martes, 14 de enero de 2025

Los dinosaurios habrían llegado al hemisferio norte millones de años antes de lo pensado, según un nuevo hallazgo

Un fósil de 230 millones de antigüedad encontrado en Estados Unidos reescribe teorías sobre la dispersión temprana de estas especies

Una representación artística muestra cómo pudo ser Ahvaytum bahndooiveche
en un hábitat que data de hace unos 230 millones de años (GABRIEL UGUETO)
El descubrimiento del dinosaurio Ahvaytum bahndooiveche, hallado en la Formación Popo Agie en Wyoming, Estados Unidos, está reconfigurando las teorías tradicionales sobre los orígenes y la dispersión de los dinosaurios. Según un estudio publicado en el Zoological Journal of the Linnean Society, los fósiles tienen una antigüedad de aproximadamente 230 millones de años, lo que convierte a esta especie en el dinosaurio más antiguo conocido del hemisferio norte y en uno de los primeros registrados en latitudes bajas de Laurasia.

La descripción de la nueva especie se basó en el descubrimiento de fósiles de Ahvaytum bahndooiveche desenterrados entre 2013 y 2016 por un equipo liderado por David M. Lovelace y Aaron Kufner de la Universidad de Wisconsin-Madison. El sitio de excavación, ubicado en la Formación Popo Agie, reveló fósiles clave, como un astrágalo y parte de un fémur, que permitieron identificar positivamente al animal como un dinosaurio temprano del grupo de los saurópodos.

El descubrimiento de Ahvaytum bahndooiveche en Estados Unidos
desafía las ideas tradicionales sobre su evolución (EFE)
La antigüedad de los fósiles se confirmó mediante técnicas avanzadas de datación radioisotópica, específicamente espectrometría isotópica de plomo-uranio (CA-ID-TIMS). Según explicó Kufner en declaraciones a Newsweek, este método permitió establecer con precisión que los fósiles son contemporáneos a los dinosaurios más antiguos hallados en Gondwana, en regiones como Brasil y Argentina.

Características de Ahvaytum bahndooiveche

El dinosaurio recién descrito es notablemente diferente de los saurópodos gigantes que dominarían épocas posteriores. Lovelace afirmó a Europa Press que el Ahvaytum bahndooiveche “básicamente era del tamaño de un pollo, pero con una cola muy larga”. Este dinosaurio adulto medía aproximadamente unos 30 centímetros de alto y 91 centímetros de largo, un tamaño pequeño en comparación con sus parientes posteriores. Aunque los fósiles no incluyen el cráneo, se presume que, al igual que otros saurópodos primitivos, podría haber sido omnívoro.

El nombre de la especie tiene raíces en la lengua Shoshone: “Ahvaytum” significa “hace mucho tiempo”, mientras que “bahndooiveche” se traduce como “dinosaurio”.

Un dúo de sauropodomorfos; uno masticando las plantas recién evolucionadas
en un ambiente húmedo del Jurásico Temprano mientras el otro mira hacia arriba
como si hubiera algo escondido en la vegetación (MARCIN AMBROZIK)
El hallazgo de Ahvaytum bahndooiveche está desafiando la teoría dominante que situaba el origen de los dinosaurios exclusivamente en Gondwana, el supercontinente del hemisferio sur. Esta teoría sostenía que la dispersión hacia el hemisferio norte fue gradual y limitada por barreras climáticas. Sin embargo, la presencia de un dinosaurio de 230 millones de años en Laurasia sugiere una dispersión mucho más rápida y temprana.

“Estamos completando parte de esta historia y demostrando que las ideas que hemos mantenido durante tanto tiempo no eran del todo correctas”, afirmó Lovelace. El descubrimiento sugiere que los dinosaurios pudieron haber surgido simultáneamente en ambos hemisferios, en lugar de extenderse exclusivamente desde el sur, como se pensaba anteriormente.

