domingo, 30 de enero de 2022

'Manuales de ausencia', los poemas del investigador burgalés Fidel Torcida llegan al MEH

Libros en Burgos

El jueves 3 de febrero el Museo de la Evolución Humana acoge una velada poética a cargo del director del Museo de Dinosaurios, Fidel Torcida, donde presentará su primer libro de poesía, 'Manuales de ausencia'

El investigador, autor y profesor Fidel Torcida con su libro. / BC
El Museo de la Evolución de Humana (MEH) de Burgos acoge este jueves 3 de febrero una velada poética en la que se presentará el primer libro de poesía de un investigador burgalés, profesor y experto en dinosaurios, Fidel Torcida.

El director del Museo de Dinosaurios de Salas de los Infantes, Fidel Torcida, presenta en esta velada su libro 'Manuales de Ausencia'. En esta obra el autor expresa, a través de una treintena de poemas, sus experiencias, inquietudes y anhelos vitales más íntimos.

Estará acompañado en esta velada poética por Ricardo Ruiz y María José Castaño. La cita tendrá lugar en el salón de actos del MEH a las 20.15 horas. Además, se podrá seguir el acto en directo vía online en la cuenta de YouTube del MEH.

burgosconecta.es

El Museo de Dinosaurios de Salas aumenta un 90% la cifra de visitantes respecto a 2020, con 14.100

La situación de crisis ocasionada por la pandemia produjo la reducción de visitantes al museo a los 7.340, sin embargo, 2021 ha sido uno de los «mejores años»

Museo de Dinosaurios de Salas de los Infantes. / Aythami Pérez.
La situación de crisis ocasionada por la pandemia produjo la reducción de visitantes al museo a los 7.340, sin embargo, 2021 ha sido uno de los «mejores años» en este aspecto, pues hasta 14.100 personas han visitado las exposiciones el pasado año, lo que supone un incremento del 90 por ciento respecto al 2020 y todavía en situación de «inseguridad sanitaria» y con varias restricciones «aún vigentes», según ha informado el museo a Europa Press.

En este sentido, el museo ha celebrado los casi 12 millones de euros de impacto en la localidad y su comarca que suponen las cifras de visitantes logradas el pasado año, una cantidad que «supera» en varias veces la inversión efectuada por las administraciones en la entidad públicas en el conjunto de todos los años que lleva funcionando.

Asimismo, el espacio expositivo considera destacable la relación entre la «baja inversión» que se aplica al museo y el retorno económico que produce en Salas de los Infantes y la comarca, y ha concluido que las cifras de visitantes son «muy positivas», al compararlas con otros museo de la Comunidad, que «disfrutan» de unos presupuestos mucho más «elevados» por visitante y año.

Reclamo

El Museo de Dinosaurios de Salas ha reconocido que los museos dedicados a los dinosaurios en España siguen un patrón «evidente» como reclamo turístico, ya que son un «objetivo prioritario» en las inquietudes sociales en ocio y cultura, dado que hay un «numeroso público» de diferentes edades y con motivaciones diversas. 

En este sentido, las mismas fuentes han asegurado que el impacto turístico asociado a los dinosaurios serranos en realidad es «mayor», pues se complementa con la celebración de actividades de didáctica y divulgación dirigidas a todo tipo de público y que convoca a la participación de visitantes nacionales e internacionales.

Asimismo, a lo largo de su existencia, el museo ha organizado o participado en exposiciones temporales, talleres didácticos para escolares y niños, conferencias, espectáculos, eventos deportivos como La Demandasaurus, visitas guiadas a yacimientos y excavaciones, etcétera.

Por último, gracias a la organización y participación en distintas exposiciones temporales realizadas en varios puntos del país en años recientes (Madrid, Granada, Burgos, Valladolid, San Sebastián, Logroño, Zaragoza), más de 650.000 personas de distintos países han podido disfrutar de los fósiles de los dinosaurios serranos.

El museo ha incidido en que es un recurso turístico que «genera riqueza económica» y produce ciencia, conocimiento y cultura. «Constituye, en definitiva, un instrumento que contribuye al asentamiento de población, con generación de trabajos especializados, y, en definitiva, un recurso importante para la lucha contra el vaciamiento progresivo y el envejecimiento de población en esa comarca plenamente rural», ha añadido.

burgosconecta.com

Encuentran tejido nervioso en fósiles de insectos de más de 500 millones de años

Una nueva investigación logró encontrar tejido nervioso en fósiles de insectos de hace más de 500 millones de años. El excepcional hallazgo podría ayudar a los científicos a reconstruir la historia evolutiva de las arañas y escorpiones modernos.

© Sputnik / Vladimir Astapkovich

Según Javier Ortega-Hernández, primer autor de la investigación, encontrar tejido nervioso fosilizado del período Cámbrico —que tuvo lugar hace entre 543 millones y 490 millones de años—, es una "raridad".

"Es realmente un golpe de suerte", afirmó el paleobiólogo de invertebrados de la Universidad de Harvard.

Los dos minúsculos fósiles estudiados por Ortega-Hernández tienen cerca de 508 millones de años. Ambos son de la especie Mollisonia symmetrica, detalla Live Science.

Los insectos fosilizados son parte de colecciones de dos importantes museos. Uno pertenece al Museo de Zoología Comparada de Harvard, en donde Ortega-Hernández es curador, mientras que el otro es propiedad del Instituto Smithsoniano. Ambos fósiles se hallaron en las lutitas de Burgess, una conocida formación geológica de la provincia de Columbia Británica (Canadá).

El fósil de Harvard tiene cerca de 13 milímetros de largo y 3,5 mm de anchura en su punto más ancho. Por su parte, el fósil del Smithsoniano mide solo 7,5 mm de largo y 1,7 mm de alto.

Según Ortega-Hernández, ninguno de los dos fósiles parece particularmente emocionante a simple vista. Sin embargo, pese a su apariencia poco interesante, los insectos se mostraron sorprendentes al observarlos a través de un microscopio.

Al observar los fósiles con la ayuda del dispositivo, el científico encontró sistemas nerviosos bien conservados en ambos. Debido a que el proceso de fosilización transformó el tejido en películas de carbono orgánico, los nervios fosilizados parecían manchas negras de tinta, detalló LS.

Según los autores del estudio, en ambos fósiles se han observado nervios ópticos que iban desde los ojos de los insectos hasta la parte principal de su cuerpo. Además, los autores notaron en las criaturas una especie de tejido nervioso en la cabeza, pero no está claro si se trata de una estructura similar al cerebro o si es algo completamente diferente.

"Podemos ver que hay algo allí, pero no tenemos suficiente resolución para poder decir, 'Oh, definitivamente está organizado de esta manera o de esa otra'", dijo Ortega-Hernández.

Esta incertidumbre no permite determinar la relación precisa de Mollisonia symmetrica con los otros artrópodos, es decir, los animales invertebrados como los insectos, arácnidos, crustáceos, entre otros. Sin embargo, utilizando como base las características presentes en los artrópodos, los científicos construyeron dos posibles árboles evolutivos.

En ambos árboles, M. symmetrica y los quelicerados modernos comparten un antepasado común, lo que significa que el sistema nervioso relativamente simple de estos insectos antiguos dio lugar al cerebro altamente condensado de los miembros de este grupo, en el que se encuentran los escorpiones, las arañas y las garrapatas.

Sin embargo, los árboles se ubican de manera distinta a otros importantes grupos de artrópodos del Cámbrico, incluido los llamados megacheiras, un grupo de animales cuyos sistemas nerviosos eran similares a los de los quelicerados modernos.

