sábado, 16 de marzo de 2024

El estudio de una vértebra de un dinosaurio gigante revela como habrían alivianado sus cuerpos

Investigadores del CONICET hallaron en Neuquén el fósil en excelente estado de conservación que les permitió estudiar aspectos paleobiológicos de los saurópodos. El trabajo fue publicado en la revista Acta Palaeontologica Polonica.

Los rebbachisáuridos habrían medido unos 12 metros de longitud y pesado
aproximadamente unos 10 mil kilogramos. Foto: Gentileza investigador.
Un equipo internacional, en el que participaron investigadores del CONICET, publicó recientemente en la revista Acta Palaeontologica Polonica el hallazgo de una vértebra en excelente estado de conservación de un dinosaurio saurópodo, herbívoros gigantes de cuello largo que vivieron durante el período Cretácico, entre 130 y 80 millones de años atrás, perteneciente a la familia de los rebbachisáuridos (Rebbachisauridae), lo que ha permitido a los científicos conocer más detalles acerca de los aspectos paleobiológicos del animal prehistórico estudiado.

"El fósil ha sido descubierto en el año 2020 por personal de la empresa Pampa Energía, en rocas pertenecientes a la Formación Candeleros, cuya antigüedad data de unos 100 millones de años, ubicado en el yacimiento de Sierra Chata, Añelo, provincia de Neuquén. El hallazgo puntualmente consistió en una vértebra caudal anterior, es decir, del elemento vertebral de la cola más próximo a la cadera del animal. Una vez que se llevó a cabo las tareas de rescate, el ejemplar fue trasladado a las instalaciones del laboratorio del Museo de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional del Comahue donde se realizó la limpieza mecánica, luego se transportó la pieza al Museo del Desierto Patagónico de Añelo y se incorporó a la colección de paleontología de vertebrados de la localidad", indica Guillermo Windholz, científico del CONICET en el Instituto de Investigación en Paleobiología y Geología (IIPG, CONICET-UNRN).

Aunque los rebbachisáuridos han sido muy abundantes y diversos durante el Cretácico, sus vértebras caudales suelen presentar un mal estado de preservación en el registro fósil, por lo tanto, este nuevo descubrimiento permitió a los científicos conocer con mayor grado de detalle la anatomía ósea de la cola de estos animales, especialmente su compleja arquitectura laminar. Al mismo tiempo, el estudio incluyó la primera investigación a nivel mundial de una vértebra caudal de este grupo a través de imágenes procesadas por medio de un tomógrafo que posibilitó examinar su anatomía interna.

"Este procedimiento nos permitió recabar información precisa sobre los miembros de esta familia de dinosaurios cuyas colas habrían estado neumatizadas, esto quiere decir, con cámaras de aire en el interior de los huesos. Como ocurre en las aves actuales, la neumaticidad significa que el interior de los huesos está invadido por divertículos provenientes de los sacos aéreos del sistema respiratorio. Esto ha sido una característica que ya estaba presente en ciertos grupos de dinosaurios y reptiles voladores. En las aves esta característica estaría relacionada con la eficiencia en el vuelo. Sin embargo, en los saurópodos, la función de estas estructuras habría sido colaborar en la disminución del peso del esqueleto, proporcionando una de las principales ventajas energéticas relacionadas al gigantismo", comenta Windholz.

La investigación mostró que el grado de invasión de cámaras internas en la vértebra estudiada era importante, ya que el elemento presentaba amplias cámaras comunicadas entre sí, y a su vez conectadas con el exterior por medio de pequeños orificios denominados forámenes. Estos son agujeros que comunican el interior de los huesos con el exterior. Hay dos tipos, los que permiten el paso de venas y arterias, denominados forámenes vasculares, y el paso de proyecciones del sistema respiratorio, conocidos como forámenes neumáticos. Con la ayuda de las tomografías computadas los investigadores pudieron inferir que los forámenes presentes en la vértebra eran efectivamente de tipo neumáticos.

La importancia del estudio

La implementación de nuevas tecnologías, en este caso, el uso de tomografías computadas ha permitido dar un paso importante en el conocimiento científico, tal es así que el estudio realizado a través de este sistema ayudó a los profesionales a incursionar en aspectos paleobiológicos del ejemplar estudiado.