El contexto climático: el Episodio Pluvial Carniano

Ahvaytum bahndooiveche vivió durante un período de grandes cambios climáticos conocido como el Episodio Pluvial Carniano (CPE, por sus siglas en inglés), que ocurrió entre hace 234 y 232 millones de años. Este evento marcó un aumento en la humedad global, transformando vastas zonas desérticas en ecosistemas más habitables, lo que facilitó la diversificación temprana de los dinosaurios y otros grupos animales.

Según los científicos, las restricciones climáticas que antes se consideraban como barreras para los dinosaurios primitivos en estas latitudes pueden haber sido sobreestimadas.

El avance en las técnicas de datación fue crucial para confirmar la importancia de este descubrimiento. Como señaló Kufner, la falta de estudios en ciertas formaciones geológicas del hemisferio norte podría haber contribuido a un sesgo en el registro fósil. “Hay más rocas de esta edad expuestas en el hemisferio sur que en el norte, o tal vez nuestras restricciones sobre la datación de rocas con fósiles de dinosaurios en el hemisferio norte necesitan ser revisadas”, afirmó.

Además, los investigadores realizaron estudios histológicos en el fémur de Ahvaytum bahndooiveche para determinar su edad al momento de la muerte. Estos análisis revelaron que el espécimen estaba en una etapa avanzada de crecimiento, lo que refuerza su identificación como un dinosaurio adulto pequeño.

infobae.com

Hallan embriones de fósiles 500 millones de años más antiguos que los dinosaurios

Los embriones rara vez se encuentran en el registro fósil y este descubrimiento lo cambia todo.

Liu et al. 
Uno de los ejemplares de 'Saccus xixiangensis' mediante escáner de micro-CT.
Una visión a las primeras etapas de la vida en la Tierra. Así se presenta un hallazgo increíble desenterrado en la biota de Kuanchuanpu de la era cámbrica de la provincia de Shaanxi, China. Los investigadores, dirigidos por un experto del Instituto de Geología y Paleontología de Nanjing, han encontrado unos embriones fósiles de ecdisozoos de hace 500 millones de años que son más antiguos que los dinosaurios y, por tanto, estaban sentando las bases para la vida tal y como la conocemos.

Embriones fósiles de 500 millones de años: un hallazgo que sorprende a la ciencia

Cuando pensamos en la vida en la Tierra, estamos habituados a que la historia de la evolución se cuente a través de fósiles de dinosaurios, mamíferos y plantas. Pero uno de los grupos de animales más fascinantes y diversos, los ecdisozoos, tiene un registro fósil con un capítulo importantísimo en el pasado de la historia de la vida en nuestro planeta. Este grupo está unido por un rasgo evolutivo compartido: el proceso de ecdisis o muda, la fase de muda que experimentan ciertos animales para crecer, desprendiendo su exoesqueleto externo o cutícula.

¿Por qué los embriones fósiles son tan raros en el registro geológico?

Ahora, en un nuevo estudio publicado en la revista Palaeogeography, Palaeoclimatology, Palaeoecology, los investigadores informan del hallazgo que ha revelado los orígenes de los ecdisozoos, que representa el grupo más diverso de animales del planeta: siete embriones fosilizados del grupo Ecdysozoa de hace unos 535 millones de años. Apenas tienen unos milímetros pero su importancia es monumental dado que encontrar embriones fósiles se considera casi como hallar una aguja en un pajar.

Es tan complicado encontrarlos debido a que son estructuras increíblemente delicadas, formados casi exclusivamente por tejidos blandos que son muy vulnerables a la descomposición o la destrucción. A diferencia de los huesos, los embriones no poseen estructuras protectoras como el calcio.

