miércoles, 6 de diciembre de 2023

El archipiélago del mar Tetis fue una bioprovincia hace más de 120 millones de años

Durante el Jurásico y Cretácico (hace entre 201 y 66 millones de años) la actual península Ibérica fue una gran isla dentro del mar Tetis. Este mar tropical, precursor del actual Mediterráneo, estaba salpicado de numerosas islas, formando un gran archipiélago en su zona central. Un nuevo estudio analiza cómo se distribuyeron las carofitas (un grupo de plantas acuáticas) en este archipiélago hace entre 130 y 120 millones de años, durante el Barremiense y el Aptiense inferior, con el fin de estudiar cómo se manifestaban los efectos de la insularidad en las diferentes especies que habitaban allí.

Mapa paleogeográfico mundial del límite entre el Barremiense y el Aptiense
inferior (hace entre 129 y 120 millones de años).
 (Imagen: Institut Català de Paleontologia Miquel Crusafont)
El estudio lo ha realizado un equipo conformado por investigadores de la Facultad de Ciencias de la Tierra y el IRBio de la Universidad de Barcelona (UB), el Instituto Catalán de Paleontología Miquel Crusafont (ICP), la Universidad de Viena en Austria y el Instituto Politécnico Nacional (IPN) de México.

Los resultados del estudio muestran que el archipiélago contenía una flora diferente a la de los continentes vecinos y que se caracterizó por la diversidad de especies endémicas de la familia Clavatoraceae.

Aunque las islas estaban separadas, el flujo de poblaciones entre las islas debió ser bueno, dado que no se observan grandes diferencias taxonómicas entre ellas.

Dentro del archipiélago se observan algunos patrones florísticos tanto latitudinales (relacionadas con el clima) como longitudinales (probablemente relacionadas con los vectores de dispersión animal).

Por otro lado, las islas del archipiélago presentan el primer registro de algunas especies que posteriormente se distribuirían en amplias zonas del planeta, incluyendo especies que se convertirían en cosmopolitas en una franja latitudinal.

La comparación con los ostrácodos, unos crustáceos que a menudo vivían en los prados de carofitas, muestra que estos patrones biogeográficos serían extrapolables a otros grupos del mismo archipiélago, formando lo que sería probablemente una bioprovincia diferenciada.

El estudio, cuya primera firmante es Alba Vicente del Instituto Catalán de Paleontología Miquel Crusafont, se titula “A bioprovince for the Barremian–Aptian charophytes of the Central Tethyan Archipelago”. Y se ha publicado en la revista académica Cretaceous Research. (Fuente: Institut Català de Paleontologia Miquel Crusafont)

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