Después de dos jornadas duras, muy exigentes físicamente,
hemos terminado nuestro trabajo de documentación en el yacimiento de Imilchil.
Durante todas esas horas para documentar las huellas hemos tenido que subir,
bajar y movernos en lateral por una placa que tiene 650 metros cuadrados de
extensión y 60 metros de desnivel. La edad del yacimiento es Jurásico superior,
algo más antiguo que el de Torrelara, es decir, con más de 150 millones de
años. Esta enorme placa contiene unas 500 icnitas (huellas fósiles), la mayoría
de terópodos (carnívoros), aunque también hay un rastro de un ornitópodo
(herbívoro). Este yacimiento tiene algunas características especiales como la
presencia de rastros largos, cuyo estudio nos va a permitir averiguar
características poco conocidas sobre la locomoción de los dinosaurios,
aplicando técnicas de análisis novedosas en la que se considerarán en detalle
la interacción que tiene el pie con el suelo que pisa. Esta línea de
investigación la está desarrollando el Dr. Félix Pérez Lorente (Universidad de
La Rioja) desde hace unos años.
Además del yacimiento principal hemos estudiado otros dos
más pequeños, pero con algunas características especiales; en uno de ellos por
ejemplo hay marcas de terópodos muy pequeñas y de cocodrilos también de pequeño
tamaño. El conjunto de yacimientos que hay en esta zona de Imilchil está
permitiendo al equipo en el que nos hemos integrado, plantear trabajos sobre la
paleobiogeografía de los dinosaurios, es decir analizar la distribución en el
planeta de determinados grupos de dinosaurios y cómo ésta cambia a lo largo del
tiempo. El potencial científico de esta zona es sobresaliente y en realidad el
futuro de los estudios a realizar será mucho más largo que el camino que se ha
recorrido hasta ahora.
En la foto de nuestro equipo estamos, de izquierda a
derecha: Félix Pérez-Lorente, Jesús Herrero (Guías de Galve, Teruel), Ricardo
Ochoa (Enciso, La Rioja), Mousssa Masrour (Universidad de Agadir) y yo (Fidel
Torcida).
Este jueves por la mañana, después de recorrer el mercado
semanal de Imilchil, donde solo acuden vendedores locales, partimos para
Demnate; nuestro anfitrión en el hotel, Hamer, nos ha despedido esta noche con
una cena a base de un cuscús exquisito. La gente del lugar ha sido muy amable
con nosotros, llevamos un buen recuerdo de esta hermosa zona del Atlas.
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