sábado, 30 de agosto de 2014

Describen una guardería de dinosaurios, con cuidador incluido

Un nuevo examen de una losa de roca que contiene fósiles de 24 dinosaurios de muy corta edad y otro ejemplar más viejo, sugiere que se trata de un grupo de crías supervisadas por un cuidador.
   Esta es la conclusión de un estudio de Brandon P. Hedrick y Peter Dodson, de la Universidad de Penn State, en colaboración con investigadores el Museo Dalian de Historia Natural de China, donde se exhibe la muestra. Aparece en la revista Cretaceous Research.
   Aunque la totalidad de la muestra, de hace 120 millones de años, tiene solamente unos dos metros de diámetro, contiene fósiles de 25 criaturas, todas de la especie Psittacosaurus lujiatunensis. Eran herbívoros y se encuentran entre los dinosaurios más abundantes descubiertos hasta el momento.
Tras una descripción inicial realizada por palentólogos aficionados que descubrieron los restos en 2004, Dodson y Hedrick sentían que había mucho más que decir acerca de la muestra. "Vi una foto de ella y al instante supe que quería explorarla más a fondo", dijo Hedrick.
   Para analizar el material en el que se conservan los animales, los investigadores examinaron rajas delgadas de roca bajo el microscopio y muestras de roca usando una técnica llamada difracción de rayos X, que se basa en el hecho de que los minerales reflejan la luz en formas únicas. Ambos análisis sugirieron que la roca se compone de material volcánico, una indicación de que los animales fueron capturados por el material que fluye de una erupción.
   Debido a que no había evidencia de daño por calor a los huesos, los investigadores creen que el flujo era probable una lechada de agua, lodo, rocas y otros escombros asociada con las erupciones volcánicas.
  Los 24 animales más jóvenes parecen ser muy similares en tamaño. Aunque el equipo analizó si podrían haber sido embriones, aún en sus huevos, varias observaciones sugieren que ya habían eclosionado. En primer lugar, no hubo evidencia de material de cáscara de huevo. Además, otros paleontólogos han identificado psittacosaurs individuales aún más pequeños. Y, por último, dijo Hedrick, "los extremos de los huesos estaban bien desarrollados, lo que indica que eran capaces de moverse."
   El cráneo más grande estaba firmemente incrustado en la misma capa de roca que los 24 animales más pequeños. Dos de los animales más jóvenes estaban, de hecho, entrelazados con el cráneo, signos de que los animales estaban estrechamente juntos en el momento de su muerte.
   El tamaño del cráneo, de unos 11 centímetros de largo, indicó que el animal tenía entre 4 y 5 años. Hallazgos anteriores sugirieron que P. lujiatunensis no se reproducía hasta los 8 o 9 años de edad, por lo que esta criatura no era el padre de los dinosaurios más jóvenes.

COMPORTAMIENTO DE ESPECIES DE AVES HOY EN DÍA

   Dada la estrecha relación de las crías de P. lujiatunensis con el individuo de más edad, sin embargo, Dodson, Hedrick y sus colegas creen que esta muestra puede ofrecer evidencia de la cooperación posterior a la cría, un comportamiento exhibido por algunas especies de aves de hoy en día. El menor de más edad puede muy bien haber sido un hermano o hermana mayor ayudando a sus hermanos menores.
   Los investigadores enfatizan que no pueden definitivamente llamar a este conjunto de fósiles un nido, como indican algunos análisis previos.

   Como siguiente paso, Dodson y Hedrick están examinando la microestructura de los huesos de los animales más pequeños para establecer si todos estaban en la misma etapa de desarrollo, lo que daría apoyo a la idea de que esto sea una 'guardería' de animales.

Fuente: Europa Press

viernes, 29 de agosto de 2014

Exposición del VI Concurso Internacional de Ilustraciones Científicas de Dinosaurios 2014

Ya puede visitarse, en el Museo de Dinosaurios, la exposición del VI Concurso Internacional de Ilustraciones Científicas de Dinosaurios 2014, organizada por la Fundación Dinosaurios CyL y el Museo de Dinosaurios y financiada por Hernáiz Muelas S.A. 







Recordar que los ganadores fueron:

1º Premio:
"Eclosión de Titanosaurio
(Titanosauriformes indet.) de Sierra de La Demanda, Burgos"
Jorge Antonio González
Argentina

2º Premio:
“Mother”
Sergey Krasovskiy
Ucrania

3º Premio:
“Dust storm”
Nikolay Litvinenko
Rusia

jueves, 28 de agosto de 2014

Por qué los dinosaurios de película no son como los de verdad

El documental "Dinosaur 13" podría ser la película más veraz sobre los grandes animales prehistóricos.
Es también una de las más conmovedoras. Cuenta cómo los buscadores de fósiles en Dakota del Sur, Estados Unidos, desenterraron el más completo esqueleto de T-rex que se haya encontrado jamás.

En lugar de convertirse en la pieza central del museo más cercano, como se planeó inicialmente, lo que ocurrió fue una amarga batalla por la custodia de sus fósiles, una redada del FBI, un juicio y una larga pena de cárcel para uno de los paleontólogos.
Los restos fueron vendidos en una subasta por cerca de US$8 millones, de los cuales ninguno fue a los descubridores, y ahora están en un museo privado en Chicago.
La fuerza del documental reside en la historia y en cómo llegamos a conocer a la mayoría de los individuos involucrados, incluyendo el T-rex.

Pero este documental no tiene ninguna de esas imágenes que se han vuelto tan familiares en películas y programas de televisión sobre dinosaurios: no hay animatronics, ni los típicos hombres en trajes de monstruos.

La "magia" de Conan Doyle

Los dinosaurios de celuoide se remontan a casi hasta los inicios del cine mismo.
Durante un siglo, el cine y los productores de televisión han utilizado cada nueva tecnología a su disposición para resucitar a los muertos y hacer que los dinosaurios caminen de nuevo por la Tierra.
Han convertido a estas bestias prehistóricas extintas en iconos de la cultura contemporánea y así se formaron nuestras ideas sobre su apariencia y comportamiento.
El problema es que muchas de las cosas que nos han enseñado son erróneas.
Desde Gertie, el brontosaurio eternamente hambriento (un nombre eliminado formalmente a favor del apatosaurio) de una serie de dibujos animados mudos en blanco y negro de la década de 1910 hasta las abrumadoras creaciones de sonido envolvente en 3D de imágenes generadas por computadora más recientes, el público asume que así es como los dinosaurios eran realmente.
En 1922, durante una conferencia en Estados Unidos, Sir Arthur Conan Doyle fue invitado por su amigo Harry Houdini a una reunión con sus colegas ilusionistas.
Conan Doyle decidió usar un truco propio, presentando un cortometraje sin comentarios, y como resultado, la primera plana del diario New York Times tituló "Conan Doyle desconcierta a los magos más famosos del mundo con imágenes de bestias prehistóricas".
Muchos de ellos, al parecer, pensaron que las imágenes en movimiento eran de dinosaurios vivos que habían escapado de algún modo a la extinción.
La verdad, revelada al día siguiente, fue que fueron creadas por el experto en efectos especiales Willis O'Brien, después de la afamada King Kong, para una adaptación cinematográfica de la novela de Conan Doyle "El mundo perdido".