La ubicación de estos grupos en el árbol evolutivo podría indicar que los cerebros similares a los de los quelicerados evolucionaron de manera escalonada a lo largo del tiempo o, entonces, que evolucionaron de forma independiente y en diferentes momentos a través de la llamada evolución convergente, dijo Ortega-Hernández.

El estudio se publicó en la revista científica Nature Communications.

mundo.sputniknews.com

Inteligencia Artificial para revolucionar el estudio de dinosaurios

Una de las aplicaciones más prometedoras de la Inteligencia Artificial --la identificación de tumores a partir de imágenes médicas de alta resolución-- puede revolucionar la paleontología.   

Restos de un ictiosaurio - PIXABAY
Gran parte de lo que los científicos pueden extraer del registro fósil de los dinosaurios se basa en la morfología de los restos conservados de los animales. El estudio de la estructura interior de un espécimen suele requerir el corte de secciones finas, lo que destruye la muestra en el proceso. Esto cambió con la introducción de tecnologías de exploración de alta resolución, como la tomografía computarizada (TC), que básicamente reconstruye las estructuras internas en tres dimensiones utilizando radiación y software digital.

Aunque el uso de la tecnología de TC ayuda a preservar los especímenes y a generar datos muy útiles, las propias imágenes presentan sus propios retos. Las exploraciones diferencian varios materiales -por ejemplo, los huesos fosilizados frente a la roca que los recubre- en función de la absorción de la radiación de los rayos X.

Las densidades similares pueden dificultar enormemente la determinación de dónde empieza un objeto y dónde termina otro. Esto significa que los investigadores tienen que recurrir a la segmentación manual, un proceso muy laborioso para clasificar secciones similares de una imagen.

La IA puede realizar la segmentación de imágenes en minutos, en comparación con los días o incluso semanas que necesita un paleontólogo. La cuestión es si un ordenador puede clasificar secciones vóxel por vóxel a la par que un profesional capacitado.  

En una nueva investigación publicada en Frontiers in Earth Science, los autores intentaron averiguarlo utilizando diferentes tipos de redes neuronales profundas, un tipo de modelo de IA que imita el cerebro humano.

El equipo entrenó y probó los sistemas de IA utilizando más de 10.000 tomografías computarizadas de tres cráneos embrionarios bien conservados de Protoceratops, un pariente más pequeño del género más conocido Triceratops. Los fósiles se recuperaron en la década de 1990 en el desierto de Gobi, en Mongolia.

Aunque los modelos no funcionaron tan bien como un humano, la precisión y la velocidad de procesamiento demostraron que las redes neuronales profundas pueden reducir significativamente el tiempo para diferenciar los fósiles de las matrices de roca.

Además de un procesamiento de imágenes más rápido, el uso de la IA en paleontología puede ayudar a establecer estándares de investigación, según Congyu Yu, estudiante de doctorado en la Escuela de Postgrado Richard Gilder del Museo Americano de Historia Natural y autor principal del estudio junto con el doctor Mark A. Norell, conocido por su trabajo de investigación de los vínculos evolutivos entre los dinosaurios y las aves.

"Diferentes investigadores pueden tener diferentes interpretaciones sobre la misma estructura, lo que lleva a diversas reconstrucciones de la historia evolutiva --explica en un comunicado Yu--. En algunos casos, las imágenes de TC pueden reconstruirse deliberadamente para seguir una idea determinada. El uso de la segmentación por IA puede detectar esos fraudes sin aumentar demasiado el coste". 

Sin embargo, advierte de que aun queda tiempo antes de que eso ocurra. Incluso el mejor modelo de la prueba del Protoceratops tuvo problemas para funcionar bien con otros fósiles de dinosaurios del mismo estrato rocoso y de la misma región.   

"La generalización siempre es un problema para las tareas basadas en la IA", señala Yu, quien añade que los investigadores siguen entrenando y probando los modelos de aprendizaje profundo en imágenes de TC de más taxones fósiles y diversos entornos de conservación de excavaciones anteriores en Mongolia.   

"Confiamos en que un modelo de segmentación para fósiles del desierto de Gobi no está lejos, pero un modelo más generalizado necesita no solo más conjunto de datos de entrenamiento, sino innovaciones en los algoritmos --comenta--. Creo que el aprendizaje profundo puede eventualmente procesar imágenes mejor que nosotros, y ya ha habido varios ejemplos en el rendimiento del aprendizaje profundo que superan a los humanos, incluyendo el juego de Go y la predicción de la estructura 3D de las proteínas".

europapress.es

jueves, 27 de enero de 2022

Encontraron fósiles de insectos que habitaron en Colombia hace 100 millones de años

Los investigadores calificaron el descubrimiento como “una ventana de desconocimiento”, pues son muy pocos los registros que hay sobre estos invertebrados en el país

Los restos fósiles de dos insectos, pertenecientes al periodo Cretácico, fueron
descubiertos en La Calera, Cundinamarca. Foto: Universidad del Rosario
En el municipio de La Calera, Cundinamarca, un biólogo y un paleontólogo de la Facultad de Ciencias Naturales de la Universidad del Rosario hallaron los primeros fósiles de dos insectos que vivieron en el periodo geológico del Cretácico, hace por lo menos 100 millones de años.

Los invertebrados harían referencia a una mosca de mayo y un escarabajo, ambos de apenas milímetros de tamaño. Los registros de este tipo de insectos son escasos en Colombia, y los restos óseos parecidos que se habían sido encontrados estaban en ámbar (resina fosilizada de origen vegetal).

“Previo a este descubrimiento, solamente se habían reportado unos fragmentos de alas pertenecientes a una libélula de 120 millones de años de antigüedad en Villa de Leyva y nidos fosilizados de avispas de hace 16.000 años encontrados en Pubenza, Cundinamarca”, sostuvo Andrés Alfonso, estudiante de la maestría en Ciencias Naturales de la universidad, y encargado de liderar la investigación publicada en la revista internacional Cretaceous Research.

Por su parte, el paleontólogo Edwin Cadena, docente de la la institución, manifestó que estos hallazgos permiten entender cómo eran los ecosistemas en esta región del país hace 100 millones de años: “La presencia de estos insectos junto a características propias de las rocas indican que en esta zona se desarrolló un antiguo lago de agua dulce, rodeado de plantas, lo que permite entender mejor los ambientes que dominaron el norte de Suramérica durante parte del periodo geológico conocido como el Cretácico”.

A esto hay que sumarle que, de acuerdo con los investigadores, es más común encontrar insectos en ámbar que preservados en rocas, así como ocurrió en este caso. Esto porque los insectos no tienen estructuras rígidas en su cuerpo, por ejemplo caparazones o conchas, y su deterioro se produce con mayor rapidez. Ya con el tiempo es muy difícil hallar los restos en las superficies.

Así se produjo el hallazgo:

Los especialistas se encontraban en una salida cerca de la mina La Popa, en zona rural del municipio de La Calera. ¿El objetivo? Buscar fósiles de hojas. Sin embargo, cerca de una montaña, encontraron un muro de roca que tenía unas líneas diagonales bastante peculiares. En medio de la intriga, se acercaron para examinarla con el fin de encontrar hojas y restos de peces o insectos, relató Cadena, en declaraciones recogidas por El Espectador.

