Os dejamos una reseña que nos ha envíado Miguel Ángel Amorín Fernández, ganador del V Concurso Internacional de Ilustraciones Científicas de Dinosaurios 2013
Saludos desde Ourense, ciudad española en la que nací y
resido actualmente.
Provengo de un ámbito formativo y profesional completamente
ajeno al mundo de la ilustración, en el que no soy más que un mero
aficionado. La única credencial que
puedo presentar es una formación casi enteramente autodidacta.
Desde niño, las dos grandes pasiones que marcaron mi vida fueron las artes
plásticas por un lado, y un profundo amor por la Historia Natural por el otro.
Era inevitable que ambas acabaran confluyendo. De ahí mi fascinación por todas aquellas manifestaciones artísticas que
hacen de la naturaleza su motivo central. Notable ejemplo de ello es la obra
pictórica de artistas como Robert Bateman, Carl Brenders y el español Manuel
Sosa, por citar sólo unos pocos. Dicho esto, sin embargo, la recreación de
mundos ya desaparecidos guarda para mí un encanto especial por lo que implica
de integrar disciplina científica y
libertad creativa.
Así, crecí admirando
la obra de grandes figuras del género como Doug Henderson, Mark Hallett, John Sibbick,
Ely Kish… sin olvidar por supuesto los españoles Raúl Martín y Mauricio Antón.
Sin embargo mis referentes no se acaban ahí. Hoy en día Internet ofrece un
amplísimo muestrario de excelentes artistas pero citar la lista de autores que
me impactaron excedería con mucho los objetivos de esta presentación.
En lo tocante a mi propio trabajo, durante la mayor parte de
mi trayectoria como aficionado mi formación se limitó a medios tradicionales,
principalmente lápiz y óleo, un poco de acuarela e incluso algo de escultura.
No fue hasta hace pocos años cuando empecé a experimentar con medios digitales,
usando Photoshop. A pesar de contar con tantos referentes artísticos, a la hora
de plantearme el dibujo de una criatura extinta procuro no dejar de lado el
aspecto científico. Por ello prefiero no apoyarme demasiado en las
reconstrucciones efectuadas por otros artistas y realizar en la medida de lo
posible mi propio trabajo de documentación,
prestando atención a lo que conocemos de la anatomía del sujeto,
trabajando “de dentro a fuera”para así obtener una imagen que haga honor a lo
que pudo haber sido el animal en vida.
Hasta la edición del año pasado, nunca antes me había
animado a participar en ningún concurso y aún entonces mis pretensiones no
pasaban de ofrecer una intervención más
o menos digna. Por ello, el haberme visto agraciado con el primer premio al segundo intento supuso para mí toda una
conmoción. Aquello sobrepasaba ampliamente mis más alocadas expectativas y aún
hoy me cuesta asimilar este galardón, que confieso que no siento del todo
merecido.
No tengo palabras para expresar la emoción que supuso que un
jurado integrado por algunos de mis ídolos juzgara mi trabajo merecedor de tal
reconocimiento. Deseo expresarles mi más sincero y profundo agradecimiento por
un honor que honestamente, considero que me viene demasiado grande. Asímismo,
agradezco a la Fundación la organización de un evento de este calibre, que nos
brinde a todo tipo de personas la oportunidad de dar rienda suelta a nuestra
creatividad y fascinación ante el espectáculo que nos ofrece la evolución de la
vida en la Tierra.
Muchísimas gracias a todos.
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