Estos embriones fosilizados pertenecen a animales vivieron durante el período Cámbrico temprano, que incluye a gusanos, insectos, arañas y crustáceos. Aunque los investigadores no han podido identificar con certeza la forma adulta a la que pertenecen estos embriones, sí creen que podrían estar estrechamente emparentados con Saccorhytus, una criatura diminuta y peculiar de la era Cámbrica que no poseía ano. Sigue siendo un descubrimiento sin precedentes, ya que es el primer caso de embriones de Ecdysozoan en la biota de Kuanchuanpu, lo que mejora nuestra comprensión de este grupo tan diverso y fundamental del período Cámbrico.

¿Cómo eran estos embriones? ¿A qué animales pertenecían?

Los embriones estaban encerrados en una envoltura fina y lisa, lo que sugiere una composición rica en yema para aportar nutrientes de cara al desarrollo. Para examinar el hallazgo, los investigadores utilizaron análisis de micro-CT de los especímenes fosilizados tridimensionales que revelaron que los embriones estaban huecos internamente y carecían de anatomía blanda interna preservada, algo esperable teniendo en cuenta la edad de los embriones y la fosilización. Clasificaron a los diminutos organismos como dos nuevos taxones: Saccus xixiangensis y Saccus necopinus. Ninguno de ellos tiene evidencia de extremidades y sorprendentemente, no hay orificios en ninguno de los embriones, lo que muestra que, probablemente, se encontraran en una etapa de su desarrollo embrionario anterior a la formación de una boca o un ano.

nationalgeographic.com.es

domingo, 5 de enero de 2025

NÚMERO PREMIADO DINOCESTA NAVIDAD 2024/2025 DEL MUSEO DE DINOSAURIOS

Tras sorteo realizado en el Museo de Dinosaurios de Salas de los Infantes en la tarde de hoy día 5 de enero de 2025, el NÚMERO PREMIADO de la Dinocesta ha sido el:

300

¡Enhorabuena al/la ganador/a!

sábado, 4 de enero de 2025

Descubren el mayor yacimiento de huellas de dinosaurio en una cantera de Reino Unido

Son más de 200 huellas del periodo Jurásico Medio que pertenecen a cuatro dinosaurios herbívoros y a uno carnívoro

Un centenar de investigadores de las universidades de Oxford y Birmingham trabajan en la excavación de Oxfordshire

Las huellas de los dinosaurios herbívoros y carnívoros se cruzan en el yacimiento
de Oxfordshire. EUROPA PRESS
Un grupo de más de 100 investigadores de las Universidades de Oxford y Birmingham ha descubierto el mayor yacimiento de dinosaurios del Reino Unido, con más de 200 huellas que datan del periodo Jurásico Medio, hace 166 millones de años.

La excavación, que se llevó a cabo en junio de 2024 en una cantera de Oxfordshire (noroeste de Londres), descubrió cinco huellas de pisadas, con más de 150 metros de longitud, en el caso de la más extensa, ha informado este jueves la Universidad de Birmingham en un comunicado.

Investigadores trabajan en huellas de dinosaurios.
AP / EMMA NICHOLIS
Cuatro de las huellas pertenecen a dinosaurios herbívoros gigantes de cuello largo, denominados saurópodos, y la quinta fue hecha por el carnívoro Megalosaurus, el primero de su especie en ser nombrado y descrito científicamente en 1824.

Además, desde la Universidad de Birmingham apuntan a que una zona del yacimiento mostró que las huellas de carnívoros y herbívoros se entrecruzaban, lo que plantea preguntas sobre si ambas especies interactuaban y de qué forma.

“Estas huellas ofrecen una ventana extraordinaria a la vida de los dinosaurios“

"Estas huellas ofrecen una ventana extraordinaria a la vida de los dinosaurios, revelando detalles sobre sus movimientos, interacciones y el entorno tropical en el que habitaban", explicó la profesora de Micropaleontología de la Universidad de Birmingham Kirsty Edgar.

Un trabajador de la cantera descubrió las huellas, enterradas bajo el barro, al sentir "golpes inusuales" mientras retiraba arcilla con su vehículo para despejar el suelo del lugar, y avisó a los expertos.