Tras retirar pedazos de roca, identificaron los dos pequeños fragmentos, los cuales fueron definidos en un principio como “bichitos bastante extraños”. Habiendo pasado por unos exámenes en laboratorio, les aplicaron una resina acrílica, que impide que los trozos se sigan fracturando. Por último, emplearon un estereomicroscopio para poder reconocer los dos invertebrados.

Al respecto, Cadena concluyó: “Este descubrimiento no solo es relevante para la paleontología del país, sino también para el campo de la paleodiversidad, porque muestra cómo han cambiado los diferentes ambientes alrededor del país con el paso de los años”. 

Así mismo, ello podría significar el inicio de nuevas investigaciones en La Calera, de la mano del grupo en Paleontología Neotropical Tradicional y Molecular (PaleoNeo), de la Universidad del Rosario.

El caso de la Titanoboa:

Recordemos que hace algunos años, en la mina de carbón del Cerrejón, en el departamento de La Guajira, fueron descubiertos los restos fósiles de la Titanoboa cerrejonensis, la especie de serpiente más grande de la que haya registro hasta la fecha.

En un artículo de National Geographic en Español divulgado recientemente se explicó que dicho ejemplar vivió hace 60 millones de años en los ríos y pantanos del país. Producto de su envergadura, esta era capaz de devorar cocodrilos de un solo bocado, sin hacer bulto, y su apariencia física se asemejaba a lo que hoy sería una Boa constrictor.

infobae.com

Registro fósil más antiguo de planta con flores en Norteamérica

Restos fósiles de un nuevo fruto de angiosperma o planta con flores datado en el Jurásico Medio ha sido descubierta en México por el Instituto de Geología y Paleontología de Nanjing (China).

Morfología general de Dilcherifructus mexicana y sus detalles – NIGPAS
Este es actualmente el registro más antiguo de angiospermas en América del Norte, y su posición geográfica indica que las angiospermas ya estaban muy extendidas en el hemisferio norte durante el Jurásico.   

El estudio fue publicado en Biosis: Biological Systems e impulsa un replanteamiento de la historia de las angiospermas y las hipótesis relacionadas, según un comunicado de la Academia de Ciencias de China.

El fósil fue recolectado de un afloramiento de la Formación Simón cerca de Tezoatlán, 13 kilómetros al sur de la ciudad de Tezoatlán, Oaxaca, México. Se conservó como compresiones carbonizadas incrustadas en limolitas amarillentas.

Usando un microscopio estereoscópico equipado con una cámara digital, el profesro WANG Xin encontró que los frutos tienen forma redonda, con depresiones apicales y basales, de 10-13,6 mm de largo, 10-13 mm de ancho, incluyendo una semilla y un pericarpio envolvente. El pericarpio tiene una superficie lisa, y las semillas están dentro de los frutos, de forma redonda, de aproximadamente 8 mm de largo y 6-9 mm de ancho.

Un estilo persistente de 76 micrómetros de largo y 30 de ancho se encuentra en la depresión apical. Las células epidérmicas del exocarpio son de forma poligonal o rectangular, de 20 a 60 micrómetros de largo y de 13 a 38 de ancho. El estoma anomocítico está rodeado por aproximadamente cinco células epidérmicas, de 36 micrómetros de largo, 36 de ancho, con una hendidura de 25 micrómetros de largo, 5,4 de ancho, al nivel de las células epidérmicas vecinas.

"Si se tomara Dilcherifructus como semilla, el contenido de semilla menos dura encerrado por una cubierta de semilla dura no debería ser visible para un observador. La situación en Dilcherifructus es todo lo contrario: el contenido interno es obvio", dijo el profesor WANG en un comunicado.

Esta observación sugiere que el cuerpo interno de Dilcherifructus es más duro que la capa envolvente, un caso que se observa con frecuencia en los frutos de angiospermas: las semillas dentro del ovario suelen ser más duras que la pared ovárica carnosa que las rodea y, por lo tanto, visibles cuando se aplastan. La proyección distal en Dilcherifructus se interpreta como un estilo persistente en la punta de una fruta, como se ve con frecuencia en las angiospermas.

Su edad Jurásica sugiere que el origen de las angiospermas es mucho más temprano de lo ampliamente aceptado, mientras que su aparición en América del Norte indica que las angiospermas ya estaban muy extendidas en el Jurásico, aunque todavía estaban lejos de su radiación ecológica, que comenzó en el Cretácico Inferior.

europapress.es

Una guía para perderse con el coche por un territorio único

Una guía para perderse con el coche por un territorio único - Foto: Igor Gonzalo
El burgalés Igor Gonzalo firma la primera guía de rutas por carretera de Castilla y León. Editada por Lonely Planet, ofrece 25 itinerarios espectaculares, ocho de los cuales discurren por tierras burgalesas

1) Los dominios del buitre leonado

«Acostumbrado a una imagen del Castilla ancha y larga, dorada y seca, el viajero encontrará el antídoto a sus prejuicios en esta tierra verde, de ríos salvajes, hayedos y cañones donde reina el buitre». Así se presenta 'Los dominios del buitres leonado', ruta de 267 kilómetros entre Arija y la localidad soriana de Ucero, esto es, uniendo los cañones de los ríos Ebro, Rudrón y Lobos por las carreteras N-232, N-623, A-1 y N-234.

Propone, como joyas de la ruta, Arija (y visitar los cercanos hayedo de Villabáscones de Bezana, la cascada de Las Pisas y el embalse), Orbaneja del Castillo (en la imagen), Pesquera de Ebro, Covanera (con el Pozo Azul como principal reclamo) y Tubilla del Agua y detenerse en Manzanedo (y su monasterio de Rioseco), San Felices del Rudrón y Hontoria del Pinar.Sugiere emplear una semana para empaparse bien de todo, hacer la ruta preferiblemente en otoño. «La naturaleza muestra su fuerza a lo largo de esta ruta, un territorio salvaje de cañones labrados por los ríos Ebro, Lobos y Rudrón tras siglos de erosión».

2) El destierro del Cid

«Historia y leyenda se funden en esta ruta para descubrir parajes legendarios, escondites, castillos y vinos del Arlanza y de la Ribera del Duero». De Vivar del Cid a Atienza (Soria), esta ruta que discurre esencialmente por carreteras secundarias, propone como joyas principales Burgos capital, Covarrubias y Peñaranda de Duero, pero subraya el interés de Vivar del Cid, cuna del Campeador, San Pedro de Cardeña, tan relacionado con el que en buena hora nació (en la imagen, cerveza trapense del cenobio cidiano), Mecerreyes y Santo Domingo de Silos.

Son 286 kilómetros a cubrir en seis o siete días para saborear bien el viaje. Propone visitar las bodegas subterráneas de Aranda y el cementerio de Sad Hill, aquel que se construyó para la película 'El bueno, el feo y el malo'. También apunta con interés desviarse un poco para conocer Lerma. La ermita visigótica de Quintanilla de las Viñas, la capilla de San Olav, los espectaculares sabinares del Arlanza o la ciudad romana de Clunia son algunos de los hitos más sugestivos de la ruta cidiana.

3) Las Loras y el oro negro

«Altos páramos del Jurásico, crestas rocosas que fueron fortalezas naturales y espectaculares cañones fluviales conviven con el lugar que fue testigo del único campo petrolífero en tierra de toda España». He aquí una ruta de 133 kilómetros a cubrir en dos o tres días. De Sargentes de la Lora a Salinas de Pisuerga (Palencia), se sugiere hacer la ruta en primavera o en otoño. El Museo del Petróleo de Sargentes (que cuenta la historia del sueño del oro negro), los caballitos de acero del campo petrolífero, el dolmen de La Cabaña, la cascada de La Coladera de Hoyos del Tozo, el imponente mirador de Lorilla son algunos de sus hitos más recomendables.