Sonido y color

Para los estándares de hoy en día, la animación en stop-motion se ve torpe y obviamente falsa. Pero en aquel entonces, cuando nadie había presenciado nada igual, los ilusionistas creyeron en lo que veían.
Poco ha cambiado desde que Conan Doyle engañó a Houdini y compañía.
Los efectos especiales actuales son mucho más sofisticados, pero todavía tienen el mismo objetivo de engañarnos para que aceptemos que lo que estamos viendo es real.
Creemos que sabemos cómo eran y se movían, simplemente porque los vimos galopando por doquier en películas y documentales.
Pero, a pesar de que las técnicas de animación computarizada los han hecho mucho más atractivos y convincentes, lo que vemos en la pantalla sigue siendo igual de fantasioso. Queda todavía mucho para que los grandes avances de la paleontología y el uso de nuevas técnicas de imagen obtengan pigmentos y detalles de los tejidos de los fósiles. Todavía solo tenemos cierta idea del color de la mayoría de los dinosaurios.
Tal vez tenían lunares o eran de color púrpura como Barney, el presonaje de dibujos animados. Muchos de los que creíamos que tenían pelo en verdad tenían plumas, incluyendo los velocirraptores de "Parque Jurásico" (que también eran mucho más pequeños, como del tamaño de un pollo grande) y muy posiblemente el T-rex.
Salvo un par de excepciones, no tenemos ni idea de los sonidos que emitían. El trabajo llevado a cabo sobre el cráneo de un Parasaurolophus bien conservado indica que sus sonidos podían ser similares a las notas graves de un trombón.
En cuanto a cómo se movían, qué y cómo comían y muchos otros detalles importantes, nuestras ideas están todavía en proceso de cambio.

Documentales deslumbrantes

Al final, la ficción es la ficción, y puede argumentarse que no importa si "Parque Jurásico" cambió algunos hechos para crear un buen drama.
Todas las películas de monstruos se toman libertades: la última encarnación de "Godzilla", por ejemplo, es demasiado grande para que sus propias piernas la soporten.
Pero esta confusión de conocimientos y conjeturas es más significativa en programas que podrían confundirse con la realidad.

El modelo es "Caminando entre dinosaurios", a menudo citada como la más exitosa serie documental de televisión de todos los tiempos.
Es indudablemente entretenida y deslumbrante técnicamente, ¿pero puede verdaderamente ser clasificada como un documental?
Con un formato familiar para los aficionados a los programas de naturaleza, con decenas de científicos acreditados como consultores, uno siente que todo lo que se muestra está fuera de toda duda: estas son las criaturas, ambientes, situaciones y comportamientos de decenas o incluso cientos de millones de años atrás.
Los films de este tipo son simulaciones alimentados por la especulación: algunos elementos están basados en lo que muchos paleontólogos concluyen a partir de los fósiles, y algunos son corazonadas o posibles aunque inciertos escenarios delineados para crear una televisión más atractiva.

Los nuevos hallazgos y las nuevas teorías indican que lo que sabemos aún está en desarrollo, por lo que muchos detalles descubiertos en "Caminando entre dinosaurios" son erróneos.
Nada de esto le quita ningún mérito a estos programas, pero, debido a que los niveles de certeza de los diferentes aspectos presentados rara vez son claros, es difícil no sentir que estás viendo algo mucho más definitivo que lo que realmente es.
Pueden ocultarlo bien, pero comparten algo de su ADN con la película "Un millón de años antes de Cristo".
En ese clásico film de serie B aparecen batallas entre varios dinosaurios y los primeros seres humanos (a pesar de que 60 millones de años los separaban en el tiempo), y se presentaba con la audaz frase "así es como pasó".
Mientras que nos demos cuenta de que muchos de los "documentales" de dinosaurios no representan cómo fue, sino, a lo sumo, cómo pudo haber sido, podemos disfrutarlos como el híbrido de la ciencia y la ciencia ficción que son, no como los programas de vida salvaje real que imitan.

Fuente: BBC


martes, 26 de agosto de 2014

La Guardia Civil se incauta de más de cuatro kilos de fósiles a un turista de Alcoy

Agentes de la Guardia Civil se incautaron el pasado jueves de más de cuatro kilos de fósiles a un turista de Alcoy (Alicante) que fue sorprendido cuando expoliaba el patrimonio paleontológico turolense en la zona conocida como Puerto de las Banderas en el término municipal de Frías de Albarracín. Los policías formularon una denuncia contra él por infringir la Ley del Patrimonio Cultural Aragonés.

Los fósiles incautados son invertebrados a la vista de la fotografía que ha facilitado la benemérita, corresponderían a animales marinos como ammonites y belemnites y al parecer no hay restos de vertebrados, según informó el cuerpo. Fue una unidad del Seprona la que sorprendió a la persona que estaba realizando la excavación paleontológica sin autorización administrativa, lo que supone una infracción.

La Comandancia de la Guardia Civil de Teruel informó ayer de que los agentes detectaron el pasado día 21 de agosto en el término municipal de Frías de Albarracín a una persona que ocultaba en su vehículo más de cuatro kilos de fósiles recogidos ilícitamente en la zona.

Los guardias civiles del Servicio de Protección de la Naturaleza sorprendieron a un hombre, vecino de Alcoy (Alicante), mientras inspeccionaba el terreno en la zona que es conocida como el Puerto de las Banderas.

Esta persona levantaba y miraba piedras, picando algunas de ellas cuando fue vista por una patrulla. Al percatarse de la presencia de los guardias, el hombre ocultó rápidamente una piqueta en la mochila que portaba.

El personal del Seprona procedió entonces a inspeccionar el bolso, hallando en su interior dos piquetas, un destornillador y un cincel.

Las mismas fuentes informaron que al practicar un registro superficial del vehículo de la persona en cuestión, se localizaron varias bolsas conteniendo una importante cantidad de fósiles de diverso tamaño. Algunos de ellos ya clasificados y separados.

Los guardias civiles procedieron a formular una denuncia por infringir la Ley 3/1999 del Patrimonio Cultural Aragonés, al no contar el denunciado con ningún tipo de autorización para realizar la excavación. A causa de ello decomisaron los medios empleados para la recolección, así como los fósiles, que han sido puestos a disposición del Servicio Provincial de Educación, Universidad, Cultura y Deporte (Patrimonio Cultural).

La Guardia Civil recordó ayer que está prohibida la recogida de fósiles incumpliendo la obligación de comunicar el hallazgo de éstos, la entrega y depósito de los mismos, aunque no tuvieran trascendencia científica. Igualmente, es calificada de infracción grave por la Ley 3/1999, la práctica de labores de excavación sin autorización o sin respetar las condiciones impuestas en la autorización.

En su función de protección de la Naturaleza, la Guardia Civil recordó ayer que vela por la conservación del medio ambiente, fomentando las conductas de respeto a la naturaleza, realizando acciones tendentes a favorecer su normal desarrollo y contribuyendo al correcto aprovechamiento de los recursos, impidiendo las prácticas ilegales y el consiguiente perjuicio económico y medioambiental.

Formación en Teruel

La denuncia contra un expoliador de fósiles ocurrida el pasado jueves cuando fue sorprendido en el término de Frías de Albarracín, forma parte de la labor de protección del patrimonio paleontológico que lleva cabo la Guardia Civil en la provincia.

La riqueza fosilífera de las comarcas turolenses tiene puesto en alerta desde hace tiempo a los agentes del Seprona, encargados de la vigilancia para evitar que se lleven a cabo excavaciones o prospecciones del terreno sin la debida autorización administrativa.


Agentes del cuerpo procedentes de toda la Comunidad Autónoma se formaron a finales del año pasado en Teruel en la protección del patrimonio paleontológico en una jornada impartida por Luis Alcalá.

