver con los restos fósiles de una especie que "sabía nadar o, al menos, era capaz de superar a nado grandes masas de agua". Son palabras de Pablo Navarro, el paleontólogo de la Universidad de La Rioja que ha identificado 27 huellas de dinosaurios nadadores. Lo ha hecho en el yacimiento de Laguna de Cameros gracias al descubrimiento de uno de los vecinos, Jorge Tierno, de esta pequeña localidad de apenas 100 habitantes.

Hallazgo nuevas icnitas de dinosaurio en Laguna de Cameros. /
Universidad de La Rioja.
"No son las huellas habituales de los dinosaurios al caminar, que se pueden ver en La Rioja o en otros puntos del planeta", reconoce Navarro. Las diferencias estriban en la longitud de las icnitas, que varían entre los 8,5 y 29,2 centímetros, y sus dimensiones, que también varían en función de la postura y los movimientos de los animales al tocar el fondo del cauce del río. En concreto, algunas icnitas muestran que el animal pisó de manera casi vertical el terreno, otras revelan pisadas con una alta presión y escaso movimiento y un tercer grupo dejan evidencias de la planta y parte de los dedos.

Hallazgo nuevas icnitas de dinosaurio en Laguna de Cameros.
/ Universidad de La Rioja.
Dinosaurios no avianos (no voladores) y tridáctilos (tres dedos) que habitaron en los paisajes ahora de La Rioja hace 120 millones de años durante el Cretácico Inferior. Se da la circunstancia de que este yacimiento en Laguna de Cameros, de difícil acceso, registra marcas grandes y pequeñas. "Podrían corresponder a especies diferentes o dinosaurios adultos y jóvenes de una misma especie". Navarro asegura que no es la primera vez que se descubren huellas de dinosaurios nadadores en La Rioja. "Ya existen evidencias en el yacimiento de Virgen del Campo de Enciso, uno de los primeros en identificar estas huellas, de las que apenas existen diez yacimientos en el resto del mundo".

Explicación formación de huellas de dinosaurio. / Universidad de La Rioja.
Este paleontólogo también ha identificado en Igea huellas de terópodos (dinosaurios carnívoros de dos patas), capaces de correr a 45 km/h, una de las velocidades más altas registradas en una carrera de los dinosaurios. Precisamente, en Igea se ha encontrado el dinosaurio más completo en Europa, que recibe el nombre de 'Garra'.

cadenaser.com

Revelan las etapas de crecimiento de un titanosaurio que vivió hace 70 millones de años

Un equipo internacional, en el que participaron investigadores e investigadoras del CONICET, estudió la evolución de Uberabatitan ribeiroi

Reconstruccion de Uberabatitan ribeiroi en el predio del Museo dos Dinossauros
del Centro de Pesquisas Paleontologica L. I. Price, en Peirópolis, Uberaba.
 Gentileza: Agustín Martinelli
Un equipo internacional, en el que participaron investigadores e investigadoras del CONICET, publicó recientemente en la revista Historical Biology un trabajo que versa sobre la dinámica de crecimiento de Uberabatitan ribeiroi. Se trata de una especie de dinosaurio saurópodo que pertenece al grupo de los titanosaurios y vivió en el período Cretácico, hace aproximadamente 70 millones de años, y había sido descripto por los paleontólogos brasileños Ismar Carvalho y Leonardo Salgado en 2008. “Esta investigación permitió comprender, por primera vez, como crecía este dinosaurio. Estudiamos varios especímenes asignados a la especie mencionada. Realizamos secciones delgadas de los huesos del fémur, húmero y costillas para luego examinarlas bajo un microscopio petrográfico, lo que nos permitió observar en detalle su microanatomía”, comenta Guillermo Windholz, líder del equipo y científico del CONICET en el Instituto de Investigación en Paleobiología y Geología (IIPG, CONICET-UNRN).