Territorio megalítico donde los haya, esconde las huellas de los primeros pobladores: El Moreco y Nava Alta (en Huidobro) y La Cotorrita (en Dobro) son buenos ejemplos. Los imponentes paisajes que dibuja el Geoparque de las Loras es un espectáculo en sí mismo: ahí están la majestuosa y mítica Peña Amaya, Peña Castro o Peña Ulaña (en la foto).

4) El mar de Castilla

«Largas carreteras rurales entre interminables campos de cereal que va pasando del verde lima al amarillo, que el viento mece y hace danzar, a semejanza de un mar ocre de sol derretido». Dos días sugiere la guía para 95 kilómetros entre Villadiego y Sasamón pasando por Sotresgudo, Herrera de Pisuerga, Osorno, Melgar de Fernamental y Padilla de Abajo.Dos joyas, Amaya y Sasamón, se elevan por encima de todos los otros reclamos de esta ruta.

Propone, asimismo, algún desvío interesante, como el que lleva a Castrillo de Murcia, pueblo que atesora una tradición bien singular: el Colacho. El Canal de Castilla es otro de los grandes atractivos de esta ruta.La muralla y la colegiata de Santa María la Real de Sasamón, el castillo de los Cartagena en la cercana localidad de Olmillos de Sasamón o la ermita de la Virgen del Torreón de Padilla, más hitos que no puede perderse el viajero. «Los campos de cereal y los rebaños de ovejas que recorren estas tierras inmensas se traducen en una carta de sabores, con sabrosos asados de cordero y deliciosas pastas artesanas...».

5) Sierra de la Demanda y el Urbión

«Uniendo tres provincias, estas dos importantes sierras de pinares y grandes lagunas y grandes lagunas de origen glacial conforman un itinerario de aguas cristalinas y cascadas heladas». Entre siete y nueve días suma la propuesta de esta ruta fascinante, ideal para visitar en el invierno. De Arlanzón a la playa Pita soriana, este itinerario por tierras riojanas, burgalesas y sorianas atesoran maravillas naturales como los nacimientos de los ríos Duero y Arlanza o algunos de los más importantes yacimientos de icnitas de la Península Ibérica.

Destaca la guía tres joyas que no pueden dejar de visitarse en profundidad: Arlanzón, con su vía verde del ferrocarril minero y su embalse; Pineda de la Sierra yQuintanar de la Sierra. Entre medias, Santa Cruz del Valle Urbión, Espinosa del Monte, Salas de los Infantes... Todo son parejes increíbles, como las lagunas de Neila, los picos Mencilla y San Millán, hayedos, robledales, necrópolis, cascadas, bosques encantados, un museo de los dinosaurios... Un lujo para los sentidos.

6) Las Merindades

«Joyas románicas, castillos, desgarradores desfiladeros, valles en flor, cuevas kilométricas, frondosos hayedos, altas cumbres, cascadas abrumadoras y cientos de senderos y miradores al vacío». Así presenta la guía su propuesta por la provilegiada y bellísima comarca burgalesa de Las Merindades. Y grande: sugiere emplear en ella entre 15 y 20 días. De Poza de la Sal a Medina de Pomar, este itinerario pasa por parajes y localidades de historia y belleza incomparables: el valle de las Caderechas, famoso por sus cerezos en flor; la villa de Oña; Valdenoceda; Villarcayo... Joyas recomendadas: la citada villa salinera, balcón de La Bureba; la impresionante Puentedey; el complejo kárstico de Ojo Guareña; el Monte Santiago y su Salto del Nervión; y la maravillosa Frías y esa otra pequeña joya que es Tobera. Entre medias, incontables lugares: Espinosa de los Monteros y sus Cuatro Ríos Pasiegos; el ubérrimo Valle de Mena; San Pantaleón de Losa; La Merindad de Cuesta Urria y su sierra de las Tesla y el río Nela; la casacada de Pedrosa de Tobalina...

7) Camino de peregrinos

«Más de la mitad de la ruta jacobea transcurre por tierras castellanas.A lo largo de 420 kilómetros, se alcanzan las capitales de Burgos y León y hasta se puede recorrer por el único tramo navegable». Entre 10 y 12 días propone la guía para visitar los puntos esenciales del Camino de Santiago a su paso por Castilla y León. En Burgos, hay hitos fundamentales: Belorado, los Montes de Oca, San Juan de Ortega, Burgos capital y Castrojeriz son los más destacados. A su paso, los yacimientos de Atapuerca, cuna de los primeros europeos.De San Juan de Ortega se pone el acento en el milagro de la luz que durante los equinoccios de primavera y otoño reúnen a una multitud en torno al capitel de la Anunciación.

De Castrojeriz, las ruinas del convento de San Antón, la colegiata de Nuestra Señora del Manzano y, más allá, las cuatro villas de Amaya o el Puente Fitero. También sugiere observar el paisaje desde el Alto de Mostelares: «extensos campos de cereal que se expanden hasta perderse de vista».

8) El peso de Roma

«El sello romano de Castilla y León es innegable; su huella ha marcado pequeños pueblos y grandes ciudades como Ávila, Segovia y Salamanca. Este itinerario, largo como lo eran las calzadas romanas, recorre su legado por toda la comunidad. Siguiendo sus pasos por largas calzadas empedradas, pasado y presente parecen más cercanos en cada provincia. Un acueducto de proporciones faraónicas, las minas de oro a cielo abierto más grandes del Imperio y murallas que encierran ciudades al completo son el menú de un fastuosos banquete en el que también hay magníficas villas y ritos heredados».

Para esa huella romana repartida por la región sugiere la guía emplear entre 15 y 20 días, si se puede en otoño y primavera para evitar el duro invierno y el caluroso verano. Ese peso romano tiene fuerza en la provincia de Burgos y un nombre propio: Clunia, una de las urbes más importantes de la Hispania romana. «Lo más destacable es su teatro, con capacidad para 9.000 espectadores, donde suelen realizarse representaciones estivales».

diariodeburgos.es

sábado, 22 de enero de 2022

Hubo doble desencadenante en el evento de extinción del Triásico

Un aumento en los niveles de ácido y sulfuro de hidrógeno en el océano fue el doble golpe que acabó con la vida marina durante un evento de extinción masiva hace 201 millones de años.   

Comparación del ciclo de la Tierra durante el final del Triásico con el actual.
- UNIVERSIDAD DE CURTIN
Una nueva investigación dirigida por la Universidad de Curtin reveló los procesos gemelos que se combinaron hasta el final de la era Triásica, allanando el camino para la aparición de los dinosaurios en el período Jurásico.  

"El evento del final del Triásico vio rápidos aumentos en el CO2 debido a un aumento en la actividad volcánica, que se cree que causó condiciones desfavorables para la vida que resultaron en una extinción masiva, sin embargo, los múltiples impulsores de la pérdida de vidas durante este período no se conocían previamente", dijo el autor principal, el doctor Calum Peter Fox, del WA-Organic and Isotope Geochemistry Center (WA-OIGC) en la Escuela de Ciencias Planetarias y de la Tierra de Curtin.

