México.- Paleontólogos alemanes y mexicanos investigan desde hace tres décadas, la importancia del país azteca como uno de los principales puntos calientes de biodiversidad universal, tanto hace 200 millones de años como hoy.
Desde hace aproximadamente 30 años, el alemán Wolfgang
Stinnesbeck, paleontólogo de la Universidad de Heidelberg, colabora con
científicos mexicanos y trabaja en proyectos en el país latinoamericano. En
líneas generales, las experiencias del académico, quien vivió y trabajó una
década en el estado de Monterrey, han resultado positivas. “Hemos tenido
algunos problemas, en algunas ocasiones para que nos autoricen proyectos en México”,
agregó. Al mismo tiempo, lamentó que a los científicos mexicanos no siempre
sean tomados en serio tanto como a sus colegas extranjeros.
Stinnesbeck hizó hincapié en la “gran importancia” del país
para el desarrollo de la flora y fauna. Aseguró que en los periodos del
Jurásico y Cretácico, cuando el Pangea se fracturó y se formaron los
continentes actuales, México se convirtió en una especie de puente para los
animales marinos. Hace aproximadamente 200 millones de años, el sur del
continente norteamericano llegaba hasta los estados mexicanos de Coahuila y
Nuevo León. Mientras que el centro y el sur, en cambio, estaban sumergidos bajo
el agua convirtiéndose en una especie de crucero de las vías marítimas de los
diferentes océanos, lo cual permitió a los animales marinos avanzar del Océano
Atlántico al Pacífico.
Posteriormente, hace cuatro millones de años, en el momento
que se unieron los continentes de América del Norte y del Sur, México se
convirtió en un canal migratorio para los animales terrestres. Es por ello que
en el país latinoamericano se encuentran fósiles de dinosaurios y animales
tanto del sur como del norte del continente, lo que también explica la enorme
biodiversidad del país en la actualidad, apuntó Stinnesbeck.
“Una increíble densidad de fósiles”
Haciendo una comparación con hallazgos de otros restos
fósiles, como por ejemplo en Estados Unidos, los dinosaurios que se encontraron
en el noreste de México son menos conocidos. El científico alemán aseguró que
esto se debe principalmente a la menor densidad de paleontólogos en México.
“En Alemania existen unos 20 institutos geológicos en las
universidades que cuentan todos al menos con un paleontólogo. En cambio, en
México solo cuentan con la Universidad Nacional Autónoma de México, hay un
paleontólogo en la Universidad Autónoma de Nuevo León y otro en el Museo del
Desierto en Saltillo”, indicó. Es por ello, el equipo de Stinnesbeck también
trabaja en fomentar a la nueva generación de científicos.
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