Fuente: Diario de Teruel

viernes, 22 de agosto de 2014

Hallan medio centenar de reptiles voladores en un yacimiento de Brasil

El hallazgo de fósiles pertenecientes a medio centenar de reptiles voladores en el sur de Brasil añade a las enciclopedias una nueva especie, bautizada como Caiuajara dobruskii, que vivió durante el periodo Cretácico.

Un equipo dirigido por Paulo Manzig, de la Universidad de Contestado descubrió los restos procedentes de 47 reptiles alados en un lecho óseo de pterosaurio. El estudio, publicado en la revista Plos One explica que los huesos pertenecían a individuos de diferentes edades, con alas que comprendían desde los 65 centímetros hasta los dos metros, lo que permitirá a los científicos analizar como maduran estos reptiles. El equipo pudo determinar que se trataba de una nueva especie de pterosaurio después del análisis inicial, convirtiéndose en el caso más meridional conocido en este clado (grupo biológico).

Las características distintivas de esta nueva especie están principalmente en su cabeza, pues presentan una expansión ósea en forma de cresta que sobresale de la gran abertura del cráneo entre los ojos, además de poseer depresiones redondeadas en la superficie exterior de la mandíbula.

En cuanto a la evolución hacia la madurez, ejemplares jóvenes y adultos variaron principalmente en el tamaño y en el ángulo de la cresta ósea en la parte superior de la cabeza, que parecía ser pequeña e inclinada para los jóvenes y grande y empinada en los adultos.


Según los autores, el análisis de los huesos hallados sugiere que se trataba de una especie de carácter social, que vivía en colonias y pudo haber sido capaz de volar a una edad muy temprana.

Fuente: El Mundo

jueves, 21 de agosto de 2014

La paleobotánica arroja luz sobre los ecosistemas de los dinosaurios de Galve (Teruel)

La paleobotánica (área de la paleontología que estudia los fósiles de plantas) está arrojando información de gran relevancia sobre los ecosistemas en los que vivieron los dinosaurios que poblaron la provincia de Teruel durante el Mesozoico. Un artículo científico que acaba de ser publicado en la revista internacional Historical Biology revela que los ambientes en los que vivieron estos grandes vertebrados en la subcuenca de Galve eran muy húmedos y se caracterizaban por la presencia de coníferas de gran tamaño.

La publicación de esta investigación ha sido posible gracias a las excavaciones que desarrolla la Fundación Conjunto Paleontológico de Teruel-Dinópolis en la mina de Galve, dentro de los trabajos de control paleontológico que desarrolla desde el año 2008 en colaboración con Sibelco-Hispania, responsable de la explotación minera.

En el artículo se estudian los restos fosilizados de polen y de la flora presente en el yacimiento, donde se han producido hallazgos también de fósiles de huesos de dinosaurios del Barremiense, periodo geológico del Cretácico Inferior comprendido entre 127 y 129 millones de años.

Rafael Royo Torres, paleontólogo de la Fundación Dinópolis y uno de los autores que firman el artículo, ha explicado que en el trabajo se describen los fragmentos de cutículas (capa de las hojas) y el polen de plantas procedentes de dos yacimientos ubicados dentro de la mina de Galve: Mina Galve-9 y San Cristóbal-4.

El científico explicó que este tipo de fósiles complementa la información que se obtiene a través de los huesos y de las icnitas, las pisadas dejadas por los dinosaurios. Su interés reside en que permite conocer el ambiente en el que vivieron estos animales.

Mientras que hasta ahora eran numerosos los artículos sobre fósiles de vertebrados hallados en Galve, prácticamente no se había estudiado el entorno vegetal en el que vivieron. Además, aporta información sobre la geología en la que aparecen estos restos fósiles, por lo que ha sido posible situar la edad de la Formación Camarillas como Barremiense inferior-medio.

"La flora es un elemento que habla claramente del ambiente, y nos dice que estamos en un ambiente muy húmedo, con mucha agua; un ambiente de agua dulce cerca de la costa, pero sin ser la costa", indica Royo para referirse a la Formación Camarillas de la subcuenca de Galve.

En este sentido, añade que se trata de "un ambiente fluvial que hace que haya mucha vegetación y sea exuberante". Eso queda registrado en el sedimento por la gran diversidad de polen fosilizado que se ha encontrado, con una gran variedad de especies, entre una veintena, que pone de manifiesto la diversidad de la vegetación del entorno en el que vivieron los dinosaurios.

Las muestras que se tomaron en su día dentro de la Mina de Galve han arrojado la presencia de grandes coníferas como Pseudofrenolopsis, así como helechos. De estos últimos se han encontrado numerosas esporas de los géneros Cicatricosisporites y Plicatella.

También se han encontrado, aunque en menor medida, restos de angiospermas, es decir, plantas con flores. Su registro fósil está documentado a través de granos de polen de los géneros Crassipollis y Retimonocolpites.

Muestras muy pequeñas

"Son muestras muy pequeñas que recuperamos junto con los huesos, y es importante porque con eso tenemos la representación de los fósiles que aparecen dentro de esa formación", afirma el científico en referencia a la Formación Camarillas.

El trabajo ha sido fruto de varios equipos de investigación tanto de España como extranjeros, y refuerza la colaboraciones que la Fundación Dinópolis lleva a cabo con científicos especializados en diferentes áreas de la paleontología.

En este trabajo, además de Rafael Royo Torres, Francisco Javier Verdú y Luis Alcalá, de la Fundación Dinópolis, han participado investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en concreto Uxue Villanueva-Amadoz, que es la primera firmante del artículo.

También ha participado Luis Miguel Sender, del Área de Paleontología del Departamento de Ciencias de la Tierra de la Universidad de Zaragoza; Denise Pons, del Museo Nacional de Historia Natural de París; y José B. Diez, del Departamento de Geociencias Marinas y Ordenación del Territorio de la Facultad de Ciencias del Mar de la Universidad de Vigo.

El artículo, aparecido en la revista Historical Biology: An International Journal of Paleobiology se titula Palaeobotanical remains associated with dinosaur fossils from the Camarillas Formation (Barreamian) of Galve (Teruel, Spain).

Rafael Royo señaló que se trata de una revista de referencia y que la toma de muestras, la investigación y publicación ha sido muy rápida. "Creo que las muestras se tomaron a finales de 2012, en 2013 se hizo el congreso de paleobotánica en Teruel, y ahora se han publicado los resultados", recordó.

El científico de la Fundación Dinópolis comentó que en el yacimiento de San Cristóbal 4, dentro de la mina de Galve, donde se han hallado los restos de polen, esporas y cutículas de hojas, se han encontrado también huesos.

Congresos

Estos hallazgos han sido presentados parcialmente en algunos congresos, mientras que actualmente el paleontólogo Javier Verdú está realizando dentro de la Fundación Dinópolis una tesis doctoral sobre el Barremiense en la subcuenca de Galve que permitirá conocer en detalle la fauna y flora de este periodo geológico.

El paleontólogo añadió que el yacimiento donde han aparecido los fósiles de plantas está muy próximo a otros con restos directos (huesos) e indirectos (huellas). "Esto nos va a permitir reconstruir el ecosistema de entonces con una gran precisión", apuntó.

Los dinosaurios característicos que aparecen en estos afloramientos son ornitópodos, grandes vertebrados fitófagos (comedores de plantas) que convivirían con Dellaparentia, un iguanodóntido descrito por primera vez en Galve.

Ahora los científicos de la Fundación Dinópolis están estudiando si los huesos que aparecen en la mina de Galve pertenecen a ese mismo género o se trata de otro tipo de ornitópodos.


Royo manifiesta que los hallazgos que están apareciendo son muy interesantes, como la zona de cría que están estudiando. Valoró igualmente el apoyo que les da la empresa Sibelco, que explota la mina de arcilla, para el estudio científico de estos yacimientos. "Nos permite de una forma muy cordial llevar el control paleontológico desde el año 2008 y trabajar de manera muy rigurosa en la mina", indicó el científico.

Fuente: Diario de Teruel

miércoles, 20 de agosto de 2014

El Museo de Dinosaurios recibe al visitante 150.000

Recientemente el Museo de Dinosaurios de Salas de los Infantes ha recibido al visitante 150.000. La tarde del martes 19 de agosto, Milena de 12 años con su familia, la familia Lizaso Rebollo, procedente de Barcelona, ha visitado el Museo y gracias a ser identificado como el visitante número 150.000 ha sido obsequiada con un lote de productos del Museo. La familia Lizaso Rebollo conoció el Museo por veranear en la zona, concretamente en Vilviestre del Pinar, y es la primera vez que lo visita. Lo que más le ha llamado la atención ha sido la colección tan amplia de fósiles y lo didáctico de la exposición.

La cifra es significativa para tratarse de una instalación museística que carece de un presupuesto significativo de promoción, está radicada en un entorno rural y cuenta con unas instalaciones modestas en relación al enorme valor científico de las piezas que conserva y expone.

El Museo salense juega un papel importante en la promoción turística de la Sierra de la Demanda desde 2001. Recibe a lo largo de todo el año visitantes de cualquier parte de España y de varios continentes. Su oferta expositiva ha ido cambiando a lo largo de los años incorporando dioramas, réplicas de esqueletos, estatuas de dinosaurios y recursos audiovisuales. Como parte de su estrategia ha desarrollado convenios con otras instituciones científicas que han permitido desarrollar labores de investigación y divulgación cada vez más intensas. Desde hace unos años utiliza las posibilidades que da Internet para difundir sus actividades y tiene programada la instalación de recursos digitales de nuevas tecnologías. Con las intervenciones que se han realizado en los yacimientos de huellas de dinosaurios en la comarca, el Museo ha reforzado su función de interpretación de este patrimonio y como Centro que recibe y canaliza las visitas de los turistas interesados en este recurso.

Los fósiles que conserva permiten un actividad científica que ha difundido el valioso patrimonio paleontológico de Burgos por todo el mundo: congresos científicos, publicaciones, intercambios con centros de investigación nacionales y extranjeros, etc. En ese sentido se ha podido describir 3 especies de animales que no se conocen en otra parte del planeta: el dinosaurio Demandasaurus, el lagarto Arcanosaurus y la tortuga Larachelus.
El museo está implicado en la organización de eventos científicos como las Jornadas Internacionales de Paleontología (celebradas en Salas cada 3 años) o las excavaciones de dinosaurios en la comarca. Esto permite realizar labores didácticas y divulgativas para hacer comunicar de forma amena y comprensible el conocimiento científico que produce el Museo a la sociedad, por medio de exposiciones, documentos didácticos, visitas guiadas o talleres. El Museo es usado como un recurso didáctico y formativo por colegios, institutos y universidades, pero también recibe visitas de distintos colectivos que aprecian el atractivo e interés de un Museo de estas características

El Museo de Dinosaurios cuenta con el apoyo de la Fundación Dinosaurios de Castilla y León, en la que participan como patronos el propio ayuntamiento salense, la Diputación de Burgos y el Colectivo Arqueológico-Paleontológico de Salas, C.A.S. Además, las Fundaciones Caja de Burgos y Caja del  Círculo siguen participando en la promoción de actividades programadas por la Fundación Dinosaurios. Los proyectos de las instituciones salenses se concretan en el desarrollo de actividades durante la Semana de la Ciencia, el Día Internacional del Museo, exposiciones y concursos, etc.

El Museo de Dinosaurios programa sus actividades de acuerdo con la concepción moderna de los museos que investigan, divulgan y enseñan; una vez consolidado como Centro generador de Ciencia y de Cultura, tiene vocación de permanencia y crecimiento en el tiempo, apoyado en los abundantes yacimientos paleontológicos que atesora la comarca serrana. Su futuro pasa necesariamente por un proyecto renovado que sea posible con recursos mayores para la gestión de un patrimonio amplio y singular, con instalaciones que respondan a las necesidades actuales y futuras y con más personal investigador y divulgador.


martes, 19 de agosto de 2014

Fósiles hallados en Cuenca reconstruyen la armadura del último dinosaurio gigante

Los fósiles hallados en el yacimiento de Lo Hueco, situado en Cuenca, permitieron reconstruir por primera vez la armadura dérmica de los saurópodos titanosaurios, los últimos dinosaurios gigantes, que desarrollaron estas peculiares estructuras poco antes de desaparecer, hace 66 millones de años.

La reconstrucción la realizaron los paleontólogos José Luis Sanz y Daniel Vidal, de la Universidad Autónoma de Madrid, y Francisco Ortega, de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) y el estudio se publicó esta semana en la revista científica on line PLOS One.

Ortega dijo a Efe que estos saurópodos pertenecen al grupo de los últimos dinosaurios gigantes que hubo en la Tierra -el grupo de los animales más grandes que han pisado el planeta- que tuvieron la particularidad de generar una armadura dérmica, al acorazarse con unos huesos muy grandes que tenían incrustados dentro de la piel.

Solo han aparecido en el mundo entre 30 y 40 huesos de este tipo, denominados osteodermos, de ellos una veintena en el yacimiento español, que permitieron a los paleontólogos interpretar aspectos no conocidos de la apariencia externa de estos dinosaurios de cuello largo.

"Tenemos la colección más grande de osteodermos de saurópodos que se conoce de un único yacimiento en todo el mundo y eso nos ha permitido interpretar cómo es la morfología de esos osteodermos", afirmó Ortega.

Desarrollaron estas estructuras óseas al final de su existencia y no se tiene muy claro como funcionaban.

Solo hay otro grupo de dinosaurios acorazados, los estegosaurios que tienen un relativo parecido.

Tras estudiar la morfología de los osteodermos aparecidos en el yacimiento español, los investigadores dedujeron que los saurópodos titanosaurios, que medían más de 20 metros, llevaban los pinchos probablemente en la base de la cola y sobre todo en dos filas a lo largo del lomo.


Lo que aún no se ha determinado claramente es la finalidad que tenían estas estructuras, ya que parece evidente que no serían de carácter defensivo "porque estos animales eran inmensos y no lo necesitarían", aclaró Ortega.

Fuente: LaTercera.com

jueves, 14 de agosto de 2014

Horario del Museo de Dinosaurio durante las Fiestas Patroneles




Durante las fiestas patronales de Salas de los Infantes el Museo de Dinosaurios permanecerá cerrado. Esto será desde el jueves 14 de agosto por la tarde y hasta el domingo 17 inclusive. El jueves 14, está abierto de 10:00h. a 13:00h.

domingo, 10 de agosto de 2014

Descubierto un nuevo dinosaurio en Venezuela que era un animal social

Un grupo de fósiles de dinosaurios descubierto en Venezuela ha sido identificado como una nueva especie que evidencia la conducta social más temprana entre dinosaurios con caderas de ave -ornitisquios- según un artículo que ha sido publicado en la revista Proceedings B de la Royal Society.

Esta nueva especie ha sido denominada Laquintasaura venezuelae después de que se encontraran fósiles de hace 201 millones de años en la Formación La Quinta, en la ciudad de La Grita, del Estado de Táchira (Venezuela).

El equipo internacional de investigadores que ha llevado a cabo el descubrimiento consideraba que dicha región permanecía deshabitada por los dinosaurios debido a los extensos desiertos que la rodeaban.

El hallazgo incluye huesos de al menos cuatro miembros de esta familia de dinosaurios, con edades comprendidas entre los tres y los 12 años de edad aproximadamente.

Según el estudio, Laquintasaura venezuelae caminaba sobre sus patas traseras y era del tamaño de un perro pequeño. Además, se cree que fueron principalmente herbívoros, aunque no se descarta que pudieran haber comido insectos u otras presas pequeñas.

"Es inesperado que vivieran en manadas", ha dicho el Dr. Barret
El equipo de científicos está liderado por el Dr. Paul Barrett, experto de paleobiología evolutiva de dinosaurios del Museo de Historia Natural de Londres y presidente de la Sociedad Paleontográfica de Reino Unido.

"Siempre es emocionante descubrir una nueva especie de dinosaurio, pero hay muchas novedades sorprendentes con Laquintasaura", ha afirmado el Dr. Barrett. "Es fascinante e inesperado comprobar que vivían en manadas, algo de lo que tenemos poca evidencia en los dinosaurios de esta época".

La datación exacta de Laquintasaura ayuda también a definir un período temprano de la evolución de los dinosaurios. “Vivió muy poco después de la extinción masiva al final del período Triásico, hace 201 millones de años, demostrando que los dinosaurios se recuperaron rápidamente después de este evento", ha asegurado el Dr. Barrett.


"Se han encontrado relativamente pocos dinosaurios tempranos con caderas de ave, por lo que L. venezuelae ayudará a llenar los vacíos", ha destacado el profesor Marcelo Sánchez-Villagra de la Universidad de Zürich y co-autor del artículo que anuncia el descubrimiento.

Fuente: Rtve

Rastrean los pasos de un dinosaurio único en un yacimiento en Burgos con más de mil huellas

El periódico científico on line MATERIA publica la noticia sobre los
resultados de la XII Campaña de excavaciones paleontológicas en la Sierra de
la Demanda. Aunque es uno más de los Medios que lo ha publicado, hay que
subrayar la difusión y calidad de este periódico que apuesta por la
divulgación científica en los tiempos tan revueltos que sufre actualmente la
Ciencia en España.
Os aconsejamos su lectura por los comentarios que realiza sobre el trabajo
que estamos llevando a cabo en Salas, pues siempre es estimulante comprobar
que entienden y aplauden nuestro trabajo personas con capacidad contrastada
para valorar este tipo de iniciativas.

En Quintanilla de las Viñas, en las estribaciones de la Sierra de la Demanda burgalesa, construyeron los visigodos hace más de 1.300 años una ermita dedicada a Santa María. Muy cerca de allí, se encontraban ya entonces los rastros de unos seres que quizá aquellos antiguos pobladores de la Península Ibérica hubiesen confundido con dragones. En el yacimiento de Las Sereas se han identificado ya más de 800 huellas de dinosaurios que se pasearon por la zona hace más de 140 millones de años, pero solo se han estudiado cinco de los catorce afloramientos que se conocen. “Podemos afirmar sin ningún problema que hay más de mil huellas”, afirma Fidel Torcida, director del Colectivo Arqueológico-Palentológico Salense (CAS) y responsable de la excavación.
El paisaje mesetario de hoy estaba ocupado en el tiempo de los dinosaurios por un lago, en torno al cual vivían varias especies de estos animales. Los saurópodos, herbívoros de cuello y cola largos, convivían con los carnívoros bípedos que se conoce como terópodos, de la familia de los tiranosaurios o los velocirraptores, y con dinosaurios acorazados como los estegosaurios. Algunos de ellos dejaron sus huellas en el barro a lo largo de los cinco kilómetros que hoy ocupa el yacimiento de Las Sereas. Estas marcas se secaron y pudieron mantener su forma cuando quedaron enterradas con el paso del tiempo. Los procesos geológicos posteriores las acabaron petrificando y permitieron que se conservasen hasta ahora.

Un saurópodo de 17 metros
En la última campaña de excavaciones, desarrollada este verano y presentada ayer en Burgos en el Centro Nacional de Investigación sobre Evolución Humana (CENIEH), los investigadores han encontrado decenas de nuevas huellas, y han identificado un rastro especialmente interesante: un paseo de 17 metros de un dinosaurio saurópodo en el que se ven 45 huellas de las patas delanteras y traseras del animal. Estas icnitas (así se conocen las huellas fosilizadas), algunas de medio metro de largo, corresponden a un dinosaurio de peculiares características que ya se había encontrado en otros sectores de Las Sereas, pero del que no se han encontrado rastros similares en ninguna otra parte del mundo ni se puede asociar a huesos fósiles conocidos. Ahora, Torcida y su equipo trabajan para certificar estos recientes descubrimientos y ponerles el marchamo de calidad de una revista científica. De momento, ya saben que tenía unas patas traseras de tres metros de largo.

Hasta hace no demasiado, el estudio de las icnitas se consideraba algo menor, siempre a la sombra de los huesos fosilizados. Sin embargo, ahora se sabe que las huellas tienen una gran relevancia científica. Las huellas hablan sobre cómo se movía el animal y a partir de ahí permiten entender mejor cómo estarían colocados los huesos fósiles que se encuentran desperdigados y ayudan a montar el rompecabezas de los dinosaurios. Además, proporcionan información sobre aspectos de su vida social imposibles de conocer a través de sus huesos.

En España ya se han encontrado más de 15.000 huellas y la relevancia de este patrimonio ha llevado a las icnitas ibéricas a ser candidatas a convertirse en Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Torcida confía en que los nuevos descubrimientos en Castilla y León, que se añaden  a más hallazgos realizados en regiones como La Rioja o Asturias, puedan servir para lograr un objetivo que no se consiguió en 2010. Por ahora, según comenta el paleontólogo, las administraciones regionales que surgieron tras las últimas elecciones no han retomado la iniciativa para dar un impulso esencial para este patrimonio científico y cultural.

Investigadores comprometidos
Situadas en regiones rurales y con un apoyo público limitado, más en tiempos de escasez presupuestaria, la etiqueta de patrimonio de la humanidad supondría un incremento de recursos, tanto para la investigación como para la divulgación de estos hallazgos al público. Ahora, en pequeñas localidades como Enciso, en La Rioja, con menos de 200 habitantes, o Salas de los Infantes, en Burgos, que ronda los 2.000, el esfuerzo de algunos investigadores comprometidos y el apoyo social han permitido mantener un asombroso ritmo de descubrimientos, realizar una tarea continuada de divulgación e incluso atraer a congresos en estos pueblos a expertos de prestigio internacional.

Durante la presentación de los resultados de la última campaña de excavación, Torcida, acompañado de Alfredo Pérez, director del CENIEH, anunciaron un reciente acuerdo con esta institución por la que les prestará apoyo tecnológico y conocimiento. Las técnicas de escáner permitirán dejar registrados unos yacimientos de gran fragilidad además de recoger características que no se pueden ver a simple vista.


Después del hallazgo del paseo de este saurópodo, que aún está por bautizar, vendrán, muy probablemente, otros, dado que la mayor parte del yacimiento está por explorar. De momento, habrá que esperar a la campaña del año que viene para seguir conociendo a otros dinosaurios que poblaron aquel concurrido lago junto al que, millones de años después, los visigodos construyeron una iglesia.

