martes, 4 de marzo de 2014

El temporal borra las huellas del dinosaurio

Las mareas vivas registradas a primeros de febrero afectaron notablemente a negocios hosteleros y viviendas de Luanco e hicieron aflorar el osario medieval de Bañugues. Pero los embistes del mar provocaron también la desaparición de las huellas de pisada de dinosaurio localizadas por la bióloga Lucía Fandos en un pequeño acantilado ubicado a pocos metros de la iglesia de Luanco.
"El primer temporal que llegó se las llevó", se lamenta la bióloga del Museo Marítimo de Asturias, que ya el pasado verano advirtió de que la erosión marina y eólica había terminado por desgastar otras huellas de pisada de dinosaurio, también llamadas icnitas, en la misma zona. Al final, y por culpa del mar, los restos del probable ornitópodo tridáctilo, animal de tres dedos, y propio del Cretácico inferior, se quedaron en el recuerdo. Este animal pudo habitar en la ensenada de Luanco hace más de 125 millones de años.
Según Lucía Fandos, las icnitas localizadas junto a la iglesia de Santa María tenían su importancia histórica teniendo en cuenta que los hallazgos de huellas de dinosaurios en Asturias se suelen ubicar en zonas alejadas de asentamientos humanos. Esas manchas de piedra con tonos grisáceos y con bultos adosados que se podían ver en el acantilado próximo al templo aún no contaban con un estudio que concretara ni la datación del animal ni de qué tipo de dinosaurio se trataba con exactitud. Fandos, avalada por profesores de Geología de la Universidad de Oviedo, determinó que se trataba de una especie de dinosaurio herbívoro y bípedo que podría caminar de manera similar a las avestruces.
La bióloga del Museo Marítimo de Asturias ya advirtió el pasado mes de julio de que las icnitas corrían peligro por los constantes golpes de mar que recibe este acantilado. Y no le faltaba razón. Según la bióloga, la zona en la que se ubicaban las huellas estaba compuesta por marga, un material que se erosiona con facilidad en una zona ya de por sí bastante erosionada por la acción marina. Ahora, Luanco se queda sin su huella prehistórica.

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