"Considerando las recientes estimaciones indicaron que los rebbachisáuridos habrían medido unos 12 metros de longitud y pesado aproximadamente unos 10 mil kilogramos. Aparentemente la gran cantidad de aire contenido en los huesos podría haber alivianado sus cuerpos y en consecuencia habrían podido moverse con mayor facilidad a la esperada a simple vista. Dicha característica estuvo presente no solo en las vértebras del cuello y lomo, sino también en algunos casos habrían alcanzado las vértebras de la cola, como lo muestra el ejemplar estudiado", concluye el investigador.

Referencia bibliográfica

Guillermo J. Windholz, Juan D. Porfiri, Domenica Dos Santos, Flavio Bellardini, and Mathew J. Wedel Acta Palaeontologica Polonica 69 (1), 2024: 39-47 doi:10.4202/app.01104.2023

Por Nahuel Aldir - Área de Comunicación del Instituto de Investigación en Paleobiología y Geología (IIPG, CONICET-UNRN)

iipg.conicet.gov.ar

Este es el reptil marino de cuello largo más antiguo del mundo

Trachelosaurus fischeri es el primer fósil de este grupo de reptiles encontrado fuera de China

Imagen parcial del fósil de Trachelosaurus fischeri, que muestra vértebras de su
cuello. SPIEKMAN ET AL.SWISS JOURNAL OF PALEONTOLOGY
Comparaciones con nuevos hallazgos fósiles de un reptil marino similar muestran que Trachelosaurus fischeri, descrito a principios del siglo XX, es el reptil marino de cuello largo más antiguo.

Un equipo internacional de paleontólogos publicaron los resultados de esta investigación sobre el fósil de 247 millones de años de Sajonia-Anhalt, Alemania, en la 'Revista Suiza de Paleontología'.

Trachelosaurus fischeri ya fue descubierto en el siglo XIX en capas de Buntsandstein (Triásico Medio) en Bernburg an der Saale, Alemania, y posteriormente se añadió a la colección de la Universidad Martín Lutero de Halle-Wittenberg. El ejemplar se encuentra actualmente en préstamo en el Museo Estatal de Historia Natural de Stuttgart, donde fue examinado nuevamente por especialistas.

Con un cuello de medio metro, Trachelosaurus fischeri se describió por primera vez en una publicación de 1918, pero persistió la controversia sobre qué tipo de reptil representaba realmente este fósil. Esto se debe a que Trachelosaurus fischeri tiene una anatomía única, que incluye un número inusualmente grande de vértebras, y a la relativamente mala conservación del fósil: el esqueleto está incompleto y sus restos están esparcidos por toda la roca en la que se conservó.

"A través de la investigación sobre los fósiles chinos del reptil marino de cuello largo Dinocephalosaurus, que publiqué con mis colegas hace apenas unas semanas, pudimos resolver el misterio del Trachelosaurus fischeri. La anatomía nos muestra que está estrechamente relacionado con el Dinocephalosaurus.

"Trachelosaurus fischeri es el primer fósil de este grupo de reptiles encontrado fuera de China. También es el reptil marino de cuello largo más antiguo conocido hasta la fecha", afirma el Dr. Stephan Spiekman, experto en este grupo de animales en el Museo Estatal de Historia Natural de Stuttgart.

Después de la gran extinción masiva en el límite Pérmico-Triásico hace 252 millones de años, hubo una diversificación muy rápida de nuevas especies de reptiles tanto en la tierra como en el agua al comienzo del período Triásico. Entre ellos se encontraban los primeros reptiles marinos de cuello largo. Cómo tuvieron lugar estos complejos desarrollos biológicos evolutivos es un tema importante de investigación.

Los científicos sospechan que Trachelosaurus fischeri fue arrastrado a aguas poco profundas hace 247 millones de años, ya que en la roca en la que se conserva el fósil también se conservan huellas de animales terrestres.

Para los investigadores, el hallazgo y su reevaluación son un paso más hacia una mejor comprensión de los ecosistemas marinos de principios del Triásico. La historia del fósil muestra la importancia de las colecciones de los museos históricos y de las universidades para la investigación de la historia natural, subrayan los autores del estudio.

Los nuevos descubrimientos procedentes de distintas partes del mundo permiten a los científicos reinterpretar periódicamente lo que ya se descubrió hace muchos años, a veces incluso siglos, y que se conserva cuidadosamente en los museos.

elmundo.es

Huellas de dinosaurios de Alaska revelan ambiente húmedo y exuberante

Huellas fósiles de dinosaurios y plantas halladas en Alaska han sido datadas cerca del momento en que comenzaron a moverse entre los continentes asiático y norteamericano hace 100 millones de años. 

"Lo que nos interesó al observar rocas de esta edad es que este es aproximadamente el momento en que la gente considera el comienzo del Puente Terrestre de Bering, la conexión entre Asia y América del Norte", dijo en un comunicado el paleontólogo Anthony Fiorillo, director ejecutivo del Museo de Historia Natural y Ciencia de Nuevo México, y primer autor de la investigación, publicada en Geoscience. 

La investigación sobre el paleoclima a partir de las rocas, ubicadas en la Formación Nanushuk en el extremo noroeste de Alaska, puede ayudar a los científicos a comprender el calentamiento del mundo actual, escriben los autores. Los hallazgos muestran una instantánea de cómo se ve un ecosistema de alta latitud en una Tierra más cálida, explica el coautor y profesor de Geología en la Universidad de Alaska Fairbanks Paul McCarthy. 

La Formación Nanushuk es una capa aflorada de roca sedimentaria de 300 a 1.500 metros de espesor en la vertiente norte central y occidental. Data de hace aproximadamente entre 94 y 113 millones de años, a mediados del período Cretácico y aproximadamente cuando comenzó el Puente Terrestre de Bering. 

El trabajo de campo se realizó entre 2015 y 2017 y se centró en la Cuenca Coke, una característica geológica circular de la Formación Nanushuk. La cuenca se encuentra en las estribaciones de las montañas DeLong a lo largo del río Kukpowruk, a unos 90 kilómetros al sur de Point Lay y a 30 kilómetros tierra adentro desde el mar de Chukchi. 

En el área, Fiorillo y McCarthy encontraron aproximadamente 75 huellas fósiles y otros indicadores atribuidos a dinosaurios que vivían en un entorno ribereño o delta. "Este lugar era increíblemente rico en huellas de dinosaurios", dijo Fiorillo. 

Un sitio se destaca, agregó. "Estábamos en un lugar donde finalmente nos dimos cuenta de que durante al menos 400 metros estábamos caminando sobre un paisaje antiguo", dijo. "En ese paisaje encontramos grandes árboles erguidos con arbolitos en el medio y hojas en el suelo. Teníamos huellas en el suelo y heces fosilizadas". 

Encontraron numerosos tocones de árboles fosilizados, de más de medio metro de diámetro. "Era como si estuviéramos caminando por el bosque de hace millones de años", dijo. 

La Formación Nanushuk abarca rocas de características y composición marinas y no marinas, pero la investigación de los autores se centra principalmente en los sedimentos no marinos expuestos a lo largo de la parte superior del río Kukpowruk. 

"Una de las cosas que hicimos en nuestro artículo fue observar las frecuencias relativas de los diferentes tipos de dinosaurios", dijo Fiorillo. "Lo que nos resultó interesante fue que los herbívoros bípedos eran claramente los más abundantes". 

Los herbívoros de dos patas representaron el 59% del total de huellas descubiertas. Los herbívoros de cuatro patas representaban el 17%, las aves el 15% y los dinosaurios bípedos no aviares, en su mayoría carnívoros, el 9%. "Una de las cosas interesantes es la frecuencia relativa de las huellas de las aves", dijo Fiorillo. 

Los autores señalan que casi la mitad de las aves playeras de América del Norte se reproducen en los meses cálidos del Ártico actual. Sugieren que la gran cantidad de huellas de aves fósiles a lo largo del río Kukpowruk indica que el paleoclima cálido fue un factor similar para las aves del período Cretácico. 

El análisis de isótopos de carbono de muestras de madera llevó a la determinación de que la región recibía alrededor de 70 pulgadas de precipitación al año. Este registro de aumento de la precipitación durante el Cretácico medio proporciona nuevos datos que respaldan los patrones de precipitación global asociados con el Máximo Térmico del Cretácico, escriben los autores. 

El Máximo Térmico del Cretácico fue una tendencia a largo plazo hace aproximadamente 90 millones de años en la que las temperaturas globales promedio eran significativamente más altas que las actuales. 

"La temperatura era mucho más cálida que hoy y lo que posiblemente sea más interesante es que llovió mucho", dijo Fiorillo. "Las muestras que analizamos indican que era aproximadamente equivalente al Miami actual. Eso es bastante sustancial". Es de destacar que el sitio de Alaska investigado por Fiorillo y McCarthy estaba entre 10 y 15 grados de latitud más al norte a mediados del Cretácico de lo que está hoy. 

El papel de McCarthy como experto en suelos fósiles era analizar rocas y sedimentos antiguos para interpretar el tipo de entorno que existía en ese momento. 

"Podemos decir aquí hay un canal de río, aquí hay un depósito de inundación, aquí hay un dique, aquí está la llanura aluvial, aquí hay un pantano", dijo. "Y si somos capaces de encontrar huellas en esa sección, entonces a veces se puede decir que a un grupo de dinosaurios parece haberles gustado mucho estar aquí en lugar de allí". 

Fiorillo dijo que el sitio indica que hay mucho más trabajo por hacer. "Esto pone un nuevo punto en el mapa y nos dice que hay mucho aquí, y encaja en el panorama más amplio", dijo. "El panorama general es que estamos tratando de obtener una mejor resolución de cómo era la vida en las altas latitudes en la época en que los dinosaurios deambulaban".

infobae.com

La ciencia no reconoce el Antropoceno como una nueva era geológica

El término se ha utilizado informalmente como una nueva “época geológica” donde el ser humano es el principal agente de transformación del planeta, pero los geólogos han arrojado luz sobre la cuestión.

Después de la Segunda Guerra Mundial, radioisótopos como el plutonio-239,
el cesio-137 o el estroncio-90 fueron dispersados por todo el planeta debido a las
pruebas de bombas termonucleares realizadas a principios de la década de 1950.

*The Conversation

Durante las últimas dos décadas, el término “Antropoceno” ha aparecido en múltiples titulares, documentales, pódcast y revistas de investigación, tanto de ciencias naturales como de humanidades y ciencias sociales.

A menudo se ha utilizado informalmente como una nueva “época geológica” donde el ser humano es el principal agente de transformación del planeta. El cambio climático antropogénico, la acidificación de los océanos y la pérdida de biodiversidad son algunos síntomas que lo ilustran.

Sin embargo, nunca estuvo claro cuándo y dónde comenzaron estos efectos sobre el planeta desde el punto de vista estratigráfico, es decir, cuál era su huella en los sedimentos. De ahí que, después de 15 años de investigación no exenta de crítica, el Grupo de Trabajo sobre el Antropoceno propusiera fijar formalmente su comienzo en el año 1952.

La elección de esta fecha específica se basó en la posibilidad de identificar los radionucleidos esparcidos por las bombas de hidrógeno detonadas en aquel momento como un marcador quimioestratigráfico fiable.

Pues bien, dicha propuesta fue rechazada el pasado 4 de marzo de 2024. Doce de los dieciocho miembros de la Subcomisión de Estratigrafía del Cuaternario, comité encargado de aceptar modificaciones en el ordenamiento del periodo más reciente de la Tierra, votaron en contra, según informó el New York Times. Su conclusión ha sido clara: con los estándares utilizados para definir unidades de tiempo geológico no se puede dar por terminado el Holoceno y considerar estar viviendo una época diferente.

Como filósofo e historiador de la ciencia, he investigado de cerca la labor del Grupo de Trabajo sobre el Antropoceno desde su establecimiento en 2009 hasta el presente. En mis estudios, he mostrado cómo este proyecto ha generado tensiones en la comunidad estratigráfica. Muchos sostienen que la propuesta de formalizar una época que abarca apenas 75 años tendría un impacto negativo tanto en el ámbito científico como en el social, político y cultural.

LOS ORÍGENES DEL TÉRMINO

Uno de los aspectos que ha causado mayor controversia es el hecho de que el Antropoceno no fuera propuesto desde la geología, como podría imaginarse, sino que fue mencionado espontáneamente por el químico atmosférico Paul Crutzen en el año 2000.

Este científico holandés fue galardonado con el Premio Nobel de Química por sus contribuciones al entendimiento de la destrucción de la capa de ozono estratosférico y además fue uno de los líderes científicos de la nueva ciencia del sistema Tierra.

CC. Evolución de variables del sistema Tierra entre 1750 y 2010 mostrando la
'gran aceleración' del Antropoceno.
Este nuevo paradigma trajo como novedad la comprensión de la Tierra como un único sistema autorregulado, integrando los distintos subsistemas que venían estudiándose por separado –la atmósfera, hidrosfera, biosfera, etc.– y estudiando los fenómenos que emergen en sus interacciones.

Desde ese momento, el término comenzó a popularizarse encapsulando una idea disruptiva: el sistema Tierra había entrado en un estado de funcionamiento no análogo a ningún tiempo anterior, incluyendo hechos como la alteración de ciclos biogeoquímicos, el aumento de la contaminación por plástico y otros residuos sólidos y la contaminación del aire, agua y suelo debido a la actividad industrial y urbana, entre otros. Todo quedó sintetizado en la Declaración de Amsterdam en 2001 sobre la recién constituida ciencia del sistema Tierra.

Mientras tanto, para la geología –disciplina que tradicionalmente se encarga de ordenar la historia de la Tierra– los seres humanos hemos estado viviendo en el Holoceno desde que finalizó la última glaciación, es decir, alrededor del año 9700 a. e. c. Esta época se ha caracterizado por un clima relativamente estable y un entorno propicio para el desarrollo de la civilización humana tal como la conocemos hoy en día.

Crutzen propuso, no obstante, que un nuevo tiempo humano había comenzado con la Revolución Industrial a finales del siglo XVIII –hecho evidenciado bajo el paradigma de la ciencia del sistema Tierra– y cuyo inicio quizás podría fijarse con eventos como la invención de la máquina de vapor en 1769 por James Watt.

La propuesta se hizo tan popular que pocos años después, en 2008, llamó lo suficiente la atención a la comunidad estratigráfica como para iniciar un proyecto para convertir el Antropoceno de un término informal a una época geológica formal con todas las letras.

EN BUSCA DE UN LÍMITE ESTRATIGRÁFICO

Desde su formación, el grupo ha investigado distintas opciones para fijar el comienzo exacto del Antropoceno, siendo alrededor de 1950 la alternativa finalmente más respaldada, una idea que fue promovida inicialmente con la publicación de los gráficos de la llamada “gran aceleración del siglo XX”.

Estos gráficos reflejaban la abrumadora evidencia del punto de inflexión tras la finalización de la Segunda Guerra Mundial, donde el impacto humano en el sistema Tierra aumentó de forma exponencial en múltiples variables.

JOSÉ LUIS GRANADOS. Ejemplo de clavo dorado para la base del piso Luteciense
-la etapa temporal de hace 48,6 millones de años-, localizado cerca del acantilado
marino de Gorrondatxe, Getxo (Bizkaia).

En este momento histórico, radioisótopos como el plutonio-239, el cesio-137 o el estroncio-90 fueron dispersados por todo el planeta debido a las pruebas de bombas termonucleares realizadas a principios de la década de 1950. Estos isótopos radiactivos se depositaron en sedimentos marinos, suelos, plantas y otros registros geológicos.

De hecho, el pico de plutonio en los sedimentos del lago Crawford cerca de Toronto, Canadá, fue seleccionado como el “clavo dorado” para marcar el inicio del Antropoceno, proporcionando inicialmente una evidencia bastante clara para formalizar un cambio de época.

ENTONCES, ¿POR QUÉ SE HA DESCARTADO FORMALIZARLO?