Tal como explica el investigador, en la literatura paleohistológica se han descripto diferentes tipos de tejidos óseos basándose en el grado de ordenamiento de las fibras que conforman su matriz. Dichas fibras pueden presentar un alto grado de ordenamiento -relacionado con un crecimiento lento- o un bajo grado de ordenamiento -asociado con tasas de crecimiento rápidas- y una infinita gama de posibilidades intermedias. Asimismo, el tejido óseo puede ser interrumpido por la presencia de marcas de crecimiento. “Junto a mis colegas observamos la matriz ósea de las muestras e interpretamos que Uberabatitan ribeiroi, dinosaurio herbívoro, habría crecido de manera rápida e ininterrumpida durante sus primeras etapas de vida, y que en períodos más avanzados ese crecimiento se habría vuelto más lento e interrumpido. Al mismo tiempo, creemos que algunos de los individuos muestreados habrían alcanzado el tamaño adulto de aproximadamente unos 3,5 metros de altura, entre 15 y 20 metros de largo y de 12 a 16 toneladas, es decir que no habrían crecido más en caso de seguir viviendo, mientras que otros habrían muerto en plena etapa de crecimiento”, explica Windholz.

El científico del CONICET destacó que el grupo de los titanosaurios se caracteriza por una elevada tasa de remodelación ósea, esto significa que el proceso de reabsorción y formación de tejido nuevo fue mayor a la registrada en otros saurópodos. “Cabe aclarar que el tejido que se deposita cuando el hueso se está formando se lo conoce como primario. Con el tiempo, sufre un proceso de destrucción y formación de tejido nuevo, conocido como secundario. Puesto que las muestras que estudiamos presentan una elevada cantidad de tejido secundario, hemos notado que los huesos de esta especie y otros titanosaurios presentan una mayor tasa de remodelación ósea que otros dinosaurios saurópodos en etapas de la vida comparables, es decir igualmente longevos”.

Y continúa: “Los estudios paleohistológicos implican destruir material. En otras palabras, a la hora de seccionar los huesos se pierde una pequeña porción de los mismos, aunque en contraparte se gana mucha información. Además, la escasez de registros para algunas especies complica ejecutar este tipo de investigación, ya que en este contexto es importante destacar que muchas especies son conocidas por un único ejemplar”. En este sentido, añade: “Esta investigación aporta un pequeño grano de arena al cúmulo de conocimiento científico en paleontología de vertebrados. Conforme se vayan estudiando histológicamente más muestras, de diferentes individuos y distintas especies, se podrá ir desentrañando con mayor grado de resolución los diferentes aspectos paleobiológicos de los dinosaurios”, concluye Windholz.

Referencia bibliográfica:

G.J. Windholz, R. González, I.A. Cerda, F. Bellardini, J.C.G. Silva, T.S. Marinho, L.C.B. Ribeiro & A.G. Martinelli (2023) Osteohistology of Uberabatitan ribeiroi (Dinosauria, Sauropoda) provides insight into the life history of titanosaurs, Historical Biology.

DOI: https://doi.org/10.1080/08912963.2023.2253257

conicet.gov.ar

CRÓNICA DE UNA EXPEDICIÓN PALEONTOLÓGICA EN MARRUECOS VI (ÚLTIMA)

25 de octubre de 2023

La expedición en total ha durado nueve días en los que hemos recorrido 4.300 kilómetros y tuvimos algunas incidencias. Utilizamos un coche desde La Rioja que mostró signos de avería en Tánger, por lo que allí alquilamos un coche. Con este sufrimos una incidencia al golpear la rueda una piedra en un camino y pincharse. Para trasladarnos hasta Agadir dimos un rodeo de bastantes kilómetros para tomar una autopista que encontramos bloqueada, con lo cual el rodeo se convirtió en muchas horas perdidas de viaje. Uno de los hoteles donde nos alojamos estaba en plena decadencia y no nos dejaron ni toallas ni sábanas, además de tener carencias graves de limpieza. Finalmente, en la aduana de España, al regreso, por un malentendido nos retuvieron durante una hora, pero finalmente sin mayores consecuencias.

Del yacimiento de Anza procede un pequeño tesoro que se conserva en el Museo de Historia Natural del que os hemos hablado: una huella de un dinosaurio carnívoro en la que, si nos aproximamos y la miramos con atención, veremos la marca de la piel (pequeñas escamas) del pie del dinosaurio al pisar en el barro; una pequeña maravilla fósil que nos sirve para despedirnos, subrayando la enorme riqueza de esta zona de Marruecos en restos de dinosaurios.

Todo viaje tiene sus dificultades, pero también sus recompensas y sus buenos momentos. Ha sido una expedición fantástica que traerá sus frutos de investigación en un futuro próximo.

