Dos nuevas especies de
dinosaurios cornudos recientemente halladas en un arcaico «continente perdido»
son algunos de los más sorprendentes y adornados animales encontrados a la
fecha, dicen los paleontólogos.
Los nuevos dinosaurios son
miembros de los cerátopos, la
familia que incluye a los Triceratopos. Estos animales eran generalmente
cuadrúpedos herbívoros con cuernos y protuberancias óseas en la parte posterior
de sus cabezas.
El mayor de los dos dinosaurios,
el Utahceratops
gettyi, poseía un cráneo de 2,3 metros, lo que indujo al coautor del
estudio, Mark Loewen de la
Universidad de Utah, a comparar al animal con un «rinoceronte gigante» pero con
una cabeza ridículamente sobredimensionada.
El otro dinosaurio recién
descubierto, el Kosmoceratops richardsoni, es «uno de los animales más
sorprendentes que se hayan conocido jamás, con un inmenso cráneo decorado por
una extensa variedad de campanas y pitones óseos», comenta el responsable del
estudio Scott Sampson, también de la
Universidad de Utah.
La cabeza del Kosmoceratops está cubierta de cuernos:
uno en el hocico, otros dos sobre los ojos, uno en la punta de cada pómulo y
varios cuernos en la aleta de la cabeza del animal.
«La mayor parte de estas
estrafalarias características serían armas poco efectivas para defenderse de
los depredadores» añade Sampson. En su
lugar, estos adminículos serían tan solo una artimaña sexual para atraer parejas
o intimidar a rivales.
Los nuevos dinosaurios de Utah
son tan sólo la punta del iceberg
Se han desenterrado varios
fósiles parciales de Utahceratops y
Kosmoceratops en el Monumento
Nacional Grand Staircase-Escalantede Utah, hogar de lo que una vez fue el «continente perdido» de Laramidia.
Durante el periodo cretáceo, la
región central de Norteamérica estaba inundada por lo que las porciones
oriental y occidental del continente estuvieron separadas durante 30 millones
de años. De hecho, el lado occidental era una masa de tierra aislada.
«Si fueses un viajero del tiempo
y regresaras a las postrimerías del Cretácico, podrías navegar en una lancha
desde el Golfo de México al Océano Ártico sin ver tierra firme», declaró Thomas
Holtz, un paleontólogo de vertebrados de la Universidad de Maryland, a National
Geographic News.
La región antes conocida como
Laramidia es, hoy en día, un punto neurálgico de hallazgos fósiles, en parte
debido a la gran actividad geológica acaecida en esa era, según Holtz, que no
está vinculado con el estudio en cuestión.
«Las montañas rocosas estaban en
pleno proceso de formación. Había montañas abriéndose camino y otras
desmoronándose por la fuerza tectónica... Los sedimentos se desprendían laderas
abajo proporcionando lo que con el tiempo se convertiría en la roca
sedimentaria que sepultó a todos estos fósiles».
En general, los Utahceratopos y Kosmoceratopos son sólo
dos de los descubrimientos más recientes de una serie de hallazgos de
dinosaurios cornúpetas en todo el mundo y los autores del estudio están
convencidos de que se desenterrarán nuevos fósiles de este tipo muy pronto.
«Los nuevos especimenes de Utah»,
añade el coautor del estudio, Andrew
Farke, del museo de paleontología Raymond M. Alf, «son tan sólo la punta
del iceberg».
Este artículo sobre los nuevos
dinosaurios se publicó esta semana en PLoS One.
Fuente: National Geographic
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