Los científicos han encontrado la uva más antigua del hemisferio occidental. De hace 60 millones de años.
Midjourney/Sarah Romero. / Semillas de uva fosilizadas
Los investigadores creen que la proliferación de la uva podría deberse a los cambios en el medio ambiente tras la extinción del Cretácico-Paleógeno que acabó con la mayoría de los dinosaurios no aviares y con el 76% de todas las especies vivas del planeta. Las consecuencias permitieron que los pequeños mamíferos y algunas aves prosperaran y sentaron las bases para el florecimiento de las uvas. Pero pasó algo más. Sin que hubiera dinosaurios masticando y derribando árboles a diestro y siniestro, les habría dado la oportunidad a los bosques de volverse más frondosos afectando a toda la flora del ecosistema.
"Siempre pensamos en los animales, los dinosaurios, porque fueron los más afectados, pero el evento de extinción tuvo un gran impacto también en las plantas", explicó Fabiany Herrera, curadora asistente de paleobotánica en el Museo Field de Chicago y autora principal del estudio. "El bosque se reinició, de una manera que cambió la composición de las plantas. "Este descubrimiento es importante porque muestra que después de la extinción de los dinosaurios, las uvas realmente comenzaron a extenderse por todo el mundo", dice la experta.
Cambios botánicos
Podríamos deberle vino al asteroide que mató a los dinosaurios hace 66
millones de años. / Lithouva Fabiany Herrera, art by Pollyanna
von Knorring
Las semillas de uva más antiguas de Sudamérica
Los investigadores han identificado nueve nuevas especies de uvas fósiles que fueron desenterradas en Colombia, Panamá y Perú. Los investigadores examinaron minuciosamente las semillas antiguas mediante tomografías computarizadas para revelar su estructura interior. La forma, el tamaño y otras características morfológicas de los fósiles revelaron que pertenecían a una nueva especie de uva.
"En el registro fósil, comenzamos a ver más plantas que usaban enredaderas para trepar a los árboles, como las uvas, en esta época", dice Herrera. "Las uvas tienen un extenso registro fósil que comienza hace unos 50 millones de años, así que quería descubrir una en América del Sur, pero era como buscar una aguja en un pajar. He estado buscando la uva más antigua del hemisferio occidental desde que era estudiante universitario", aclara el experto.
Los frutos antiguos suelen ser difíciles de descubrir, ya que los frutos blandos no se conservan como fósiles, por lo que los expertos buscan semillas.
Fabiany Herrera |
"El registro fósil nos dice que las uvas son un orden muy resistente. Son un grupo que ha sufrido mucha extinción en la región de Centro y Sudamérica, pero también lograron adaptarse y sobrevivir en otras partes del mundo", concluye Herrera.
Dada la extinción masiva que enfrenta actualmente nuestro planeta, Herrera dice que estudios como este son valiosos porque revelan patrones sobre cómo se desarrollan las crisis de biodiversidad. "Pero la otra cosa que me gusta de estos fósiles es que estas pequeñas y humildes semillas pueden decirnos mucho sobre la evolución del bosque", concluye el experto.
Referencias:
Investigadora mostrando el fósil de uva. / Fabiany Herrera
Chiarenza, A., Farnsworth, A., Mannion, P., Lunt, D., Valdes, P., Morgan, J., & Allison, P. (2020). Asteroid impact, not volcanism, caused the end-Cretaceous dinosaur extinction. Proceedings of the National Academy of Sciences of the United States of America, 117, 17084 - 17093. https://doi.org/10.1073/pnas.2006087117.
Condamine, F., Guinot, G., Benton, M., & Currie, P. (2021). Dinosaur biodiversity declined well before the asteroid impact, influenced by ecological and environmental pressures. Nature Communications, 12. https://doi.org/10.1038/s41467-021-23754-0.
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