CRÓNICA DE UNA EXPEDICIÓN PALEONTOLÓGICA EN MARRUECOS V

24 de octubre de 2023

Estamos en Agadir, una de las mayores ciudades de Marruecos, después de otro largo viaje de 350 km y muchas horas de carretera por algunas incidencias. Muy cerca de Agadir se encuentra Anza, un pequeño pueblo pesquero en el cual hay un yacimiento con un gran número de huellas, tanto de dinosaurios terópodos como de pterosaurios, algo más infrecuente. Cerca del yacimiento se sitúa un pequeño museo de historia natural, puesto en pie por una asociación local y el esfuerzo y trabajo intenso de nuestro colega el Dr. Moussa Masrour.

Aprovechamos la tarde para visitar un nuevo yacimiento descubierto por el Dr. Masrour que tiene la particularidad de conservar huellas de natación de animales diversos, la mayoría de difícil interpretación, excepto algunos de tortugas.

Hoy ha caído una buena tormenta mientras descansábamos y tomábamos un té en el paseo marítimo de Agadir. Esta es zona de hoteles y turismo europeo. Las playas desgraciadamente tienen bastante basura (plásticos en gran medida) un problema que hemos visto en distintas localidades durante nuestro viaje. Hemos cerrado la jornada cenando un plato de pescado realmente sabroso.

martes, 24 de octubre de 2023

CRÓNICA DE UNA EXPEDICIÓN PALEONTOLÓGICA EN MARRUECOS IV

23 de octubre de 2023

Hemos recalado en un buen hotel de Iminifri, en el que entre otras cosas hemos degustado un desayuno clásico de aquí:  té, café, mermeladas, miel, mantequilla, olivas y tortas recién hechas. La comida la solemos hacer en el campo y hasta la noche no recuperamos fuerzas con un plato típico tajin.

En el Geoparque de Mgoun, un elemento a destacar es el puente natural de Imi n'ifri, tallado por el agua en una gigantesca acumulación de tobas calcáreas, atravesadas por un río que traza diversas cascadas. Como en otras ocasiones un elemento geológico tan destacado en el paisaje ha sido objeto de explicaciones populares basadas en leyendas varias, en este caso bereberes.

Se nos han unido al grupo Jesús y Matías Reolide, de las universidades de Granada y Jaén. Colaboran para estudiar las llamadas capas rojas que denominaron los geólogos franceses, y en las que se sitúan los yacimientos de icnitas que estamos estudiando.  Su trabajo se va a centrar en la estratigrafía y para analizar los ambientes en los que se movieron y vivieron los dinosaurios.

Uno de los lugares destacados del día ha sido el yacimiento de Boutakioutichnus, un tipo de huella que fue descrito en un yacimiento de Iouaridine; tiene como característica singular la marca del dedo I, nuestro pulgar, en una posición muy retrasada de la huella del pie. Es otro ejemplo de la importancia y singularidad de estos yacimientos marroquís. En el vídeo podéis apreciar su forma.

domingo, 22 de octubre de 2023

CRÓNICA DE UNA EXPEDICIÓN PALEONTOLÓGICA EN MARRUECOS III

21/10/2023

Hemos recorrido 320 kilómetros en un viaje de seis horas para ir desde Imilchil a Demnate, una ciudad de 23.500 habitantes, que conserva gran parte de la muralla antigua y posee un zoco de una intensa actividad comercial. En sus proximidades está el geoparque Unesco de Mgoun (https://www.geoparc-mgoun.ma/iouaridene.php), que tiene como principal atractivo un número elevado de yacimientos de huellas de dinosaurios, algunas de ellas descritas como únicas en el mundo y que son precisamente destino de nuestro trabajo de investigación. En el geoparque se está preparando el centro de interpretación, hay señalización de los yacimientos y algunos están protegidos.

En Taghbalout se localiza uno de los yacimientos más espectaculares con un rastro de saurópodo que puede alcanzar los 200 metros de longitud casi de forma ininterrumpida y que se identifica como de un saurópodo gigante -sus patas podrían tener una longitud de cuatro metros-. En el vídeo apuntamos algunos detalles de este rastro, uno de los más grandes del mundo, y desde el cual en nuestra prospección hemos encontrado huellas hasta ahora no descritas.

En Iouaridène hay varios rastros protegidos con huellas que muestran orlas de barro alrededor de ellos, en medio de una superficie repleta de grietas de desecación: la impresión que da es que acaban de formarse, cuando en realidad tienen ¡160 millones de años de antigüedad!