Fuente: Materia

viernes, 8 de agosto de 2014

Roberto Wagner en el Museo de Dinosaurios


Recientemente nos visitó Roberto Wagner, el mayor experto en paleobotánica del Paleozoico de nuestro país, y responsable de la parte de paleobotánica del Jardín Botánico de Córdoba. Hace unos pocos años compartió con nuestros colegas de las universidades de Vigo y Zaragoza una jornada de excavaciones en el yacimiento de Vallazmorra; esa ocasión la aprovechó para visitar el Museo de Dinosaurios, donde se asombró de la colección de plantas benettitales que se conservan. El motivo principal de la visita fue el depósito de un magnífico ejemplar de frondes de Polymorphopteris, un helecho del Estefanienese perfectamente conservado. Este fósil, de una belleza sobresaliente, será expuesto en el Museo o en foros turísticos y exposiciones futuras. Su presencia en nuestro Museo completa la colección de plantas fósiles del mismo, con ejemplares mesozoicos de coníferas (troncos, piñas), benetitales (troncos, impresiones de hojas), polen y esporas de diversos grupos y tallos de helechos de porte arbóreo.

jueves, 7 de agosto de 2014

XII Campaña de Excavaciones Paleontológicas en la Sierra de la Demanda (Burgos): resultados

El principal descubrimiento realizado consiste en un rastro muy largo de un dinosaurio saurópodo: 17 metros de longitud, que comprende 45 huellas de pies y manos del animal, algunas en muy buen estado de conservación. Se trata, sin duda, de uno de los rastros saurópodos más completos de los encontrados en nuestro país. En las huellas hay detalles anatómicos de dedos que son importantes para caracterizar este tipo de huellas. Lo más interesante es que los caracteres encontrados son muy semejantes a los que se conocían en el afloramiento cercano de Sereas 7, por lo que se trataría en los dos casos de individuos de la misma especie. Este hecho tiene una importancia científica notable, pues las investigaciones en Las Sereas 7 han determinado que son huellas singulares: ni se conocen otras similares en el registro mundial, ni hay restos esqueléticos de dinosaurios saurópodos que se corresponderían con este tipo de pies. Con este nuevo descubrimiento se constata la circunstancia de encontrarnos con un tipo de huella saurópoda inédita en el registro mundial y que, sin embargo, parece tratarse del saurópodo más frecuente en Las Sereas. La hipótesis con la que trabaja el equipo de investigación de Las Sereas – en el que se incluyen paleontólogos del Museo de Dinosaurios salense y del CONICET argentino- es que se trata de un tipo de huella saurópoda no descrita hasta ahora en el registro icnológico mundial.

El rastro saurópodo citado es también interesante porque conserva muchos detalles del movimiento de las extremidades en el barro, o del comportamiento de éste al ser removido y desplazado por los dinosaurios. El suelo resultó intensamente deformado por el paso de ese gigante que poseía unas extremidades posteriores de 3 metros de altura (la longitud de algunas huellas supera los 55 cm).

Otras huellas encontradas corresponden a terópodos, dinosaurios carnívoros que se desplazaban sobre sus dos patas posteriores. Es el grupo más abundante en Las Sereas en cuanto al número de individuos representado. Algunas huellas muestran claras diferencias entre ellas, por lo que se considera que había una alta diversidad de dinosaurios depredadores en un entorno abundante en presas.

El tercer grupo identificado en Las Sereas 8 es el de los estegosáuridos, dinosaurios con placas óseas en el dorso de su cuerpo. Se ha descubierto un rastro incompleto que muestra huellas de pie y mano con detalles anatómicos bien conservados. Este hallazgo ratifica la presencia de estos dinosaurios acorazados en Las Sereas. Aunque sea el grupo menos representado, permite ampliar la diversidad de tipos de dinosaurios que conocemos en este yacimiento.


Como primeros resultados globales de la XII Campaña, podemos señalar que se ha ampliado la información sobre este extenso yacimiento de 5 Km de longitud, se han obtenido datos sobre la diversidad de especies de dinosaurios, sobre cómo ocupaban el espacio, cuales eran predominantes y cuales escasos, sus interacciones en los lugares que coincidían, sus preferencias por determinados lugares del lago donde transitaban, etc.

Además, el escaneado de los yacimientos Sereas 6 y 7 por parte del CENIEH (Centro Nacional de Investigación sobre Evolución Humana) permitirá trabajar en características del yacimiento que pueden pasar desapercibidos a simple vista y que el escaneado recoge fielmente. Este proceso tiene también aplicaciones en la comunicación y documentación científicas y la divulgación al público, a la vez que soslaya de alguna manera el deterioro que el paso del tiempo provoca en los yacimientos.


El Colectivo Arqueológico-Paleontológico Salense (C.A.S) está planificando para el futuro de Las Sereas una serie de intervenciones que están condicionadas por 2 características de este megayacimiento: la fragilidad de la roca y la gran cantidad de puntos que afloran con huellas. El punto de partida de estos proyectos futuros a medio y largo plazo es el de concentrar los esfuerzos de protección y puesta en valor en zonas accesibles al público y que contengan afloramientos de huellas abundantes y bien conservadas. En este sentido el conjunto de Sereas 6, 7 y 8 puede ser el mejor candidato para elaborar un producto paleontológico que aúne ciencia y divulgación. La colaboración de la Fundación Dinosaurios de Castilla y León y del CENIEH puede facilitar esa planificación, así como la coordinación establecida entre el CAS y los proyectos que desarrolla la Asociación de Amigos Tierra de Lara.

Los organizadores quieren reiterar su agradecimiento a las instituciones y empresas (ver abajo) que han colaborado en esta XII Campaña, demostrando su compromiso y su sensibilidad hacia este patrimonio regional que precisa de investigación, protección y conservación, por ser un Bien que debe preservarse para disfrute de generaciones futuras. Tanto el Museo de Dinosaurios como los yacimientos de icnitas preparados para su visita demuestran fehacientemente que este patrimonio paleontológico forma parte importante de la riqueza en recursos turísticos y culturales de nuestra comarca y de Castilla y León.

El equipo de excavación ha estado formado por unas 25 investigadores, entre miembros del CAS y del Museo de Dinosaurios, así como colaboradores y voluntarios, estudiantes y diplomados de Biología, Geología, Ingeniería  de Minas, Historia, Arte y Diseño y Restauración. Proceden de distintas universidades, y de distintas provincias: Valencia, Madrid, Salamanca, León, Burgos y una persona procedente de México.

Colaboradores en la XII Campaña de excavaciones paleontológicas:

La Fundación Dinosaurios cuenta con el Ayuntamiento de Salas de los Infantes como principal promotor desde su puesta en marcha; asimismo, la Diputación de Burgos mantiene su compromiso como patrono de la Fundación Dinosaurios.

Esta excavación también se ha planteado como una acción de Voluntariado Ambiental realizada con la ayuda de Fundación Caja de Burgos a través de su Aula de Medio Ambiente y Obra Social “la Caixa.

También ha colaborado el Ejército de Tierra de España con la instalación de redes miméticas que facilitaron el trabajo de los investigadores con protección frente a la radiación solar, y un aljibe isotérmico para tener agua potable a pie de yacimiento.

Por último dos empresas locales, Talleres Joangar S.L. y Asesoría Lalanne se suman al elenco de instituciones y empresas que brindaron su colaboración.

martes, 5 de agosto de 2014

Argentina ilustra los dinosaurios salenses

El argentino Jorge Antonio González ha logrado el primer premio del VI Concurso Internacional de Ilustraciones Científicas sobre dinosaurios con su lámina «Eclosión de Titanosaurio de Sierra de La Demanda, Burgos». La obra está realizada con técnicas de dibujo digital e ilustra el momento en que eclosiona del huevo una cría de dinosaurio titanosáurido, lo que alude a los yacimientos de huevos fosilizados del sureste burgalés y exhibidos en el Museo de Dinosaurios salense.
El segundo premio lo obtuvo la ilustración «Mother» del ucraniano Sergey Krasovskiy, uno de los autores más premiados en la historia de este concurso. El ruso Nikolay Litvinenko se hizo con el tercer premio con su ilustración «Dust storm», en la que varios ejemplares del dinosaurio Protoceratops protegen sus nidos de una violenta tormenta de polvo.