A pesar de que el Grupo de Trabajo sobre el Antropoceno ha argumentado que hay cambios irreversibles a escala geológica causados por la actividad humana en la superficie terrestre, fuera del rango de variabilidad natural del Holoceno, varios expertos de la subcomisión encargada de evaluar la proposición afirman que su definición es demasiado limitada.

Según Philip Gibbard, geólogo de la Universidad de Cambridge, la proposición “sugiere que, en el lapso de mi propia vida, los cambios que están afectando al planeta aparecieron de repente”. En una reunión interna, ha afirmado que ha sido rechazada porque “de hecho, los humanos han estado influyendo en el medio ambiente natural durante 40.000 años”.

Otro tanto da a entender Jan A. Piotrowski, miembro del comité, para quien lo sugerido “limita, confina y estrecha toda la importancia del Antropoceno”. En concreto, se pregunta: “¿Qué estaba ocurriendo durante el inicio de la agricultura? ¿Qué hay de la Revolución Industrial? ¿Qué pasa con la colonización de América, de Australia?”.

Además, suponiendo que esta primera evaluación hubiera sido superada, aún hubieran quedado obstáculos difíciles de superar. Stanley C. Finney, secretario general de la Unión Internacional de Ciencias Geológicas y quien ya había calificado la propuesta de más política que científica, critica que desde el principio se asegurara una categorización como “época” y se ignoraran o contrarrestaran propuestas para una designación menos formal del Antropoceno.

Si hubieran hecho su propuesta formal antes, podrían haber evitado mucho tiempo perdido, agrega Finney: “Habría sido rechazada 10 años antes si no hubieran evitado presentarla a la comunidad estratigráfica para su consideración cuidadosa”.

En resumidas cuentas, algunas de las principales razones del rechazo tienen relación con tratar de establecer un inicio en una fecha tan reciente y con muestras demasiado superficiales como para representar ampliamente el impacto humano en los estratos y equipararlo a los grandes cambios epocales que ha experimentado la Tierra en millones de años.

De todas maneras, las discusiones sobre un posible tiempo geológico de impronta humana aún no han terminado, aunque los defensores del Antropoceno ahora tendrán que esperar una década antes de que su propuesta pueda ser considerada nuevamente. Es probable que el término siga siendo utilizado informalmente. También es posible que se acepte el concepto en la categoría de “evento geológico”, como se ha sugerido últimamente al ser una opción menos comprometida.

Pero lo que es bastante improbable es que en un futuro próximo se declare oficialmente que habitamos en la época geológica del Antropoceno. The Conversation

The Conversation

José Luis Granados Mateo, Researcher, University of Cambridge

Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original.

nationalgeographic.com.es

Empresarios piden proteger patrimonio como el derivado de los dinosaurios en la nueva Ley

PATRIMONIO CULTURAL

Burgos, 14 mar (EFE).- La Confederación de Asociaciones Empresariales de Burgos (FAE) ha hecho suscrito un escrito, junto a otros colectivos económicos, para solicitar que los restos paleontológicos no relacionados con la acción antrópica, como los derivados de los dinosaurios, sean considerados bienes integrantes del Patrimonio Cultural en la nueva Ley de Patrimonio Cultural.

La Confederación de Asociaciones Empresariales de Burgos (FAE) ha hecho suscrito un escrito, junto a otros colectivos económicos, para solicitar que los restos paleontológicos no relacionados con la acción antrópica, como los derivados de los dinosaurios, sean considerados bienes integrantes del Patrimonio Cultural en la nueva Ley de Patrimonio Cultural.

Considera que así se integrarían en las figuras y aspectos relacionados con la prevención, protección, conservación, divulgación, gestión y acceso a la financiación pública de este patrimonio.

En el escrito suscrito por FAE, donde se integran 3.400 empresas de todos los sectores económicos, se señala que uno de los factores que contribuye a mantener e impulsar el tejido empresarial del sureste de Burgos es la importancia y singularidad de los rectos relacionados con los dinosaurios y otras faunas y floras coetáneas de Castilla y León, y especialmente de las colecciones que alberga el Museo de Dinosaurios de Salas de los Infantes (Burgos).