El paisaje de la zona destaca por el color rojo de sus tierras, barrancos y montes, salpicados por casas de forma cúbica y techos planos de barro. En lo alto de los montes destacan edificaciones conocidas como Kasbah, fortificaciones antiguas, normalmente un edificio cuadrado con torres en sus esquinas y que pertenecían a familias poderosas.

CRÓNICA DE UNA EXPEDICIÓN PALEONTOLÓGICA EN MARRUECOS II

Después de dos jornadas duras, muy exigentes físicamente, hemos terminado nuestro trabajo de documentación en el yacimiento de Imilchil. Durante todas esas horas para documentar las huellas hemos tenido que subir, bajar y movernos en lateral por una placa que tiene 650 metros cuadrados de extensión y 60 metros de desnivel. La edad del yacimiento es Jurásico superior, algo más antiguo que el de Torrelara, es decir, con más de 150 millones de años. Esta enorme placa contiene unas 500 icnitas (huellas fósiles), la mayoría de terópodos (carnívoros), aunque también hay un rastro de un ornitópodo (herbívoro). Este yacimiento tiene algunas características especiales como la presencia de rastros largos, cuyo estudio nos va a permitir averiguar características poco conocidas sobre la locomoción de los dinosaurios, aplicando técnicas de análisis novedosas en la que se considerarán en detalle la interacción que tiene el pie con el suelo que pisa. Esta línea de investigación la está desarrollando el Dr. Félix Pérez Lorente (Universidad de La Rioja) desde hace unos años.

Además del yacimiento principal hemos estudiado otros dos más pequeños, pero con algunas características especiales; en uno de ellos por ejemplo hay marcas de terópodos muy pequeñas y de cocodrilos también de pequeño tamaño. El conjunto de yacimientos que hay en esta zona de Imilchil está permitiendo al equipo en el que nos hemos integrado, plantear trabajos sobre la paleobiogeografía de los dinosaurios, es decir analizar la distribución en el planeta de determinados grupos de dinosaurios y cómo ésta cambia a lo largo del tiempo. El potencial científico de esta zona es sobresaliente y en realidad el futuro de los estudios a realizar será mucho más largo que el camino que se ha recorrido hasta ahora.

En la foto de nuestro equipo estamos, de izquierda a derecha: Félix Pérez-Lorente, Jesús Herrero (Guías de Galve, Teruel), Ricardo Ochoa (Enciso, La Rioja), Mousssa Masrour (Universidad de Agadir) y yo (Fidel Torcida).

Este jueves por la mañana, después de recorrer el mercado semanal de Imilchil, donde solo acuden vendedores locales, partimos para Demnate; nuestro anfitrión en el hotel, Hamer, nos ha despedido esta noche con una cena a base de un cuscús exquisito. La gente del lugar ha sido muy amable con nosotros, llevamos un buen recuerdo de esta hermosa zona del Atlas.

CRÓNICA DE UNA EXPEDICIÓN PALEONTOLÓGICA EN MARRUECOS I

Primer día de trabajo en Imilchil, en el Alto Atlas (estamos a más de 2.100 m. de altitud). A las 8 de la mañana disfrutamos de un magnífico desayuno en el hotel Jardins D´Imilchil, en una amplia terraza totalmente acristalada, en la que podemos ver el valle y parte del pueblo; entre otras cosas aprovechamos para comer manzanas de las que se cultivan en la zona (consiguen una alta producción). Imilchil es la capital de toda la comarca, con 8.800 habitantes bereberes; la localidad es famosa porque aquí se celebra un festival, el Souk Aam o Agdoud Oulmghenni (Festival de los desposamientos) una tradición curiosa en la que se conciertan bodas entre los miembros de las tribus locales, y que se ha declarado Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. El festival se relaciona con una leyenda: una pareja de enamorados de distintas tribus tenían prohibido por parte de sus familias el encontrarse; su profundo dolor les provocó una tristeza infinita, llorando hasta su muerte, mientras sus lágrimas respectivas crearon dos lagos próximos entre sí (que forman parte del actual paisaje de la localidad).

Hoy hemos trabajado desde las 10 h de la mañana hasta las 18:30 h, casi sin parar; hemos tenido la suerte de que ha sido un día soleado pero con temperaturas moderadas (otra cuestión es el frío que hace por la mañana). En la próxima crónica hablaremos con más detalle del trabajo en el yacimiento, como aperitivo os mostramos algunas fotos en la que podéis observar que este yacimiento está formado por una placa de una gran extensión y con el problema de que posee una inclinación en torno a 70 grados, que hace muy difícil, incluso existe un cierto riesgo de resbalar y caerse hasta la base de la placa; la cantidad y la calidad de las huellas que aparecen compensa el esfuerzo que estamos haciendo.