La fundación para el Estudio de los Dinosaurios en Castilla y León y el Museo de Dinosaurios de Salas de los Infantes organizan el concurso. Los premios están financiados por la Fundación Dinosaurios y la empresa salense Hernaiz Muelas Construcción.

Fuente: Diario de Burgos

Paleontólogos descubrieron los mamíferos más antiguos de la Antártida

Investigadores del Museo de la Plata, el CONICET y el Instituto Antártico Argentino, con la colaboración  de un investigador alemán, descubrieron restos fósiles de dos mamíferos de tamaño semejante a una oveja en inmediaciones de la Base Marambio.

Ambos ejemplares, de 55.3 millones de años de antigüedad, representan la evidencia más antigua sobre la presencia de mamíferos terrestres en el continente antártico, aunque el doctor Javier Gelfo, primer autor del estudio recientemente publicado en la revista Palaeontology, aseguró a la Agencia CTyS que en la próxima campaña de verano irán en búsqueda de restos aun más primitivos.

Los mamíferos descubiertos eran herbívoros caracterizados por poseer pezuñas que recubrían los dedos de sus cuatro patas. Fueron encontrados cerca de la base Marambio, en la Isla Seymour, en un yacimiento del Eoceno temprano donde también se han descubiertos restos de dientes de tiburón, moluscos, rayas y pingüinos.

“Uno puede preguntarse cómo esos animales terrestres pueden encontrarse junto a especies marinas y la respuesta es que, luego de morir, fueron transportados por antiguos ríos desde áreas continentales hacia la desembocadura de los mismos”, explicó Gelfo, investigador de la División Paleontología de Vertebrados del Museo de La Plata.

El diente fue adjudicado a un mamífero placentario de la familia Sparnotheriodontidae del extinto orden Litopterna, el cual tuvo amplia distribución en América del Sur durante el Cenozoico. No obstante, cuando estos animales vivían, la Antártida ya llevaba alrededor de cinco millones de años separada del resto de los continentes, aunque conservaba un clima tropical y con un ecosistema de bosques que abastecían de alimento a estas especies.

El paleontólogo precisó que “la Antártida ya estaba cerca de las latitudes que tiene ahora, por lo que tenía una estacionalidad marcada, con inviernos bastante oscuros y veranos bastante cálidos, pero el ambiente era muy distinto al actual y este grupo de mamíferos logró supervivir por varios millones de años más en el continente que ahora tiene un clima polar”.

En la próxima expedición, Gelfo tiene la expectativa de hallar fósiles de mamíferos aun más antiguos: “Estamos preparando la campaña de verano 2015, que es organizada por el Instituto Antártico Argentino, e iremos en busca de fósiles de mamíferos más primitivos”.

El surgimiento de este género de mamíferos

Los mamíferos placentarios ingresaron a América del Sur desde América del Norte después de la extinción de los dinosaurios, la cual ocurrió hace 65 millones de años.

Desde ese momento, los mamíferos se diversificaron y llegaron a expandirse, pero aquellos que arribaron a la Antártida quedaron aislados una vez que se eliminó el istmo que los unía a Sudamérica.

La importancia de este hallazgo es que aporta nueva información sobre la historia evolutiva de estos mamíferos nativos de América del Sur y, a su vez, indirectamente, agrega datos sobre la separación marítima entre la Antártida y la Patagonia.

A partir del estudio del diente, un molar inferior, se nota que hay una diferencia evolutiva respecto a los mamíferos que vivían en Sudamérica que solo se pudo haber alcanzado con una separación de aproximadamente cinco millones de años.

“Esta diferencia es un elemento más para inferir que la desaparición de la conexión terrestre que había con la Antártida se produjo alrededor del Paleoceno tardío, hace unos 60 millones de años, aunque no se puede precisar el momento con exactitud”, comentó Gelfo a la Agencia CTyS.

Así, estos ejemplares son una pista independiente de la geología sobre el momento en que desapareció el istmo. En futuros estudios, se tratará de encontrar mamíferos más antiguos en la Antártida, con el fin de encontrar ese ancestro común que existió en el momento en que se separaron la Antártida y la Patagonia.

Características de los fósiles encontrados

El investigador contó que se pudo determinar que el ejemplar del que se encontró el molar inferior pertenecía al grupo Sparnotheriodontidae  y que es factible que el espécimen del que se encontró una falange intermedia pertenezca también a ese mismo grupo.

Si bien se conoce muy poco sobre las falanges de estos mamíferos, por la forma de dichos huesos, se pueden realizar deducciones sobre sus estrategias de locomoción y ciertas características de sus físicos.

“Esta falange es relativamente corta, muy ancha y proporcionalmente grande para el tamaño general del animal, lo que hace pensar que era un mamífero adaptado para soportar grandes pesos, si bien esta característica se encuentra en animales de gran porte como un elefante y no en animales que tienen el tamaño de un carnero”, observó Gelfo.


No obstante, el paleontólogo analizó que, en ocasiones, hay caracteres que se heredan de manera pasiva. Y ejemplificó: “Se conocen elefantes fósiles enanos en algunas islas del mediterráneo que tenían las características para soportar grandes pesos, pero no porque la necesitaran, sino porque la heredaron de sus ancestros y eso también podría haber pasado en este caso, por lo que se podría especular que estos mamíferos tuvieron un ancestro de mayor porte”.

Fuente: Agencia CTyS

domingo, 3 de agosto de 2014

El Museo de Dinosaurios en PANGEA Magazine

En el nº 1 de 2014 de la revista PANGEA MAGAZINE aparece el Museo de Dinosaurios de Salas de los Infantes, en la sección de museo destacado.

Pangea es la única revista española de Paleontología que recorre el pasado de nuestro planeta con más de 20 ilustraciones creadas exclusivamente para la revista, que te mostrarán animales y hábitats extintos, de una manera actualizada y rigurosa.

viernes, 1 de agosto de 2014

Los dinosaurios encogieron durante 50 millones de años para llegar a aves

Un estudio internacional revela que el linaje de dinosaurios que evolucionó hacia las aves necesitó cerca de 50 millones de años para conseguir reducir su tamaño al de un pájaro. Este proceso de evolución constante favoreció que, antes de la aparición de la primera ave documentada, surgieran especies con alas y plumas que experimentaron con el vuelo.

Los gigantes y pesados dinosaurios se transformaron en pequeñas y ágiles aves tras un proceso de encogimiento que se extendió a lo largo de 50 millones de años, un tiempo más extenso del que se creía hasta ahora. Esta es la principal conclusión del trabajo que científicos de las universidades de Adelaida (Australia), Boloña (Italia), Southampton (Reino Unido) y Debrecen (Hungría) publican esta semana en la revista Science

El linaje evolutivo de las actuales aves voladoras empezó hace alrededor de 210 millones de años a finales del Triásico. A partir de ese periodo, el peso corporal del orden de los dinosaurios terópodos, del que descienden las aves, fue disminuyendo progresivamente desde los 163 kg a los 0,8 kg del primer pájaro conocido, el Archaeopteryx, con caracteres intermedios entre los dinosaurios emplumados y las aves modernas. Siempre ha existido gran controversia acerca del origen de este genero debido a la ambigüedad de sus rasgos.

