viernes, 14 de enero de 2011

Descubren en Argentina al diminuto abuelo del Tiranosaurio Rex

Leemos hoy en varios medios de comunicación, la noticia del descubrimiento de un nuevo dinosaurio en Argentina.

El depredador, cuyos restos han aparecido en Argentina, vivió hace 230 millones de años, en los albores de la era de los gigantes, e inició un linaje de comedores de carne.



Te dejamos la noticia de ABC al completo:

Mucho antes de que el ser humano se irguiera sobre sus dos piernas, otras criaturas ya eran capaces de incorporarse y echar a correr con un estilo casi maratoniano. Un grupo de paleontólogos ha descubierto en Argentina los restos fósiles de uno de los primeros velocistas, una especie de dinosaurio nunca vista antes a la que han bautizado como Eodromaeus, que significa «el corredor de la madrugada».


Se trata de un depredador «larguirucho», de menos de dos metros de cabeza a cola, que vivió hace unos 320 millones de años de antigüedad, en los albores de la era de los dinosaurios. Estaba provisto de un cuello estilizado y una cola larguísima, y pesaba entre 4,5 y 7 kilos, poco más de lo que pesa un perro pequeño. La importancia de su hallazgo, que aparece publicado en la revista Science, radica en que podríamos encontrarnos ante el origen de una larga saga de consumidores de carne que culminaría con la aparición del Tyrannosaurus rex. Prácticamente, es como tener las fotos de todo un linaje familiar.

               ( Este es el dibujo que el equipo de la UNSJ hizo a partir del hallazgo.
                  En tonos más oscuros están marcados los huesos que faltaban. )

 Los investigadores, liderados por uno de los más reconocidos «cazadores» de dinosaurios, Paul Sereno, paleontólogo de la Universidad de Chicago y explorador del National Geographic, lograron reconstruir el esqueleto casi completo de la nueva especie gracias al hallazgo, poco frecuente, de los restos de dos ejemplares en el Valle de la Luna, situado en los Andes argentinos. «Caminar por el valle ha sido, literalmente, como caminar sobre el cementerio de los primeros dinosaurios», afirma Ricardo Martínez, investigador de la Universidad de San Juan en Argentina y autor principal del informe que se publica en Science. Esta zona fue una vez un gran valle en la esquina sudoeste del supercontinente Pangea. Los sedimentos de 700 metros cubrieron los esqueletos durante un período de cinco millones de años, y ahora han visto la luz.


Una vez reconstruida la estructura ósea gracias al buen estado de los fósiles, los científicos hicieron la representación del esqueleto.

Predadores y aves

El Eodromaeus es un antecesor temprano del linaje de los terópodos, que incluye a los predadores y, finalmente, a las aves. Por ese motivo, tiene punzantes colmillos y fuertes garras. En el mismo lugar en el que corría el Eodromaeus habitaba también otra especie, el Eoraptor. Este es un ancestro de los saurópodos, que incluye a los gigantes herbívoros de largos cuellos. En ese momento, ambas especies eran muy similares, aunque iniciaron caminos evolutivos diferentes. Precisamente, el descubrimiento del Eodromaeus puede arrojar luz sobre los albores de la era de los dinosaurios, una época que todavía esconde numerosas incógnitas.



ABC

Diario de Cuyo  La Voz Ciudadanos

Fotos: ABC



No hay comentarios: