Investigadores de 23 instituciones de distintas partes del
mundo evidenciaron que ambos bloques continentales se conectaron hace 2,8
millones de años. Así, derriban aquellas hipótesis que le daban una mayor
antigüedad a la unión de América de Norte y América del Sur.
Emanuel Pujol (Agencia CTyS-UNLaM) - A partir de ese momento
en que emergió el istmo de Panamá, no solo se unieron ambas Américas, sino que
también quedaron separados el océano Pacifico y el océano Atlántico, lo cual
fue observado por el equipo de geólogos, ecólogos, paleontólogos y geoquímicos
que participaron de este estudio internacional.
Hace 2,8 millones de años, se empezaron a diferenciar los
microorganismos ubicados a ambos lados del istmo de Panamá, en tanto que quedó
establecido un puente para los animales terrestres. De esta manera, llegaron a
Sudamérica los tigres dientes de sable, los osos y los caballos, entre otras
especies.
El investigador del Museo de la Plata y del CONICET Alberto
Luis Cione comentó a la Agencia CTyS-UNLaM que “incluso los camélidos como el
guanaco y la llama, que son el símbolos de la fauna sudamericana, son de origen
norteamericano”. Y agregó: “Antes de que emergiera el istmo de Panamá,
Sudamérica era una isla continente y la fauna que predominaba estaba compuesta
por perezosos, armadillos, osos hormigueros y marsupiales, por ejemplo”.
En tanto, el paleontólogo Leopoldo Soibelzon comentó que “la
fauna terrestre es una de las evidencias de que se produjo esta unión entre
Norteamérica y Sudamérica, pero se pudo establecer una mayor precisión sobre el
momento en que emergió el istmo de Panamá a partir del cuerpo de evidencias que
proviene del mar”.
“A partir de datos geoquímicos que quedan en el fondo del
mar, se pudo saber cuándo se separaron el océano Pacífico del océano Atlántico,
que hasta ese entonces eran un solo mar”, agregó el también coautor del estudio
e investigador del MLP y CONICET.
Soibelzon comentó que “también está la evidencia que brindan
los microfósiles, porque cuando el mar era uno solo había una biota de
microorganismos que tenían intercambio genético y tenían prácticamente una
población estable; en cambio, cuando se separó el Pacífico del Caribe, esos
microorganismos empezaron a evolucionar de manera divergente”.
El doctor Cione destacó que este estudio, que se acaba de
publicar en Sciences Advances
(http://advances.sciencemag.org/content/2/8/e1600883), permite derribar
aquellas hipóstesis surgidas en los últimos años que indicaban que el
surgimiento del istmo de Panamá se podría haber producido hace más de 6
millones de años.
“Esta investigación, gracias al avance de las técnicas de
datación, permitió alcanzar una mayor precisión que la que teníamos hasta ahora
para definir cuándo ocurrió este evento”, valoró Leopoldo Soibelzon.
El aporte de los investigadores argentinos en este trabajo
consistió en el registro de los animales vertebrados terrestres. “Es un trabajo
que viene haciendo la división paleontología de vertebrados del MLP desde hace
ya 25 o 30 años, con investigadores como Eduardo Tonni y Alberto Luis Cione, y
en esta publicación volcamos el conocimiento que hemos acumulado”, indicó
Soibelzon.
No obstante, el investigador aclaró que el registro fósil de
vertebrados no permitía alcanzar una gran precisión temporal de cuándo emergió
el istmo de Panamá. “Podría haber ocurrido que hubieran llegado mamíferos
tiempo antes de que tuviéramos registro, por ejemplo, pero el estudio
geoquímico de los mares y la evolución divergente de los microinvertebrados a
uno y otro lado del istmo permitieron dar una precisión mayor a la que se tenía
hasta ahora”.
Fecha de Publicación: 2016-08-17
Fuente: Agencia CTyS-UNLaM
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