"Al estudiar fósiles microscópicos conservados en roca en la cuenca del Canal de Bristol, en el suroeste de Reino Unido, identificamos los mecanismos gemelos responsables de la extinción masiva. Estas fueron una combinación mortal de acidificación del océano, que inhibió el crecimiento de toda la vida marina usando carbonato de calcio para crear conchas o partes del cuerpo como mejillones, ostras y corales, y niveles crecientes de sulfuro de hidrógeno en el océano, que era extremadamente tóxico para toda la vida marina", explicó en un comunicado

La coautora Kliti Grice, también de WA-OIGC en la Escuela de Ciencias Planetarias y de la Tierra de Curtin, dijo que la investigación proporcionó detalles intrincados e importantes de la historia de nuestro planeta en constante evolución.

"Las revelaciones sobre la causa de las extinciones marinas pasadas nos ayudarán a comprender la actual crisis del calentamiento global y cómo podemos proteger nuestros ecosistemas y medio ambiente en deterioro", dijo Grice.

"Para ayudar a comprender cómo nuestro medio ambiente y ecosistemas pueden cambiar durante este evento, debemos investigarlos en el pasado. Todavía hay mucho que aprender sobre los eventos de extinción masiva y estudiar estos intervalos de tiempo disruptivos nos informará más sobre la historia de nuestra Tierra, pero también sobre los cambios climáticos que podemos esperar a medida que los niveles de CO2 continúan aumentando", agregó.

europapress.es

Evidencia de clorofila en algas fósiles de mil millones de años

La primera evidencia in situ de restos de clorofila en un microfósil de algas multicelulares de mil millones de años ha sido descubierta conservada en esquistos de la cuenca del Congo.

Microfotografía del fósil Arctacellia tetragonala, uno de los primeros fósiles
inequívocos   de eucariotas fotosintéticos. - MC SFORNA
/ UNIVERSITY OF LIÈGE
Este descubrimiento, que es objeto de un artículo publicado en la revista Nature Communications, ha permitido identificar sin ambigüedades uno de los primeros organismos eucariotas fototróficos del registro fósil. Esta investigación abre nuevas perspectivas en el estudio de la diversificación de eucariotas dentro de los primeros ecosistemas, según sus autores.

La aparición de la fotosíntesis es un paso fundamental en la evolución de los eucariotas y por tanto de la vida, ya que ha modificado profundamente los ecosistemas terrestres. Aunque los relojes moleculares (una técnica utilizada por los biólogos para fechar la distancia temporal entre dos especies a partir de su ancestro común) predicen esta aparición durante el Proterozoico (tercer eón precámbrico desde hace 2.500 millones a 541 millones de años), los científicos han encontrado muy pocos datos inequívocos de microfósiles de eucariotas fotosintéticos.   

La detección de subproductos metabólicos in situ en microfósiles individuales es la clave para la identificación directa de sus metabolismos, pero hasta ahora ha sido difícil de alcanzar.

Un nuevo estudio científico sobre fósiles de la cuenca del Congo liderado por Marie Catherine Sforna, investigadora postdoctoral en el Laboratorio de Evolución y Rastros de Vida Temprana, acaba de proporcionar una nueva metodología que utiliza fluorescencia y absorción de rayos X sincrotrón para identificar el metabolismo fototrófico (relacionado con los organismos vivos que obtienen su energía de la luz) de los primeros eucariotas en el registro fósil, conservados como compresiones carbonosas en esquistos de la cuenca del Congo en la República Democrática del Congo.   

En concreto, han identificado geoporfirinas de níquel conservadas in situ en las células de un eucariota multicelular que tiene alrededor de mil millones de años: Arctacellia tetragonala.

"Identificamos estos fragmentos como derivados de la clorofila, lo que indica que Arctacellia tetragonala era un eucariota fototrófico, una de las primeras algas inequívocas", explica Marie-Catherine Sforna. Esta nueva metodología, aplicable a rocas supermaduras de miles de millones de años, proporciona un nuevo enfoque para comprender la evolución de la fototrofia eucariótica durante el Precámbrico y la diversificación de los productores primarios en los primeros ecosistemas.

europapress.es

Arrancan las IX Jornadas Internacionales sobre Paleontología de Dinosaurios de Salas de los Infantes 2022

Nos embarcamos en unas nuevas Jornadas con al menos la misma ilusión y el mismo ánimo de las primeras, celebradas allá por 1999.

Trabajaremos estos meses para conseguir que las IX Jornadas alcancen el éxito que las precede y que los congresistas salgan satisfechos.

Iremos informando de las novedades que vayan produciéndose en la organización y atentos a vuestras consultas.

Os esperamos a todos en Salas de los Infantes a principios del próximo septiembre, y os animamos a presentar vuestros trabajos de investigación.

Desde el comité organizador de las IX Jornadas Internacionales sobre Paleontología de Dinosaurios y su entorno os invitamos a descargar la primera circular.

Saludos.

PRIMERA CIRCULAR

FIRST CIRCULAR

dinosaurioscyl.blogspot.com

El Cazameteoritos T1/E10: En busca de los dinosaurios en Castilla y León

#ElCazameteoritos (18/11/2021)

En el programa de esta semana, el cazameteoritos llega hasta la provincia de Burgos en busca de los fósiles de dinosaurios en Castilla y León.

En Hacinas, el bosque fósil burgalés, hemos descubierto que hoy podemos tocar con nuestras manos árboles con millones de años y, perdernos literalmente en un impresionante bosque fósil cuyos enormes ejemplares todavía se resisten a desaparecer. Ahí están acostados, enterrados, y algunos en pie, orgullosamente en pie buscando el mismo sol que les vio crecer.

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Nuevos especímenes de dinosaurio reescriben la geografía del Mediterráneo hace 80 millones de años

Davide Bonadonna
Un grupo internacional de paleontólogos, del que forma parte el investigador de la Universidad de Alcalá Juan López Cantalapiedra, acaba de publicar el hallazgo de un yacimiento con los restos de dinosaurio más grandes y completos excavados hasta ahora en Italia. Este descubrimiento ha permitido a los investigadores reescribir algunas hipótesis sobre cómo eran los ecosistemas terrestres en lo que hoy es el mar Mediterráneo.

En la era de los dinosaurios, hace entre 230 a 66 millones de años, lo que hoy es el mar Mediterráneo era un complejo archipiélago tropical con cientos de islas, la mayoría tan pequeñas que seguramente no podía albergar poblaciones de esos grandes saurios. O al menos esto es lo que se creía hasta ahora.

Pero ahora, el un grupo internacional de paleontólogos liderado por Alfio Alessandro Chiarenza, de la Universidad de Vigo, y del que forma parte el investigador de la Universidad de Alcalá Juan López Cantalapiedra, ha publicado en la revista ‘Scientific Reports’ el hallazgo del primer yacimiento en Italia que alberga múltiples esqueletos de dinosaurios. Este equipo multidisciplinar ha podido datar el yacimiento con mayor precisión. ‘Con unos 80 millones de años, esta nueva edad abre la puerta a que el ecosistema preservado en Villaggio del Pescatore perteneciera a una masa de tierra conectada con otras partes de Europa y Asia’, señala Juan López Cantalapiedra, investigador de la Universidad de Alcalá y coautor del artículo. Tanto la evidencia geológica como paleontológica dibuja una reconstrucción del Mediterráneo diferente a la que se tenía.

El lugar, Villaggio del Pescatore, se encuentra en el municipio de Duino-Aurisina, cerca de Trieste. Todos los esqueletos de dinosaurio encontrados, preservados de forma excepcional, pertenecen a Tethyshadros insularis, una especie de hadrosaurio o dinosaurio de pico de pato. ‘Son los restos de dinosaurio más grandes y completos excavados en Italia’, relata Chiarenza. En el yacimiento, además de estos hadrosauirios, se han encontrado peces, cocodrilos y pterosaurios.