Desde la organización empresarial se estima que la protección de estos restos, así como su conservación, investigación y divulgación son aspectos que sitúan los fósiles de Castilla y León en un rango de importancia internacional desde hace varios años.

De hecho, la investigación y la difusión de estos restos contribuyen de manera clara a impulsar el desarrollo social, laboral y económico del territorio del sureste burgalés.

En el escrito se señala que incluir este patrimonio en la ley que se está tramitando protegería un patrimonio cuyo aprovechamiento colabora en el desarrollo económico del medio rural, periférico y montañoso y contribuiría a frenar el envejecimiento, crear puestos de trabajos especializados e impulsar el turismo.

Sin embargo, tal como está redactada la ley, supondría la desprotección de esos restos paleontológicos y tendría una incidencia negativa en las empresas que ofrecen servicios tanto de apoyo a las personas que realizan las investigaciones científicas a través de excavaciones paleontológicas y otro tipo estancias como a visitantes y turistas.

En el escrito, se recuerda que los hallazgos y estudios sobre los yacimientos de dinosaurios de Castilla y León tienen trascendencia internacional, pues se han descrito en Salas de los Infantes nuevas especies para la Ciencia por lo que deben considerarse como patrimonio e interés para la Comunidad.

Además, se señala que la legislación estatal y la mayoría de las existentes en las comunidades autónomas de España integran el patrimonio paleontológico no antrópico en sus leyes de Patrimonio Cultural y establecen figuras de prevención, protección, conservación, divulgación, gestión y acceso a la financiación del patrimonio paleontológico no antrópico.

Destaca la importancia de este patrimonio en comunidades autónomas como Asturias, La Rioja, Aragón o Castilla-La Mancha. EFE

lavanguardia.com

Conferencia: Por qué los dinosaurios son gigantes - Universidad de La Rioja

19 Mar 2024

19.00 horas

Salón de Actos del edificio Politécnico

Entrada libre

© Imagen destacada: José Ignacio Canudo junto a un fémur de Patagotitan,
uno de los dinosaurios más grandes encontrados en el mundo.

Programa

19.00 horas

Por qué los dinosaurios son gigantes

Ignacio Canudo

Universidad de Zaragoza

Descripción

Esta conferencia inaugura el ciclo de tres charlas  '¿Qué sabemos de los dinosaurios?', que se celebrará a lo largo del año 2024.

Está organizada por la Universidad de La Rioja, dentro de un conjunto de actividades basadas en la importancia de la investigación sobre dinosaurios en todo el mundo, destacando las aportaciones de nuestra región.

Será impartida por el catedrático José Ignacio Canudo Sanagustín, paleontólogo,  investigador principal del grupo Aragosaurus-IUCA y director del Museo de Ciencias Naturales de la Universidad de Zaragoza.

Esta actividad forma parte de la iniciativa 'Rastreadores del pasado', promovida por la Unidad de Cultura Científica de la Universidad de La Rioja, con la colaboración de la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología - Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades.

Para quién

Público en general. 

Entrada libre hasta completar el aforo.

Organiza

Vicerrectorado de Investigación e Internacionalización

vice.investigacion.internacionalizacion@unirioja.es  

Universidad de La Rioja

Colaboran:

Unidad de Cultura Científica

FECYT

unirioja.es

miércoles, 13 de marzo de 2024

Encontrados unos fósiles inauditos de termitas capturadas en pleno acto

El trozo de ámbar ruso permitió a los científicos recrear la antigua escena del pasado y comprender el comportamiento animal actual.

El fósil, hallado en Kaliningrado (Rusia), es un "unicornio" porque muestra el
comportamiento de animales antiguos. / 
FOTOGRAFÍA DE ALEŠ BUČEK
La comunidad científica se quedó perpleja cuando comprobó que una pareja extinta de la especie Electrotermes affinis se conservaba lado a lado, en lugar de delante detrás, como ocurre en las termitas actuales. Este fenómeno se denomina "carrera en tándem" y se produce cuando un animal sigue al otro por detrás, como si fueran vagones de tren, y el segundo insecto se agarra al abdomen del primero para evitar que se separen.