“Las aves han sido diferenciadas de sus parientes cercanos por su capacidad de volar”, indica a Sinc Michael Lee, autor principal de la investigación e investigador en la institución australiana, "pero en los últimos años esta distinción se ha difuminado debido al descubrimiento de dinosaurios con plumas como Microraptor –también con alas en sus extremidades inferiores–, que era capaz de planear. Sin embargo, un nuevo espécimen de Archaeopteryx estudiado recientemente sugiere que las primeras aves tenían alas más evolucionadas y una mejor capacidad de vuelo”.

Según explica Michael Benton de la Universidad de Bristol (Reino Unido) en un artículo de opinión complementario al trabajo de Science, en 1994 fue descubierto en China un fósil de dinosaurio sin alas pero con un recubrimiento de plumas. Fue el primero de una serie de hallazgos que han evidenciado el periodo de experimentación de estos animales extintos con el vuelo o, más bien, con el planeo y el salto.

Otro de los resultados del trabajo revela que este proceso de miniaturización habría propulsado la adaptación del esqueleto de estos grandes reptiles. La evolución habría sucedido cuatro veces más rápido a lo largo de las doce ramificaciones filogenéticas de los terópodos a las aves que en el resto de linajes evolutivos de los dinosaurios.

“El progreso del tamaño corporal habría sido un paso liberador. Permitió a los dinosaurios explorar toda una gama de nuevos estilos de vida y hábitats. De pronto, podían trepar a los árboles, perseguir a los insectos, saltar y planear”, sostiene Lee, "y esto habría provocado una explosión en esta rama de la evolución”.

Por su parte, Benton también plantea que el salto a los árboles fue un intento de escapar de los depredadores o de encontrar nuevos recursos alimenticios. Esta ‘mudanza’ habría requerido cuerpos pequeños, ojos agrandados para aumentar la visión tridimensional, mayores cerebros frente a la diversidad arbórea, plumas aislantes para permitir la actividad nocturna o el alargamiento de las extremidades para favorecer los saltos entre árboles.

El conjunto de adaptaciones habría moldeado los rasgos de las aves tal y como las conocemos hoy en día, con los hocicos cortos, los dientes más pequeños y las plumas aislantes. No obstante, el equipo subraya que estas características han sido adquiridas coordinadamente al influir también unas entre otras.

Método innovador

Para llegar a las conclusiones, los investigadores han utilizado una técnica estadística bayesiana, desarrollada originalmente para deducir las tasas de evolución de los virus. De esta forma han analizado más de 1.500 rasgos anatómicos de 120 especies de terópodos y aves primitivas, el mayor registro hasta la fecha.


Hasta ahora, los análisis filogenéticos del grupo habían seguido tres pasos: construir el árbol evolutivo, datar los puntos de ramificación y asignar las especies. Con el nuevo método se ha realizado todo el proceso a la vez. Los autores consideran que los estudios previos que apuntaban a que los cambios evolutivos en este linaje había sido más veloces, en realidad no reproducían con exactitud el proceso, ya que se centraban solo en las ramas evolutivas rápidas o en pocos rasgos esqueléticos evaluados.

Fuente: Agencia Sinc

Un estudio varía la edad y la clasificación que hasta ahora se achacaba al Aragosaurus

Con motivo de los 30 años de la última excavación en el yacimiento Las Zabacheras de Galve, realizada en 1983, y también para estudiar los fósiles del esqueleto de Aragosaurus ischiaticus (primer dinosaurio definido en España) que aún permanecían inéditos, se ha llevado a cabo un nuevo trabajo científico que acaba de publicar la revista británica Zoological Journal of the Linnean Society.

Faltaba un análisis detallado acerca de este emblemático dinosaurio que incluyera la descripción de todos los huesos conocidos y completara aspectos científicos sobre su anatomía, clasificación y la edad en la que vivió, objeto de debates científicos.

Aragosaurus fue un dinosaurio saurópodo (herbívoro de hábitos cuadrúpedos, con cuello y cola muy alargados y con una cabeza pequeña). Los huesos estudiados en el nuevo trabajo son una extremidad delantera, un fémur, una falange ungueal (uña), huesos de la cintura escapular y pélvica, 14 vértebras de la cola, chevrones y costillas. Por otra parte, el único diente asignado previamente a esta especie ha sido descartado como perteneciente a ella. Los huesos hallados permiten estimar unas dimensiones de 17 metros de longitud y 20 toneladas de peso y situarlo como un macronario basal, es decir, emparentado con los camarasáuridos de Norteamérica y con los braquiosáuridos de Norteamérica y África.

Aragosaurus vivió en un antiguo delta (una zona húmeda con abundante vegetación) surcado por canales meandriformes que desembocaban en el Mar de Tethys (ancestro del actual Mediterráneo). Aragosaurus compartiría hábitat, hace unos 145 millones de años con dinosaurios típicos del final del Jurásico de la Península Ibérica: otros saurópodos gigantes, estegosaurios y diversos carnívoros.

En el estudio, liderado por la Fundación Conjunto Paleontológico de Teruel-Dinópolis, colabora José Luis Sanz (Universidad Autónoma de Madrid), autor principal de la nueva especie –que se publicó en 1987- así como científicos del University College de Londres, del Imperial College de Londres y de la Universidad Complutense de Madrid.

Nuevos descubrimientos en el año 2004

El yacimiento Las Zabacheras fue excavado en varias ocasiones. La primera, a finales de los años 50, cuando José María Herrero y Dimas Fernández Galiano recuperaron varios huesos que se depositaron en el Museo Provincial de Teruel. Posteriormente, entre 1982 y 1983, un equipo de paleontólogos de la Universidad Autónoma de Madrid y del Instituto de Paleontología de Sabadell (hoy Institut Català de Paleontología) estudió el yacimiento y sus fósiles. Como resultado de sus actuaciones, Aragosaurus ischiaticus se definió en el año 1987, en la revista Estudios Geológicos (CSIC).

Este mismo año 2014 se ha vuelto a excavar este yacimiento histórico que estaba literalmente cubierto por más de 4 metros de escombros. La actuación ha permitido alcanzar los niveles fosilíferos originales y recuperar huesos inéditos de Aragosaurus ischiaticus: varios chevrones, un esternal y una tibia. Además, los restos vegetales y el polen que se han hallado en Las Zabacheras permitirán conocer todavía más información acerca del ecosistema en el que vivió el “lagarto de Aragón”. Estas investigaciones se realizan en el marco de un proyecto paleobotánico con especialistas de la Universidad de Vigo y de la Universidad Nacional Autónoma de México, programado para conocer la flora de los humedales del final del Jurásico y del Cretácico temprano de Galve. Algunos resultados obtenidos en otros dos yacimientos con dinosaurios de Galve se acaban de publicar  en la revista Historical Biology.

Los fósiles de Aragosaurus se exponen en la sede de Dinópolis en Galve, ‘Legendark’, y en la colección paleontológica del Ayuntamiento de Galve.

La tibia, uno de los nuevos fósiles hallados en 2014 se presentará en el 74º congreso internacional de la Society of Vertebrate Paleontology que se celebrará en Berlín durante el próximo mes de noviembre. La tibia original y una reproducción de los huesos de la mano podrán verse en Dinópolis-Teruel a partir del día 30 de julio.

Fuente: Heraldo
http://www.heraldo.es/noticias/aragon/teruel_provincia/2014/07/30/un_estudio_varia_edad_clasificacion_que_hasta_ahora_achacaba_aragosaurus_302344_1101027.html