Los increíbles hallazgos de Villaggio del Pescatore han permitido a los investigadores reescribir algunas hipótesis sobre cómo eran los ecosistemas terrestres en las islas de aquel archipiélago. Sabemos que las poblaciones de grandes animales que habitan islas durante un largo periodo de tiempo tienden a disminuir su tamaño, un cambio propiciado seguramente por la ausencia de predadores y la mayor escasez de recursos. Pues bien, hace poco más de una década, un espécimen muy pequeño de Tethyshadros encontrado en Villaggio del Pescatore (apodado Antonio) había llevado a los investigadores a interpretarlo como un caso de enanismo insular. Antonio viviría en una isla en mitad de un océano ‘proto-Mediterráneo’ llamado Tethys. ‘Sin embargo, los nuevos especímenes (por ejemplo, uno bautizado como Bruno, mucho más grande) confirman que Antonio era en realidad un individuo inmaduro, y que estos hadrosaurios no habían sufrido un proceso de miniaturization como se pensaba antes’, explica Matteo Fabbri, coautor del artículo.

La nueva investigación enfatiza el papel que los nuevos restos encontrados en Italia tienen y tendrán en la reinterpretación del aquel antiguo archipiélago y sus faunas.

Referencia bibliográfica: ‘An Italian dinosaur Lagerstätte reveals the tempo and mode of hadrosauriform body size evolution’ by Alfio Alessandro Chiarenza, Matteo Fabbri, Lorenzo Consorti, Marco Muscioni, David C. Evans, Juan L. Cantalapiedra, Federico Fanti is published in Scientific Reports. (doi: 10.1038/s41598-021-02490-x).

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El anquilosaurio era perezoso y sordo

El examen con micro-CT del cráneo de un anquilosaurio encontrado en Austria ha revelado que esta especie de dinosaurio herbívoro acorazado era perezoso y sordo.

Reconstrucción de la vida del dinosaurio Struthiosaurus austriacus del Cretácico
Superior de Austria - FABRIZIO DE ROSSI/UNIVERSIDAD DE VIENA
Los anquilosaurios podían crecer hasta ocho metros de longitud corporal y representar un grupo de dinosaurios herbívoros también llamados "fortalezas vivientes". Su cuerpo estaba repleto de placas óseas y púas. Los anquilosáurios a veces poseían una cola de palo, mientras que los nodosáuridos tenían púas alargadas en el cuello y los hombros. Sin embargo, algunos aspectos de su estilo de vida siguen siendo desconcertantes.

Si bien es probable que muchos dinosaurios vivieran en grupos, al menos algunos anquilosaurios parecían preferir una vida solitaria debido a su inferior sentido del oído. Eso es lo que concluyeron los científicos de las universidades de Greifswald y Viena cuando examinaron la caja craneal del dinosaurio austriaco con un tomógrafo computarizado de alta resolución para producir un modelo tridimensional digital. Sus hallazgos se publican en Scientific Reports.

Los cráneos fósiles, que albergaron el cerebro y otros tejidos neurosensoriales, son raros pero importantes para la ciencia porque estas estructuras pueden proporcionar información sobre el estilo de vida de un animal determinado. Por ejemplo, los oídos internos pueden insinuar las capacidades auditivas y la orientación del cráneo.

Struthiosaurus austriacus es un nodosáurido comparablemente pequeño del Cretácico Superior (80 Ma) de Austria y proviene de una localidad cercana a Muthmannsdorf, al sur de Viena. Los restos fósiles de este dinosaurio ya pertenecían a la colección del Instituto de Paleontología de Viena en el siglo XIX. Para su estudio, Marco Schade (Universidad de Greifswald), Cathrin Pfaff (Universidad de Viena) y sus colegas examinaron la diminuta caja craneana (50 mm) para revelar nuevos detalles de la anatomía y el estilo de vida del Struthiosaurus austriacus. Con estos datos, fue posible conocer más sobre su sentido del equilibrio y la audición.   

Los resultados de este estudio muestran que el cerebro de Struthiosaurus era muy similar a los cerebros de sus parientes cercanos. Por ejemplo, el flóculo, una antigua parte evolutiva del cerebro, era muy pequeño. El flóculo es importante para la fijación de los ojos durante los movimientos de la cabeza, el cuello y todo el cuerpo, lo que puede ser muy útil si un animal de este tipo intentaba apuntar a posibles competidores o agresores.  

"A diferencia de su pariente norteamericano Euoplocephalus, que tenía una maza en la cola y un flóculo claro en el yeso del cerebro, Struthiosaurus austriacus puede haber confiado más bien en su armadura corporal para su protección", dice Marco Schade en un comunicado.

Junto con la forma de los canales semicirculares en el oído interno, esto sugiere un estilo de vida excepcionalmente lento de este herbívoro austriaco. Además, los científicos encontraron la lagena, hasta ahora, más corta de cualquier dinosaurio. La lagena es la parte del oído interno donde tiene lugar la audición y su tamaño puede ayudar a inferir unas débiles capacidades auditivas. Este estudio ofrece nuevos conocimientos sobre la historia evolutiva de los dinosaurios y su mundo, en el que Europa estuvo en gran parte sumergida en el océano.

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martes, 11 de enero de 2022

Hallado el fósil de un dragón marino de 10 metros en una laguna inglesa

Los restos fosilizados del ictiosaurio más grande de Gran Bretaña, conocido como "dragón marino", se han descubierto en la reserva natural de Rutland Water.   

Paleontólogos que trabajan en el esqueleto de ictiosaurio encontrado
en Rutland Water - ANGLIAN WATER - Archivo
Es el esqueleto más grande y completo de su tipo encontrado hasta la fecha en el Reino Unido y también se cree que es el primer ictiosaurio de su especie (Temnodontosaurus trigonodon) encontrado en el país.   

El ictiosaurio fue descubierto por Joe Davis, líder del equipo de conservación en Leicestershire y Rutland Wildlife Trust, durante el drenaje rutinario de una isla laguna para remodelar el paisaje en Rutland Water en febrero de 2021.

El ictiosaurio tiene aproximadamente 180 millones de años y, con un esqueleto que mide alrededor de 10 metros de largo y un cráneo que pesa aproximadamente una tonelada, es el ictiosaurio grande más completo jamás encontrado en Gran Bretaña, según un comunicado del British Antarctic Survey, uno de cuyos científicos participó en el estudio.

Los ictiosaurios aparecieron por primera vez hace unos 250 millones de años y se extinguieron hace 90 millones de años. Eran un grupo extraordinario de reptiles marinos que variaban en tamaño desde 1 hasta más de 25 metros de largo, y se asemejaban a los delfines en la forma general del cuerpo.

Los frágiles restos del enorme esqueleto fueron cuidadosamente excavados en agosto y septiembre de 2021 por un equipo de expertos paleontólogos dirigidos Dean Lomax, experto mundial en ictiosaurios y el conservador especialista en paleontología Nigel Larkin.

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BURGOS: UN VIAJE A LOS ORÍGENES

Desde su capital, esta provincia de Castilla y León propone una ruta entre vestigios, pueblos y maravillas de la naturaleza.

