El polvo producido luego del impacto de Chicxulub fue uno de los principales impulsores del invierno global que acabó con los dinosaurios
Un grupo internacional de investigadores liderado por el
Real Observatorio de Bélgica concluye en un nuevo estudio, publicado
recientemente en la revista Nature Geoscience, que el polvo producido por el
impacto del asteroide que acabó con los dinosaurios jugó un papel preponderante
en los profundos cambios climáticos y ambientales que derivaron en la extinción
de gran parte de la vida existente en la Tierra, en el límite
Cretácico-Paleogeno hace unos 66 millones de años.
El papel del polvo en el invierno global
Según una nota de prensa, durante mucho tiempo se pensó que
el impacto de Chicxulub desencadenó un invierno global de enormes proporciones,
que provocó la desaparición de los dinosaurios no aviares y de alrededor del
75% de las especies de la Tierra en ese momento. Sin embargo, aún no estaba
claro qué efecto tuvieron los distintos tipos de escombros expulsados del
cráter de impacto sobre el clima.
En investigaciones previas se ha sugerido que el azufre
liberado durante el impacto y el hollín de los incendios forestales posteriores
a la colisión constituyeron los principales impulsores de un invierno de
influencia global, y no la expulsión de polvo de silicato a la atmósfera. Pero
esta hipótesis se basaba en un conocimiento limitado de las propiedades del
tamaño real de las partículas de polvo que inundaron el planeta luego del
evento.
Ahora, los científicos a cargo de la nueva investigación
concluyeron que la distribución y el tamaño de los desechos de silicato revelan
que el polvo fino desempeñó un papel más importante del que se había apreciado
anteriormente. Las simulaciones de modelos paleoclimáticos muestran el rápido
transporte de polvo a través del planeta, lo que indica que el mundo Paleógeno
fue rodeado por el material eyectado de polvo de silicato pocos días después
del impacto de Chicxulub.
Un cambio profundo
“Las nuevas simulaciones paleoclimáticas muestran que una
columna de polvo de silicato micrométrico podría haber permanecido en la
atmósfera hasta 15 años después del evento, contribuyendo al enfriamiento
global de la superficie de la Tierra, concretamente con temperaturas de hasta
15 °C menos después del impacto”, indicó en el comunicado el científico Cem
Berk Senel, autor principal del nuevo estudio.
De acuerdo a estos datos, los investigadores concluyeron que
el polvo de silicato, junto con el hollín y el azufre, desempeñaron un papel
crucial en el bloqueo de la fotosíntesis y en el mantenimiento de un invierno
de impacto lo suficientemente largo como para causar el colapso catastrófico de
la productividad primaria, desencadenando una reacción en cadena de extinciones
de las cuales el fin de los dinosaurios fue el ejemplo paradigmático.
Referencia:
Chicxulub impact winter sustained by fine silicate dust. Cem
Berk Senel et al. Nature Geoscience (2023).
DOI:https://doi.org/10.1038/s41561-023-01290-4
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