*Investigadores de Salas participan en una expedición de huellas de dinosaurios en Marruecos.

Fidel Torcida participa en la expedición al Atlas de Marruecos (Imilchil, Agadir y Demnate) con la Universidad de La Rioja durante esta semana.  

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¿Sabías que uno de los dinosaurios más grandes de Europa se ha encontrado en la península ibérica?

En setiembre se encontró en Castellón el Garumbatitan morellensis, un saurópodo de 25 metros

Ayer 21 de octubre se emitió en La 2 el capítulo ‘Animales del pasado’ de ¡Qué Animal!

Imagen de un Tyrannosaurus rex.
El pasado mes de septiembre se publicó el descubrimiento de uno de los dinosaurios más grandes jamás encontrados en Europa: el Garumbatitan morellensis. Según los autores, mediría unos 25 metros de longitud y 11 de altura. Los restos que permitieron identificar esta nueva especie fueron hallados en España, en concreto en Morella, Castellón. La publicación dio pie a una pregunta: ¿Cuál es el dinosaurio más grande que vivió en Europa?

Lo cierto es que Garumbatitan morellensis no es el más grande que se ha documentado en nuestro continente. Aunque la especie de mayor tamaño encontrada en Europa es española también. Turiasaurus riodevensis, cuyos fósiles se encontraron en Riodeva, Teruel, en 2003, es el dinosaurio más grande documentado en el viejo continente.

En el programa de La 2 ¡Qué Animal! -disponible en RTVE Play-, Evelyn Segura se lanza a la búsqueda de los animales que vivieron en el pasado en España. El recorrido pasa por dos de las provincias más ricas a nivel fosilífero de nuestro país: Teruel y Burgos.

El dinosaurio más grande de Europa

El Garumbatitan morellensis mediría unos 25 metros de longitud y 11 de altura.
El hallazgo en 2003 de Turiasaurus riodevensis sigue manteniendo el reconocimiento de ser el dinosaurio europeo más grande que se ha documentado. Las investigaciones posteriores estimaron que esta especie de saurópodo rondaba los 30 metros de longitud. Se calcula que pudo pesar entre 30 y 40 toneladas y vivió a finales del Jurásico, hace unos 145 millones de años.

El braquiosaurio de Pombal

En 2022 se publicaron unos hallazgos fósiles de dinosaurio en la localidad portuguesa de Pombal. La especie de dichos restos sigue sin ser identificada. Aunque, en dicha publicación, se anticipaba la posibilidad de que pudieran pertenecer a una nueva especie de braquiosaurio, un género dentro de los saurópodos, que sería una de las más grandes nunca antes documentadas en Europa. Las cifras que barajaba el artículo en cuanto a tamaño eran unos 25 metros de longitud y 12 de altura. Se estima que vivió hace unos 150 millones de años.

El titán europeo que honra a Clint Eastwood

También en la Península, se encontraron entre 2004 y 2006 restos de una especie de saurópodo que se catalogaron con el nombre de Europatitan eastwoodi. Los fósiles se encontraron en la Sierra de la Demanda, en Burgos, cerca de donde se rodaron algunas escenas de la película El bueno, el feo y el malo, la famosa película dirigida por Sergio Leone protagonizada por Clint Eastwood.

Más allá de lo curioso de la nomenclatura, se estima que el titán europeo pudo medir unos 27 metros de longitud y pesar unas 35 toneladas. En cuanto a datación, esta especie vivió hace unos 125 millones de años en lo que ahora es el norte de la Península.

El dinosaurio carnívoro más grande de Europa

Evelyn Segura en el programa ¡Qué Animal!
Los dinosaurios más grandes fueron los saurópodos, el grupo de herbívoros al que pertenecen todas las especies mencionadas hasta ahora. Pero, ¿cuál fue el carnívoro más grande de Europa? Un grupo de paleontólogos de la Universidad de Southampton documentó en 2022 unos restos en la isla de Wight, al sur de Inglaterra, que podrían pertenecer al espécimen europeo de dinosaurio carnívoro más grande jamás encontrado.