Visitar Burgos es hacer un viaje en el tiempo hasta los orígenes de Castilla, el nacimiento de la lengua española y todavía más atrás. En el punto de partida hacia esas comarcas, antes de cruzar el Ebro desde el Burgos de los páramos, hemos visto surgir las dos estilizadas torres de la célebre catedral, con las filigranas concebidas por Juan de Colonia. Son una maravilla de riqueza y civilización que debieron impresionar también a los peregrinos del Camino de Santiago en la época medieval, tras sus jornadas por veredas, caminos, trochas y cañadas. Ya en el siglo XII, el geógrafo árabe Al-Idrisi escribe sobre Burgos:

Es una gran ciudad, atravesada por un río y dividida en barrios rodeados de muros. Uno de estos barrios está habitado particularmente por judíos. La ciudad es fuerte y acondicionada para la defensa. Hay bazares, comercio y mucha población y riquezas.

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EL PUNTO DE PARTIDA PARA RECORRER BURGOS

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Un paseo a la sombra de los plátanos entrelazados del Paseo del Espolón, el más céntrico y popular de la ciudad, a orillas del río Arlanzón, lleva del Arco de Santa María y el Consulado del Mar hasta el Teatro Principal y la Diputación. A la altura del templete de música, un almuerzo en los salones del Casino, que desde 1881 es la sede del Círculo de la Unión, permite saborear en un decorado excepcional la comodidad burguesa, la cultura más conservadora, la tradición.

Este espacio supone todo un contraste a las exposiciones del Centro de Arte Contemporáneo (CAB), alguna inquieta librería del centro, el activo barrio de Gamonal –aquí vive la tercera parte de la población de Burgos– o la agenda cultural de la ciudad, que contiene sorpresas muy contemporáneas.

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UNA GENERACIÓN QUE PASARÁ A LA HISTORIA

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En Laín Calvo se encuentra la escultura de una pareja de ancianos, un bronce titulado Homenaje a nuestros mayores. Parecería una más entre las varias que se han instalado en la ciudad, con personajes a tamaño natural congelados en el tiempo. Recuerdan que en la década de 1960 Burgos pasó a ser favorecida por el franquismo como polo de promoción industrial; eso atrajo a gentes de los pueblos de la provincia que cambiaron el campo de trigo y el pinar por la fábrica y el piso dormitorio. Pasaron a ser obreros, aunque nunca acabaron de perder el vínculo con el campo y la casa familiar; allí quedaron los abuelos que, según la temporada, proveen a hijos y nietos con habas, lechugas, calabacines, nueces…

Todavía encontraremos a algunos de estos mayores en la ruta por los pueblos, esos burgaleses caracterizados como gente llana, austera, digna, sin dobleces, servicial. Hablan con el castellano más claro y exacto, no se diría musical, porque aquí hasta las palabras suenan despejadas como sus páramos.

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LO ANTIGUO Y LO MODERNO

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En la Real Academia de la Lengua Española se guarda un trozo del cráneo del Cid, conseguido por Camilo José Cela en una rocambolesca historia con una aristócrata británica, cuya familia lo obtuvo tras la profanación de la tumba de San Pedro de Cardeña por parte de las tropas napoleónicas en el siglo XIX. La misma RAE ya ha dado la bendición a que las primeras dataciones de voces y grafías en español no son las Glosas Emilianenses y Silenses, nacidas en los monasterios de Yuso y Suso, en La Rioja, sino los Cartularios del monasterio de Valpuesta, en Las Merindades burgalesas, dentro del Parque Natural de Montes Obarenes.

Muchos más cráneos descubriremos en la visita al Museo de la Evolución Humana, que expone fósiles originales hallados en la sierra de Atapuerca. Los yacimientos de este enclave son el segundo de los tres bienes burgaleses declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, junto con la Catedral de Burgos y el Camino de Santiago Francés a su paso por la ciudad y la provincia.

El edificio del Museo de la Evolución Humana tiene una arquitectura moderna espectacular, una caja de luz que en la planta inferior explica los hallazgos en las diferentes simas de Atapuerca y sus diferentes niveles de excavación, hasta restos de 1.300.000 años de antigüedad. La planta de entrada está dedicada a la teoría de la evolución de Charles Darwin y a diez impresionantes reproducciones de homínidos, a tamaño natural, que colocan al visitante frente a frente con ancestros como el Homo antecesor, el Homo neanderthalensis o el Homo heidelbergensis. Las plantas superiores están dedicadas a la evolución cultural, con diferentes modos de vida y utensilios, y a la evolución ambiental en diversos ecosistemas.

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EL IMPRESCINDIBLE: ATAPUERCA

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A tan solo 15 km del museo, está la trinchera que una compañía británica abrió en 1895 para la construcción de una línea ferroviaria entre las minas de hierro y carbón del norte de Burgos y las fábricas de Vizcaya. Aquella empresa fue un fracaso, pero acabó dejando al descubierto numerosos restos fósiles que dieron lugar a diferentes excavaciones a partir de 1964, con una época dorada en la década de 1990.

Desde entonces, en los yacimientos de Atapuerca se suceden los descubrimientos de restos de la especie Homo: huesos, piezas fabricadas en asta, marfil o cuarcita, y piezas cerámicas, algunas grabadas y decoradas. A partir de lo encontrado en la Sima del Elefante, en la Gran Dolina, en la Sima de los Huesos, en la Galería de las Estatuas y en otros lugares de excavación del yacimiento, es posible imaginar los animales que habitaban esas sierras burgalesas: el tigre de dientes de sable, la hiena manchada, el oso antecesor del oso de las cavernas, gamos, caballos, bóvidos, rinocerontes e incluso leones.

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DE PUEBLO EN PUEBLO

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La ruta del río Arlanza, al sur de la capital, lleva a la villa de Lerma, con su Palacio Ducal, hoy convertido en Parador Nacional, la Colegiata de San Pedro, el monasterio de la Ascensión y el mirador de los Arcos. Covarrubias, con sus calles de gesta y romance, es una maravilla de arquitectura popular castellana. El claustro del monasterio benedictino de Santo Domingo de Silos es una de las obras más bellas del arte románico, la visita permite escuchar en directo el canto gregoriano de sus monjes.

La continuación hacia Salas de los Infantes, con su museo dedicado a los dinosaurios que habitaron la zona, nos sitúa en las estribaciones de la Sierra de Demanda. Un buen centro para profundizar en ella sería Quintanar de la Sierra, que permite excursiones a lugares impresionantes como son Las Calderas de Palacios o las lagunas de Neila.

Pero también podemos ir hacia el norte, por pequeñas carreteras entre los bosques de Pineda de Sierra, dar un pequeño rodeo hacia Briviesca y visitar Poza de la Sal, el pueblo donde nació el naturalista Félix Rodríguez de la Fuente, con su castillo y salinas centenarias. La ruta sigue a través del páramo de Masa, un paisaje llano y duro, gris o amarillo trigo, que acaba abruptamente para descender a una hondonada abierta hasta el río Ebro, resguardada de los cierzos, con pendientes de pinares y valles plantados de miles de cerezos y manzanos.

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CADERECHAS, EL 'HANAMI' DE CASTILLA Y LEÓN

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El valle de las Caderechas es uno de estos pequeños paraísos poco conocidos, aunque ya han llegado allí japoneses residentes en España para celebrar su hanami, la tradición de contemplar las flores de sakura, del cerezo, que en las Caderechas florece tarde, en la primera quincena de abril.

