La revista
Scientific Reports, perteneciente al grupo Nature, publicó ayer un artículo
firmado por el Grupo de Biología Evolutiva de la UNED, al que pertenece el
profesor Francisco Ortega, en el que se afirma que los osteodermos eran
empleados como fuente de minerales para la formación de la cáscara de los
huevos por las hembras de los titanosaurios
Durante el
Cretácico Superior, la actual serranía de Cuenca estaba habitada por
dinosaurios saurópodos gigantes que pertenecían al grupo de los titanosaurios,
algunos de los cuales presentaban una coraza compuesta por huesos incluidos en
la piel llamados osteodermos. Hoy, más de 70 millones de años después y gracias
a los fósiles hallados en el yacimiento de Lo Hueco, en la localidad conquense
de Fuentes, los investigadores del Grupo de Biología de la UNED, encabezado por
el profesor Francisco Ortega, han podido averiguar que, además de su posible
función defensiva, esta armadura –poco frecuente en el registro fósil de estos
animales- cumplía una misión distinta, ya que era empleada por las hembras como
fuente de minerales para la formación de la cáscara de los huevos. Así lo han
reflejado en el artículo que se publica hoy en Scientific Reports, la revista
digital Open Acces del grupo Nature, y que firman junto a investigadores de la
Universidad Autónoma de Madrid en el marco de un proyecto de investigación del
MINECO.
De izda. a drcha.: Francisco Gascó, José Luis Sanz, Daniel Vidal, Francisco Ortega y Alejandro Serrano(G.B.E.-UNED) |
Los
investigadores han podido llegar a la conclusión de que los osteodermos podrían
ser una fuente natural de calcio para las hembras de titanosaurio gracias, por
un lado, a la excepcional concentración de restos de titanosaurios de Lo Hueco
(la muestra de osteodermos del yacimiento depositada en el Museo de Paleontología de Castilla La Mancha es, de hecho, una de las colecciones más
representativas a nivel mundial) y, por otro lado, a las nuevas tecnologías,”
que están permitiendo una novedosa aproximación a algunos de los enigmas que
proponen los fósiles”, señala Daniel Vidal, el autor que ha liderado esta
investigación.
“En este
caso”, continúa el investigador, “mediante tomografía axial computerizada
(TAC), se ha podido analizar la estructura interna de los osteodermos sin
necesidad de cortarlos o dañarlos. Este análisis ha permitido constatar la
disposición de alguna de sus estructuras internas, como la presencia y
recorrido de venas y nervios y la distribución y características del tejido
óseo”.
Desmineralización
activa y no accidental
A lo largo
del estudio se ha reconocido que algunos osteodermos presentaban zonas de muy
baja densidad ósea, siempre asociadas a la red vascular. Ésta es la primera vez
que se ha obtenido una asociación de procesos de desmineralización del tejido
óseo de los osteodermos y los canales neurovasculares, confirmando que la baja
densidad de algunos osteodermos es probablemente debida a una desmineralización
activa y no accidental. En este contexto, Francisco Ortega explica que “en
principio resulta extraño que se produzca una desmineralización de los huesos
que forman una estructura aparentemente defensiva, lo que indicaría que estas
armadura dérmicas desarrollaron otras funciones”.
Por todo
ello, y a partir de la comparación del material de Lo Hueco con el registro
fósil disponible y con la biología de los cocodrilos actuales (los parientes
vivos con armadura dérmica más próximos a los dinosaurios), los autores
discuten un escenario que refuerza la hipótesis de que las hembras de
titanosaurios utilizarían el calcio almacenado en su armadura dérmica para la
formación de la cáscara de los huevos.
Escena que recrea un grupo de titanosaurias en el momento de la puesta. (José Antonio Peñas Artero) |
“Se conocen
zonas de puesta de titanosaurios en distintos puntos de Europa”, añaden los
autores, “particularmente algunas de la misma edad que el yacimiento de Lo
Hueco, como Portilla en Cuenca o Buendía en Guadalajara, pero también en los
Pirineos o en la Patagonia Argentina. El análisis de estas áreas de puesta
muestra como las hembras de titanosaurios depositaban miles de huevos en
amplias extensiones, lo que implicaría un importante estrés fisiológico”.
De esta
forma, los autores concluyen que, “a partir del estudio realizado sobre el
material de Lo Hueco, sabemos que la armadura dérmica, además de su posible
papel defensivo, tenía un importante papel en la estrategia reproductora de
estos últimos dinosaurios gigantes”.
Referencia
bibliográfica:
Daniel Vidal,
Francisco Ortega, Francisco Gascó, Alejandro Serrano Martínez & José Luis
Sanz: The internal anatomy of titanosaur osteoderms from the Upper Cretaceous
of Spain is compatible with a role in oogenesis. Disponible en
www.nature.com/articles/srep42035
portal.uned.es
portal.uned.es
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