La especie no ha podido ser identificada todavía. Lo que se sabe hasta ahora es que pertenecería al grupo de los espinosaurios y mediría unos diez metros de altura. Las dataciones hablan de que este dinosaurio vivió hace unos 125 millones de años.

rtve.es

¡Qué animal!: "Animales del pasado". La 2 TVE - 21/10/2023

Animales del pasado / T8 / Episodio 3

Evelyn Segura se lanza a la búsqueda de los animales que vivieron en el pasado en España.

Evelyn Segura en el yacimiento de Costalomo de Salas de los Infantes. / RTVE.
Animales del pasado

00:28:18 - 21/10/2023

SINOPSIS

Evelyn Segura se lanza a la búsqueda de los animales que vivieron en el pasado en España. El recorrido pasa por dos de las provincias más ricas a nivel fosilífero de nuestro país: Teruel y Burgos. Comienza hace más de 100 millones de años en la época de los dinosaurios y llega hasta nuestros días.

Costalomo, el Museo de Dinosaurios de Salas de los Infantes (Burgos) y Las Sereas 7 (Quintanilla de las Viñas) entre otras localizaciones tan interesantes.

https://www.rtve.es/play/videos/que-animal/animales-del-pasado/6994795/

lunes, 16 de octubre de 2023

Investigadores de Salas participan en una expedición de huellas de dinosaurios en Marruecos

Fidel Torcida participa en la expedición al Atlas de Marruecos (Imilchil, Agadir y Demnate) con la Universidad de La Rioja durante esta semana. «Marruecos, ante el auge de nuevos yacimientos, tiene mucho interés científico y nos permitirá establecer sinergias con universidades e investigadores»

Zona de icnitas de dinosaurios en Imilchil, en Marruecos
El Museo de Dinosaurios de Salas de los Infantes y su equipo científico, el Colectivo Arqueológico-Paleontológico Salense (CAS) sigue expandiendo relaciones en torno a la investigación internacional sobre dinosaurios. Este lunes arranca una nueva expedición a la cordillera del Atlas de Marruecos para realizar el trabajo de prospección de icnitas en tres yacimientos marroquíes de relevancia internacional. Un viaje coordinado por la Universidad de La Rioja, de la mano del profesor Félix Pérez Lorente que lleva años de trabajo en la zona, y en colaboración con las Universidades de Agadir y Rabat.

En este viaje participan cinco investigadores españoles, entre ellos, el director del Museo de Dinosaurios de Salas y la Fundación Dinosaurios de Castilla y León, Fidel Torcida. También participan responsables de la Asociación de Enciso (La Rioja) y Guías de Galve (Teruel). En cuanto a los trabajos geológicos los realizarán dos investigadores de la Universidad de Granada.

«Es muy interesante para nosotros por el proyecto en sí, ya que Marruecos, con los nuevos descubrimientos, está muy en auge en el estudio de huellas de dinosaurios, pero también nos permitirá establecer sinergias con centros universitarios españoles y extranjeros», señala el director de las excavaciones del CAS y del Museo de Dinosaurios de Salas, Fidel Torcida.

Es la segunda expedición internacional en la que participan científicos de Salas. Ya realizaron excavaciones en Argentina, con el Museo del Chocón, donde se trabajó con un dinosaurio emparentado con Demandasaurus. «Para nosotros cualquier oportunidad es buena para ir, conocer el trabajo en otros países, conocer los lugares de los que lees en un artículo científico allí en persona y, en definitiva, vas a aprender», puntualiza. También serán firmantes de los artículos científicos que generen las investigaciones que allí realicen y que suponen el cierre de una colaboración de una década de investigadores marroquíes con el científico riojano Pérez-Lorente y que, por ejemplo, ayudaron a salvar un yacimiento de icnitas que podría haberse convertido en cantera.

Entre los yacimientos que van a prospectar está el de Imilchil, en medio del Atlas marroquí. Se trata de un rastro más largo de lo habitual lo que «supone una oportunidad para hacer estudios de locomoción larga desde la regularidad del paso a la irregularidad de la huella, el ritmo que en un rastro pequeño te lleva a equivocación».

También trabajarán en el yacimiento de Agadir y en otra zona de huellas de dinosaurios en la entrada al Atlas, llamada Demnate. En estos yacimientos, por ejemplo, se ha registrado el esqueleto de un Rebbbachisaurus que es la familia a la que pertenece Demandasaurus, especie descrita en Salas.























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