Si eres un desconocido, la actitud de los burgaleses con el visitante es adusta, formal y respetuosa, pero al poco se transforma en curiosidad y, al poco más, en familiaridad. Si caes bien, no es difícil que acabes con una bolsa de cerezas, de ciruelas, de manzanas reineta o de níscalos, según el tiempo, o probando el queso, la morcilla de arroz y un cacharro de chacolí, sentados en el poyo. La tarde pasa en charla, ahora andan preocupados, igual que en los valles de Las Merindades, por proyectos de grandes aerogeneradores en el borde del páramo, que cambiarían el paisaje y la vida del lugar. El tiempo es largo, las carreteras estrechas y tranquilas, ideales para recorrer en bicicleta, sin prisa.

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"VAS A ACABAR EN OÑA"

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En los pequeños pueblos del norte burgalés queda poca gente en invierno: los resistentes en trabajos agrícolas o los servicios, los jubilados recientes con pensiones obtenidas en décadas de trabajo en Bilbao, Burgos o Barcelona. Y algunos neorrurales que se instalaron en la década de 1980 y que ahora están casi aceptados. Con el buen tiempo llegan jubilados algo más mayores o bajas permanentes, que pasan en el pueblo cinco meses al año. Las casas, mejor o peor restauradas, se van llenando los fines de semana en un crescendo hasta el verano, con hijos, nietos y amigos, que estallan en fiestas muy populares, con romerías, pasacalles, concursos, juegos, convites, bailes nocturnos y el inevitable remojón en el pilón para algunos señalados. Hay quien todavía recuerda y revive el tradicional juego del bolo burgalés, con sus bolas de madera de nogal y los bolos saltando de forma peligrosa.

La villa de referencia en la región es Oña, a medio camino entre La Bureba y Las Merindades, que tuvo mucha relevancia en la formación de Castilla. Su centro es el monasterio de San Salvador, antigua abadía benedictina con un claustro gótico donde se representa cada agosto El Cronicón, un espectáculo en el que los vecinos recrean el pasado medieval de la villa. Fue hospital psiquiátrico y en su artístico Jardín Secreto se encuentra el trampantojo de un antiguo portón, con una doble entrada para locos y cuerdos. ¿Cuál tomar? Una expresión burgalesa típica cuando haces algo raro es «¡vas a acabar en Oña!».

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TIERRA DE CASTILLOS

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Esta es la región donde surgió el condado de Castilla, en la entrada a la comarca de Las Merindades. El valle del Ebro ha cortado desfiladeros, con alturas fácilmente defendibles ante las acometidas de los musulmanes. Se dice que la fortaleza de Tejada, situada en Trespaderne, a la entrada del desfiladero de la Horadada, debe ser considerada el primer castillo de Castilla, pues estudios arqueológicos lo han datado a finales de la época visigoda –siglo v–, aunque se asienta sobre restos anteriores, posiblemente de tiempos romanos.

La primera mención de Castilla, según su etimología «tierra de castillos», aparece en un documento del año 800, hoy desaparecido, del monasterio de San Emeterio de Taranco, en la merindad del valle de Mena. Castilla surgió como entidad política autónoma como condado vasallo de León, alcanzando la categoría de reino en el siglo XI. En esas raíces de Castilla se enmarca Frías, que con 247 habitantes es la ciudad más pequeña de España. El título de «ciudad» lo recibió el año 1435 del rey Juan II de Castilla y nunca lo ha perdido. Sus calles empedradas, el castillo de los Velasco, las casas colgadas y el puente medieval merecen un paseo histórico a fondo.

Es posible entrar también en Las Merindades visitando la ermita románica de San Pedro de Tejada –de propiedad privada, abre al público en verano–, cerca de Puente-Arenas. Junto a sus relieves de la Ascensión y de la Última Cena, sobresalen temas lúdicos y eróticos.

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LA ENTRADA A LAS MERINDADES

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Más adelante, en el municipio de Valdenoceda, diversas pasarelas sobre el Ebro permiten caminar por el desfiladero de los Hocinos, una ruta fácil bajo los riscos de la Sierra de Tesla dominados desde el aire por el buitre leonado, el aguilucho pálido y el alimoche.

Los merinos eran las personas que administraban un territorio en nombre del rey, valles fértiles que generaban abundantes diezmos también para nobles y monasterios. Medina de Pomar, una de las poblaciones más grandes de la comarca, conserva muchas muestras de esa riqueza, quizá la más impresionante sea el Alcázar de los Condestables. También Espinosa de los Monteros es señorial, lugar de descanso de la realeza, con sus casas de soportales y galerías acristaladas; un bonito paseo por la ribera del río Trueba conduce hasta la joya de la corona, la Torre de los Velasco.

Ambas villas pueden ser el centro para profundizar en las cuatro direcciones de Las Merindades: desde el este, en los límites con Álava, hasta el oeste, en las montañas pasiegas que limitan con Cantabria, y desde el sur, en el valle del Ebro y la Sierra de Tesla, hasta el norte, ya camino de Barakaldo o Bilbao.

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EL VALLE DEL ROMÁNICO

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El valle de Mena contiene ermitas e iglesias románicas, como las de Santa María de Siones, San Lorenzo de Vallejo y San Miguel Arcángel, y paisajes que invitan a caminatas como las dirigidas al nacimiento del río Cadagua, afluente ya del Nervión. Más adelante, San Pantaleón de Losa, ermita situada en la punta de un risco con la forma de una proa de barco, atrae como un imán. Este pequeño templo se considera una de las obras más hermosas y originales del arte románico en Burgos, y se ha relacionado incluso con la leyenda del Santo Grial.

En el camino a los valles pasiegos del oeste, hacia Lunada, Estacas de Trueba o el Castro Valnera, con sus típicas cabañas con tejados de lastra, se puede visitar Ojo Guareña, uno de los mayores complejos kársticos de la Península Ibérica y uno de los más extensos del mundo, con más de 100 km de galerías subterráneas y cuevas. Esta fuerza del agua sobre la roca caliza se hace también visible en Puentedey (puente de Dios), un ojo de roca atravesado por el río Nela, sobre el que se asienta un pueblo muy bello, coronado por la iglesia de San Pelayo y el Palacio de los Fernández de Brizuela (siglo XVI).

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LA HUELLA DEL AGUA

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Las rocas cortadas por el agua, la abundancia de torcas, hacen de Las Merindades un territorio de cascadas, muy impresionantes en meses de lluvia: la del barranco de Mesa (a 5 minutos de Puentedey), el Salto del Nervión (de 222 m de altura, el mayor de la Península Ibérica, en el límite entre Burgos y Álava), la cascada del Peñón (Pedrosa de Tobalina, en el valle de Tobalina), la de las Pisas (en Soncillo), la de Peñaladros (Cozuela, valle de Mena), o la de San Miguel (Peña Angulo, Valle de Losa).

En el Ebro más escondido, en el valle de Manzanedo, igual que ocurre en los de Zamanzas o Valdivielso, existen lugares singulares poco conocidos, como las ruinas del abandonado monasterio de Santa María del Río Seco, escenario listo para una serie de batallas medievales, en un entorno natural exuberante. Y unas curvas más adelante, antes de regresar a Burgos capital, Orbaneja del Castillo es una encantadora aldea de apenas 50 habitantes, dentro del cañón del Ebro. En invierno, la cascada frente a las casas se muestra espectacular.

En el viaje de vuelta mezclamos imágenes de páramos pardos y verdes valles, de condes medievales y laboriosos agricultores. Para muchos de nosotros Burgos es origen, está en rasgos de nuestro carácter, en la lengua que hablamos y en la historia en la que convivimos. Quizá también sea destino: ese lugar, hoy tan necesario, para disfrutar de una vida sencilla, digna, calmada y en contacto con la naturaleza.

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