La BBC y el Museo de Historia Natural

En cuestión de una semana, un centenar de investigadores se desplazaron hasta la cantera para analizar el yacimiento, construir modelos 3D detallados del lugar y hacer hasta 20.000 fotografías, incluso aéreas con drones, para documentar las más de 200 huellas.

Asimismo, el equipo del programa Digging for Britain de la BBC ha filmado el trabajo como parte de una nueva serie que se emitirá a partir de la próxima semana y la excavación se presentará en la exposición Breaking Ground del Museo de Historia Natural de la Universidad de Oxford (OUMNH).

rtve.es

MEMORIA DE ACTIVIDADES FUNDACIÓN DINOSAURIOS CYL 2024

Puedes ver y/o descargarte la Memoria de actividades 2024 de la Fundación para el Estudio de los Dinosaurios en Castilla y León cliqueando en la siguiente imagen o en el enlace de más abajo.















www.fundaciondinosaurioscyl.com

viernes, 3 de enero de 2025

Exposición Dinosaurios Ilustrados: Imágenes de un mundo perdido

¡Se amplia la visita a la Exposición 'Dinosaurios Ilustrados: Imágenes de un mundo perdido' en La Estación de la Ciencia y la Tecnología de Burgos! 😀🦕🦖 

Exposición sobre paleoilustraciones presentadas al Concurso de ilustraciones científicas de dinosaurios y cromos históricos de dinosaurios.

Icono de InscripcionesEstado Inscripciones:Plazas disponibles
Icono de InscripcionesTipo de formación:Actividad
Icono de Tipo de actividadActividad:Exposiciones
Dirigido aDirigido a:

Todos los públicos

Icono de InscripcionesModalidad:Presencial
Icono de InscripcionesPeriodo de realización:del 3 de diciembre al 2 de marzo de 2025

Descripción

Dinosaurios Ilustrados: Imágenes de un mundo perdido es una exposición en la que se muestra un conjunto de ilustraciones presentadas a las quince ediciones del  Concurso de ilustraciones científicas de dinosaurios, promovido por la Fundación para el estudio de los dinosaurios en Castilla y León. Junto a ellas, se exponen réplicas de fósiles de dinosaurios burgaleses, y de un esqueleto de un pequeño dinosaurio hipsilofodonte.

Esta exposición ha sido desarrollada por la Unidad de Cultura Científica de la Universidad de Burgos y el Museo de Dinosaurios de Salas de los Infantes (Burgos) para La Estación de la Ciencia y la Tecnología, con la colaboración de la Fundación para el estudio de los Dinosaurios en Castilla y León y la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología – Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades.

¿Qué aprenderás en esta actividad?

Conocerás la paleoilustración y la evolución de la interpretación de los restos de dinosaurios a lo largo de la historia.

Contenido

LA PALEOILUSTRACIÓN A LO LARGO DE LA HISTORIA

En esta exposición se muestra un conjunto de ilustraciones presentadas a las quince ediciones del Concurso de ilustraciones científicas de dinosaurios (2009-2023), promovido por la Fundación para el estudio de los dinosaurios en Castilla. Junto a ellas, se exponen réplicas de fósiles de dinosaurios burgaleses o de un esqueleto de un pequeño dinosaurio hipsilofodonte.

POSTALES Y CROMOS ANTIGUOS

La exposición se completa con una sección sobre historia de la paleoilustración. En 1830 el geólogo ingles Henry De la Beche elaboró la primera obra de paleoarte: «Duría Antiquior». Durante el siglo XIX varias empresas imprimieron tarjetas y cromos con fines promocionales

MUSEO

El Museo de Dinosaurios de Salas de los Infantes (Burgos) es el único de su tipo en Castilla y León.

Ofrece talleres y visitas guiadas a grupos, y organiza actividades de difusión a lo largo del año.