Al simular cómo los insectos quedaban atrapados en el ámbar, los entomólogos descubrieron que el dúo se apareaba de la misma forma que las termitas modernas, pero que su encuentro con la resina de los árboles era la causa de la extraña configuración en tándem.

Según el estudio, publicado recientemente en la revista Proceedings of the National Academy of Science, esto significa que las termitas actuales tienen comportamientos de apareamiento muy parecidos a los de sus antepasadas de hace millones de años.

Como ventana al cortejo prehistórico, "la existencia de este fósil de ámbar en sí fue impactante", afirma Nobuaki Mizumoto, director del estudio y profesor adjunto de entomología en la Universidad de Auburn (Alabama, Estados Unidos).

Las imágenes revelaron que los insectos eran un macho y una hembra de una
especie de termita extinguida. / 
FOTOGRAFÍA DE ALEŠ BUČEK
Lo mismo dice Thomas Chouvenc, profesor asociado de entomología urbana en la Universidad de Florida: "Sólo el hecho de que exista este estudio me hace feliz".

Chouvenc, que no participó en la investigación, calificó el trabajo de "notable cruce entre paleontología y ecología del comportamiento".

Traer el pasado al presente

Un trozo de ámbar fosilizado comienza cuando fluye resina de árboles dañados. Los insectos del árbol pueden quedar atrapados en la resina y, cuando fluye más por el tronco, los captores suelen morir, congelados en el tiempo.

Pero la resina tarda unos 40 000 años en endurecerse por completo y convertirse en ámbar, una gema orgánica apreciada en todo el mundo por su cálido color y su belleza.

Cuando Aleš Buček, coautor del estudio y director del Laboratorio de Simbiosis de Insectos de la Academia Checa de Ciencias, encontró el fósil de ámbar de Kaliningrado (Rusia) en la página web de un coleccionista, se puso en contacto con Mizomoto, que ya había trabajado anteriormente en la búsqueda de pistas sobre el comportamiento animal a través de los fósiles. Rápidamente compraron el raro hallazgo.

En primer lugar, el equipo de cuatro expertos realizó un escáner micro-TC para discernir la especie y el sexo de la pareja de termitas, que mostraba a una hembra agarrada al abdomen de un macho.

A continuación, para recrear la escena prehistórica en el laboratorio, los científicos hicieron caminar a parejas vivas de termitas subterráneas de Formosa, nativas de Taiwán y el sur de China, sobre una superficie pegajosa que simulaba la resina de los árboles.

Un macho y una hembra de termita subterránea de Formosa corren en tándem,
un comportamiento de apareamiento. / 
FOTOGRAFÍA DE ALEŠ BUČEK
Muchas de las termitas de laboratorio escaparon de la trampa pegajosa. En las parejas que sí se enredaron, el tándem animal que corría delante frenaba de forma natural, intentando escapar de la sustancia pegajosa. Su pareja no huía ante esta señal de problemas, posiblemente porque las termitas que se aparean intentan permanecer juntas para poder anidar y empezar a criar, dice Chouvenc.

En lugar de eso, la pareja solía caminar alrededor de la primera y, finalmente, se colocaba en la misma posición que la pareja fosilizada antes de quedarse atascada.

"Fósil unicornio"

Según el estudio, estos hallazgos sugieren que las termitas extintas se comportaban de la misma manera hace 38 millones de años.

"Estoy impresionado por el hallazgo en sí, y por el análisis que han hecho para argumentar de forma convincente que sí, que se trata de una instantánea de un comportamiento que ocurrió hace mucho tiempo".

"Los fósiles son comunes. El comportamiento conservado durante millones de años es un unicornio", añade por correo electrónico.

Para Mizumoto, el estudio también pone de manifiesto la necesidad de una mayor comunicación entre investigadores de distintos campos científicos.

"Hay una gran desconexión entre los investigadores que estudian los fósiles y los que estudian los animales vivos o los insectos", afirma, y añade que espera que un mayor cruce entre ambos pueda desvelar más misterios del comportamiento animal.

Este artículo se publicó originalmente en inglés en nationalgeographic.com.

nationalgeographic.es