Visita el Museo de Dinosaurios en:

Plaza Jesús Aparicio, 9 – 09600 Salas de Los Infantes (Burgos)

Descubren fósiles de una tortuga con cabeza chata que vivía entre los dinosaurios

El hallazgo del cráneo de una tortuga acuática que vivió hace 70 millones de años en la Patagonia, revela detalles únicos sobre la evolución de su especie. "Casi siempre encontramos partes del caparazón; el cráneo, tan frágil, rara vez se conserva”, explicó Federico Agnolín, paleontólogo del CONICET.

La reconstrucción de la especie fue realizada por el artista Gabriel Lio.
Magalí de Diego (Agencia CTyS-UNLaM) - El sol parecía reflejarse en cada rincón del paisaje patagónico, una vasta extensión salpicada por lagos y lagunas hace 70 millones de años. En estos espejos de agua, bajo la sombra de los imponentes titanosaurios y los carnívoros abelisaurios, la vida palpitaba en múltiples formas. Entre los gigantes, pequeñas criaturas también luchaban por su lugar en un ecosistema que ya no existe, pero que nos sigue enviando fragmentos de su historia. 

Uno de esos fragmentos, un cráneo frágil y diminuto, acaba de resurgir del pasado: una tortuga que habitó estas tierras acuáticas y cuyos ojos, situados en la cima de un cráneo achatado, miraban al cielo como si buscaran escapar de los depredadores que compartían su hogar. La especie, bautizada como Iaremys batrachomorpha, fue presentada hace pocos días por un grupo de investigadores del CONICET, el Museo Argentino de Ciencias Naturales y la Fundación Azara

“El hallazgo de este cráneo es extraordinario. Los restos de tortugas fósiles son comunes, pero casi siempre encontramos partes del caparazón; el cráneo, tan frágil, rara vez se conserva”, explicó Federico Agnolín, paleontólogo e investigador del Museo Argentino de Ciencias Naturales (MACN) y del CONICET.  

La Patagonia, tierra de fósiles

El descubrimiento fue realizado cerca de la ciudad de General Roca por Raúl Ortiz, coautor de la investigación, quien encontró el único ejemplar conocido de esta especie. Según Agnolín, el nombre específico de la tortuga, batrachomorpha, significa “forma de sapo”. "Hace referencia a las características de su cráneo. Era muy plano, con los ojos orientados hacia arriba y un hocico ancho, ideal para su vida acuática y su dieta depredadora”, detalló en una entrevista con la Agencia CTyS-UNLaM.

La tortuga tenía un tamaño modesto. Su caparazón medía menos de 40 centímetros de largo. Su anatomía revela que se alimentaba de pequeños vertebrados mediante un sistema de succión. “Este tipo de alimentación, sumado a las características craneales, nos permite situarla dentro del grupo de las Hydromedusinae, un linaje de tortugas acuáticas de cuello largo que aún tiene representantes en Sudamérica”, agregó Mauro Aranciaga Rolando, autor del trabajo.

Sumando pistas para reconstruir el pasado

Este hallazgo no solo arroja luz sobre las peculiaridades de una especie extinta, sino que también contribuye a comprender mejor la evolución de las tortugas quélidas en América del Sur, cuyo registro fósil es limitado. “El cráneo nos brinda información clave para interpretar la forma de vida y las relaciones ecológicas que mantenía con otras especies coetáneas, como la Yaminuechelys, otra tortuga de hábitos acuáticos que convivió en la región”, aseguró Aranciaga Rolando.  

El fósil de Iaremys batrachomorpha se encuentra actualmente bajo resguardo en el Museo Patagónico de Ciencias Naturales, en General Roca. La investigación forma parte del proyecto internacional “Fin de la Era de los Dinosaurios”, financiado por National Geographic. Este tipo de descubrimientos, aunque aislados, tienen un impacto significativo en el estudio de los ecosistemas prehistóricos y en cómo las especies coexistieron y se adaptaron a su entorno.  “Cada hallazgo nos permite asomarnos a un pasado que todavía guarda muchos secretos”, concluyó Agnolín.

ctys.com.ar